Hoy, 25 de junio, conmemoramos a Santa EUROSIA de JACA, Mártir.
SANTA EUROSIA DE JACA (864-880) nació en el seno de la familia de los duques de Bohemia, actual República Checa.
Santa Eurosia, o bien Orosia, quedó huérfana de niña y fue adoptada por su tío, el duque Borivoj I, cuya esposa era Santa Ludmila; ella fue quien introdujo a la pequeña a la fe cristiana. Su nombre original es Dobroslava, pero Eurosia es la traducción literal al griego.
En 880, el papa Juan VIII comisionó a San Metodio para encontrar una esposa adecuada para el hijo del conde español de Aragón, Fortún Jiménez, heredero al trono de Aragón y Navarra, y combatiente activo de los árabes sarracenos en la península ibérica.
San Metodio no dudó en elegir a la bella princesa de Bohemia, quien a la sazón tenía 16 años de edad. Y así, obediente del papa, partió Santa Eurosia ese mismo año de Europa central, escoltada por una comitiva aragonesa.
Al cruzar los Pirineos, el plan era que Santa Eurosia encontrara a su prometido en la pequeña ciudad de Jaca. Sin embargo, un repentino ataque de musulmanes comandados por Aben Lupo la capturó junto con todos sus escoltas.
Deseando poseer a su presa, el caudillo le ofreció salvarle la vida si renegaba de su próximo matrimonio con el duque y también de su fe en Jesús, y si se convertía en su esposa. Pero Eurosia se opuso con tal poder de decisión que provocó la ira de Aben Lupo, quien ordenó torturarla.
A Santa Eurosia le amputaron las manos y le laceraron los pies, pero ella, todavía de rodillas, con el rostro vuelto al cielo no dejaba de rezar. Se cuenta que de pronto una misteriosa nube se formó encima del sitio, y que un rayo acertó a caer justo a un lado de Santa Eurosia, sin provocarle ningún daño.
Al ver la escena, muchos soldados musulmanes se llenaron de miedo. Pero el caudillo, sin arredrarse, dio orden de que la decapitaran en el acto. Ella todavía alcanzó a alzar al Cielo sus muñones sangrantes.
Cuando Santa Eurosia calló muerta, se desató inmediatamente un viento fortísimo seguido de una tormenta terrible, lo cual hizo que toda la tropa enemiga huyera presa de espanto.
Santa Eurosia fue canonizada en 1902 por el papa León XIII. Popularmente se le invoca en contra de las tormentas y de los rayos.
SANTA EUROSIA DE JACA nos enseña el valor de la fuerza de voluntad y la firmeza de decisiones.
SANTA EUROSIA DE JACA (864-880) nació en el seno de la familia de los duques de Bohemia, actual República Checa.
Santa Eurosia, o bien Orosia, quedó huérfana de niña y fue adoptada por su tío, el duque Borivoj I, cuya esposa era Santa Ludmila; ella fue quien introdujo a la pequeña a la fe cristiana. Su nombre original es Dobroslava, pero Eurosia es la traducción literal al griego.
En 880, el papa Juan VIII comisionó a San Metodio para encontrar una esposa adecuada para el hijo del conde español de Aragón, Fortún Jiménez, heredero al trono de Aragón y Navarra, y combatiente activo de los árabes sarracenos en la península ibérica.
San Metodio no dudó en elegir a la bella princesa de Bohemia, quien a la sazón tenía 16 años de edad. Y así, obediente del papa, partió Santa Eurosia ese mismo año de Europa central, escoltada por una comitiva aragonesa.
Al cruzar los Pirineos, el plan era que Santa Eurosia encontrara a su prometido en la pequeña ciudad de Jaca. Sin embargo, un repentino ataque de musulmanes comandados por Aben Lupo la capturó junto con todos sus escoltas.
Deseando poseer a su presa, el caudillo le ofreció salvarle la vida si renegaba de su próximo matrimonio con el duque y también de su fe en Jesús, y si se convertía en su esposa. Pero Eurosia se opuso con tal poder de decisión que provocó la ira de Aben Lupo, quien ordenó torturarla.
A Santa Eurosia le amputaron las manos y le laceraron los pies, pero ella, todavía de rodillas, con el rostro vuelto al cielo no dejaba de rezar. Se cuenta que de pronto una misteriosa nube se formó encima del sitio, y que un rayo acertó a caer justo a un lado de Santa Eurosia, sin provocarle ningún daño.
Al ver la escena, muchos soldados musulmanes se llenaron de miedo. Pero el caudillo, sin arredrarse, dio orden de que la decapitaran en el acto. Ella todavía alcanzó a alzar al Cielo sus muñones sangrantes.
Cuando Santa Eurosia calló muerta, se desató inmediatamente un viento fortísimo seguido de una tormenta terrible, lo cual hizo que toda la tropa enemiga huyera presa de espanto.
Santa Eurosia fue canonizada en 1902 por el papa León XIII. Popularmente se le invoca en contra de las tormentas y de los rayos.
SANTA EUROSIA DE JACA nos enseña el valor de la fuerza de voluntad y la firmeza de decisiones.
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