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Bartolomé, Santo |
Apóstol y Mártir
Martirologio Romano: Fiesta de san Bartolomé, apóstol, al
que generalmente se identifica con Natanael. Nacido en Caná de
Galilea, fue presentado por Felipe a Cristo Jesús en las
cercanías del Jordán, donde el Señor le invitó a seguirle
y lo agregó a los Doce. Después de la Ascensión
del Señor, es tradición que predicó el Evangelio en la
India y que allí fue coronado con el martirio (s.
I)
Etimológicamente: Bartolomé = hijo de Tolomé” (Bar =hijo. Tolomé
= “cultivador y luchador”).. Viene de la lengua hebrea.
A este santo (que fue uno de
los doce apóstoles de Jesús) lo pintaban los antiguos con
la piel en sus brazos como quien lleva un abrigo,
porque la tradición cuenta que su martirio consistió en que
le arrancaron la piel de su cuerpo, estando él aún
vivo.
Parece que Bartolomé es un sobrenombre o segundo nombre que
le fue añadido a su antiguo nombre que era Natanael
(que significa "regalo de Dios") Muchos autores creen que el
personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el
mismo que otros evangelistas llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San
Lucas y San Marcos cuando nombran al apóstol Felipe, le
colocan como compañero de Felipe a Natanael.
El encuentro más
grande de su vida. El día en que Natanael o
Bartolomé se encontró por primera vez a Jesús fue para
toda su vida una fecha memorable, totalmente inolvidable. El evangelio
de San Juan la narra de la siguiente manera: "Jesús
se encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe se
encontró a Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquél
a quien anunciaron Moisés y los profetas. Es Jesús de
Nazaret". Natanael le respondió: " ¿Es que de Nazaret puede
salir algo bueno?" Felipe le dijo: "Ven y verás". Vio
Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí
tienen a un israelita de verdad, en quien no hay
engaño" Natanael le preguntó: "¿Desde cuando me conoces?" Le respondió
Jesús: "antes de que Felipe te llamara, cuando tú estabas
allá debajo del árbol, yo te vi". Le respondió Natanael:
"Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el
Rey de Israel". Jesús le contestó: "Por haber dicho que
te vi debajo del árbol, ¿crees? Te aseguró que verás
a los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del
Hijo del Hombre." (Jn. 1,43 ). Felipe, lo primero que
hizo al experimentar el enorme gozo de ser discípulo de
Jesús fue ir a invitar a un gran amigo a
que se hiciera también seguidor de tan excelente maestro. Era
una antorcha que encendía a otra antorcha. Pero nuestro santo
al oír que Jesús era de Nazaret (aunque no era
de ese pueblo sino de Belén, pero la gente creía
que había nacido allí) se extrañó, porque aquél era uno
de los más pequeños e ignorados pueblecitos del país, que
ni siquiera aparecía en los mapas. Felipe no le discutió
a su pregunta pesimista sino solamente le hizo una propuesta:
"¡Ven y verás que gran profeta es!"
Una revelación que lo
convenció. Y tan pronto como Jesús vio que nuestro santo
se le acercaba, dijo de él un elogio que cualquiera
de nosotros envidiaría: "Este si que es un verdadero israelita,
en el cual no hay engaño". El joven discípulo se
admira y le pregunta desde cuándo lo conoce , y
el Divino Maestro le añade algo que le va a
conmover: "Allá, debajo de un árbol estabas pensando qué sería
de tu vida futura. Pensabas: ¿Qué querrá Dios que yo
sea y que yo haga? Cuando estabas allá en esos
pensamientos, yo te estaba observando y viendo lo que pensabas".
Aquélla revelación lo impresionó profundamente y lo convenció de que
este sí era un verdadero profeta y un gran amigo
de Dios y emocionado exclamó: "¡Maestro, Tú eres el hijo
de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! ¡Maravillosa proclamación!
Probablemente estaba meditando muy seriamente allá abajo del árbol y
pidiéndole a Dios que le iluminara lo que debía de
hacer en el futuro, y ahora viene Jesús a decirle
que El leyó sus pensamientos. Esto lo convenció de que
se hallaba ante un verdadero profeta, un hombre de Dios
que hasta leía los pensamientos. Y el Redentor le añadió
una noticia muy halagadora. Los israelitas se sabían de memoria
la historia de su antepasado Jacob, el cuál una noche,
desterrado de su casa, se durmió junto a un árbol
y vio una escalera que unía la tierra con el
cielo y montones de ángeles que bajaban y subían por
esa escalera misteriosa. Jesús explica a su nuevo amigo que
un día verá a esos mismos ángeles rodear al Hijo
del Hombre, a ese salvador del mundo, y acompañarlo, al
subir glorioso a las alturas. Desde entonces nuestro santo fue
un discípulo incondicional de este enviado de Dios, Cristo Jesús
que tenía poderes y sabiduría del todo sobrenaturales. Con los
otros 11 apóstoles presenció los admirables milagros de Jesús, oyó
sus sublimes enseñanzas y recibió el Espíritu Santo en forma
de lenguas de fuego. El libro muy antiguo, y muy venerado,
llamado el Martirologio Romano, resume así la vida posterior del
santo de hoy: "San Bartolomé predicó el evangelio en la
India. Después pasó a Armenia y allí convirtió a muchas
gentes. Los enemigos de nuestra religión lo martirizaron quitándole la
piel, y después le cortaron la cabeza".
Para San Bartolomé, como
para nosotros, la santidad no se basa en hacer milagros,
ni en deslumbrar a otros con hazañas extraordinarias, sino en
dedicar la vida a amar a Dios, a hacer conocer
y amar mas a Jesucristo, y a propagar su santa
religión, y en tener una constante caridad con los demás
y tratar de hacer a todos el mayor bien posible.
Oración
Oh,
Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable
día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede
a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar
lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén
¡Felicidades a
los Bartolomés!
San Bartolomé, Apostol |
Por Jesús Martí Ballester |
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LA LLAMADA
Jesús ha pasado la noche en oración. La voz
de cristal de los grillos, el aullido de los chacales
y el tranquilo aire de la noche, le han hecho
compañía. Al sereno amanecer se ha postrado adorando a su
Padre. Cuando se incorporó bajó a la mitad del monte.
La gente le esperaba abajo con ansia. Majestuosamente comenzó a
llamar radiante el rostro: Simón, Santiago, Juan, Andrés, Felipe, Bartolomé”
(Mc 3,18). Bartolomé o Natanael, forma parte pues, del grupo
de los primeros llamados, Juan, Andrés y Pedro. Todos son
de Betsaida y pescadores del lago de Genesaret. Nadie podía
pensar que el Mesías pudiera salir de Nazaret, un
pueblo apenas conocido, no así como Belén, que sí es
citado en la Biblia por el profeta Miqueas. Para Dios
no cuenta ni la progenie humana ni la estirpe topográfica.
Su elección sigue parámetros diferentes de los del mundo: Ahí
están Nazaret, Asís, Lourdes, Aljustrel,“Bienaventurados los pobres de espíritu...”
NATANAEL BAJO
LA HIGUERA
Estaba debajo de la higuera. Sombra, calma y monotonía
al fresco de la tarde, con sus pergaminos y su
lectura y sus reflexiones. Es hombre de pensamiento y buscador.
Sabe que Nazaret no existe en la Biblia. De Nazaret
puede salir algo bueno?. Además, eran pendencieros y testarudos los
paisanos de Jesus. Pero aunque Natanael responde a Felipe remarcando
su incredulidad en alguien que viene de Nazaret, es honrado
y creyente al reconocer de inmediato en Jesús al Hijo
de Dios, al Rey de Israel. Por ahí anduvo el
Espíritu del Padre que, antes que a Simón Pedro, ya
le ha revelado a Natanael la divinidad de Jesús, su
filiación divina. No se ha equivocado Jesús cuando ha dicho
de él que “es un israelita de verdad, en quien
no hay engaño”. San Juan, siempre con su tesis de
que los suyos no le recibieron, recuerda y destaca
la presentación hecha por Jesús de Natanael, para contraponer a
la cerrazón de los judíos que se niegan a aceptar
la divinidad de Jesús, la fe sencilla del buen israelita,
conocedor de la Escritura, y el buen sentido del pueblo
creyente sin prejuicios. Algo que debemos aprender de Jesús en
este caso, es la presentación elogiosa que hace Jesús
de él. Se da una praxis supuestamente piadosa y eclesial
que pocas veces reconoce los valores de los otros, dicen
que para no fomentar la vanidad, pero yo creo que
la motivación es menos gloriosa: la envidia. Si el otro
lo oye y se lo cree, nos considerará inferiores. ¡Cuidado,
pues!
DATOS ESCASOS DE LOS EVANGELIOS
Es una lástima que los Evangelistas
no nos hayan transmitido más noticias del Apóstol Bartolomé. Más,
los pocos pero valiosos datos consignados en la Escritura nos
permiten conocer su personalidad. Los tres sinópticos se contentan con
incluirlo en la lista de "los Doce", presentándolo como el
"hijo de Tholmai", que significa Bartolomé, y lo colocan siempre
a continuación de su amigo Felipe.
San Juan es ya más
explícito y además de su nombre propio -Natanael-, y lugar
de nacimiento -Caná-, hace constar algún detalle de su vocación
apostólica.
"Al día siguiente determinó Jesús salir para Galilea, y halla
a Felipe y le dice: Sígueme. Felipe era de Betsaida,
la ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe se encuentra
con Natanael y le revela: "Aquel de quien escribió Moisés
en la ley, y los profetas, le hemos encontrado: Jesús,
hijo de José, de Nazaret". Y le dijo Natanael: "¿De
Nazaret puede salir algo bueno?". Y le responde Felipe: "Ven
y lo verás". Vio Jesús a Natanael venir hacia sí
y dice:: "Ahí tenéis a un verdadero israelita en quien
no hay dolo". Y Natanael: "¿De dónde me conoces?". Respondió
Jesús: "Antes de que Felipe te llamase, cuando estabas debajo
de la higuera, yo te vi". Respondió Natanael: "Rabí, tú
eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de
Israel". Jesús le dijo: "¿Porqué te dije que te vi
debajo de la higuera, crees? Mayores cosas que éstas verás".
"En verdad, en verdad os digo, veréis el cielo abierto
y a los ángeles del cielo que suben y bajan
sobre el Hijo del hombre"".
Sólo conjeturas podemos hacer de lo
qué había sucedido debajo de aquella higuera, que bastó la
mención de Jesús, para que el hijo de Tholmai le
reconociese inmediatamente como al Hijo de Dios, el rey de
Israel. Es y será un secreto para nosotros pero el
conocimiento manifestado por Jesús fue suficiente para que corazón generoso
de Bartolomé se le entregase sin reservas. En efecto, Natanael
era un israelita sin doblez ni engaño. Había preguntado irónicamente
a su amigo Felipe: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?".
Y ahora, ante el destello de la sabiduría divina cree,
y se da enteramente y en seguida se integró con
los otros elegidos para seguir al Maestro. No tardarían sus
compañeros en sentir simpatía hacia él, por su veracidad y
transparencia, lejos de falsedad y malicia. Junto con ellos seguirá
el largo camino de su transformación hasta llegar a ser
un verdadero Apóstol.
SEGUIMIENTO
Con los otros Once, y siguiendo a Jesús,
recorre pueblos y aldeas, predica a las gentes. Por dos
veces es enviado junto con otro compañero a evangelizar los
pueblos de Galilea, con poderes de arrojar demonios y realizar
milagros. Conoce lo que es la falta de tiempo para
comer y dormir.
Pero junto a todas las penalidades convive íntimamente
con Jesús, es testigo de sus obras y de su
sed insaciable de entregarse. Todo va dejando su huella en
aquel corazón abierto a la verdad, y aun cuando pasará
momentos de duda terrible al ser testigo de la Pasión
y Muerte del Maestro, su fe se mantendrá incólume, y
merecerá ser testigo de su resurrección. Bartolomé está allí en
el Cenáculo, cuando a través de las puertas cerradas se
les aparece a los discípulos Jesús: "La paz sea con
vosotros. Yo soy; no temáis. Mirad mis llagas". ¡Qué emoción!
¡Cristo está vivo! Aún le volverá a ver e incluso
comerá con él: cuando después de una noche de pesca
infructuosa, Jesús se presenta en la ribera del mar de
Tiberíades y les dice: "Muchachos, ¿tenéis algo qué comer? Respondieron:
"No". Él les dijo: "Echad la red a la derecha
de la barca y hallaréis". La echaron, y no podían
arrastrarla por la gran cantidad de peces. Cuando saltaron a
tierra, vieron brasas puestas y un pescado asándose, y pan.
Y Jesus les dijo "Venid, almorzad". Y toma el pan
y se lo reparte y asimismo el pescado".
TESTIGO DE VISTA
Cuando
hubieron comido, Bartolomé oyó cómo Jesús confería el primado a
Pedro: “Tu eres Pedro. Apacienta mis ovejas”. Y presenció la
maravilla de la Ascensión del Señor a los cielos en
un medio día delicioso y perfumado. Y la eclosión
de Pentecostés cuando descendió con el fuego de las lenguas
la fortaleza y la llama del Espíritu Santo sobre él
y todos. Y los Evangelios ya se callan, y ya
no conocemos nada más de la historia de Bernabé. Ni
sabemos dónde predicó, ni dónde murió. Es legendario que llegara
a la India y allí sembrara el Evangelio. También se
habla de Mesopotamia, Locoavia, Armenia y el país de los
Partos. En Armenia, el rey Astiages lo martirizó con crueldad
inaudita por causa de la predicación de la fe. Le
arrancaron la piel y le decapitaron.
Como nos suele ocurrir poco
debía pensar Natanael, en su primer encuentro con Jesús, las
fatigas y penalidades que sufriría por su nombre. Pero al
final de su vida debieron parecerle pocas, cuando abrió los
ojos a la eternidad para encontrarse definitivamente con el "Hijo
de Dios y Rey de Israel".
LA ESPOSA DEL CORDERO
Leemos
en el Apocalipsis 21,9) “Ven y te mostraré la
novia, la esposa del Cordero”. Aunque el autor sagrado describe
la ciudad santa como una ciudad material, hemos de entenderla
como una entidad divino-humana glorificada. Se trata de una novia,
de una esposa, y la esposa no es un edificio,
sino una persona con capacidad de relaciones y expresión de
sentimientos. Aquí habríamos de pensar en el texto de la
última cena: “Te ruego, Padre, que sean uno, como tú
y yo somos uno”. Lo que el ángel le muestra
al vidente de Patmos es la consumación de la unidad
del Cordero con su esposa la Iglesia, a la cual
ha llegado la entera humanidad. Está transfigurada, porque ha sido
purificada en la sangre del Cordero. Es la manifestación del
amor del Cordero a su esposa, que ha querido purificar
con el baño de su sangre. Así es como Dios
será todo en todos. Una ciudad santa y envidiable. Todo
lo desordenado ha pasado. El primer mundo ha pasado. La
ciudad nueva sustituye al viejo mundo. Todo lo que aquí
nos hace sufrir y llorar y gemir, ha sido transfigurado.
Ya no hay llanto ni dolor. Alegría perpétua, fiesta siempre,
porque campea el amor y el amor siempre hace fiesta
porque es gozo y paz en el Espíritu Santo. No
hay muerte. La muerte ha sido vencida por la muerte
del Cordero degollado. Todos se aman. Nadie pasa a la
otra acera para no encontrarse con el que está enemistado.
Todos son amigos, todos forman parte del mismo Cuerpo, cuya
Cabeza es Cristo. Todos se alegran con la felicidad de
todos. Cada uno goza con el bien de cada uno
y todos con el de cada uno.A esta unidad y
felicidad estamos todos llamados y podemos y debemos vivirla ya
aquí, venciendo el pecado que, aún acecha en este mundo,
y será imposible en la ciudad celeste. Jesús constituyó
así el grupo de los Doce: Simón Pedro, Santiago Zebedeo
y su hermano Juan, Andrés, Felipe, Bartolomé” (Mc 3,18).
Bartolomé o Natanael, forma parte pues, del grupo de los
primeros llamados, Juan Andrés y Pedro. Todos son de Betsaida
y pescadores del lago de Genesaret.
Nadie podía pensar
que el Mesías pudiera salir de Nazaret, un pueblo apenas
conocido, no así como Belén, que sí es citado por
el profeta Miqueas. Para Dios no cuenta ni la progenie
humana ni la estirpe topográfica. Su elección sigue parámetros diferentes
de los del mundo: Nazaret, Asís, Lourdes, Alsustrel,“Bienaventurados los pobres
de espíritu...”
LOS NOMBRES DE LOS APOSTOLES DEL CORDERO
“El muro tenía
doce cimientos que llevaban doce nombres: los nombres de los
Apóstoles del Cordero”. Sigue materializando el vidente la realidad espiritual
sobrenatural en muro y cimientos: El significado es que los
doce apóstoles, entre ellos San Bartolomé, construyeron la ciudad sobre
el diseño y los planos que les dejó Cristo. A
su generosidad y sangre, fatigas y desvelos estamos agradecidos, Dios,
el Supremo agradecido, que sabe recompensar hasta el vaso de
agua, cuanto más la sangre derramada, el primero, pero todos
los salvados después, porque gracias a ellos, participamos en la
salvación y en la unidad con Dios.
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Bartolomé fue uno de los Apóstoles de Jesús. Su nombre (en griego Βαρθολομαίος) procede del patronímico arameo bar-Tôlmay, "hijo de Tôlmay" o "hijo de Ptolomeo". Es mencionado en los tres evangelios sinópticos, siempre en compañía de Felipe ( Mateo 10:3; Marcos 3:18; Lucas 6:14). En el Evangelio de Juan,
donde no aparece con el nombre de Bartolomé, se le ha identificado con
Nathanael, que también es relacionado siempre con Felipe. Louis Réau considera que su nombre procede de la unión de bar (hijo) y Ptolomeo, siendo por tanto, descendiente de la Dinastía Ptolemaica,
aunque esto no tiene ninguna base en el Nuevo Testamento; en todo caso,
hay que tener en cuenta que no era extraño para los galileos del siglo I
tomar nombres griegos, o bien asimilarlos a ellos. Santiago de la Vorágine
añade acerca de su figura que “se mantuvo ajeno al amor de las cosas en
este mundo, vivió pendiente de los amores celestiales y toda su vida
permaneció apoyado en la gracia y auxilio divino, no sosteniéndose en
sus propios méritos sino sobre la ayuda de Dios”.
Fuentes bíblicas
Según el Evangelio de Juan, Natanael fue uno de los discípulos a los que Jesús se apareció en el Mar de Tiberiades después de su resurrección ( Juan 21:2). A él lo había llamado Jesús por mediación de Felipe ( Juan 1:45).
Juan es el único evangelista que menciona a Natanael, y como en las
listas de los evangelios sinópticos el nombre de Felipe es seguido por
el de Bartolomé, la tradición asimiló a Bartolomé y a Natanael como uno
solo.
Según los Hechos de los Apóstoles, Bartolomé fue uno de los Doce, según ( Mateo 10:3), ( Marcos 3:18), ( Lucas 6:14). Fue también testigo de la ascensión de Jesús ( Hechos 1:13).
Según una tradición recogida por Eusebio de Cesarea, Bartolomé marchó a predicar el evangelio a la India, donde dejó una copia del Evangelio de Mateo en arameo. La tradición armenia le atribuye también la predicación del cristianismo en el país caucásico, junto a San Judas Tadeo. Ambos son considerados santos patrones de la Iglesia Apostólica Armenia puesto que fueron los primeros en fundar el cristianismo en Armenia.
Iconografía
La imagen de San Bartolomé a lo largo de la Historia del Arte ha
sufrido escasas modificaciones siendo común la representación del santo
en el momento del martirio, siendo desollado, bien sobre un potro o
atado a un árbol. También se le ha representado obrando milagros:
resucitando a los hijos del rey Polimio y liberando a la hija de éste poseída por el demonio, en escasas ocasiones aparece siendo flagelado.
En el arte suele representársele con un gran cuchillo, aludiendo a su
supuesto martirio, según el cual fue desollado vivo, razón por la que
es el patrón de los curtidores.
En relación también con su martirio aparece en ocasiones despellejado,
mostrando su piel cogida en el brazo como si se tratara de una prenda de
vestir. 1 En la época Barroca es común verlo representado como apóstol, con largo manto blanco, asiendo las escrituras sagradas y mostrando el cuchillo.
También se le representa sujetando con una cadena a una diablesa. El
origen de este símbolo puede ser doble: 1º en los evangelios apócrifos,
San Bartolomé requiere a Cristo resucitado que le muestre al maligno "Belial", después de habérselo mostrado, Jesús
le indica "Písale la cerviz y pregúntale"; 2º según la tradición,
expulsó a un demonio, denominado "Astaroth", de un templo donde éste
vivía dentro de una estatua. San Bartolomé demostró la ineficacia de la
estatua, que decía curar las enfermedades, expulsó al demonio y consagró
el templo a Jesús.
Respecto a su fisonomía, el santo es representado según la
descripción que Berith hace a los enfermos y que así es narrada en La
leyenda dorada de Santiago de la Vorágine:
“Es un hombre de estatura corriente, cabellos ensortijados y negros,
tez blanca, ojos grandes, nariz recta y bien proporcionada, barba espesa
y un poquito entrecana... Su semblante presenta constantemente aspecto
alegre y risueño”.Natanael fue uno de los 12 discípulos de Jesús quien
lo acompaño por medio de Felipe cuando fue llamado cerca a galilea.
Martirio
Su martirio y muerte se atribuyen a Astiages, rey de Armenia y hermano del rey Polimio
que San Bartolomé había convertido al cristianismo. Como los sacerdotes
de los templos paganos, que se estaban quedando sin seguidores,
protestaran ante Astiages de la labor evangelizadora de Bartolomé,
Astiages mandó llamarlo y le ordenó que adorara a sus ídolos, tal como
él había hecho con su hermano. Ante la negativa de Bartolomé, el rey
ordenó que fuera desollado vivo en su presencia hasta que renunciase a
su Dios o muriese.
En la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, la piel que se representa es
un autorretrato del mismo autor, detalle que no se descubrió hasta bien
entrado el siglo XIX.
Festividad
Su festividad se conmemora el 24 de agosto entre los portugueses, italianos y españoles; el 11 de junio los griegos, coptos y sirios; el 8 de diciembre los armenios.
Patronazgo
San Bartolomé es el patrón de aquellos que trabajan las pieles,
fabrican o usan cuero, guantes, abrigos, cinturones y botas. También de
las modistas por llevar su piel sobre los brazos. Es sanador de las
convulsiones, crisis espasmódicas y enfermedades nerviosas en general.
Es patrón de multitud de pueblos y ciudades, entre ellas:
Bolivia |
Potosí |
Chile |
Livílcar, Chillán, Chillán Viejo, La Serena |
Colombia |
San Bartolomé de Tuluá Honda Tolima villa de san Bartolomé |
Ecuador |
San Bartolomé en Los Andes (pueblo) de Azuay (provincia) y de El Carchi (provincia) |
Costa Rica |
San Bartolomé en Barva (cantón) de Heredia (provincia) |
España |
Montoro, Mairena del Alcor, Lamasón, Fuendetodos, Librilla, Mahíde, Folgoso de la Carballeda, Robledo de Sanabria, Benicarló, Casavieja, Cenes de la Vega, Cieza, Mijares, Rociana del Condado, San Bartolomé de la Torre, Tejina, Aragoncillo, Sitges, San Bartolomé de Meruelo, Beceite, Sierra de Yeguas, Mairena del Alcor, Villarejo de la Peñuela, La Almarcha, Belmonte, Casasimarro, Marrupe, Alhambra, Montehermoso, Villahermosa del Río, Villarejo del Valle, Villarluengo, Tarazona de la Mancha (Albacete), Pozuelo y Yeste (provincia de Albacete), Marcilla, Bohonal de Ibor, Ribaforada,Ribafrecha, Hoyales de Roa, Bulbuente, Viveros, San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), San Bartolomé (Las Palmas), Rótova, Tablizo (Asturias), Umbrete, Fompedraza, El Real de la Jara, Nules, Borriol, Calzadilla de los Hermanillos, Bimón, Beas, Mesegar de Tajo y Añover de Tajo (Toledo), Margolles (Asturias), Oliete, Saldón (Teruel), Paterna del Campo (Huelva), Finestrat), Navalpino (Ciudad Real), Villarramiel de Campos (Palencia), Hervías (La Rioja), Zarza la Mayor, Cherín (Granada), Jerez de los Caballeros (Badajoz), Alcalá de Henares (Madrid), Martos, Anguciana (La Rioja), Nonaspe, Noya, Valdanzuelo (Soria), Cepeda (Salamanca), Aldeadávila de la Ribera (Salamanca), Campo de Mirra ([Alicante]). Yeste (Albacete), Cieza (Murcia),Busto (VALDÉS) Asturias. |
Francia |
Isla de San Bartolomé |
Guatemala |
Mazatenango (Suchitepéquez) |
México |
Villa y Puerto de Tecolutla, Veracruz México, San Bartolomé Cuahuixmatlac, Capulhuac de Mirafuentes, Estado de México. |
Perú |
Huacho |
Referencias
- ↑ Monreal y Tejada, Luis. Iconografía del cristianismo. El Acantilado. ISBN 84-95359-28-6.
Enlaces externos
Somos embajadores en nombre de Cristo y es Dios mismo quien os exhorta por boca nuestra (2 Corintios, 5, 20)
San Bartolomé, Apóstol, llevó el
Evangelio a las regiones más bárbaras de Oriente. Penetró hasta las
extremidades de las Indias. Después de haber obra do allí numerosas
conversiones y sufrido mucho por la causa de Jesucristo, volvió a la
gran Armenia. Convirtió allá al rey Polemón, con doce ciudades de su
reino. Los sacerdotes de los ídolos excitaron contra él a Astiages,
hermano del rey, que lo hizo desollar vivo, después de lo cual fue
decapitado. Refiérese que cien veces al día arrodillábase para orar a
Dios.
MEDITACIÓN
SOBRE SAN BARTOLOMÉ
I. Para ser un verdadero apóstol, es
decir, un embajador. de Cristo, hay que serle fiel, tomar a pecho los
intereses de Dios a, costa de los propios. Es lo que hace San Bartolomé
deja él todo para seguir a Jesucristo, para predicar su Evangelio;
sacrifica sus placeres, sus intereses; hasta da su vida para ganarle
almas y extender su reino. ¿Qué haces tú por la gloria de Jesucristo y
por la salvación de las almas? Esto es sin embargo lo más agradable a
Dios que puedes hacer.
II. Un embajador debe estar perfectamente
instruido acerca de lo que quiere su príncipe, a fin de hacer su
voluntad en todo. San Bartolomé ora a Dios cien veces al día, para saber
cuál es la voluntad de Jesucristo, para implorar sus luces y su
auxilio. Trabajes lo que trabajes, si tus acciones no están con formes
con las miras de Dios, pierdes tu tiempo. ¿Cuántas veces rezas al día y
cómo lo haces? Dios mío, ¡que se cumpla en mí vuestra santa voluntad!
III. Un embajador ha menester de
prudencia para llevar a buen término los negocios de su señor; necesita
valor para resistir a sus enemigos y dar su vida, si es preciso. San
Bartolomé poseyó ambas cualidades. ¿Las tienes tú? Eres tan prudente en
las cosas de este mundo, y un niño en las atinentes a tu salvación. Nada
te resulta costoso cuando están en juego tus intereses, y el menor
obstáculo te detiene cuando se trata de la gloria de Dios. ¡Ah! ¡cuán
pocos verdaderos obreros apostólicos existen hoy! ¿Adónde se fue el espíritu de los apóstoles? ¿Dónde están la humildad, los trabajos, el celo de la primitiva Iglesia? (San Bernardo).
La paciencia Orad por la India.
ORACIÓN
Dios omnipotente y eterno, que nos
inspiráis santa fe en la solemnidad del Apóstol San Bartolomé, os
suplicamos que concedáis a vuestra Iglesia que ame lo que él ha creído y
que predique lo que él ha enseñado. Por J. C. N. S. Amén.
Martirio de San Bartolomé
|
SAN BARTOLOME También llamado "Natanael" Apóstol Fiesta: 24 de agostoEtim. "hijo de Tolomai"
Ver también: 12 Apóstoles | Lo débil de Dios es más fuerte que los hombres
Bartolomé es uno de los 12 Apóstoles (Mt 10,3).
El apóstol Felipe lo llevó a Jesús. Bartolomé es la misma persona que Natanael, mencionado en el Evangelio de San Juan, donde nos dice que era de Caná. (Jn 21,2)
Los Hechos de los Apóstoles mencionan también su presencia en Pentecostés (1,13).
Según la tradición, después de la ascensión del Señor, predicó el Evangelio en la India, donde recibió la corona del martirio.
Felipe
dice a Natanael que han encontrado al Mesías esperado. Natanael al
principio duda al saber que Jesús es de Nazaret. Felipe insistió: «Ven y
lo verás.» (v.46). Es entonces que ocurre el encuentro entre Jesús y
Natanael.
"Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» -Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» -Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» -Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» -Jesús
le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?
Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo:
veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el
Hijo del hombre.» (Jn 1:47-51)
Según
la Martiriología Romana, Bartolomé predicó en la India y en Armenia,
donde murió mártir. Todavía con vida le arrancaron la piel y fue
decapitado por el Rey Astyages en Derbend. Según la tradición este
martirio ocurrió en Abanopolis, en la costa occidental del Mar Caspio,
después de haber predicado también en Mesopotamia, Persia y Egipto.
Según
Eusebius, Pantenus de Alejandría (Siglo II) encontró en la India un
Evangelio de San Mateo atribuido a Bartolomé y escrito en hebreo. Dicho
evangelio es apócrifo y fue condenado en el decreto de Pseudo-Gelasius.
Las reliquias
de San Bartolomé, según una tradición, fueron enterradas en la isla de
Lipara y eventualmente fueron trasladadas a Benevento, Italia y después a
Roma donde ahora están en la Iglesia de San Bartolomé, en la "Isola San
Bartolomeo" del río Tiber. Se dice que la Reina Emma, la esposa del Rey
Canute entregó uno de sus brazos a Canterbury en el siglo XI.
En la iconografía se le representa con barba, un libro y un cuchillo (utilizado en su martirio).
San Bartolomé es patrón de
los carniceros, fabricantes de libros, guantes, pieles, zapateros,
sastres, mercaderes de queso, viñadores, albañiles y otros. Se le invoca
contra desórdenes nerviosos.
Oración Oh,
Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con
la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo
que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
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San Bartolomé,
Apóstol
(Siglo I)
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A este santo (que
fue uno de los doce apóstoles de Jesús) lo pintaban los antiguos con la
piel en sus brazos como quien lleva un abrigo, porque la tradición cuenta
que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo,
estando él aún vivo.
Parece que Bartolomé es un sobrenombre o segundo
nombre que le fue añadido a su antiguo nombre que era Natanael (que
significa "regalo de Dios") Muchos autores creen que el
personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el mismo que
otros evangelistas llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San Lucas y San
Marcos cuando nombran al apóstol Felipe, le colocan como compañero de
Felipe a Natanael.
El encuentro más grande de su vida.
El día en que Natanael o Bartolomé se encontró por primera vez a
Jesús fue para toda su vida una fecha memorable, totalmente inolvidable.
El evangelio de San Juan la narra de la siguiente manera: "Jesús se
encontró a Felipe y le dijo:
"Sígueme". Felipe se encontró a Natanael y le dijo: "Hemos
encontrado a aquél a quien anunciaron Moisés y los profetas. Es Jesús
de Nazaret". Natanael le respondió: " ¿Es que de Nazaret puede
salir algo bueno?" Felipe le dijo: "Ven y verás". Vio
Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tienen a un
israelita de verdad, en quien no hay engaño" Natanael le preguntó:
"¿Desde cuando me conoces?" Le respondió Jesús: "antes
de que Felipe te llamara, cuando tú estabas allá debajo del árbol, yo
te vi". Le respondió Natanael: "Maestro, Tú eres el Hijo de
Dios, Tú eres el Rey de Israel". Jesús le contestó: "Por
haber dicho que te vi debajo del árbol, ¿crees? Te aseguró que verás a
los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del Hijo del Hombre."
(Jn. 1,43 ).
Felipe, lo primero que hizo al experimentar el enorme
gozo de ser discípulo de Jesús fue ir a invitar a un gran amigo a que se
hiciera también seguidor de tan excelente maestro. Era una antorcha que
encendía a otra antorcha. Pero nuestro santo al oír que Jesús era de
Nazaret (aunque no era de ese pueblo sino de Belén, pero la gente creía
que había nacido allí) se extrañó, porque aquél era uno de los más
pequeños e ignorados pueblecitos del país, que ni siquiera aparecía en
los mapas. Felipe no le discutió a su pregunta pesimista sino solamente
le hizo una propuesta: "¡Ven y verás que gran profeta es!"
Una revelación que lo
convenció.
Y tan pronto como Jesús vio que nuestro santo se le acercaba, dijo de él
un elogio que cualquiera de nosotros envidiaría: "Este si que es un
verdadero israelita, en el cual no hay engaño". El joven discípulo
se admira y le pregunta desde cuándo lo conoce , y el Divino Maestro le
añade algo que le va a conmover:
"Allá, debajo de un árbol estabas pensando qué sería de tu vida
futura. Pensabas: ¿Qué querrá Dios que yo sea y que yo haga? Cuando
estabas allá en esos pensamientos, yo te estaba observando y viendo lo
que pensabas". Aquélla revelación lo impresionó profundamente y lo
convenció de que este sí era un verdadero profeta y un gran amigo de
Dios y emocionado exclamó: "¡Maestro, Tú eres el hijo de Dios! ¡Tú
eres el Rey de Israel! ¡Maravillosa proclamación! Probablemente estaba
meditando muy seriamente allá abajo del árbol y pidiéndole a Dios que
le iluminara lo que debía de hacer en el futuro, y ahora viene Jesús a
decirle que El leyó sus pensamientos. Esto lo convenció de que se
hallaba ante un verdadero profeta, un hombre de Dios que hasta leía los
pensamientos. Y el Redentor le añadió una noticia muy halagadora. Los
israelitas se sabían de memoria la historia de su antepasado Jacob, el
cuál una noche, desterrado de su casa, se durmió junto a un árbol y vio
una escalera que unía la tierra con el cielo y montones de ángeles que
bajaban y subían por esa escalera misteriosa. Jesús explica a su nuevo
amigo que un día verá a esos mismos ángeles rodear al Hijo del Hombre,
a ese salvador del mundo, y acompañarlo, al subir glorioso a las alturas.
Desde entonces nuestro santo fue un discípulo
incondicional de este enviado de
Dios, Cristo Jesús que tenía poderes y sabiduría del todo
sobrenaturales. Con los otros 11 apóstoles presenció los admirables
milagros de Jesús, oyó sus sublimes enseñanzas y recibió el Espíritu
Santo en forma de lenguas de fuego.
El libro muy antiguo, y muy venerado, llamado el
Martirologio Romano, resume así la vida posterior del santo de hoy:
"San Bartolomé predicó el evangelio en la India. Después pasó a
Armenia y allí convirtió a muchas gentes. Los enemigos de nuestra
religión lo martirizaron quitándole la piel, y después le cortaron la
cabeza".
Para San Bartolomé, como para nosotros, la santidad no
se basa en hacer milagros, ni en deslumbrar a otros con hazañas
extraordinarias, sino en dedicar la vida a amar a Dios, a hacer conocer y
amar mas a Jesucristo, y a propagar su santa religión, y en tener una
constante caridad con los demás y tratar de hacer a todos el mayor bien
posible.
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Oración
Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan
venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a
tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por
Nuestro Señor Jesucristo. Amén. |
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