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1. Cuando quieres agradecer las misericordias del Señor |
En todo dad gracias, pues esto es lo
que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. 1a. Tesalonicenses
PALABRA DE
DIOS
A Dios le agarda nuestra gratitud
“Todo cuanto hagáis, de
palabra y de obra, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de
él.” Colosenses 3, 17
“«Bendecid a Dios y proclamad ante
todos los vivientes los bienes que os ha concedido, para
bendecir y cantar su Nombre. Manifestad a todos los hombres
las acciones de Dios, dignas de honra, y no seáis
remisos en confesarle. Bueno es mantener oculto el secreto
del rey y también es bueno proclamar y publicar las
obras gloriosas de Dios.” Tobías 12, 6-7
“De camino a
Jerusalén, pasó Jesús por los confines entre Samaría y
Galilea. Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro
diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y,
levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»
Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.»
Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos,
viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz,
y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús,
le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la
palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los
otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a
dar gloria a Dios sino este extranjero?» Y le dijo:
«Levántate y vete; tu fe te ha salvado.» Lucas 17, 11-19
Recordemos
las misericordias del Señor
“Las misericordias de Yahvé quiero
recordar, las alabanzas de Yahvé, por todo lo que nos
ha premiado Yahvé, por la gran bondad para la casa
de Israel, que tuvo con nosotros en su misericordia, y
por la abundancia de sus bondades. Dijo él: «De cierto
que ellos son mi pueblo, hijos que no engañarán.» Y
fue él su Salvador en todas sus angustias. No fue
un mensajero ni un ángel: él mismo en persona los
liberó. Por su amor y su compasión él los rescató:
los levantó y los llevó todos los días desde siempre.”
Isaías 63, 7-9
Invitación a la alabanza divina
“Venid,
cantemos gozosos a Yahvé, aclamemos a la Roca que nos
salva; entremos en su presencia dándole gracias, aclamándolo con salmos. Porque un
gran Dios es el Señor, Rey grande sobre todos los
dioses; él sostiene las honduras de la tierra, suyas son las
cumbres de los montes; suyo el mar, que él mismo hizo,
la tierra firme que formaron sus manos. Entrad, rindamos homenaje inclinados,
¡arrodillados ante El Señor que nos creó! Porque él es nuestro
Dios, nosotros somos su pueblo, el rebaño que el guía.” Salmo
94
“Bendice, alma mía, al Señor, el fondo de mi
ser, a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor ,
nunca olvides sus beneficios. Él, que tus culpas perdona, que cura
todas tus dolencias, rescata tu vida de la fosa, te corona
de amor y ternura, satura de bienes tu existencia, y tu
juventud se renueva como la del águila.” Salmo 102
Himno de acción
de gracias
“Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
por haber escuchado las palabras de mi boca. En presencia
de los ángeles tañeré en tu honor, me postraré en dirección
a tu santo Templo. Te doy gracias por tu amor y
tu verdad, pues tu promesa supera a tu renombre. Cuando te
invoqué, me escuchaste, y fortaleciste mi ánimo. Te dan gracias, Señor,
los reyes de la tierra, cuando escuchan las palabras de
tu boca; y celebran las acciones del Señor: ¡Qué grande es la
gloria del Señor! El Señor completará lo que hace por mi!
¡Tu amor es eterno, Señor, no abandones la obra de
tus manos!” Salmo 137
Magnificat (Cántico de María)
“Y dijo María:
«Alaba mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu
se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los
ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde
ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho
en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su
nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a
los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo,
dispersó a los de corazón altanero. Derribó a los potentados
de sus tronos y exaltó a los humildes. A los
hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con
las manos vacías. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de
la misericordia como había anunciado a nuestros padres en favor
de Abrahán y de su linaje por los siglos.»” Lucas 1,
46-55
Recomendación de San Pablo
“Estad siempre alegres en el Señor;
os lo repito, estad alegres. Que vuestra clemencia sea conocida
de todos los hombres. El Señor está cerca. No os
inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad
a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica,
acompañadas de la acción de gracias. Y la paz de
Dios, que supera toda inteligencia, custodiará vuestros corazones y vuestras
mentes en Cristo Jesús.” Filipenses 4, 4-7
Cántico del justo
“Es bueno
dar gracias a Dios, cantar en tu honor, Altísimo, publicar tu
amor por la mañana y tu fidelidad por las noches, con
el arpa de diez cuerdas y la lira, acompañadas del
rasgueo de la cítara. Pues con tus hechos, Dios, me alegras,
ante las obras de tus manos grito: «¡Qué grandes son tus
obras, Dios, y qué hondos tus pensamientos!» El hombre estúpido no
entiende, el insensato no lo comprende. Aunque broten como hierba los
malvados o florezcan todos los malhechores, acabarán destruidos para siempre; ¡pero
tú eres eternamente excelso! Mira cómo perecen tus enemigos, se dispersan
todos los malhechores. Pero me dotas de la fuerza del búfalo,
aceite nuevo derramas sobre mí; veré la derrota del que me
acecha, escucharé la caída de los malvados. El justo florece como
la palma, crece como un cedro del Líbano. Plantados en la
Casa de Dios, florecen en los atrios de nuestro Dios. Todavía
en la vejez producen fruto, siguen llenos de frescura y
lozanía, para anunciar lo recto que es Dios: «Roca mía, en
quien no hay falsedad».” Salmo 91
¡Aleluya! ¡Dad gracias a Yahvé, porque
es bueno, porque es eterno su amor! Del Salmo 117
ORACION
Oración para dar gracias
Señor Jesús, estoy contento por muchas
cosas y te doy gracias por todo lo bueno que
me has dado. Pero te doy gracias, sobre todo, porque
estás siempre conmigo, como un amigo que nunca falla. Gracias,
Señor.
REFLEXION
Jesús nos dio ejemplo
“Por
ser Jesucristo la revelación y el don de la gracia
perfecta, su persona es la revelación de la perfecta acción
de gracias dada al Padre en el Espíritu Santo. Toda
su vida fue una perfecta acción de gracias al Padre
y sólo Él es nuestra acción de gracias, como sólo
Él es nuestra alabanza. Él es el que primero da
gracias al Padre y por Él, con Él y en
Él, nosotros.
La acción de gracias por excelencia
La Eucaristía es un
sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición por
la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por
todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante
la creación, la redención y la santificación. “Eucaristía” significa, ante
todo, acción de gracias.”
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