*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
martes, 20 de diciembre de 2011
¡ADVIENTO!
ES UN BELLO MENSAJE QUE LO COMPARTO CON USTEDES
ALÉGRATE, QUE EL SEÑOR VIENE A TU ENCUENTRO
DECÁLOGO PARA LA CUARTA SEMANA DE ADVIENTO
Lee Jn 1,6-28
La verdadera Alegría de la Navidad no es exterior sino interior, dale en estos días sentido cristiano, y no simplemente utilices el nombre cristiano, sin vivirla como tal
1. ALÉGRATE por haber sido tocado por Dios desde el día de tu Bautismo. Eres hijo suyo y, además, en Belén te demostrará una vez más su gran amor: JESÚS..
2. ALÉGRATE en medio de las contrariedades. Sonríe, aunque a veces, estés llorando por dentro.
3. ALÉGRATE aunque la suerte no te sonría. Dios te acompaña y, tarde o temprano, te dará respuesta.
4. ALÉGRATE porque Dios sale a tu encuentro. Se hace hombre por salvarnos, para que le veamos, para romper las distancias existentes entre la tierra y el cielo.
5. ALÉGRATE para infundir alegría a nuestro mundo. El pesimismo no se combate con más actitudes de tristeza y, por el contrario, sí con una buena dosis de alegría cristiana.
6. ALÉGRATE aunque, aparentemente, no consigas los efectos deseados. Tampoco Dios, en Belén, se hizo sentir con mucho éxito sino todo lo contrario.
7. ALÉGRATE en el trabajo. Que se note que eres cristiano. Que irradies la alegría de la próxima Navidad: Dios en medio de nosotros.
8. ALÉGRATE porque, como Juan Bautista, también tú puedes ser pregonero del Nacimiento de Cristo, de su fuerza y de su Palabra.
9. ALÉGRATE esperando en Dios y, sobre todo, trabajando y optando por su inminente llegada: ¡El Señor está cerca!
10. ALÉGRATE y, lejos de pretender que cambien los demás, cambia un poco tú. Que el Señor, cuando llegue, encuentre por lo menos tu camino limpio y bien preparado para su Nacimiento.
Que la preparación gozosa de la Navidad, sea vida en tu vida, en tu familia, en tu trabajo y en todo lo que haces, vives y realizas.
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