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Las Escalonias |
Somos una comunidad Cisterciense (trapense) fundada en 1986 por el Monasterio de La Oliva (Navarra)
La tradición monástica cisterciense, con sus más de 900 años de
antigüedad, forma parte de la tradición monástica benedictina, que a su
vez data de hace más de 1500 años. Y a través de ella hunde sus raíces
en el monacato cristiano primitivo, surgido en los primeros siglos de la
historia de la Iglesia. Esto muestra bien cómo el fenómeno monástico
trasciende por sí mismo los tiempos y, más allá de las formas concretas,
más o menos caducas, que a lo largo de los siglos ha ido tomando, posee
una gran fuerza auto regeneradora.
Estamos situados en la provincia de Córdoba, cerca del límite con la
de Sevilla. Muy cerca desciende pausado hacia la capital hispalense el
rió Guadalquivir, y dos pequeños ríos desembocan en él, pasando primero
por nuestra finca plantada íntegramente de naranjos, que inundan de
verdor los alrededores, en medio de los cuales está enclavado el blanco
monasterio. Zona hermosa, tranquila, puro campo de amplios horizontes.
Nuestra comunidad es pequeña, entre 13 y 15 monjes.También somos la
única comunidad monástica masculina de toda Andalucía
• El Lugar
En el entorno del denominado “parque natural” de Hornachuelos www.hornachuelosrural.com/patrimonio.htmse
encuentra situado el monasterio cisterciense de Santa María de las
Escalonias. Emplazado en la falda de la serranía cordobesa, y en el
margen derecho del río Guadalora, forma parte de lo que fue el
marquesado de las Escalonias. En los deteriorados edificios de la casa
solariega de dicho marquesado, se ha asentado el actual monasterio
cisterciense.
Parece que se tienen noticias escritas de Las Escalonias desde el año
1441 que aluden a Don Lope Gutiérrez de los Ríos, canónigo con dignidad
de maestrescuela, de la catedral de Córdoba que, al ser elegido obispo
de Ávila, hizo donación de la finca a un sobrino suyo. En 1680, el
nombre de Escalonias con título de marquesado pasó por Real Decreto a
manos de Don Gutiérrez de los Ríos y Messía de la Cerda, nieto del
séptimo señor de Escalonias. Por los avatares de la historia, el
marquesado vendió la hacienda a principios de siglo (alrededor del 1918)
a la familia García-Verde que aunque sorianos de nacimiento se habían
asentado en Argentina, en donde prosperaron sobradamente. Sus
descendientes (la familia García Llorente), donaron al monasterio de La
Oliva la casa solariega y algo de terreno, con el fin de que se hiciera
la fundación de un monasterio cisterciense en el lugar.
Después de los veinte años de presencia monástica en el lugar, se han
ido transformando los edificios y los cultivos. En la actualidad la
finca se encuentra totalmente reforestada de naranjos, y los edificios
en gran parte restaurados, y adaptados a las nuevas exigencias de la
vida monástica. Conservando la hermosa entrada de eucaliptos, con el
reposo que da el verdor de los naranjos, el abundante fluir de las aguas
del Guadalora y el canal, se ha conseguido crear un espacio de paz y
sosiego para el espíritu, que es algo fundamental para los moradores del
monasterio cisterciense, y para todos aquellos que los visitan,
buscando un lugar de solaz para el espíritu.
El conjunto de edificos se encuentras totalmente remodelado salvo la
construcción de otra hospedería, de mayor capacidad cuyas obras
comenzarán el próximo mes de noviembre. Notable ha sido el
acondicionamiento del terreno, cuyo estado salvaje ha sido transformado
en una hermosa plantación de naranjos. Fueron los monjes pioneros en
este tipo de plantación en esta región de la provincia cordobesa, y ha
tenido tanto éxito que todo el entorno sea ahora un inmenso y bello
naranjal. Los naranjos son una ayuda para el principal medio de
subsistencia que actualmente consiste en una lavandería industrial.
• La fundación
En la tarde del 8 de enero de 1986 llegaron el Abad de La Oliva, Dom
Mariano Crespo, y los dos primeros monjes que se hicieron cargo de la
donación y comenzaron la vida regular en régimen de Pre-fundación, con
el P. Francisco Sánchez Alías como primer superior. En la mañana del día
9 se celebró la primera eucaristía en el lugar y a partir de entonces,
los monjes cistercienses han asegurado día a día el rezo de la Liturgia
de las Horas y la celebración eucarística. Comenzaron por ser una célula
monástica germinal, y en la actualidad es una fundación consolidada,
aprobada como tal por la Orden y constituida oficialmente el día de la
solemnidad de Santa María de las Escalonias -17 de Mayo- de 1994. El
noviciado, abierto en la fundación desde el domingo primero de adviento
de 1994, cuenta actualmente con varios jóvenes en proceso de formación.
Como medio principal de trabajo y subsistencia, la comunidad tiene desde
1998 una lavandería industrial, dotada de la mas actualizada
tecnología.
A pesar de las grandes dificultades iniciales, la comunidad ha ido
creciendo y actualmente está formada por 12 hermanos. Vocaciones, pues,
no faltan, quizá porque actualmente somos el único monasterio de vida
contemplativa existente en toda Andalucía, después de haberse cerrado la
antigua Cartuja de Jerez. Esto es para nosotros un reto, a pesar de la
pobreza humana y espiritual de que nos sabemos portadores. Quiera Dios
que esta fundación llegue a afianzarse, para que no quede desarraigada
de Andalucía el testimonio, siempre tan antiguo y tan nuevo de la vida
monástica.
• La hospedería
A mediados de marzo de 2003, la comunidad inauguró el nuevo edificio
de la hospedería, que consta de dos pisos con amplio comedor y 16
habitaciones con capacidad para más de veinte personas. La tradicional
hospitalidad benedictina sigue siendo importante en nuestros
monasterios, por lo que nuestra hospedería está abierta a todos nuestros
hermanos, hombres y mujeres, a quienes debemos acoger como a Cristo.
Los monjes gozamos cuando las personas que nos visitan participan en
nuestras oraciones, se benefician del ambiente de soledad, silencio y
recogimiento que podemos ofrecerles. Y más aún cuando, dentro de
nuestras limitaciones, podemos ayudarles a sanar las heridas que traen
en su interior. Por eso no admitimos a personas que vengan con fines
simplemente turísticos, buscando más o menos un hotel barato, sin más
finalidad.
• La Orden
El monasterio de Las Escalonias pertenece a la Orden Cisterciense de
la Estricta Observancia , (O.C.S.O.), cuyos monjes son popularmente
conocidos como Trapenses . Los Cistercienses son una rama de la
corriente monástica benedictina, predominante en la iglesia católica
latina. Surgieron a finales del siglo XI y comienzos del XII, en un
monasterio benedictino llamado Cister , situado en la región francesa de
Borgoña, para responder a las exigencias de renovación espiritual y
monástica de aquella época, y desde entonces ha formado uno de los
patrimonios espirituales más ricos de la iglesia.
Los historiadores han presentado el siglo XII como la edad de oro de
la Orden, sobre todo en Francia. Otros países de Europa, como Alemania y
Países Bajos, conocieron su edad de oro en los siglos XIII y XIV, y
España más tarde todavía: en los siglos XVI y XVII, coincidiendo con el
Siglo de Oro español. Actualmente, la familia cisterciense está formada
por dos órdenes masculinas y varias congregaciones femeninas diseminadas
por todo el territorio español, contando además con monasterios en casi
todas las partes del mundo.
Nota espiritual
Junto a organizadores sabios y prudentes que aseguraron las bases
jurídicas de la Orden, Císter conoció desde sus mismos orígenes un
número impresionante de escritores espirituales. En la segunda mitad del
siglo XII fue tan fecunda esta corriente literaria que se puede hablar
con razón de una escuela mística cisterciense. El más universal de sus
santos es Bernardo de Claraval, que es la figura más importante e
influyente de la cristiandad del siglo XII. Orador consumado, reformador
del monacato y de la institución eclesial de su tiempo, predicador de
la segunda Cruzada, consejero de las más altas personalidades de la
época, defensor incansable de la fe, hábil polemista y escritor insigne,
hombre de iglesia y místico por experiencia y vocación, arrastró a la
vida monástica con su ejemplo a los espíritus más fervientes y animosos
de su tiempo.
A su lado brillan con luz propia otros maestros espirituales, como
Guillermo de Saint-Thierry, Elredo de Rieval, Guerrico de Igny, Isaac de
la Estrella, Gilberto de Hoyland, Balduino de Ford y otros muchos. El
siglo XIII será, por su parte, la época dorada de la mística femenina
cisterciense. La actividad literaria de unos y otras constituye un
cuerpo de doctrina espiritual, que es la base del Patrimonio
cisterciense tal como se desarrollará a través de los siglos.
Más modernamente, el monje americano Thomas Merton, cuyos escritos se
siguen editando sin cesar aun después de su muerte, es una de las
fuentes de inspiración espiritual más respetadas y leídas en todo el
mundo y el último gran cisterciense universal. Junto a él hemos de
añadir, en España, al Hermano Rafael Arnáiz Barón, actualmente Beato
Rafael, monje del monasterio hermano de San Isidro de Dueñas, en tierras
palentinas, que es una de las figuras espiritualies más sobresalientes
del siglo XX.
La vida cisterciense se caracteriza por la búsqueda de Dios en la
sencillez, en el trabajo y en la oración, según la estructura de vida
marcada por la Regla de San Benito.
Visita nuestro sitio web en: www.monasterioescalonias.org |
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