lunes, 24 de noviembre de 2014

¿Dónde está Jesús?






Jesús está en los Sagrarios de las iglesias, esperándonos a que lo vayamos a visitar, pues se ha quedado allí para compartir con nosotros y darnos alivio en nuestro caminar terreno.
A veces estamos contentos cuando tenemos un amigo que tiene influencias o es poderoso, y estamos orgullosos de ello. Pero, ¿caemos en la cuenta de que Jesús Todopoderoso es nuestro Gran Amigo y que está esperándonos día y noche en el Sagrario para colmarnos de gracias y dones? Ser amigos de Dios es lo mejor que nos puede pasar, porque somos amigos del que todo lo puede y del Amor mismo.
Entonces hagamos un lugarcito en el día para hacer una visita al Señor, oculto en el Sacramento, y así consolaremos su Corazón Divino tan ofendido por los hombres ingratos. Pero como Jesús no se deja ganar en generosidad, cuando nosotros vayamos a consolarlo a Él, saldremos mucho más consolados nosotros, pues ya Jesús dice en el Evangelio: “Vengan a Mí todos los que están afligidos y agobiados y Yo los aliviaré.” Cuando le damos algo al Señor, Él nos devuelve el ciento por uno.
Algunas veces pensamos qué hermoso hubiera sido poder vivir en tiempos de Jesús y verlo y tratar con Él. Pero no caemos en la cuenta de que Él se ha quedado misteriosa pero realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar, y que está con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, disponible en todo momento para atendernos, escucharnos y consolarnos. Por eso vayamos al Sagrario a hablar con Jesús, y si no nos sale ninguna palabra, quedémonos así en silencio y apoyemos nuestra cabeza contra su pecho y estémonos así un buen rato. De esta forma tomaremos muchas fuerzas para seguir en el combate de todos los días y estaremos preparados para afrontar las pruebas y el sufrimiento, cosas estas que nunca faltan en la vida humana.
Tengamos Fe, vayamos al Sagrario, hablemos con Jesús, amemos al Señor y viviremos felices en medio de los acontecimientos de esta vida.

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