miƩrcoles, 23 de mayo de 2012

Oficio Divino (LITURGIA DE LAS HORAS)



Oficio DivinoLITURGIA DE LAS HORAS  Oficio de Lectura con textos
-Padre Jordi Rivero
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA
-Liturgia de las Horas #1174-1199 

Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cÔnticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero.
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Cat. #1196
Liturgia de la Horas
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Ordenación General
Breviario -El libro. QuƩ es.
Invitatorio
Enlaces Liturgia de las Horas -Aciprensa. Texto completo para todos los dĆ­as del ciclo. OficioDivino.org -Catolicos.org LiturgiaDeLasHoras.org
Liturgia de las Horas  -Trinidad
Liturgia -Nuestra pag. de liturgia

El oficio divino (Liturgia de las Horas) es el conjunto de oraciones (salmos, antĆ­fonas, himnos, oraciones, lecturas bĆ­blicas y otras) que la Iglesia ha organizado para ser rezadas en determinadas horas de cada dĆ­a. El oficio divino es parte de la liturgia y, como tal, constituye, con la Santa Misa, la plegaria pĆŗblica y oficial de la Iglesia. Su fin es consagrar las horas al SeƱor, extendiendo la comunión con Cristo efectuada en el Sacrificio de la Misa. Quien reza el oficio hace un paro en las labores para rezar con la Iglesia aunque se encuentre fĆ­sicamente solo. Aunque sin duda es necesaria la oración privada, tambiĆ©n es necesario que recemos formalmente unidos como Iglesia.
Los sacerdotes, religiosos y religiosas tienen obligación de rezar el Oficio Divino.
La Iglesia invita a TODOS a rezar la Liturgia de las Horas:
Se invita encarecidamente tambiĆ©n a los demĆ”s fieles a que, segĆŗn las circunstancias, participen en la Liturgia de las Horas, puesto que es acción de la Iglesia. -Código de Derecho Canónico [Canon 1174 § 2. ]
La Liturgia de las Horas se reza en diferentes "horas" del dĆ­a. Las principales son los "laudes", que se hacen por la maƱana antes de comenzar las labores , y las "vĆ­speras", al atardecer, cuando regresamos a casa.  Cada una requiere solo unos 15 minutos y se pueden muy bien hacer en familia. ¡Le recomendamos que le pida a un sacerdote o religiosa para que le enseƱe y se una a la oración de la Iglesia! 
Ya los judĆ­os desde antes de Cristo tenĆ­an la prĆ”ctica de orar en horas establecidas. JesĆŗs mismo, como judĆ­o piadoso, rezaba en estas horas.  En la hora nona, mientras colgaba de la cruz, rezó las primeras palabras del salmo 22: "Dios mĆ­o, por quĆ© me has abandonado"
SegĆŗn las Sagradas Escrituras debemos orar si cesar:
  • "(JesĆŗs) les decĆ­a una parĆ”bola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer" -Lucas 18:1
  • San Pablo enseƱa a vivir "perseverantes en la oración"  -Romanos 12:12
  • La Iglesia siempre ha enseƱado la importancia de la oración continua. Los Hechos de los Apóstoles presenta el testimonio de los primeros cristianos: "Todos ellos perseveraban en la oración" -Hechos 1:14
  • El oficio divino es la forma oficial de implementar en la vida diaria la "oración continua" de manera que se mantenga una perpetua comunión con Dios. El oficio, siendo oración hecha como Cuerpo de Cristo, es la misma respiración de la Iglesia y expresión de la vida cristiana que es unión con Dios.
    Las horas del oficio divino: Estas horas se llaman "horas canónicas".
    Recuerde que no es necesario para los laicos rezarlas todas para participar de esta oración. P
    ueden reducir el oficio a estas dos horas: Los Laudes antes de ir a trabajar y las VĆ­speras al terminar los trabajos. 
  • Maitines (la oración de la maƱana) tambiĆ©n llamadas (matutinae laudes o alabanzas matutinas). El nombre es del latĆ­n matutinus.  La primera de las horas canónicas. Antiguamente se cantaban los maitines durante las primeras horas del dĆ­a, poco despuĆ©s de la media noche
  • Laudes, que significa "alabanzas". Es, con las vĆ­speras, una de las horas principales. Consiste de un himno, dos salmos, un cĆ”ntico del Antiguo o del Nuevo Testamento, una lectura corta de la Biblia, el Benedictus, responsorios, intercesiones, el Padrenuestro y una oración conclusiva.
  • "horas menores"
        Prima
    : primera hora despuƩs de salir el sol, aprox. 6AM
        Tercia: tercera hora despuĆ©s de salir el sol, aprox. 8AM
        Sexta: sexta hora, aprox. 11AM
        Nona: novena hora, aprox. 2PM
  • VĆ­speras: (viene de "vesper": tarde). Es el oficio de la tarde. Consiste de un himno, dos salmos, un cĆ”ntico del Antiguo o del Nuevo Testamento, una lectura corta de la Biblia, el Magnificat de la SantĆ­sima Virgen, responsorios, intercesiones, el Padrenuestro y una oración conclusiva.
  • Completas: oraciones del oficio divino al acostarse. 
  • En los monasterios suelen cerrar el oficio las antĆ­fonas de la SantĆ­sima Virgen MarĆ­a, costumbre que parte del siglo XIII
  • TambiĆ©n se reza diariamente el Oficio de las lecturas que consiste en tres salmos y de dos lecturas, una de la Biblia y la otra de otra fuente, generalmente de los Padres, de los santos o de un documento de la Iglesia.
  • Historia
    Durante la Edad Media el Oficio Divino se organizó partiendo principalmente de los monasterios benedictinos.  En su regla, San Benito recomienda insistentemente a sus monjes que durante sus viajes no dejen pasar las horas de la oración. DebĆ­an rezar cada semana el salterio Ć­ntegro (los 150 salmos).
    Para rezar algunas horas, las "horas menores", no era obligación acudir a la iglesia, sino que, al escuchar la trompeta o campana, los monjes, interrumpiendo sus ocupaciones se ponĆ­an a orar en el lugar que se encontraban (como hacen los musulmanes). Para las "horas mayores", (maitines, laudes, vĆ­speras), toda la comunidad se reunĆ­a en la iglesia.
    A partir del siglo XII, por la influencia de los frailes menores (Franciscanos), que viajaban con frecuencia, se promulgó un libro abreviado (breviario) ya que era imposible llevar los numerosos volúmenes que se requieren en el monasterio.
    La actual forma del Oficio Divino fue promulgada por el Papa Paulo VI en 1970 en la constitución apostólica Laudis Canticum.  Los textos y los arreglos de la liturgia de las horas fueron revisados de acuerdo a las directrices del Concilio Vaticano Segundo (Constitución sobre la Liturgia, IV, 83-101).
    Organización del Oficio Divino
    Como aparece en el Breviario, el oficio estĆ” dividido en:
  • El Propio del Tiempo, con lecturas bĆ­blicas y homilĆ­as.
  • Solemnidades del SeƱor
  • El Ordinario (el orden regular cuando no hay una fiesta seƱalada)
  • El Salterio (salmos para las diferentes horas) que sigue un ciclo de cuatro semanas.
  • El Propio de los Santos, con secuencia de fiestas
  • Oficios Comunes, para las Misas votivas
  • El Oficio de los Muertos.
  • Un suplemento contiene cĆ”nticos y lecturas de la Palabra para las vigilias, pequeƱas oraciones de intercesión, e Ć­ndices detallados.
  • La revisión del Breviario desde el Concilio Vaticano Segundo prescribe:
    Oficio de las Lecturas, Oración de Laudes (maƱana), Oración del DĆ­a (optar por una de las menores),  Oración de VĆ­speras (Atardecer) y  Completas (Oración de la Noche). Estas incluyen las antĆ­fonas apropiadas, asĆ­ como las oraciones, salmos, cĆ”nticos, himnos, y responsorios que aparecen en el breviario.
    Para todo el clero, religiosos y religiosas, el Oficio Divino continĆŗa siendo obligación formal. Su primer cometido es orar por el pueblo y en nombre del pueblo que se les ha encomendado.  Lo ideal es que el clero rece con su pueblo en cuanto sea posible
    Aunque no es obligación para los laicos, La Iglesia recomienda a todos los fieles que recen el Oficio Divino. San PĆ­o X, en 1903 exhortó encarecidamente al pueblo cristiano a participar en el Oficio Divino.  El Concilio Vaticano II confirmó esta recomendación que aparece tambiĆ©n en el Catecismo de la Iglesia Católica:
    #1196    Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cĆ”nticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del EspĆ­ritu Santo sobre el mundo entero.
    Aparece también en la actual ley canónica:
    "Se invita encarecidamente tambiĆ©n a los demĆ”s fieles a que, segĆŗn las circunstancias, participen en la Liturgia de las Horas, puesto que es acción de la Iglesia."  -Canon 1174 § 2. 
    Lamentablemente, poco se ha implementado.

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