martes, 24 de marzo de 2015

San Dimas, santo del NT


fecha: 25 de marzo
†: s. I
otras formas del nombre: Dismas, «El buen ladrón»
canonización: bíblico
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Conmemoración del santo ladrón, que en la cruz reconoció a Cristo, y de Él mereció oír: «Hoy estarás conmigo en el Paraíso».
patronazgo: patrono de los camioneros; protector de los condenados a muerte; para pedir una buena muerte.
oración:
Oh glorioso San Dimas, el más glorioso de los ladrones de la historia, tú que supiste robar del Corazón Sagrado su Reino, su Gloria y su Vida, intercede por mí, para que yo, que soy peor que ladrón, a la hora de mi muerte pueda, sepa y quiere decir contigo: «Señor, acuérdate de mí cuando vuelvas con el poder de tu realeza». Amén. [Oración recogida en internet].
«Tú, que a María absolviste
y al ladrón prestaste oído,
también a mí me has dado esperanzas.» (estrofa del Dies Irae, secuencia de difuntos)
En la suposición de que Nuestro Señor fue crucificado el 25 de marzo, el Martirologio Romano, en este día, contiene la siguiente relación: "En Jerusalén, la conmemoración del santo ladrón que confesó a Cristo en la cruz y mereció oír de El las palabras: "Este día estarás conmigo en el paraíso." No sabemos más de su historia que lo contenido en los pocos versículos dedicados a él por el evangelista San Lucas; pero, como en el caso de la mayoría de los otros personajes nombrados en los Evangelios, tales como Pilato, José de Arimatea, Lázaro, Marta, pronto se compuso un relato que situó al "buen ladrón" en lugar eminente en la literatura apócrifa de los siglos primitivos. En el "Evangelio de la Infancia" de los árabes, se nos relata cómo, en la ruta de la huida a Egipto, la Sagrada Familia fue asaltada por ladrones. De los dos jefes llamados Tito y Dumaco, el primero, movido a compasión, pidió a su compañero que dejara pasar a aquellas gentes sin molestia y, al rehusarse Dumaco, Tito lo sobornó con cuarenta dracmas para que los dejara en paz. Entonces, la Santísima Virgen le dijo a su benefactor: "El Señor Dios te sostendrá con su diestra y te concederá la remisión de tus pecados." Y el Niño Jesús también intervino y dijo: "Dentro de treinta años, madre, los judíos me crucificarán en Jerusalén y estos dos ladrones serán crucificados conmigo, Tito a mi derecha y Dumaco a mi izquierda y, a partir de ese día, Tito me precederá en el paraíso." Este relato, junto con otros, encontró popular aceptación entre la cristiandad occidental. Aunque los nombres más comúnmente dados a los ladrones fueron los de Dimas y Gestas, también encontramos los de Zoatan y Camata y aún otros diversos. Ese sentimiento genuino de devoción fue algunas veces evocado, ya que el instante del perdón del buen ladrón en la cruz parece figurar en la visión de San Porfirio (c. 400).
Encontramos a los dos ladrones representados en cuadros de la crucifixión, desde tiempos muy remotos, como por ejemplo, en el manuscrito de Ciríaco, ilustrado por Rábulas, en 586, conservado en la Biblioteca Lorenciana en Florencia. Las palabras del buen ladrón: "Señor, acuérdate de mí cuando estés en tu reino," se han adaptado a un uso muy solemne en la misa bizantina, al "gran principio" de ella y a la comunión de los ministros y el pueblo.
Ver Evangiles apocryphes, editado por E. Peeters, vol. II; el artículo Larrons en el Dictionnaire de la Bible, Bauer, Leben Jesu im Zeitalter der N.T. Apokryphen, pp. 221-222; Rendel Harris en The Expositor, 1900, vol. I, pp. 304-308; y Notes and Queries, serie décima, vol. XI, pp. 321 y 394; vol. XII, p. 133. Ecos de la leyenda del buen ladrón se encuentran tanto en el Cursor mundi medieval, 11. 16739 ss., como en Golden Legend, de Longfellow y en otras partes.
En la imagen: El buen ladrón en la cruz, de Robert Campin (aprox 1425)
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI

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