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Guillermo Tirry, Beato |
Nacido en la ciudad de Cork (Irlanda) en
el seno de una familia de comerciantes profundamente católica, de
la que procedía un tío obispo con el mismo nombre,
entró en la Orden de San Agustín, estudiando en Valladolid,
París y Bruselas. Por obediencia a las decisiones de sus
superiores, regresó a Irlanda algunos años antes del comienzo del
levantamiento del Ulster (1641). En 1646 fue nombrado secretario del
Padre provincial Driscoll, y en 1649 prior del convento de
Skreen. Tras la llegada de Cromwell, que le hizo imposible
el ejercicio de este oficio, sirvió a Fethard (Tipperary) como
preceptor, ejerciendo ocultamente el ministerio sacerdotal.
Traicionado por cinco
libras esterlinas, fue capturado mientras se encontraba revestido con los
ornamentos sagrados en la mañana del sábado santo de 1654.
A la vez le encontraron algunos escritos en defensa de
la fe católica. Inmediatamente fue conducido a la cárcel de
Clonmel, y aunque se le ofreció la libertad a cambio
de la adhesión a la doctrina de la reforma anglicana,
todo fue inútil. El tribunal lo acusó de traición en
virtud de las normas proclamadas el 6 de enero de
1653 que prohibían a los sacerdotes la permanencia en el
país. En su defensa respondió que en los asuntos temporales
reconocía el gobierno, pero no en los espirituales, en que
seguía lo que su conciencia le dictaba, acatando sólo las
órdenes de sus superiores religiosos y del Papa. Después de
alguna indecisión, el tribunal, presionado por los militares, lo declaró
culpable, condenándolo a ser “colgado por el cuello hasta que
le llegase la muerte”.
Para la ejecución Tirry vistió
el hábito agustiniano. En el camino hacia la colina junto
a Fethard en que debía llevarse a efecto la sentencia,
con una cadena en las muñecas y una cuerda al
cuello, exhortó a la multitud reunida a mantener su fe
religiosa y su fidelidad al Papa. Ya en el patíbulo,
después de haber perdonado a quienes le habían vendido y
haber rezado por ellos, pidió perdón de sus pecados, suplicando
la absolución de algún sacerdote, si por casualidad se encontraba
entre el gentío que asistía a la escena. Suponía que
el P. O’Driscoll le estaba escuchando, como así era, mezclado
con el público presente.
Murió ahorcado en 1654, el
2 de mayo según el calendario juliano, 12 del gregoriano,
seguido en la mayor parte de Europa.
Fue beatificado
por Juan Pablo II el 27 de septiembre de 1992
junto a otros 16 mártires irlandeses sacrificados entre 1579 y
1654.
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