Primero que todo, consiste en vivir la experiencia de Maria, la hermana de Lazaro, a los pies de Jesus. Es tomar "la unica cosa necesaria, la mejor parte que nunca le sera quitada". Es tambien evitar vivir "preocupados, e inquetados con tantos afanes", como Marta, al realizar nuestras tareas de la vida cotidiana.
Sin embargo, tal como Marta, los laicos tenemos muchas situaciones dificiles e inevitables, pero a diferencia de ella las tenemos que enfentrar, primero que nada en el espiritu de su Presencia, y tambien del Abandono. Tambien podemos llevar nuestros afanes, y aun asi llevar la paz de Cristo mediante la elaboracion de una rutina diaria, flexible, que nos permita tener oraciones al trancurrir el dia, para cumplir con las palabras de la Escritura que dicen "Orad sin cesar". Tal como si, por analogia, fueramos "monjes en el mundo".
Esta oracion de Maria nos recuerda que tenemos que tener momentos especiales donde nos abandonados a los pies de Jesus. Aqui tenemos que acabar con la mentira del mundo que no puede entender el "desperdicio de la oracion". Pero si, ciertamente, nos 'desperdiciamos' para El, quien es la 'unica cosa necesaria'. Ademas la oracion Contemplativa es la experiencia de la Iglesia documentada casi desde sus principios, con los Padres del Desierto, los Anacoretas, los Eremitas, y tantos muchos otros que se apartaron "del mundo y sus afanes" para entregar completamente su vida a Dios.
La tragedia del Protestantismo, que es la base del Racionalismo, llevo luego al Individualismo, concluyendo con el Liberalismo y Modernismo actuales, que es la base del 'espiritu del mundo', a que esa herejia ha finalmente conducido. Por eso hoy muchos cristianos, catolicos, lo unico que entienden como oracion son manifestaciones pseudo-catolicas, basadas en la supuesta oracion emocionalista, individualista, y a veces causi-histerias, individuales o colectivas, y se alejan, sin darse cuenta, o finalmente abandonan, la autentica oracion basada en 'sentarse a los mismos pies de Jesus'. "Eres grande Senor!", dicen...pero porque me sanas, "eres grande Senor!"...pero porque me conseguiste el trabajo...Y entonces, Dios mio, como entender la cruz? Como entender la purificacion? Como entender el silencio? Como entender la enfermedad que me roe? Acaso nos hemos olvidado que nada manchado vera la faz del Senor?
Todos estos han olvidado, casi totalmente, lo que es vivir la oracion en un espiritu de silencio, recogimiento, y desierto. Si se les hablaran de ello no tendrian ni la mas ligera idea de que se trata. Y a ese nivel ya estan muchos catolicos, por los problemas ya explicados. Incluso el Santo Sacrificio de la Misa se ha convertido, en la practica, en una "comida comunal de celebracion", tal como la definio Martin Lutero asimilada hoy por los catolicos, donde el desorden impera, y nadie recuerda que si bien es cierto que hay un Pan que comer, es mucho mas cierto porque primero ha habido el sacrificio de un "cordero degollado", como argumenta nuestro Santo Padre, Benedicto XVI. Si conocieramos, aunque fuera un poco, de la Liturgia Catolica Ortodoxa, donde el veneno del Protestantismo no hizo mella, cuanto aprenderiamos!
Primero debemos entender que la contemplacion es esencialmente un regalo, es decir, no se puede obtener por esfuerzos, no hay modo de obtenerlo a menos que Dios intervenga en ello. En este sentido decimos que la contemplacion es un don infuso, se nos infunde, no simplemente se da, pues como si dijeramos es la misma sangre de Cristo corriendo por nuestras arterias.
Sin, embargo, si podemos hablar de contemplacion activa cuando los frutos de union (en un sentido parcial) obtenidos por la oracion razonada, y la meditada ya no alcanzan a obtener mas frutos. Es decir, nos lleva hasta un limite de union, pero incompleta, de la cual no salimos por si solos. Entonces, si no estamos en pecado mortal, si evitamos activamente los pecados veniales, y somos fieles a la oracion, aunque parezca que nada se obtiene, pero aun asi tenemos la gracia de persistir en la oracion, entonces el regalo de la contemplacion pasiva estara disponible en nosotros por parte del Senor.
Por todo ello se debe:
1) Aprender a escuchar, mas que hablar, a controlar nuestra lengua y cesar con el parloteo. 2) Evitar la necesidad de ser entretenido, de siempre gustar "cosas nuevas". Y muy importante es olvidarse de la TV. 3) Aceptar que, solamente por nuestro intelecto, jamas podremos conocer a Dios, y saber esperar que el Senor nos de "nuevos sentidos" que nos llevaran al conocimiento de Dios en si mismo, 4) No ceder a la tentacion de detener la oracion, y sepa que no es tiempo perdido, aunque no sintamos ni veamos nada, pues ahi la Fe se acrecienta, la que nos conduce mas directamente a la vida divina del Senor. 5) Evitar la tentacion de regresar a la oracion meditada, y de quedarnos solamente en ella, pues ya es solo el sendero de un rio seco. 6) Orar la Oracion del Huerto, "repitiendo las mismas palabras". Descansemos pues, en una o poquisimas palabras, como por ejemplo, la Oracion de Jesus, repitiendo, con tranquilidad esa pequenisima oracion, e incluyo solamente el Nombre sobre todo nombre, es decir, JESUS. 7) Aprender a vivir, en toda circumstancia, la oracion de la Presencia y del Abandono. 8) Tener una relacion con Maria, la Madre del Salvador, ya que sin sus ojos nunca podremos ver a Jesus, tal como el realmente es. Ella siempre te dira "haz lo que el os diga". 9) Conformese, y esto es lo mas importante, con un silencio amoroso, en una simple mirada de amor.
Y si continuamos en ese sendero, y de verdad nos decidimos a conocer a Dios, en la oracion constante, sepa que El nos llevara a esa Contemplacion, pasando, mas o menos siempre, por tres fases: a) la Purgativa, b) la Iluminativa, y c) la Unitiva.
Si para conprender esto hicieramos una representacion plastica de estas fases, serian como si dijeramos, 1ro encontrar un nino huerfano, lleno de fango, 2do, lo aseamos y asi queda limpio del todo, y es cuando realmente vemos lo hermoso que es, y 3ro nuestro corazon queda prendado, y tan cautivado por ese nino, que lo hacemos nuestro en un acto de amor. Algo como eso, son esas fases.
Para el laico esos pasos se dan en una secuencia un tanto similar, pero de modo diferente.
La fase Purgativa se da cuando comenzamos a buscar a Dios, Y lo hacemos por que el nos ha llamado: El dice: "Yo os ame primero". Entonces por la accion del Espiritu santo somos 'convencidos de pecado'. Es decir ya sabemos que realmente estamos del todo manchados, ya que si "el justo peca siete veces" al dia, que sera de nososotros que somos injustos, y malos; y por eso nos recuerda Jesus, en su camino a la crusifixion, que "si asi se trata al tronco verde (Jesus), que sera del seco?" (nosotros).
En esta fase experimentamos ademas la cruz: contradicciones, pruebas, enfermedades, y todo tipo de experiencias sufridas que hacen que nuestra soberbia, y orgullo, comiencen a ceder, a caer.
Los laicos entramos en la via Iluminativa cuando comenzamos a experimentar la presencia de Dios dentro de nosotros, quien comienza a ensenarnos en lo secreto de nuestro ser. Aqui nosotros sabemos ya que El mora en nosotros, y ademas El nos da experiencias claras de esa vida interior, particularmente cuando oramos, pero tambien en nuestras tareas cotidianas, y por ello comenzamos a mirar mas con los ojos de Dios que con nuestros ojos.
Entonces caminamos con "temor de Dios", o sea no queremos perderlo ni ofenderlo. En esta etapa los laicos tienden a vivir una vida de confesion habitual, donde lo hacemos con frecuencia, o nos confesamos cada vez que nos vemos en camino de peligro. Tambien somos ahora mas capacez de evitar, y huir si es necesario, de las ocaciones de pecado, y comenzamos a intuir la espera de algo que no es claro, pero que ya se presiente como amor incesante.
Aqui, muchas veces, el Senor nos comienza a dar luces de todo tipo, y por todos los medios imaginables. De repente la Escritura, la homilia, o una oracion, o ciertas experiences de la vida, nos dan un destello de Su majestad, amor, o su presencia en nosotros. No es infrecuente que entonces el Senor nos comience a regalar la Oracion de Quietud, donde nuestra voluntad (el "yo quiero") se adhiere poderosamente al Senor, a pesar de que nuestra mente y memoria pudieran andar por otro lado.
La via Unitiva, en el laico, suele suceder con mucha menor frecuencia. Y esto es un grave escandalo, que reta nuestra catequesis, ya que todos sin excepcion, no solo los de vida religiosa, somos llamados a la santidad. Y aunque la Union no es necesaria ni para la salvacion, ni para la santidad, es sin embargo un vehiculo excelentisimo que nos guia directo no solo a la santidad, sino tambien a vivir la experiencia del Cielo aqui en la tierrra, lo cual debe ser deseado y pedido. Tal como nuestro Senor dice: "El Reino de los Cielos esta dentro de vosotros", cuya frase no la dijo para que se la llevara el viento, sino porque es algo que esta disponible para todos, y a la cual todos debemos aspirar.
El laico, en esta fase, sigue naturalmente viviendo en el mundo, pero ya no es, definitivamente, del mundo. Las cruces continuan, pero ahora el laico experimenta el don del "yugo suave y ligero del Senor". Aqui hay tambien muchas oscuridades de la Fe, pero comienzan a ser una oscuridades de una cualidad nueva, pues es oscuridad para nuestros sentidos y razonamientos, pero luz para nuestra alma. Aqui no entiende nada que se pueda explicar, y se conoce algo que no se sabe como es recibido. Hay una necesidad de permanencia en oracion, y todo es realizado en paz, incluso en los tumultos de nuestras vidas.
Entonces, un dia, cuando El Senor lo decide, y si asi lo decide, el laico comienza a entender mucho mas alla del entendimiento, comienza a experimentar verdaderamente e intimamente, el "Amar a Dios sobre todas las cosas y al projimo como a uno mismo". Aqui el alma no solo se enamora de Dios, sino que comienza a vivir la realidad de la vida Trinitaria en nosotros. Es decir la union con Cristo, a traves de la vida de oracion y/o contemplacion continua tambien aun en medio de los afanes; y esta participacion es tal, que ya el laico comienza a estar tan unido a El que experimenta el intercambio amoroso del Dios Trino, entre el Padre, el Hijo y el Espitritu Santo. Aqui el amor triunfa, y somos 'perfectos como Dios es perfecto'.
Aspiremos pues a las cosas mayores, pongamonos en marcha pues el tiempo es corto y El nos espera para hacernos completos, sin ya jamas perdernos en las cosas, para elevarnos a una amistad intima con El que tiene comienzo pero no fin. Comenzamos a revivir la vida de nuestros primeros padres, Adan y Eva, antes de la perdida del Paraiso...a condicion de que ya nunca mas pequemos. Si, ciertamente, a tan alta vida nos llama.
Que "a tan alta vida espero que muero porque no muero", como nos recuerda nuestra amable Santa Teresa de Jesus.
Para comenzar por el principio, ver:
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/09/la-oracion-vocal.html
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2010/04/la-oracion-litanica-para-el-hombre-de.html
Para purificar nuestro corazon, ver:
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/12/la-custodia-del-corazon.html
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/09/hemos-deseado-incluir-un-texto-clasico.html
Para vivir en su presencia, ver:
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/11/la-practica-laical-de-la-presencia-de.html
Para vivir en el abandono, ver:
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/11/el-abandono-en-la-divina-providencia-en.html
Para conocer la Oracion de Jesus, ver:
http://ecclesiaprimus.blogspot.com/2009/08/la-oracion-del-nombre-de-jesus.html
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