miércoles, 2 de abril de 2014

PROFECÍAS DE SAN FRANCISCO DE PAULA




San Francisco de Paula fue el fundador de los Franciscanos Mínimos en Italia hombre de ardentísima caridad y espíritu profético. Son famosas las cartas dirigidas por él a un caballero español, llamado Simón de Limena, Señor de Montalvo. En ellas habla de una manera clara de los CRUCÍFEROS, caballeros que antiguamente se preocupaban de favorecer a las Misiones y a los Misioneros.

También habla en ellas de la MILICIA DE LA CRUZ, de la que consideran Patrono al profeta ELIAS y cuya Regla es un “AZOTE DE LOS SOLDADOS PREVARICADORES Y DE LOS FALSOS PROFETAS”. 

Hace mención también S. Francisco de Paula, en estas cartas, del “GRAN MONARCA”, que regirá la Iglesia de Dios hasta el fin de los siglos y de una CIUDAD importante de España, que será como su capital (pero sin nombrarla).

Otros muchos han hecho referencia a este gran MONARCA como S. Isidoro de Sevilla, S. Alonso Rodríguez de la Compañía de Jesús y su S.S. el Papa LEON XIII en su “AUSPICATO CONCESSUM”, De este Gran Monarca dice S. Francisco de Paula en esas famosas cartas que “formará a los Santos Crucíferos y a la MILICIA DE LA CRUZ, que formará un gran ejército, hasta conseguir un solo rebaño y un solo Pastor; PARECE SER QUE SERÁ DE LINAJE ESPAÑOL DESCENDIENTE DE Sta. Elena y de Pipino el Breve de Francia (pero todo solamente son suposiciones piadosas). (Cf. APOLOGIA DEL GRAN MONARCA por el P. José Domingo Corbató, Biblioteca españolista, VALENCIA: pág. 4-6-12).

Francisco de Paula (santo)

San Francisco de Paula
J Bourdichon 1507 Sanctus Francescus de Paula.jpg
Fundador de la Orden de los Mínimos
Fundador de los Mínimos
Nacimiento27 de marzo de 1416
Paula
Fallecimiento2 de abril de 1507
Tours
Venerado enIglesia católica
Beatificación1513
Canonización1519 por el Papa León X
Festividad2 de abril
Atributosbastón
PatronazgoFlag of the Kingdom of the Two Sicilies (1816).svg Dos SiciliasCalabria,Viver (Castellón), Ráfol de Almunia (Alicante), Albanchez de Mágina (Jaén), Los Baldíos(La Laguna), La Chorrera(Panamá), (San Francisco del Refugio, Colotlán Jalisco, México), (Baruta (Miranda)),San Francisco de Yare (Valles del Tuy).
San Francisco de Paula (Paula27 de marzo de 1416 — Tours2 de abril de 1507) fue un eremita, fundador de la Orden de los Mínimos y santo de la Iglesia Católica de la región sureña de Calabria en Italia.
Biografía
Francisco nació en Paula (Cosenza), el 27 de marzo de 1416, hijo de Giacomo D'Alessio, apodado Martolilla, y Viena de Fuscaldo, una pareja de firme fe católica, devota en particular de San Francisco de Asís al que, incluso ya encontrándose en edad avanzada, le pidieron la gracia de un hijo.
Nacido pues, el primogénito, fue por ellos espontáneo imponerle el nombre de Francisco. A este primer niño se sumó pronto, otra hija: Brígida.
De niño, Francisco contrajo una forma grave de infección en un ojo, al grado de que los padres se dirigieron de nuevo en ruego al poverello de Asís, prometiéndole, en caso de curación, que el pequeño vestiría por un año entero (lo cual se llama famulato) el hábito de la orden franciscana. La enfermedad cedió con celeridad.

La formación

Desde pequeño, Francisco fue particularmente atraído por la práctica religiosa, denotando humildad y docilidad a la obediencia. A la edad de trece años contó la visión a un fraile franciscano que le recordó el voto hecho por los padres. Acogido en el convento franciscano de San Marco Argentano (Cosenza), quedó, por un año, cumpliendo a la promesa de sus padres.
El año de famulato evidenció las aptitudes místicas del joven, incluidos aquellos fenómenos sobrenaturales que acompañaron toda su biografía, aumentando con ello su fama en vida y su culto después de la muerte. Durante este año de dedicación al convento, el pequeño Francisco se afanó en la observancia regular y en despachar las tareas más humildes de la casa como la limpieza de los suelos, la cocina, el servicio del comedor y la cuestación, y ya entonces practicó muchos ayunos y abstinencias.
Concluido el año, los frailes de San Marco Argentano habrían querido retenerlo, pero Francisco conservó el deseo de conocer otras modalidades de vida consagradas, inquietud que había albergado antes de hacer su elección.
En 1430 llevó a cabo, con su familia, una larga romería que, teniendo Asís como meta principal, incluyó algunos de los principales centros de la espiritualidad católica italiana: LoretoRoma y Montecassino, también tocando los eremitorios del Monte Luco.
El lujo de la Ciudad Eterna lo impresionó negativamente, empujándolo, al parecer, a reprender al cardenal Cusano, a quien hizo notar que Jesús no tuvo vestidos tan suntuosos.
Franziskus von Paola.jpg
Regresando a Paula, inició un periodo de vida eremítica, utilizando un lugar inaccesible incluido en las propiedades de la familia y suscitando el estupor de los paulanos.
En 1435, otros se asociaron con esta experiencia, reconociéndolo como conductor espiritual.
Con los suyos, construyó una capilla y tres dormitorios, dando, de hecho, principio a la experiencia, todavía en curso, de la Orden de los Mínimos.
A las primeras adhesiones, muchos otras se añadieron, tanto que el 31 de agosto de 1452 el nuevo arzobispo de Cosenza, monseñor Pirro Caracciolo, concedió la aprobación diocesana, acto que comportó a la Orden la facultad de instituir un oratorio, un monasterio y una iglesia.
Y justo la edificación del nuevo monasterio fue la ocasión que los conciudadanos de Francisco utilizaron para certificarle su profunda consideración: hasta los nobles paolanos hicieron de obreros para acelerar con ello la construcción.
La fama de santidad de Francisco se difundió rápidamente, tanto que en 1467 el papa Paulo II mandó a Paola a un emisario para tener noticias sobre el ermitaño calabrés.
Regresado a Roma, el enviado pontificio, monseñor Baldassarre De Gutrossis, presentó una relación objetiva sobre la vida de ruego y austeridad que invadió el monasterio.
El 4 de julio del mismo año, cuatro cardenales firmaron la carta que concedió la indulgencia a los que habían contribuido a la construcción de la iglesia del monasterio de Paula, además de a los que la habían visitado.
En 1470 tuvo principio el proceso jurídico-canónico para la aprobación definitiva de la nueva orden de ermitaños. La "causa paulana" fue patrocinada por monseñor Baldassarre da Spigno.
El 17 de mayo de 1474, el papa Sixto IV reconoció oficialmente al nueva orden con la denominación Congregación eremítica paolana de San Francisco de Asís.
El reconocimiento de la regla, de extrema austeridad, vino en cambio con el papa Alejandro VI, en concomitancia con el cambio del nombre por aquel, todavía en uso, de Orden de los Mínimos. Con la aprobación, los eremitorios, sobre el modelo de aquel de Paola, florecieron en Calabria y Sicilia.
Paterno Calabro en 1472Spezzano della Sila en 1474, Corigliano Calabro en 1476 y Milazzo en 1480, fueron el parteaguas. Francisco encontró mientras tanto estable morada en Paterno Calabro, que se volvió, por lo tanto, un punto de referencia esencial para la gente y para los pobres de su tierra.
Así los dirigió por consejos de carácter espiritual pero también por consejos puramente prácticos.

La situación política

El Reino de Nápoles estuvo en aquel periodo gobernado por los aragoneses, aunque localmente el poder efectivo fue sostenido por las familias nobiliarias según lo que fue el sistema feudal. Naturalmente las condiciones de vida no fueron fáciles para la mayoría de la población, que ocupó el nivel social más bajo.
Francesco adoptó también en tal contexto histórico la misión de la difusión de la vida cristiana.

Milagro de San Francisco de Paula, óleo de Francesco Cappella.
Entre los fenómenos sobrenaturales atribuidos a Francisco está aquel de la curación de un chico enfermo de una incurable llaga en un brazo, saneada con hierbas comunes; el desatascar milagroso del agua del "Cucchiarella", que Francisco hizo manar golpeando con el bastón una roca cerca del convento de Paula y que todavía es objeto de romerías; las piedras del milagro que quedaron en vilo mientras amenazaron con caer sobre el convento ("Os Paradas, por caridad").
Pero el "milagro" más famoso es ciertamente aquel conocido como el cruce del estrecho de Mesina sobre su capa extendida, después de que el barquero Pietro Coloso se negara a transbordar gratis a él y algunos seguidores, que ha contribuido a determinar con ello el "nombramiento" como patrón de la gente del mar de Italia.
Otro "carisma" atribuido al santo ermitaño fue la profecía, como cuando previó que la ciudad de Otranto caería en manos de los turcos en el 1480 y sería reconquistada por el rey de Nápoles.

La experiencia francesa

La noticia de sus dotes de santidad y taumaturgia también la alcanzó Francia, por los mercantes napolitanos, llegándole al rey Luis XI el que, enfermado él gravemente, lo mandó llamar preguntándole de visitarlo.
Francesco fue muy reacio a la idea de dejar su gente necesitada mucha que inducir al soberano francés a mandar una misión diplomática cerca del Papa para que le ordenara a Francisco ir cerca de él.
El Papa y el rey de Nápoles aprovecharon la ocasión para consolidar las frágiles relaciones con la potente Francia, vislumbrando, en perspectiva, la posibilidad de alcanzar un acuerdo para abolir la Pragmática Sanción de Bourges de 1438.
Necesitaron algunos meses pero para convencer a Francisco para dejar su tierra para atravesar los Alpes, y abandonar su estilo de vida austera, para pasar a vivir en un edificio real.
El 2 de febrero de 1483, partiendo de Paterno Calabro, Francisco dejó Calabria hacia Francia, remontando por el Vas de Diano, se paró primero en Polla, luego en la abadía de Santa Maria La Nova de Campagna y en Salerno. Pasó por Nápoles donde fue acogido por una gran muchedumbre aclamante y por el mismo rey Fernando I.
En Roma encontró muchas veces Papa Sixto IV que le confió muchos encargos. Se embarcó por lo tanto en Civitavecchia hacia Francia.
A su llegada cerca de la corte, en el Castillo de Plessis-lez-Tours, Luis XI se arrodilló. Él no lo curó del mal pero la acción de Francisco llevó a una mejoría las relaciones entre Francia y el Papa.
Francisco vivió en Francia unos veinticinco años y supo hacerse apreciar tanto por el pueblo simple como por los eruditos de la Sorbona.
Muchos religiosos franciscanos, benedictinos y ermitaños, fascinados por su estilo de vida, también se incorporaron en Francia, contribuyendo a la universalización de su orden.
Francisco gradualmente comportó el paso de un puro eremitismo a un real cenobitismo, con la fundación de una segunda orden, para las monjas y una tercero, para los laicos. Las correspondientes reglas fueron aprobadas por el Papa Julio II el 28 de julio de 1506.
El rey Carlos VIII, sucesor de Luis XI, estimó mucho a Francisco y contribuyó a la fundación de dos monasterios de la orden de los Mínimos, uno a Plessis-les-Tours y a uno sobre el montePincio a Roma.
En 1498, a la muerte de Carlos VIII, subió al trono Luis XII que, aunque Francisco preguntara de volver a Italia, no lo concedió.

El sereno epílogo y la gran herencia espiritual

Después de haber transcurrido los últimos años en serena soledad, murió en Francia en Plessis-les-Tours el 2 de abril de 1507. Aproximándose su fin, llamó a sí a sus cofrades sobre el lecho de muerte, exhortándolos a la caridad recíproca y al mantenimiento de la austeridad en la regla. Proveyó al nombramiento del vicario general y por fin, después de haber recibido los sacramentos, se hizo leer la Pasión según San Juan mientras su alma exhaló.

Patronazgos

Alacuás (Valencia). La devoción en Alacuás a San Francisco de Paula, que se celebra tradicionalmente el tercer domingo de Pascua, se remonta a pocos años después de la muerte del santo, cuando en el siglo XVI el señor de la villa donó tierras para que se fundara un convento de los Mínimos de San Francisco, orden religiosa fundada por el santo.
En el siglo XIX, se constituyó también la fraternidad de la orden Mínima Seglar, encargada en la actualidad de organizar las celebraciones religiosas de San Francisco de Paula en Alacuás, según señaló el secretario de la orden Mínima Seglar, Francisco Martínez.
Gaspar Bono, beatificado por el papa Pío VI en 1786, fue provincial de la orden de los Religiosos Mínimos, fundada por San Francisco de Paula en 1435. Se dedicó al apostolado, la predicación y la enseñanza y, aunque permaneció la mayor parte de su vida en el monasterio de San Sebastián, en Valencia, también estuvo en Alacuás, donde ejerció el cargo de superior del convento de los Mínimos.
También es el Patrón de Bolbaite Valencia. Su fiesta patronal se celebra el 2º Domingo de Pascua y hay una extrema devoción por el Santo.
Asimismo es patrón de Viver (Castellón) cuya fiesta se celebra el segundo viernes siguiente al domingo de Pascua. Su tradición se remonta al siglo XVI cuando Fernando de Aragón, Duque de Calabria, introdujo a los frailes en su dominio feudal de Viver. Es de destacar que como recordatorio de la obra social del convento, el día de la fiesta se reparte un guiso de arroz y bacalao (denominado sopa del santo) a todos los participantes, sean locales o foráneos.
Callosa de segura (alicante) es el patrono de los monaguillos de la parroquia arciprestal de San Martin Obispo.
Es el Patrón de Santaella (Córdoba) cuya fiesta se celebra el 2 de Abril. La imagen del Patrón es procesionada por las calles del pueblo junto a la Custodia en la celebración de Corpus Christie.

Culto

Fue canonizado en 1519, sólo doce años después de su muerte, durante el pontificado del Papa León X, al que predijo la elección al solio pontificio cuando éste todavía era un niño, acontecimiento muy raro por sus tiempos.
En 1562, los hugonotes forzaron su tumba, encontraron el cuerpo incorrupto y le pegaron fuego.
Su fiesta se celebra el 2 de abril, día de su nacimiento al cielo. Sin embargo, no pudiéndose celebrar a menudo como fiesta litúrgica porque casi siempre recurre en Cuaresma, se celebra cada en Paola en el aniversario de su canonización, que ocurrió el 1 mayo de 1519. La noticia, en cambio, llegó a Paula después de tres días; por eso los festejos son del 1 al 4 de mayo.
En las representaciones religiosas san Francisco de Paula es representado de las siguientes maneras:
  • Vestido con una manta o saya, con un bastón en mano y una barba blanca corriente.
  • Mientras atraviesa el estrecho de Mesina sobre su capa, que hace de casco y de vela, sustentada por su bastón, junto a un frailecillo.
  • Vestido con una saya, mientras que sujeta una calavera con una mano y un flagelo con la otra.
  • Mientras levita sobre una muchedumbre de fieles con el lema CHARITAS.

Bibliografía

  • Francesco Russo, Bibliografia di S. Francesco di Paola, 2 voll., Roma 1957 e 1967.
  • I Codici autografi dei processi casentino e turonense per la canonizzazione di S. Francesco di Paola (1513), Roma 1964
  • Vita S. Francisci de Paula, Minimorum Ordinis institutoris, scripta ab anonimo eiusque sancti discipulo eique coaevo, a cura di Giuseppe Perrimezzi, Roma 1707 (rist. Paola 1967)
  • Giuseppe Roberti, S. Francesco di Paola fondatore dell'Ordine dei Minimi (1416-1507). Storia della sua vita, Roma 1963
  • S. Francesco di Paola, Chiesa e società del suo tempo., Atti del convegno Internazionale di studio (Paola 20 – 24 maggio 1983), Roma 1984
  • Pietro Addante, San Francesco di Paola, San Paolo, 1988
  • Alessandro Galuzzi, Origine dell'Ordine dei Minimi, Roma 1967
  • Giuseppe Fiorini Morosini, Il carisma penitenziale di S. Francesco di Paola e dell'Ordine dei Minimi. Storia e spiritualità, Roma 2000
  • Redazioni della regola e correttorio dei Minimi. Testo latino e versione italiana, a cura di Antonio Castiglione, Roma 1978
  • Fede, Pietà, Religiosità popolare e S. Francesco di Paola. Atti del II convegno Internazionale di Studio (Paola, 7-9 dicembre 1990), Roma 1992
  • Gianni Iacovelli, L' attività taumaturgica di s. Francesco di Paola, Gerni (Collana Scientia), 1990
  • Filippo Abbiati, Guida ai miracoli di san Francesco di Paola, Orizzonti Meridionali, 2007
  • Giuseppe N.Catrambone, Il viaggio incantato di San Francesco di Paola, Adelphi, 2007
  • Giovanni Sole, Francesco di Paola. Il santo terribile come un leone, Rubbettino, 2007
  • Maurizio Ulino, Una confraternita viva dal XIII secolo. La confraternita di S. Maria della Neve della città di Campagna (13 dicembre 1258), Studi & Ricerche, Campagna (Sa) 2010.

Véase también

Enlaces externos


SAN FRANCISCO DE PAULAFundador de los Frailes Mínimos
San Francisco de PaulaNació en un pueblecito llamado Paula, en Italia, en 1416. Cuando tenía unos pocos años se enfermó gravemente de los ojos. Se encomendó junto con sus padres a San Francisco y este santo le obtuvo de Dios la curación. En acción de gracias se fue a los 14 años en peregrinación a Asís, y allá recibió la inspiración de convertirse en ermitaño, dedicado a rezar y a hacer penitencia.
Se retiró a la montaña, y ahí permaneció durante cinco años, rezando, meditando y alimentándose solamente de agua y de yerbas silvestres y durmiendo sobre el duro suelo, teniendo por almohada una piedra. Pronto, varios hombres siguieron su ejemplo. Francisco tuvo que fundar varias casas para sus religiosos y, en todos sus conventos puso una consigna o ley que había que cumplir siempre. Decía así: "Cuaresma perpetua". Esto quiere decir que en la alimentación se debían hacer las mortificaciones que antiguamente se hacían en cuaresma con el fin de fortificar la voluntad.
Miles de hombres decidieron abandonar la vida pecaminosa del mundo e irse a la Comunidad religiosa fundada por San Francisco de Paula. Así como San Francisco de Asís les había puesto a sus religiosos el nombre de "hermanos menores", San Francisco de Paula les puso a los que pertenecían a su comunidad el nombre de "hermanos Mínimos". El Divino Espíritu le concedió a San Francisco de Paula el don de hacer milagros, de hacer curaciones, y el don de profecía.
El Papa Pablo VI dijo en 1977 que San Francisco de Paula es un verdadero modelo para los que tienen que llamarles la atención a los gobernantes que abusan de su poder y que malgastan en gastos innecesarios el dinero que deberían emplear en favor de los pobres. Por muchos años nuestro santo recorrió ciudades y pueblos llevando los mensajes de Dios a las gentes. Y en aquellos tiempos (como ahora) había alcaldes, gobernadores, ministros y hasta jefes de Estado que abusaban de su poder y gastaban los dineros públicos para enriquecerse o para hacer gastos inútiles y conseguir lujos, en vez de socorrer a los necesitados. A ellos les iba recordando San Francisco que a cada uno le dirá Cristo en el día del juicio aquellas palabras que dijo en el Evangelio: "Dame cuenta de tu administración" .
También les recordaba esta frase del Apocalipsis: "He aquí que tengo y traigo conmigo mi salario. Y le daré a cada uno según hayan sido sus obras". Todo esto hacía pensar muy seriamente a muchos gobernantes y los llevaba a corregir los modos equivocados de proceder que habían tenido en el pasado.
El santo logró convertir a Luis XI antes de su muerte. Este quedó tan agradecido que nombró a Francisco de Paula como director espiritual de su hijo, el futuro Carlos VIII, rey de Francia.
Murió el Santo, 2 de abril de 1507. El pueblo empezó inmediatamente a proclamarlo como santo y los milagros empezaron a sucederse.
Doce años después de su muerte, fue proclamado santo por el Sumo Pontífice León X , en 1519.


San Francisco de Paula 
ermitaño + 1507

de abril
Nacido en Paula (Calabria) el año 1416, fundó una congregación de vida eremítica que después se transformó en la Orden de los Mínimos, y que fue aprobada por la Santa Sede el año 1506. Murió en Tours (Francia) el año 1507.

Santiago y Viena eran pobres y vivían con la pena de no tener hijos. Por fin, después de mucha oración y por la intercesión de San Francisco de Asís, les nace un niño a quien pusieron el nombre del santo.
En compañía de sus padres realizó algunas peregrinaciones. Entre ellas resaltó en su vida la visita al monasterio benedictinode Monte CasinoTambién él amaba la soledad como medio para entregarse al Señor.
Pidió permiso a sus padres y, a los catorce años, se retiró a una cueva no lejana de Paula, junto a Cosenza, y más tarde a un lugar aún más solitario. Su vida de penitencia y oración pronto se conoció. Se multiplican los discípulos que querían imitar su vida. Otros vienen por sus muchosmilagrosAsí nació una nueva familia religiosa, la de los Ermitaños de Paula (1474), que se convertiría en la Orden dc los Mínimos (1493). Construyevarios monasterios.
El Papa Sixto IV aprueba su Orden con el nombre de Ermitaños de Calabria y nombra a Francisco de Paula superior general perpetuo por una Bula del 23 de mayo de 1474. Su fama se extiende por todas partes. Le llaman de Sicilia. Debe embarcar y no dispone de medios para pagar la barca. ¿Qué hacer? Arroja el manto pardo sobre las olas, se coloca sobre él, y, haciendo de vela, atraviesa el estrecho ante el asombro de la multitud que le contempla. Un milagro similar al de San Raimundo.
La resonancia de las maravillas obradas por el santo calabrés llegó hasta Roma, en donde el papa Pablo II quiso verle (1467). Más tarde, Sixto IV le envió como legado ante el rey de Francia Luis Xl (1482). Francisco fijó su residencia en Plesis-les-Tours, en donde moraba el rey, y nuevamente los ermitaños vinieron a someterse a su disciplina.
Lleno de méritos y viendo ya su obra consolidada, muere el ce abril, 1507, Viernes Santo. Tenía noventa y un años de edad, y un gran renombre taumatúrgico y penitencial. Seis años después el Papa León X lo beatificaba.
San Francisco de Paula, ruega por nosotros.









Pedro Calungsod, 18 años, segundo santo de Filipinas

 
Pedro Calungsod (1654-1672), laico, catequista, joven mártir de Filipinas, beatificado por Juan Pablo II, forma parte de los futuros santos cuya canonización fue aprobada por Benedicto XVI, el sábado 18 de febrero.

Habiendo sido reconocido su martirio, su causa no necesitaba otro milagro para su beatificación. Sin embargo, fue documentada una primera curación que sucedió tras invocarle: la curación de una mujer que padecía cáncer de huesos. Ella participó en su beatificación, el 5 de marzo de 2000, en la plaza de San Pedro.

Pero hacía falta otro milagro que hubiera sucedido después de su beatificación para abrir la vía a la canonización. El milagro que ha permitido este paso tuvo lugar en 2003, en el hospital de la ciudad de Cebú: una mujer considerada muerta, después de dos horas, volvió a la vida tras la invocación al joven beato mártir.

Su vida fue un desplazamiento continuo al servicio del Evangelio. Era oriundo de Molo, un barrio chino de la ciudad de Iloilo. Luego, partió para Cebú, también en el centro del archipiélago, para anunciar allí el evangelio. Estudió con los jesuitas de Loboc, en la isla de Bohol. En 1668, se embarcó hacia Guam, en el archipiélago de las Islas Marianas, para unirse a una de las misiones de los jesuitas españoles. Con el beato Diego San Vitores (1627–1672), catequizaron las Chamorros.

Pero un comerciante chino, llamado Choco, hizo circular el rumor de que el agua del bautismo estaba envenenada. Entonces, un niño que había sido bautizado murió y se hizo responsable a los misioneros. Choco fue apoyado por los “hombres médicos”, los “macanjas”, y por los “jóvenes hombres”, los “urritaos” que menospreciaban a los misioneros.

El 2 de abril de 1672, los misioneros fueron a la aldea de Tumon para bautizar a la hija del jefe Mata’pang que rehusó de repente. Pero ellos siguieron adelante, habiendo recibido la autorización de la madre de la niña.

Conducidos por Mata'pang y por el jefe Hurao, los asesinos dieron caza a Calungsod y San Vitores, a lo largo de la playa, y los hicieron prisioneros. Mataron enseguida al joven Pedro con una espada y a Diego con un “bolo” un largo cuchillo tradicional en forma de hoja, mutilando sus cuerpos y arrojándolos al mar.

Pedro Calungsod será el segundo católico de Filipinas que es reconocido santo, tras la canonización de san Lorenzo Ruiz, en 1987.

Jesús siempre en unión con el Padre

Juan 5, 17-30. Cuaresma. El evangelio tiene el poder de hablarnos de Dios, de darnos a conocer su rostro, mejor aún, su corazón.
 
Jesús siempre en unión con el Padre
Del santo Evangelio según san Juan 5, 17-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo. Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. 

Oración introductoria

Jesús, amigo íntimo, a quien ninguna puerta de mi alma está cerrada. Tú te paseas por ella, conociéndolo todo…sabes que te necesito. ¡Ven en mi ayuda y sacia con tu gracia la sed de mi alma! Porque has dicho: "vengan a mí todos los que están fatigados, que yo les daré descanso" (Mt. 11,28). Por eso acudo a ti, puro manantial de gracias, para que alivies mi alma sedienta. "Señor, dame de esa agua" (Jn 4,15), y, así, no ya busque saciarme de las charcas del mundo.

Petición

Jesús, te pido que me ayudes a comprender con mi mente y mi corazón que Dios es mi Padre.

Meditación del Papa Francisco

La Iglesia es la familia de Jesús. La Iglesia confiesa que Jesús es el Hijo de Dios venido en la carne: ese es el escándalo, y por esto perseguían a Jesús. Y al final, aquellos que no había querido decir Jesús a estos -¿con qué autoridad haces esto? - lo dice al sumo sacerdote. "Pero, al final di: ¿Tú eres el Hijo de Dios? -¡Sí¡" Condenado a muerte por ello. Este es el centro de la persecución. Si nos convertimos en cristianos razonables, cristianos sociales, cristianos de beneficencia solo, ¿cuál será la consecuencia? Que no tendremos nunca mártires: esa será la consecuencia. Cuando nosotros cristianos decimos esta verdad, que "El Hijo de Dios ha venido y se ha hecho carne", cuando nosotros predicamos el escándalo de la Cruz, vendrán las persecuciones, vendrá la Cruz y eso será bueno, así es nuestra vida.
Pidamos al Señor no tener vergüenza de vivir con este escándalo de la Cruz. Y también la sabiduría: pidamos la sabiduría de no dejarnos atrapar por el espíritu del mundo, que siempre nos hará propuestas educadas, propuestas civiles, propuestas buenas pero detrás de ellas está la negación del hecho de que el Verbo ha venido en la carne, de la Encarnación del Verbo. Que al final es eso lo que escandaliza a aquellos que persiguen a Jesús, es eso lo que destruye la obra del diablo. (Cf. S.S. Francisco, 1 de junio de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). 

Reflexión 

Quien escucha a Jesús y se deja tocar por su gracia, siente el deber, más aún, la necesidad de transmitir a voz llena esta experiencia de Cristo en su alma. El cristiano auténtico, que conoce a Jesús en la oración, en los sacramentos y en la escritura, irradia entusiasmo, y contagia a los que están en torno suyo de esa alegría de ser hijo de Dios. Luchemos por entrar en nosotros mismos y encontrar al Dios que ya habita en nosotros y, una vez hallado, démoslo al prójimo con palabras y con obras. ¡Ha llegado la hora de ser testigos apasionados de Cristo, y salir de las mazmorras en que nos ha querido encerrar el príncipe de este mundo!

Propósito

Comentar el evangelio de hoy brevemente con un familiar o amigo.

Diálogo con Cristo

Jesús, sabes que a veces me da pena hablar de ti. No me pagues con la misma moneda, que estaría perdido--- ¡perdona mi debilidad! Tú has hablado de mí a tu Padre y me has donado la vida que Él ha puesto en tus manos. Ayúdame a transmitir este mensaje de esperanza a los míos, a los que amo y los que debería amar más, para que ellos te conozcan, y conociéndote te amen, y amándote, también ellos te den a conocer a nuestros hermanos los hombres. Porque tu no me enseñaste a decir Padre mío, sino Padre nuestro.

Mi vida es un instante, una efímera hora, momento que se evade y que huye veloz. Para amarte, Dios mío, en esta pobre tierra no tengo más que un día: ¡sólo el día de hoy!(Santa Teresita del Niño Jesús) 


miércoles 02 Abril 2014

Miércoles de la cuarta semana de Cuaresma

San Francisco de Paula, Pedro Calungsod

Leer el comentario del Evangelio por
Odas de Salomón : “Los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios”

Isaías 49,8-15.
Así habla el Señor: En el tiempo favorable, yo te respondí, en el día de la salvación, te socorrí. Yo te formé y te destiné a ser la alianza del pueblo, para restaurar el país, para repartir las herencias devastadas,
para decir a los cautivos: "¡Salgan!", y a los que están en las tinieblas: "¡Manifiéstense!". Ellos se apacentarán a lo largo de los caminos, tendrán sus pastizales hasta en las cumbres desiertas.
No tendrán hambre, ni sufrirán sed, el viento ardiente y el sol no los dañarán, porque el que se compadece de ellos los guiará y los llevará hasta las vertientes de agua.
De todas mis montañas yo haré un camino y mis senderos serán nivelados.
Sí, ahí vienen de lejos, unos del norte y del oeste, y otros, del país de Siním.
¡Griten de alegría, cielos, regocíjate, tierra! ¡Montañas, prorrumpan en gritos de alegría, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de sus pobres!
Sión decía: "El Señor me abandonó, mi Señor se ha olvidado de mí".
¿Se olvida una madre de su criatura,
no se compadece del hijo de sus entrañas?
¡Pero aunque ella se olvide,
yo no te olvidaré! 

Salmo 145(144),8-9.13cd-14.17-18.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.

El Señor es fiel en todas sus palabras
y bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que caen
y endereza a los que están encorvados.

El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad.


Juan 5,17-30.
Jesús dijo a los judíos:
"Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo".
Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.
Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: "Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo.
Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados.
Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo,
para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió.
Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida.
Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán.
Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella,
y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre.
No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz
y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio.
Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió. 


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Odas de Salomón (texto cristiano hebraico de principio del siglo II)
Nº 42

“Los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios”

[Habla Cristo:]

Los que no me han reconocido no se han beneficiado de mi presencia;

he estado escondido para aquellos que no me han poseído.

Estoy cerca de los que me aman.

Han muerto todos mis perseguidores;

los que me sabían vivo me han buscado.

He resucitado, estoy con ellos,

hablo por su boca.

No han hecho caso a los que les perseguían;

sobre ellos he echado el yugo de mi amor.

Como el brazo del novio por encima de su novia (cf. Ct 2,6),

así es mi yugo sobre los que me conocen.

Tal como la tienda de los desposorios se levanta en casa de la novia,

así mi amor protege a los que creen en mí.


No he sido reprobado,

aún cuando parecía que lo era.

No he perecido,

aunque ellos se lo han pensado.

La estancia de los muertos me ha visto

y ha sido vencida,

la muerte me ha dejado marchar,

y muchos se han venido conmigo.

Para ella he sido hiel y vinagre;

con ella he descendido hasta su estancia,

hasta su máxima profundidad.

La muerte se ha retirado,

no ha podido soportar mi rostro.


He tenido entre los muertos

una asamblea de vivos (1P 3, 19. 4,6).

Les he hablado con labios vivientes,

de manera que mi palabra no fuera vana.

Los que estaban muertos han corrido hacia mí;

han gritado diciendo: “Ten piedad de nosotros,

Hijo de Dios, actúa en nosotros según tu gracia.

Desátanos de los lazos de las tinieblas,

ábrenos la puerta, que corramos hacia ti.

Vemos que nuestra muerte

No ha podido contigo.

Que nosotros seamos también libres contigo,

porque tú eres nuestro Salvador”.


He escuchado sus voces,

su fe, las he recogido en mi corazón.

Sobre sus frentes he escrito mi nombre (Ap 14,1);

son libres y me pertenecen.


martes, 1 de abril de 2014

Levántate, toma tu camilla y camina
Juan 5, 1-3.5-16. Cuaresma. La presencia de Cristo en nosotros bastará para aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria.
 
Levántate, toma tu camilla y camina
Del santo Evangelio según san Juan 5, 1-3. 5-16


Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice:«¿Quieres curarte?» Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo». Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla». El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda». Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor». El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.

Oración introductoria

Señor, en este día, quiero aprovechar al máximo este momento de contacto que tengo contigo. Hazme sentir tu presencia amorosa, no con los sentimientos, sino con un verdadero espíritu de fe. Señor, Tú estás aquí conmigo, guía mis pasos y sáname de mis flaquezas. Dame unos ojos nuevos que perciban tu amor en todos los momentos de mi existencia.

Petición

Señor, que me dé cuenta de lo pequeño que soy y de lo necesitado que estoy de tu misericordia y de tu amor.

Meditación del Papa Francisco

Una fe vivida de forma seria suscita comportamientos de caridad auténtica. Tenemos muchos testimonios sencillos de personas que se convierten en apóstoles de caridad en la familia, la escuelas, las parroquias, en lugares de trabajo y de encuentro social, en las calles, en cualquier lugar... ¡Se han tomado en serio el Evangelio!
El verdadero discípulo del Señor se compromete personalmente en un ministerio de la caridad, que tiene como dimensión la variedad y la pobreza inagotable del hombre. No es un ministerio excepcional u ocasional, sino fundamental, en el que la Iglesia se identifica, ejercitándolo cotidianamente. Asimismo, cada día, todos estamos llamados a convertirnos en "caricia de Dios" para que aquellos que quizá hayan olvidado las primeras caricias o que quizá nunca en su vida han sentido una caricia.
Les exhorto a continuar siendo signo visible de la caridad de Cristo tanto hacia los que se encuentran en necesidad material o espiritual. (Cf. S.S. Francisco, 31 de octubre de 2013, homilía en la capilla de Santa Marta). )

Reflexión 

El milagro del paralítico de la piscina es conmovedor. Cristo se acerca a aquel hombre y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo decide curarle.

Aquel enfermo era ciertamente un hombre de gran corazón. De ésos que no se desaniman a pesar de los problemas. No sabemos, pero tal vez no era de Jerusalén, y se había hecho traer hasta la ciudad en busca de curación.

Quizá muchas veces habría querido que todo terminase pronto para él. Quizá pensó que su vida ya no tenía sentido; que vivía sólo para sufrir, aceptando las burlas y las muecas de la gente que acertaba a pasar por ahí. Cuántos amaneceres y atardeceres habrían pasado por encima de aquel pobre hombre, y él no perdía la esperanza de que el buen Dios de Israel le auxiliaría.

Confiaba, y así pasó mucho tiempo hasta que Cristo se acercó. Y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo de sufrimiento, se acercó para restablecerle la salud.

El Señor había previsto el encuentro para aquel momento preciso. No porque no hubiese querido ahorrarle el sufrimiento de tantos años, sino porque quiso regalarle un don mayor: la fe y poco más tarde el perdón de sus pecados.

Todos estamos expuestos a sentirnos desamparados en los momentos duros, o en la cotidianidad de nuestro trabajo diario. Sin embargo, Cristo nos sale al encuentro. Nos cura y hace que cambie nuestra vida yendo en contra de las costumbres frívolas del mundo en que vivimos. Porque Él quiere permanecer con nosotros en nuestras almas, por medio de la gracia. (Bajo la condición de que respetemos sus mandamientos.)

Entonces, el recuerdo de Cristo y su presencia en nosotros bastarán para aceptarnos y aceptar los pequeños sacrificios de nuestra vida diaria.

Todos somos como este paralitico. Todos los días constatamos nuestra pequeñez y nos sentimos frágiles, sin fuerzas. Y en realidad lo somos, pues cojeamos siempre en nuestros mismos defectos. Y este paralítico del evangelio de hoy nos da la solución: Exponer nuestros problemas a Jesús con confianza y Él va a obrar maravillas en nosotros. Somos esos hombres que continuamente tropiezan, somos cojos, necesitamos de alguien que nos sostenga.

Ese alguien es Cristo, el Hijo de Dios. Él quiere ser nuestra fortaleza, nuestra seguridad. A su lado todo lo podemos. Debemos confiar ciegamente en Él, pues Él es el amigo fiel que nunca nos abandona.

¡Qué alegría debemos sentir al sabernos amados por Dios! Para Dios somos muy importantes. Con Él a nuestro lado, todo lo podemos. Jesús es nuestra fortaleza.

Propósito

Hoy haré una visita a Jesús Eucaristía, exponiéndole mis problemas con plena confianza.

Diálogo con Cristo

Señor, gracias por tu amor y tu presencia que verdaderamente hace que nos sintamos como hijos tuyos. Sé que hoy me has escuchado y te pido la gracia de ser paciente para esperar que Tú obres en mí. Hazme ver tu mano amorosa que me sostiene y me hace ver qué grande es tu amor hacia mí.

Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración. 
(Padre Pío)

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Vive la Cuaresma consultando este Especial de Cuaresma
 


martes 01 Abril 2014

Martes de la cuarta semana de Cuaresma

San Hugo Francia

Leer el comentario del Evangelio por
San Máximo de Turín : “¿Quieres curarte? La Cuaresma conduce al bautismo."

Ezequiel 40,1-3.47,1-9.12.
El año vigesimoquinto de nuestro exilio, al comienzo del año, el décimo día del mes, es decir, catorce años después de la destrucción de la ciudad, ese mismo día, la mano del Señor descendió sobre mí, y él me llevó allá.
En una visión divina, me llevó a la tierra de Israel y me posó sobre una montaña muy alta, sobre la que había algo así como las construcciones de una ciudad, al sur.
El me llevó hasta allí, y yo vi a un hombre que por su aspecto parecía de bronce, con una cuerda de lino y una vara de medir en la mano. Estaba de pie en el pórtico.
El hombre me hizo volver a la entrada de la Casa, y vi que salía agua por debajo del umbral de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del Altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado derecho.
Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano. Midió quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a los tobillos.
Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura.
Luego midió otros quinientos metros, y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua había crecido: era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable.
El hombre me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre?", y me hizo volver a la orilla del torrente.
Al volver, vi que a la orilla del torrente, de uno y otro lado, había una inmensa arboleda.
Entonces me dijo: "Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas.
Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán saneadas, y habrá vida en todas parte adonde llegue el torrente.
Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio". 

Salmo 46(45),2-3.5-6.8-9.
El Señor es nuestro refugio y fortaleza,
una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva
y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar.

Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios,
la más santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella: nunca vacilará;
él la socorrerá al despuntar la aurora.

El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
Vengan a contemplar las obras del Señor,
él hace cosas admirables en la tierra.


Juan 5,1-3a.5-16.
Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.
Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos.
Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua.
Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años.
Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?".
El respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes".
Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina".
En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado,
y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla".
El les respondió: "El que me curó me dijo: 'Toma tu camilla y camina'".
Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina?'".
Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.
Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía".
El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.
Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado. 


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Máximo de Turín (¿- c.420), obispo
Sermón de Cuaresma, CC Sermón 50, p. 202; PL 57, 585

“¿Quieres curarte? La Cuaresma conduce al bautismo."

En el Antiguo Testamento leemos que en tiempo de Noé todo el género humano estaba perdido en el pecado, las cataratas del cielo se abrieron y durante cuarenta días las aguas de la lluvia se precipitaron sobre la tierra. Simbólicamente, durante cuarenta días la tierra fue empapada de agua. No se trata aquí tanto de un diluvio como de un bautismo. Fue un bautismo que quitó la iniquidad de los pecadores y liberó la justicia de Noé. Así, pues, el Señor, hoy como entonces, nos ha dado también a nosotros en la Cuaresma un tiempo para que durante el mismo número de días se abrieran los cielos para inundarnos de la misericordia divina. Una vez lavados en las aguas salvíficas del bautismo, nos ilumina el sacramento. Como entonces, las aguas se llevan la iniquidad de nuestras faltas y reafirman la justicia de nuestras virtudes.


La situación de hoy es la misma que en los días de Noé. El bautismo es un diluvio para el pecador y una consagración para los fieles. En el bautismo, el Señor salva la justicia y destruye la injusticia. Lo vemos en un hombre concreto: Pablo. Antes de ser purificado por los preceptos espirituales era un perseguidor de la Iglesia y un blasfemo. Una vez bañado por la lluvia celestial del bautismo, el blasfemo murió, murió el perseguidor, murió Saulo y llegó a la vida el apóstol, el justo, Pablo... Cualquiera que vive religiosamente la Cuaresma y observa las prescripciones del Señor experimenta dentro de sí la muerte al pecado y la vida a la gracia. Sucediendo a sí mismo, de alguna manera, muere como pecador y vive como justo.