El "desasimiento" está en relación estrecha con la libertad. Si te liberas de esto o de aquello favoreces, sin duda, la limpidez y transparencia de tu camino. No importa que la comprensión ambiental no sea todo lo satisfactoria que deseábamos. La realidad es una y no puede destruirse por capricho de nadie. De modo que..."levántate y anda." Sin permitir que los riesgos te detengan...
Pero respeta también el misterio y la presencia, y el "palpitar" de tus hermanos. Cuando el hombre confía en Dios de verdad, esa confianza vuelve y se derrama en su entorno... Entonces aprende a bendecir, a alegrarse por el bien de otros. Esta perspectiva, que es la de las virtudes morales, no puede ser descuidada, ni sufre interpretaciones estrechas a pesar de los pretextos que tanto abundan para justificar estructuras o instancias de poder. Generosidad y magnanimidad son caminos de ascesis y de vida.
Confiemos, cada vez más, en Aquél que es nuestra Vida y seamos capaces de gozar con el bien propio y ajeno, en el nunca abandonado camino del corazón y de la profundidad.
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