Yom Kippur (en hebreo Yom Hakkippurim) o Día de la Expiación o del Perdón, se trata de un día de ayuno muy solemne que se celebra el día 19 de Tischri, que cae entre Septiembre/Octubre.
Pues bien, para los estudiosos Jean-Marie van Cangh y Michel van Esbroeck existe una la relación del pasaje de la Confesión de Pedro y esta fiesta. Llaman la atención sobre el hecho de que sólo cinco días separan dos grandes fiestas judías en otoño: primero el Yom Kippur, la gran fiesta de la expiación; y seis días más tarde, la fiesta de las Tiendas (Sukkot), que dura una semana: Lc 9:28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar, es decir, en la fiesta de los Tabernáculos o Tiendas. (Cfr. Benedicto XVI, Jesús de Nazaret I)
Si esto es así, significaría que la confesión de Pedro, tuvo lugar en el gran día de la expiación o Yom Kippur y que, desde el punto de vista teológico, se la debería interpretar en el trasfondo de esta fiesta, única ocasión del año en la que el sumo sacerdote pronuncia solemnemente el nombre de YHWH en el sancta sanctorum del templo. La confesión de Pedro en Jesús de Mt 16:16 —Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo, tendría en este contexto una dimensión más profunda. Al igual que el sacerdote pronuncia el Nombre de Dios, Pedro pronunciaría el Nombre de Jesús como Hijo de Dios. Por eso, quizá, Pedro es hecho sumo sacerdote o cabeza de la Iglesia: Mt 6:18-19: Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella. 19 Te daré las llaves del reino de los cielos…
La otra ceremonia distintiva del día Yom Kippur era la ofrenda de un becerro y de dos machos cabríos según Lv 16:7-10.20-23: 7 tomará los dos machos cabríos y los presentará ante el SEÑOR, a la entrada de la Tienda de reunión. 8 Entonces Aarón echará suertes sobre los dos machos cabríos, uno para el Señor y otro para soltarlo en el desierto. 9 Aarón ofrecerá como sacrificio expiatorio el macho cabrío que le tocó al Señor, 10 pero presentará vivo ante el Señor, como propiciación, el macho cabrío que soltará en el desierto; es decir, lo enviará a Azazel… 20 Cuando Aarón haya terminado de hacer propiciación por el santuario, la Tienda de reunión y el altar, presentará el macho cabrío vivo, 21 y le impondrá las manos sobre la cabeza. Confesará entonces todas las iniquidades y transgresiones de los israelitas, cualesquiera que hayan sido sus pecados. Así el macho cabrío cargará con ellos, y será enviado al desierto por medio de un hombre designado para esto. 22 El hombre soltará en el desierto al macho cabrío, y éste se llevará a tierra árida todas las iniquidades. 23 »Entonces Aarón entrará en la Tienda de reunión, se quitará los vestidos de lino que se puso antes de entrar en el santuario, y allí los dejará.
El “chivo-expiatorio o emisario”, representa la oscura palabra hebrea Azazelque no aparece en ninguna otra parte de la Biblia. El modo de proceder sugiere la idea de que los pecados son enviados de regreso al espíritu maligno a cuya influencia debían su origen.
La significativa ceremonia de este solemne Día de la Expiación o Yom Kippur habla de la necesidad de la satisfacción y expiación por los pecados. Así se entendería mejor la oportunidad de las palabras del Señor a sus discípulos tras la confesión de Pedro: Mt 16:21Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara. Lo mismo ocurre respecto a las indicaciones precisas para su seguimiento: Mt 16:24-25: Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.
En efecto, todos estos sacrificios por el pecado, como sabemos de la enseñanza de la Epístola a los Hebreos, fueron figuras o símbolos del gran Sacrificio por venir. De manera similar estos ritos judíos de expiación nos hablan de la Cruz de Cristo, y del Sacrificio propiciatorio que diariamente es renovado de manera incruenta en la santa Misa.
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