![17. Cuando te asusta el futuro](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_v9AezS6OKTluSYDYM9AJDoVOtftvWvNR11BjGcPFw4wvgNW4PYzbuE-8vC7SmYeaWJk_uYGiUp0rvRfwi846dKzUDOM7ZEPbP-fJmM20KysOgYmv3B9sV6e3FWqa-fUaNke7VNf_YSVtvn=s0-d) |
Cuando te asusta el futuro |
Mirad las aves del cielo: no siembran
ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial
las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Mateo 6, 26
PALABRA
DE DIOS
Abandono en la Providencia
“«Por eso os digo:
No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por
vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la
vida que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan,
ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién
de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un
solo codo a la medida de su vida? Y del
vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo
crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo
que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como
uno de ellos. Pues si a la hierba del campo,
que hoy es y mañana se echa al horno, Dios
así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros,
hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué
vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos
a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los
gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad
de todo eso. Buscad primero el Reino de Dios y
su justicia, y todas esas cosas se os darán por
añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana
se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con
su propio mal.” Mateo 6, 25-34
“¿No se venden cinco
pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos
está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de vuestra cabeza
están todos contados. No temáis; valéis más que muchos pajarillos.” Lucas
12, 6-7
Preocuparse por lo que vale la pena
“Tú
que hiciste las cosas pasadas, las de ahora y las venideras, que
has pensado el presente y el futuro y sólo sucede lo
que tú dispones, y tus designios se presentan y te dicen: «¡Aquí
estamos!» Pues todos tus caminos están ya preparados y tus juicios previstos de
antemano.” Judit 9, 5-6
“A los ricos de este mundo
recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en
lo inseguro de las riquezas sino en Dios, que nos
provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos; que practiquen
el bien, que se enriquezcan con bellas obras, que den
con generosidad y con liberalidad; de esta forma irán atesorando
para el futuro un excelente fondo con el que podrán
adquirir la vida verdadera.” 1 Timoteo 6, 17-19
“Jesús dijo:
«Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque alguien posea
abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.» Les dijo una
parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto;
y pensaba entre sí, diciendo: `¿Qué haré, pues no tengo
dónde almacenar mi cosecha?´ Y dijo: `Voy a hacer
esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes,
reuniré allí todo mi trigo y mis bienes y
diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva
para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.´ Pero Dios
le dijo: ´¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma;
las cosas que preparaste, ¿para quién serán?´ Así es
el que atesora riquezas para sí y no se enriquece
en orden a Dios.»” Lucas 12, 15-21
“Confiadle todas vuestras preocupaciones,
pues El cuida de vosotros.” 1 Pedro 5, 7
El poder de
la oración
“Jesús les respondió: «Tened fe en Dios. Yo
os aseguro que quien diga a este monte: `Quítate y
arrójate al mar´ y no vacile en su corazón sino
que crea que va a suceder lo que dice, lo
obtendrá. Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la
oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis.” Marcos
11, 22-24
No tener miedo en las dificultades
“Si Dios
está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó
ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas
las cosas?¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?,
¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?,
¿la espada?, como dice la Escritura: Por tu causa somos
muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero.
Pero en todo esto salimos más que vencedores gracias
a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni
la muerte ni la vida ni los ángeles ni los
principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades
ni la altura ni la profundidad ni otra criatura
alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo
Jesús Señor nuestro.” Romanos 8, 31-32. 35-39
“«No temas, pequeño
rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros
a vosotros el Reino. «Vended vuestros bienes y dad limosna.
Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en
los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla
corroe; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón.” Lucas 12, 32-34
ORACION
Oración para pedir serenidad
Señor, concédeme
la SERENIDAD, para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
VALOR, para cambiar las cosas que si puedo; y SABIDURÍA,
para conocer la diferencia. Amén.
REFLEXION
Mensaje
de Jesús
¿Por que te confundes y te agitas ante los
problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus
cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en
mí todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.
No te
desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras
exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del
alma y dime con calma. JESÚS, YO CONFÍO EN TI.
Evita
las preocupaciones, angustias y los pensamientos sobre lo que pueda
suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus
ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad.
Abandónate confiadamente en
mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu
futuro. Dime frecuentemente: JESÚS, YO CONFÍO EN TI.
Lo que más
daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas
y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me
dices: JESÚS, YO CONFÍO EN TI, no seas como el
paciente que le pide al médico que lo cure, pero
le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis
brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO.
Si crees que
las cosas empeoraron o se complican a pesar de tu
oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.
Continúa diciéndome a toda hora JESÚS, YO CONFÍO EN
TI. Necesito las manos libres para poder obrar. No
me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso: agitarte,
angustiarte, quitarte la paz. Confía sólo en mí abandonándote en
mí. Así que no te preocupes, echa en mí todas
tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: JESÚS, YO CONFÍO
EN TI y verás grandes milagros. Te lo prometo por
mi amor. Jesús
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario