miércoles, 4 de marzo de 2015

Tablillas cuneiformes revelan vida cotidiana de los exiliados judíos en Babilonia


ancient-tabletsHace unos meses -diciembre 2014- tuvo lugar en el Museo de Tierras Bíblicas de Jerusalén una exposición titulada “Por los ríos de Babilonia” , de más de 100 tablillas en escritura cuneiforme, en las que se pueden leer transacciones y contratos detallados entre los judíos que fueron llevados de Jerusalén a Babilonia por el rey Nabucodonosor II alrededor del 600 a.C.
Los arqueólogos que pudieron estudiar por primera vez –hace dos años- estas tablillas, que fueron adquiridas por David Sofer -un acaudalado coleccionista israelí residente en Londres-, quedaron asombrados: “Fue como ganar la lotería”, dijo Filip Vukosavovic, experto en antigüedades de Babilonia, Sumeria y Asiria. “Empezamos a leer las tablillas y en pocos minutos estábamos absolutamente asombrados. Llenan un vacío clave para comprender lo que ocurrió en la vida de los judíos en Babilonia hace más de 2.500 años atrás“, agregó.
Sabemos, por ejemplo que en uno de los éxodos, en el 587 a.C., unas 1.500 personas realizaron el peligroso trayecto que va desde Jerusalen pasando por el actual Líbano y Siria hasta la zona fértil del sur de Irak, donde los judíos exiliados comerciaban, tenían negocios y ayudaban en la administración del reino. “Tenían libertad de hacer su vida, no eran esclavos”, afirmó Vukosavovic. “Nabucodonosor no era un gobernante brutal en este aspecto. Sabía que necesitaba a los judíos para reactivar la economía babilonia“, agregó.
Las tablillas, escritas en acadio detallan el comercio de frutas y otras materias primas, impuestos pagados, deudas y créditos acumulados.
La exposición sigue la pista de una familia judía durante cuatro generaciones, comenzando por el padre, Samak-Yama, su hijo, nieto y los cinco hijos de éste, todos con nombres bíblicos hebreos, muchos de los cuales aún se utilizan. “Sabemos los detalles de la herencia para los cinco bisnietos”, dijo Vukosavovic. “Por una parte, son detalles aburridos, pero por otra uno aprende mucho sobre quiénes eran estos exiliados y cómo vivían”, agregó.
Gracias a la costumbre babilónica de la inscripción de cada documento con la fecha, de acuerdo a los años de mandato del monarca en el poder, los arqueólogos pueden datar las tablas de 572 a 477 a.C. La primera tabla en la colección fue escrita unos 15 años después de la destrucción del Primer Templo por Nabucodonosor, rey de los caldeos de la era neo-babilónica, que deportó a los judíos de Babilonia. La última fue escrita unos 60 años después del regreso de algunos de los exiliados a Sión, que fue posible gracias al rey persa Ciro en el 539 a.C.
Pero si bien muchos judíos volvieron a Jerusalén cuando los babilonios lo permitieron después del 539 a.C., otros se quedaron y construyeron una comunidad judía que duró dos milenios. “Los descendientes de esos judíos regresaron a Israel recién en la década de 1950“, dijo el experto, momento en que muchos judíos de la diáspora emigraron desde Irak, Persia, Yemen y el norte de África al nuevo Estado de Israel.
עתיקות תעודת אל יהודו
Cfr: Las tablillas están expuestas en una muestra titulada“Por los ríos de Babilonia”  en Jersusalén, en el Museo Tierras de la Biblia.
En este vídeo se hace publicidad de la exposición:


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