Bendiciones de Dios – “Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. De ello estoy bien convencido”. Salmo 139: 14.
A veces me cuesta contemplar tus maravillas, porque mi naturaleza humana tiende continuamente a ver lo negro y oscuro que me rodea. Cuantas veces mi clamor parece ser igual al de Sir Philip quién en 1586 dijo: Haz que cesen en mí estas guerras civiles.. Por qué me cuestas contemplar las maravillas de Dios?
Porque algo ha enlodado mi diáfano espíritu.., y en tales casos la naturaleza del hombre riñe con cosas bajas, por más de que las grandes y nobles sean su objetivo. Sin embargo, Dios trata de limpiar ese espíritu, para que entonces yo pueda decir como el salmista: “Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho. De ellos estoy bien convencido”
Si se purificasen las puertas de la percepción, cada cosa aparecería como que es, infinita. Porque el hombre se ha encerrado dentro de sí mismo y sólo percibe las cosas a través de las grietas de su caverna y toda caverna es oscura, sin paisaje y sin vida en sí misma. Por ello quiero hoy salir de mi caverna y contemplar las maravillas de las manos de Dios. De su mano salen los rayos de su gracia y poder. Cuando contemplo sus maravillas como demostraciones de su amor, yo mismo quedo sorprendido.
Evelyn Undserhill escribió en una ocasión: “Con falsos deseos y falsos pensamientos el hombre se ha construido un falso universo: como un molusco, mediante la deliberada y persistente absorción de cal y la eliminación de lo demás, puede construir para si una dura concha en la que se encierra y separa del mundo externo, y sólo representa en forma distorsionada e irreconocible el océano del cual se obtuvo. Esta costra dura y carente de vida, esta secreción parcial de la superficie de la conciencia se convierte en una pequeña caverna de ilusión para cada espíritu”. Pero hoy quiero salir de mi caverna y contemplar la hermosura de Dios.
Señor, No quiero estar encerrado en mi concha personal y perder de vista la grandeza de tu amor y las maravillas que de tu mano salen. En este día quiero esperar en ti y quedar maravillado y asombrado de ver todo lo que eres, todo lo que haces y las bendiciones de Dios. Amén.
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