![Luis Zeferino Moreau, Beato](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_vVOgd3xLTn9CfqIY5F20RmjWlJqqUXIdW0leF6YkHEZDKEvYaBytEYbBzNFNW9KmQdB7cLLGSloUUyMWwkeMsQulgxvFPpujtmlb-xOk2rJs9CQpHpqrBuvVjufrTyFRFgVkIpgs3GIGYbEK-sjU-2jw4_=s0-d) |
Luis Zeferino Moreau, Beato |
Obispo y Fundador de la Comunidad de las Hermanas de
San José
Recordar tu vida es ver al apóstol de débil
contextura física, que llegó a ser un sólido soporte moral
para la fe de muchos.
Naciste el 1 Abril de
1824 en Bécancour, Quebec, Canada.
Ya desde niño mostraste excepcionales signos
de fe, devoción y amor por las cosas espirituales. En
un corazón así cultivado, muy pronto aparecieron los signos de
la vocación sacerdotal. Pero, como era de esperar, al ver
tu fragilidad física, te recomendaron que mejor abandonases la idea
y siguieses por otro camino.
Pero cuando la vocación viene
de Dios, no hay otro camino que pueda reemplazarla. Aunque
algunas puertas se te cerraron, una se te abrió que
te permitió entrar por el camino de la carrera sacerdotal.
Mons. Prince, obispo de Montreal, al descubrir la sinceridad de
tu vocación, te recibió en su seminario. Y así empezó
una carrera sacerdotal que no paró hasta, nada menos, en
la consagración episcopal.
El Frágil Zeferino llegó a ser Obispo
de Saint-Hyacinthe. Tu sensibilidad y fragilidad natural fueron en este
cargo, una ayuda más que un estorbo. Ellas te ayudaron
a ser sensible a las necesidades de la gente. Con
todos mostrabas una gran dulzura, caridad excepcional y gran humildad.
La gente te conocía con el cariñoso nombre de "el
buen Mons. Moreau".
Visitabas con regularidad y dedicación a toda
tu grey, ya que querías sentir en primer plano sus
necesidades y problemas y querías personalmente ayudarles, a encontrar el
camino hacia el buen Dios. El clero encontró en ti
un buen padre y un auténtico amigo en quien confiar.
Tu fragilidad natural no te impidió salir al frente para
combatir con valentía los muchos desordenes existentes en la época:
intemperancia, falta de modestia, mala prensa, sociedades secretas, abusos políticos.
Con todos mostraste firmeza y, al mismo tiempo, dulzura. Mucha
gente te escribía y a todos contestabas. Esto hizo que
pudieras dejarnos en herencia un tesoro epistolario de más de
15,000 cartas.
Beato Luis Zeferino Moreau, gracias por tu vida
y por tu ejemplo. Nunca olvidaremos cómo Dios hizo de
un hombre frágil un campeón del apostolado.
Hoy la Iglesia, llena
de alegría, conmemora el nacimiento para el cielo del Beato
Luis Zeferino Moreau, quien muriera santamente en un día como
hoy de 1901 en Saint-Hyacinthe, Canadá.
Fue beatificado por S.S. Juan
Pablo II el 10 de mayo de 1987.
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