Martes de la trigésima segunda semana del tiempo ordinario
San Esteban de Cuneo
Leer el comentario del Evangelio por
Santa Teresa de Calcuta : Somos simples servidores
Sabiduría 2,23-24.3,1-9.
Dios creó al hombre para que fuera incorruptible y lo hizo a imagen de su propia naturaleza,
pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla.
Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento.
A los ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia
y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz.
A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad.
Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él.
Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto.
Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos.
Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre.
Los que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
pero por la envidia del demonio entró la muerte en el mundo, y los que pertenecen a él tienen que padecerla.
Las almas de los justos están en las manos de Dios, y no los afectará ningún tormento.
A los ojos de los insensatos parecían muertos; su partida de este mundo fue considerada una desgracia
y su alejamiento de nosotros, una completa destrucción; pero ellos están en paz.
A los ojos de los hombres, ellos fueron castigados, pero su esperanza estaba colmada de inmortalidad.
Por una leve corrección, recibirán grandes beneficios, porque Dios los puso a prueba y los encontró dignos de él.
Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto.
Por eso brillarán cuando Dios los visite, y se extenderán como chispas por los rastrojos.
Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor será su rey para siempre.
Los que confían en él comprenderán la verdad y los que le son fieles permanecerán junto a él en el amor. Porque la gracia y la misericordia son para sus elegidos.
Salmo 34(33),2-3.16-17.18-19.
Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren.
Los ojos del Señor miran al justo
y sus oídos escuchan su clamor;
pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra.
Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.
su alabanza estará siempre en mis labios.
Mi alma se gloría en el Señor:
que lo oigan los humildes y se alegren.
Los ojos del Señor miran al justo
y sus oídos escuchan su clamor;
pero el Señor rechaza a los que hacen el mal
para borrar su recuerdo de la tierra.
Cuando ellos claman, el Señor los escucha
y los libra de todas sus angustias.
El Señor está cerca del que sufre
y salva a los que están abatidos.
Lucas 17,7-10.
El Señor dijó:
«Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'?
¿No le dirá más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'?
¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'.»
«Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa del campo, ¿acaso le dirá: 'Ven pronto y siéntate a la mesa'?
¿No le dirá más bien: 'Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después'?
¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber'.»
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Santa Teresa de Calcuta (1910-1997), fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
Un camino muy sencillo
No os canséis de buscar la causa de los grandes problemas de la humanidad. Contentaos de hacer lo que está en vuestras manos par resolverlos aportando vuestra ayuda a los que tienen necesidad de ella. Algunos me dicen que haciendo caridad a los demás descargamos a los Estados de sus responsabilidades hacia los necesitados y los pobres. No me quiebro la cabeza por ello porque, generalmente, los Estados no ofrecen amor. Hago simplemente todo lo que puedo hacer, el resto no es de mi competencia.
¡Dios ha sido tan bueno con nosotros! Trabajar con amor es siempre un medio para acercarnos a él. ¡Mirad lo que Cristo hizo durante su vida terrena! “Pasó haciendo el bien.” (Hch 10,38) Les recuerdo a mis hermanas que Cristo pasó los tres años de su vida pública curando enfermos, leprosos, niños y otros. Es exactamente lo que hacemos nosotras, predicando el evangelio con nuestras obras.
Consideramos que servir a los demás es un privilegio. Intentamos en cada momento hacerlo de todo corazón. Sabemos bien que nuestra acción no es más que una gota en el océano, pero sin nuestra acción esta gota faltaría.
¡Dios ha sido tan bueno con nosotros! Trabajar con amor es siempre un medio para acercarnos a él. ¡Mirad lo que Cristo hizo durante su vida terrena! “Pasó haciendo el bien.” (Hch 10,38) Les recuerdo a mis hermanas que Cristo pasó los tres años de su vida pública curando enfermos, leprosos, niños y otros. Es exactamente lo que hacemos nosotras, predicando el evangelio con nuestras obras.
Consideramos que servir a los demás es un privilegio. Intentamos en cada momento hacerlo de todo corazón. Sabemos bien que nuestra acción no es más que una gota en el océano, pero sin nuestra acción esta gota faltaría.
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