Letanías de la Humildad (del Cardenal Merry del Val) |
Jesús manso y humilde de Corazón, -Óyeme. (Después de cada frase decir: Líbrame Jesús) Del deseo de ser lisonjeado, Del deseo de ser alabado, Del deseo de ser honrado, Del deseo de ser aplaudido, Del deseo de ser preferido a otros, Del deseo de ser consultado, Del deseo de ser aceptado, Del temor de ser humillado, Del temor de ser despreciado, Del temor de ser reprendido, Del temor de ser calumniado, Del temor de ser olvidado, Del temor de ser puesto en ridículo, Del temor de ser injuriado, Del temor de ser juzgado con malicia (Después de cada frase decir: Jesús dame la gracia de desearlo) Que otros sean más amados que yo, Que otros sean más estimados que yo, Que otros crezcan en la opinión del mundo y yo me eclipse, Que otros sean alabados y de mí no se haga caso, Que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil, Que otros sean preferidos a mí en todo, Que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda, Oración: Oh Jesús que, siendo Dios, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para ser ejemplo perenne que confunda nuestro orgullo y amor propio. Concédenos la gracia de aprender y practicar tu ejemplo, para que humillándonos como corresponde a nuestra miseria aquí en la tierra, podamos ser ensalzados hasta gozar eternamente de ti en el cielo. Amén. |
*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
miércoles, 21 de diciembre de 2011
Letanías de la Humildad
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario