lunes, 15 de junio de 2015

LA FE SE SIEMBRA EN CASA



La fe se siembra en casa
Consejos útiles que los padres podrían seguir para acercar a los hijos al Catolicismo





Es lamentable que en muchos hogares, la fe se mantenga aislada, abandonada y olvidada por los miembros de la familia, como si ésta fuera inútil e innecesaria para estar cerca de Dios, o peor aún, para no estarlo. Aunque parece que algunos padres de familia poco interés tienen en inculcar la religión en sus hijos, muchos otros insisten en sembrarla día a día.

Recordando algunas de las palabras del Beato Juan Pablo II respecto a la fe en el hogar de cada familia cristiana, dice que es una comunidad de vida y de amor, la cual tiene una misión: comunicar el amor.

En una entrevista realizada al Padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, lamentó que por desgracia se ha olvidado que los primeros educadores, en todos los niveles, no sólo en la fe, son los padres de familia, la escuela es subsidiaria de esa obligación y la Iglesia por su parte, es mera auxiliar de los padres, pero los responsables en educar a sus hijos en la fe son los padres.

Los padres deben cuidar la fe de sus hijos, deben abonarla y cultivarla ya que la responsabilidad en primer término es de ellos, no olvidemos que es una obligación moral y religiosa.

La fe es una parte fundamental de la vida de cualquier ser humano, ya que da esperanza, futuro, fuerzas para las adversidades, luz y sentido, nos ayuda a mantener la plenitud; de hecho Cristo, cuando habla de su misión, no dice que ha venido para que tengamos vida en abundancia, ya que ésta no puede ser plena si no está unida a Dios, y como dice San Pablo: “En él existimos, nos movemos y somos.”

Para cultivar la fe en el hogar puede haber cosas muy elementales como encomendarse a Dios desde el inicio del día. Son esas oraciones que debemos enseñar a nuestros hijos para dar gracias al Señor por cada mañana y por la vida, a lo largo del día también podemos tener muchos apoyos de oraciones para acercarnos a Dios, sin olvidar tampoco la asistencia a misa y el rosario. De hecho se recomienda vivir bajo un clima de oración desde el hogar.

Es por ello que me gustaría compartir algunos consejos útiles que los padres podrían seguir para acercar a los hijos al Catolicismo:

Vivir la misa en casa y no sólo en la Iglesia. Si aún sigues creyendo que ser católico es un asunto de asistir a misa los domingos y nada más, te estarás perdiendo de la parte más enriquecedora de ser católico. Habla de Dios y reza en familia todos los días de la semana.

Fomentar un ambiente católico. Debemos crear en nuestros hijos un corazón abierto a la fe católica, lo mejor será que noten claramente que lo que se predica en misa se aplica en casa.
Asumir personalmente el rol de catequizar. Muchos padres esperan que sean los grupos religiosos y las escuelas quienes enseñen a sus hijos sobre la religión. Ahí lo harán valiéndose de recursos pedagógicos que no hay en casa, no hay como poder aprender la historia de la salvación de parte de los propios padres. Ver películas de Dios es un gran recurso.

Llevar a cabo algun apostolado en la familia. Ninguna experiencia ejemplifica mejor las enseñanzas de Jesús que el servicio prestado a los más necesitados.

Rezar por nuestros hijos. Sin importar cual pueda llegar a ser la actitud de los hijos hacia la Iglesia en determinados momentos de su madurez, la oración de nosotros por nuestros hijos siempre será la herramienta más efectiva para solicitarle a Dios que se haga presente en sus corazones.

Revisar nuestros motivos como padres para ser católicos. Si uno no tiene una razón personal clara a prueba de fuego para seguir a Cristo, será poco probable que tengas la pasión por contagiar a los demás de dicho amor a la causa.

Estudiar la religión. No podemos enseñar lo que no conocemos. Así que antes de transmitirles o explicarles a nuestros hijos sobre fe, es necesario estudiarla a consciencia.

Confiar en los caminos de Dios. Si aún resultara que tu hijo necesita un tiempo para analizar su situación personal ante la Iglesia y esto trae como resultado que decida alejarse de la misma, no hay que utilizar la fuerza ni la presión para hacerlo volver. En cambio hay que intensificar su compromiso con nuestra fe, y que nosotros como padres seamos un ejemplo el que lo haga volver.
Recuerda que la fe se abandona constantemente, no pongas como pretexto la edad de los hijos para estar cerca de Dios, todo está en tu forma de acercarlos a Él y en mantener un hogar lleno de fe. Somos privilegiados porque tenemos como ejemplo la Sagrada Familia. La familia es la Iglesia doméstica y la primera responsable de acrecentar y fortalecer la fe en nuestros hijos.

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