Prions pour la paix, la paix de l'âme, la paix en Terre Ste. Invoquons Notre Dame qui fait tomber les murs #Bethléem
Cuando se cumple un año de la huida de más de 100 mil cristianos de la Llanura de Nínive en Irak a causa de la persecución del Estado Islámico en el país, el Arzobispo de Avignon, Mons. Jean Pierre Cattenoz, indicó que eligieron el día de la Asunción para esta iniciativa porque “cuando todo va mal, a la única que nos podemos dirigir es a la Virgen María. Los cristianos de oriente tienen una fuerte devoción a María”.
En un comunicado publicado en el sitio web de la Conferencia Episcopal Francesa, el Arzobispo explica que eligieron la oración “Nuestra Señora que derriba los muros” porque “las paredes tienen que caer son grandes: las que existen entre las naciones y los pueblos que están siendo masacrados y también las que dividen comunidades, incluso en Francia”.
A inicios de julio, una laica de nombre Anne de Ladouctte denunció a Famille Chrétienne el silencio de Francia sobre la situación de los cristianos en Oriente: “no es normal que Francia, la hija mayor de la Iglesia, no se haya expresado de manera masiva su apoyo a los cristianos de Oriente”.
Mons. Dominique Rey, Obispo de Fréjus-Toulon, respondió a este llamado y propuso esta iniciativa “sencilla y fuerte” esperando que todos los católicos de Francia se sumen.
“Bastaría un signo, una expresión intensamente expresada por todos los hombres de buena voluntad: en el día de la Asunción al mediodía en Francia, las campanas de nuestras iglesias sonarán y los cristianos y todos los que deseen reunirse en la plazas expresarán su apoyo armados sólo con el amor en nuestras manos”, dijo el Prelado según indica un comunicado de su diócesis.
A continuación la oración a Nuestra Señora la que derriba los muros:
Santísima Madre de Dios,
te invocamos como Madre de la Iglesia,
Madre de todos los cristianos sufrientes.
Te suplicamos, por tu ardiente intercesión,
que derribes el muro, los muros de nuestros corazones,
y los muros que generan el odio, la violencia, el miedo y la indiferencia,
entre los hombres y entre los pueblos.
Tu que has aplastado a la antigua serpiente,
reúnenos y acógenos en tu manto virginal,
protégenos de todos mal, y abre para siempre en nuestras vidas
la puerta de la esperanza.
Haz nacer en nosotros y en este mundo, la civilización del amor
Surgida de la cruz y de la resurrección de tu divino Hijo,
Jesucristo, nuestro Salvador, que vive y reina por los siglos de los siglos,
Amén.
(Esta oración, escrita en francés en un muro en Tierra Santa junto a un ícono de la Virgen, puede rezarse también como novena por los cristianos perseguidos desde el 15 hasta el 23 de agosto).
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