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viernes, 6 de diciembre de 2013

Adversidades de la vida



Autor desconocido

Un viajero muy cansado llegó a la orilla de un río. No había un puente por   el cual se pudiera cruzar. Era invierno y la superficie del río se hallaba congelada.  Obscurecía y deseaba llegar pronto al pueblo que se encontraba a poca distancia del río, mientras hubiera suficiente luz para distinguir el camino. Llegó a preguntarse si el hielo sería lo suficientemente fuerte para soportar su peso. Como viajaba solo y no había nadie más en los alrededores, una fractura y caída en el río helado significaría la muerte; pero pasar la noche en ese hostil paraje representaba también el peligro de morir por hipotermia.


Por fin, después de muchos titubeos y miedos, se arrodillo y comenzó, muy
cauteloso, a arrastrase por encima del hielo. Pensaba que, al distribuir el
peso de su cuerpo sobre una mayor superficie, sería menos probable que el
hielo se quebrara bajo su peso. 

Después de haber recorrido la mitad del trayecto en esta forma lenta y
dolorosa, de pronto escuchó el sonido de una canción detrás de sí. De la
noche salió un carruaje tirado por cuatro caballos, lleno de carbón y
conducido por un hombre que cantaba con alegría mientras iba en su
despreocupado camino. Allí se encontraba nuestro cauteloso viajero. Arrastrándose con manos y pies, mientras, a su lado, como un viento
invernal, pasó el conductor con su carruaje, caballos y pesada carga ¡¡¡por
el mismo río!!! (Herb Smith)

Esta historia nos ilustra cómo muchas personas pasan por las dificultades que les presenta la vida: - Muchos se quedan en la orilla de la indecisión, incapaces de decidir qué camino tomar

- Otros prefieren permanecer allí, tratando de reunir suficiente valor para
llegar al otro lado del problema en que se encuentran. - Algunas personas se arrastran en la vida por temor a que las dificultades  se les vuelvan adversas
(Se les rompa el hielo). Su fe no es lo bastante fuerte para sostenerlos de pié en medio de la adversidad.

- Existen los que van silbando por el camino. Saben en quién tienen puesta su confianza y su fe es inquebrantable. 

Mi querido hermano, cuando se te presenten por la vida, ríos de adversidades,
no debes temer, ni arrastrarte por la vida. Dios nos ha prometido ayuda y con ésta, podemos enfrentar la dificultad y llegar con alegría al otro lado. 

Ya San Pablo nos lo decía: "Fiel es Dios que nunca nos va a dejar ser tentados más allá que nuestras propias fuerzas. Sino que junto con la prueba, nos dará la fortaleza para poder resistir" I Corintios 10,13


Productos de belleza...


Para el alma

El limpiador de tu alma es el perdón; deberás usarlo todo el tiempo, apenas veas una impureza, aplícalo. No te acuestes nunca sin haber pedido perdón y sin haber perdonado. El resultado será que en paz te acostarás y asimismo,  dormirás y tu sueño te sustentará.


La hidratante de tu alma es la oración; si no hidratas la piel de tu rostro, se marchita. Si no oras, tu alma se reseca, pero a medida que confías en Dios, el afán y la ansiedad desaparecen, y aprendes a reposar y esperar en el Señor.

La tonificante de tu alma es la alabanza, cuando alabas a Dios y vuelves a Él tus pensamientos, cuando te olvidas de ti mismo, sin egoísmo en tu corazón, quedas libre para que Dios ponga en ti su gozo.

Lo nutritivo de tu alma es la Palabra; así como en lo físico no puedes vivir sin alimentos, tu alma necesita el alimento de la Palabra de Dios, cuando te alimentas con la Palabra, la debilidad y la confusión desaparece, serás como árbol plantado junto a corrientes de agua.

El protector de tu alma es la coraza de la Fe; con la Fe te protegerás de las inclemencias de la vida, mirarás por encima de las circunstancias y pasarás victorioso en medio de las pruebas, a través de ti, Dios moverá montanas y alcanzarás a otros para gloria de Dios.

Si usas a diario estos productos de belleza, tu alma se mantendrá limpia y tu corazón será puro, te saciarás de bien, de modo que te rejuvenezcas como el águila.

 

Abrazos, besos y bendiciones


Lo fundamental; La familia

No tengo tiempo
 

Había un hombre serrando árboles en un bosque. Trabajaba con mucho entusiasmo y esfuerzo, sin embargo, se angustiaba por el bajo rendimiento que obtenía de su prolongado esfuerzo. Cada día le llevaba más tiempo acabar su tarea, de modo que con frecuencia le sorprendía la noche cuando aún le quedan bastantes troncos por serrar.

En su afán por trabajar cada día más, no se daba cuenta de que esa lentitud se debía a que el filo de la sierra que usaba estaba muy desgastado. Un buen día se le acercó un compañero y le preguntó:

- Oye, ¿cuánto tiempo llevas intentando cortar ese árbol?
- Más de dos horas.
- Es raro que lleves tanto tiempo si trabajas a ese ritmo..., ¿por qué no descansas un momento y afilas la sierra?
- No puedo parar, llevo mucho retraso.
- Pero luego irás más deprisa y pronto recuperarás los pocos minutos que supone afilar la sierra.
- Lo siento, pero tengo mucho trabajo pendiente y no puedo perder ni un minuto.- Y así concluyó aquella conversación.

Esta historia me hizo recordar a una persona que conocí hace algunos años. Era un empresario que tenía mucho éxito, un buen coche, una casa muy hermosa, una esposa excelente y tres hijos estupendos. Pero desafortunadamente, con frecuencia se le veía angustiado por su trabajo y no podía dedicar mucho tiempo a su familia. Era una persona muy responsable y dedicada; pasaba jornadas enteras trabajando. Creo que la principal motivación de su trabajo era dar lo mejor a su esposa y a sus hijos.

Poco a poco, fueron surgiendo problemas con su esposa, no había mucha comunicación entre los dos. Con frecuencia, llegaba muy cansado a su casa y ya no tenía ganas ni para hablar con sus esposa. A sus hijos los veía a penas en algunos momentos durante el día, dado que muchas veces ya dormían cuando llegaba a casa por lo intenso del trabajo.

Cuando cumplió 50 años, por fin podía disponer de tiempo libre. Su empresa gozaba de una buen equipo de trabajo y no era necesario dedicarle tanto tiempo como antes. 

Sus hijos ya se habían casado y por razones de trabajo y estudio se fueron a vivir al extranjero. Apenas los podía ver una o dos veces al año.

Hacía algunos años que su mujer lo había abandonado por falta de comunicación y entendimiento. Al final de su vida cayó en una profunda crisis y depresión, se sentía angustiado. Ciertamente era un hombre rico, había triunfado en su empresa gracias a su extraordinaria capacidad de trabajo; pero perdió su principal riqueza que era su familia.

Creo que a este buen hombre le pasó lo mismo que al serrador: olvidó lo fundamental, a su familia. Se le olvidó afilar bien la sierra; tener siempre presente la verdadera motivación de su trabajo.



Muchas veces nos puede pasar lo mismo por tener la buena voluntad de ser responsables, cumplidores. Podemos caer en el riesgo de perdernos en las cosas que hacemos y olvidamos del por qué las hacemos. Que fácil es decir que no tenemos tiempo. Tenemos tantas cosas que hacer.

¡Vence el mal con el bien!

Abrazos, besos y bendiciones





 

Naranjas para el personal

Autor desconocido

José trabajaba en una empresa desde hace dos años.
Siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones.

Llegaba puntual y estaba orgulloso que en 2 años nunca recibió una amonestación.

Cierto día buscó al Gerente para hacerle un reclamo:

-Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he sido postergado.
Mire; Fernando ingresó a un puesto igual al mío hace sólo 6 meses y ya ha sido promovido a Supervisor.

-¡Uhmm!-mostrando preocupación- le dice el gerente. Mientras resolvemos esto, quisiera pedirte que me ayudes a resolver un problema.

Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy. En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigua si tienen naranjas.




José se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.

-Bueno José, ¿qué averiguaste?

-Señor, tienen naranjas para la venta.

-¿Y cuánto cuestan?

-¡Ah!............... No pregunté por eso.

-Ok, ¿pero viste si tenían suficientes naranjas para todo el personal? (preguntaba serio).

-Tampoco pregunté por eso señor.

-¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

-No sé señor, pero creo...

-Bueno, siéntate un momento.

El Gerente tomó el teléfono y mandó llamar a Fernando.

Cuando se presentó, le dio las mismas instrucciones que le diera a José y en 10 minutos estaba de vuelta.

Cuando retornó el Gerente pregunta:

-Bien Fernando, qué noticias me tienes?

-Señor, tienen naranjas, lo suficiente para atender a todo el personal, y si prefiere también tienen plátano, papaya, melón y mango.

La naranja está a 1,5 pesos el kilo, el plátano a 2,2, el mango a 0,9 el kilo, la papaya y el melón a 2,8 pesos el kilo.

Me dicen que si la compra es por cantidad, nos darán un descuento del 8%.

He dejado separada la naranja pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

-Muchas gracias Fernando, pero espera un momento…
Se dirige a José, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:

-José, qué me decías?

Nada señor, eso es todo, muchísimas gracias, con su permiso…

Esta historia me recuerda al joven rico del evangelio. Jesús mismo nos enseña que debemos ir más allá de lo que se nos pide.

¿Hasta dónde piensas llegar hoy en tu compromiso con Cristo en el anuncio de su evangelio?

Abrazos, besos y bendiciones





 

Bienes invisibles


Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, en una pequeña ciudad del norte de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, ha colocado en la chimenea una gran media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos.


Pero su mamá sabe que no habrá regalos de Navidad para Tomás por su falta de dinero. Para evitar su desilusión, le explica que hay bienes visibles, que se compran con dinero, y bienes invisibles, que no se compran, ni se venden, ni se ven, pero que lo hacen a uno muy feliz: como el cariño de la mamá, por ejemplo.

Al día siguiente, Tomás despierta, corre a la chimenea y ve su media vacía. La recoge con emoción y alegría y se la muestra su mamá: "¡Está llena de bienes invisibles!", le dice, y se le ve feliz.

Por la tarde va Tomás al salón parroquial donde se reúnen los chicos, cada cual mostrando orgulloso su regalo. "¿Y a ti, Tomás, qué te ha traído Papá Noel?", le preguntan.

Tomás muestra feliz su media vacía: "¡A mí me ha traído bienes invisibles!", contesta. Los chicos se ríen de él. Entre ellos Federico un niño consentido quien tiene el mejor regalo pero no es feliz. Por envidia sus compañeros le hacen burla porque su lindo auto a pedal no tiene marcha atrás, y enfurecido destruye el valioso juguete.

El papá de Federico se aflige, y se pregunta como podría darle gusto a su hijo. 

En eso ve a Tomás sentado en un rincón, feliz con su media vacía. Le pregunta: "¿Que te ha traído Papá Noel?"

"A mí bienes invisibles", contesta Tomás ante la sorpresa del papá de Federico, y le explica que no se ven, ni se compran, ni se venden, como el cariño de una mamá.

El papá de Federico comprendió. Los muchos regalos visibles y vistosos no habían logrado la felicidad de su hijo. Tomás había descubierto, gracias a su mamá, el camino a la felicidad.


Abrazos, besos y bendiciones


El sueño de María



Tuve un sueño, José.... no lo pude comprender, realmente no, pero creo que se trataba del nacimiento de nuestro Hijo; creo que si era acerca de eso.

La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación. Decoraban las casas y compraban ropa nueva.

Salían de compras muchas veces y adquirían elaborados regalos.
Era muy peculiar, ya que todos los regalos no eran para nuestro Hijo. Los envolvían con hermosos papeles y los ataban con preciosos moños, todo lo colocaban debajo de un árbol. Si, un árbol, José, dentro de una casa.

Esta gente estaba decorando el árbol también. Las ramas llenas de esferas y adornos que brillaban.

Había una figura en lo alto del árbol, me parecía ver una estrella o un ángel, oh! Era verdaderamente hermoso.

Toda la gente estaba feliz y sonriente. Todos estaban emocionados por los regalos; se los intercambiaban unos con otros José, pero, no quedó alguno para nuestro Hijo.

Sabes, creo que ni siquiera lo conocen, pues nunca mencionaron su nombre; ¿no te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?.

Tuve la extraña sensación de que si nuestro Hijo hubiera estado en la celebración, hubiese sido un intruso solamente. Todo estaba tan hermoso José y todos tan felices, pero yo sentí enormes ganas de llorar.

Que tristeza para Jesús no querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños. Estoy contenta porque sólo fue un sueño, pero que terrible José, si esto hubiera sido realidad.

Abrazos, besos y bendiciones


El verdadero sentido de la navidad


Querido Amigo:

Hola, te amo mucho. Como sabrás, nos estamos acercando otra vez a la fecha en que festejan mi nacimiento.

El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor y me da la impresión que este año ocurrirá lo mismo. A fin de cuentas ¡llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días han salido anuncios y avisos sobre lo poco que falta para que llegue!

La verdad es que se pasan de la raya, pero es agradable saber que por lo menos un día del año, piensan en mí. Ha transcurrido ya mucho tiempo cuando comprendían y agradecían de corazón lo mucho que hice por toda la humanidad.

Pero hoy en día, da la impresión de que la mayoría de la gente apenas si sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños.

Por otra parte, me gusta que la gente se reúna y lo pase bien y me alegra sobre todo que los niños se diviertan tanto; pero aún así, creo que la mayor parte no sabe bien de qué se trata. ¿No te parece?

Como lo que sucedió, por ejemplo, el año pasado: al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta, pero ¿Puedes creer que ni siquiera me invitaron? ¡Imagínate! ¡Yo era el invitado de honor! ¡Pues se olvidaron por completo de mí!.



Resulta que habían estado preparándose para las fiestas durante dos meses y cuando llegó el gran día me dejaron al margen. Ya me ha pasado tantísimas veces que lo cierto es que no me sorprendió.

Aunque no me invitaron, se me ocurrió colarme sin hacer ruido. Entré y me quedé en mi rincón. ¿Te imaginas que nadie advirtió siquiera mi presencia, ni se dieron cuenta de que yo estaba allí?

Estaban todos bebiendo, riendo y pasándolo en grande, cuando de pronto se presentó un hombre gordo vestido de rojo y barba blanca postiza, gritando: "¡jo, jo, jo!".

Parecía que había bebido más de la cuenta, pero se las arregló para avanzar a tropezones entre los presentes, mientras todos los felicitaban.

Cuando se sentó en un gran sillón, todos los niños, emocionadísimos, se le acercaron corriendo y diciendo: ¡Santa Clos! ¡Cómo si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuera en su honor!

Aguanté aquella "fiesta" hasta donde pude, pero al final tuve que irme. Caminando por la calle me sentí solitario y triste. Lo que más me asombra de cómo celebra la mayoría de la gente el día de mi cumpleaños es que en vez de hacer regalos a mí, ¡se obsequian cosas unos a otros! y para colmo, ¡casi siempre son objetos que ni siquiera les hacen falta!

Te voy a hacer una pregunta: ¿A tí no te parecería extraño que al llegar tu cumpleaños todos tus amigos decidieron celebrarlo haciéndose regalos unos a otros y no te dieran nada a tí? ¡Pues es lo que me pasa a mí cada año!

Una vez alguien me dijo: "Es que tú no eres como los demás, a ti no se te ve nunca; ¿Cómo es que te vamos a hacer regalos?". Ya te imaginarás lo que le respondí.

Yo siempre he dicho "Pues regala comida y ropa a los pobres, ayuda a quienes lo necesiten. Ve a visitar a los huérfanos, enfermos y a los que estén en prisión!".

Le dije: "Escucha bien, todo lo que regales a tus semejantes para aliviar su necesidad, ¡Lo contaré como si me lo hubieras dado a mí personalmente!" (Mateo 25,34-40).

Muchas personas en esta época en vez de pensar en regalar, hacen bazares o ventas de garaje, donde venden hasta lo que ni te imaginas con el fin de recaudar hasta el último centavo para sus nuevas compras de Navidad.

Y pensar todo el bien y felicidad que podrían llevar a las colonias marginadas, a los orfanatorios, asilos, penales o familiares de los presos.

Lamentablemente, cada año que pasa es peor. Llega mi cumpleaños y sólo piensan en las compras, en las fiestas y en las vacaciones y yo no pinto para nada en todo esto. Además cada año los regalos de Navidad, pinos y adornos son más sofisticados y más caros, se gastan verdaderas fortunas tratando con esto de impresionar a sus amistades.

Esto sucede inclusive en los templos. Y pensar que yo nací en un pesebre, rodeado de animales porque no había más.

Me agradaría muchísimo más nacer todos los días en el corazón de mis amigos y que me permitieran morar ahí para ayudarles cada día en todas sus dificultades, para que puedan palpar el gran amor que siento por todos; porque no sé si lo sepas, pero hace 2 mil años entregué mi vida para salvarte de la muerte y mostrarte el gran amor que te tengo.

Por eso lo que pido es que me dejes entrar en tu corazón. Llevo años tratando de entrar, pero hasta hoy no me has dejado. "Mira yo estoy llamando a la puerta, si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos". Confía en mí, abandónate en mí. Este será el mejor regalo que me puedas dar. Gracias
Tu amigo Jesús

Abrazos, besos y bendiciones


Navidad


¿Qué significa la Navidad?
Lucas 2, 7

“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.

Lo primero que se nos viene a la mente en estas épocas de Navidad es la comida, el vestuario, la familia, las vacaciones, celebraciones, regalos, etc. Pero, ¿Realmente será esa la navidad que deberíamos celebrar?

Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús, aunque muchos de nosotros sabemos que bíblicamente no nació en esta época, pero el mundo entero ha tomado esta fecha para celebrar su nacimiento.

¿Esta mal celebrar la navidad?, personalmente creo que si nuestro objetivo fuera celebrar el nacimiento de Jesús, no tendríamos que esperar una vez al año para celebrarlo, puesto que Jesús nace cada día en muchos corazones que deciden permitirle que entre ha morar en ellos.

No confundamos el nacimiento de Jesús con fiestas paganas, fiestas que lejos de llevar el objetivo de rendirse ante el Rey de reyes y Señor de señores, llevan otros objetivos que no tienen nada que ver con agradar a Dios.

En estas fechas se dan la mayor cantidad de robos, la mayor cantidad de accidentes, niños quemados por la mal utilización de pólvora y muchas cosas mas, que lejos de ser buenas son malas. ¿Será esa la navidad que Jesús quiere que celebremos?

Para mi navidad es el nacimiento de Jesús en muchos corazones, un día fue navidad en mi vida, porque Jesús nació en mi corazón y hasta hoy en día sigue acá. Que mi objetivo principal en la vida es celebrarle todos los días, ¿Cómo?, puesta tan fácil como tratar de llevar una vida ordenada y agradable a El, una vida que busque por todos los medios que su nacimiento en mi corazón sea deseo de querer ser santo porque El lo es.

Amigo mío, que estas fechas tu objetivo numero uno sea el recordar que Jesús ya nació en tu corazón y por ente tienes que celebrarlo cada día de tu vida a través de decirle no al pecado y si a la vida santa que Jesús quieres que lleves.

Y si tu que me lees aun no le has entregado tu vida a Jesús, permite que la navidad llegue a tu vida, que Jesús nazca en tu corazón y a la vez te regale vida eterna.
El no vino a la tierra para ser celebrado, el vino a la tierra a morir por ti, para que tu ahora vivas por El y para El.

 


Un error perfecto


Mi abuelo amaba la vida - especialmente cuando podía hacerle una broma a alguien. Hasta que un frío domingo en Chicago, mi abuelo pensó que Dios le había jugado una broma.

Entonces no le causó mucha gracia. Él era carpintero. Ese día particularmente él había estado en la Iglesia haciendo unos baúles de madera para la ropa y otros artículos que enviarían a un orfelinato a China.

Cuando regresaba a su casa, metió la mano al bolsillo de su camisa para sacar sus lentes, pero no estaban ahí. Él estaba seguro de haberlos puesto ahí esa mañana, así que se regresó a la Iglesia. Los buscó, pero no los encontró.

Entonces se dio cuenta de que los lentes se habían caído del bolsillo de su camisa, sin él darse cuenta, mientras trabajaba en los baúles que ya había cerrado y empacado. ¡Sus nuevos lentes iban camino a China!. La Gran Depresión estaba en su apogeo y mi abuelo tenia 6 hijos.

Él había gastado 20 dólares en esos lentes. "No es justo" le dijo a Dios mientras manejaba frustrado de regreso a su casa. "Yo he hecho una obra buena donando mi tiempo y dinero y ahora esto". Varios meses después, el Director del orfelinato estaba de visita en Estados Unidos. Quería visitar todas las Iglesias que lo habían ayudado cuando estaba en China, así que llegó un domingo en la noche a la pequeña Iglesia a donde asistía mi abuelo en Chicago. Mi abuelo y su familia estaban sentados entre los fieles, como de costumbre.

El misionero empezó por agradecer a la gente por su bondad al apoyar al orfelinato con sus donaciones. "Pero más que nada", dijo "Debo agradecerles por los lentes que mandaron. Verán, los comunistas habían entrado al orfelinato, destruyendo todo lo que teníamos, incluyendo mis lentes. ¡Estaba desesperado! Aún y cuando tuviera el dinero para comprar otros, no había donde. Además de no poder ver bien, todos los días tenia fuerte dolores de cabeza, así que mis compañeros y yo estuvimos pidiendo mucho a Dios por esto. Entonces llegaron sus donaciones.

Cuando mis compañeros sacaron todo, encontraron unos lentes encima de una de las cajas". El misionero hizo una larga pausa, como permitiendo que todos digirieran sus palabras. Luego, aún maravillado, continuó: "Amigos, cuando me puse los lentes, eran como si los hubieran mandado hacer justo para mí!,
¡Quiero agradecerles por ser parte de esto!". Todas las personas escucharon, y estaban contentos por los lentes milagrosos. Pero el misionero debió haberse confundido de Iglesia, pensaron. No había ningunos lentes en la lista de productos que habían enviado a China. Pero sentado atrás en silencio, con lágrimas en sus ojos, un carpintero ordinario se daba cuenta de que el Carpintero Maestro lo había utilizado de una manera extraordinaria.





Herramientas de Dios

En una tienda de herramientas, dentro de un estuche de cartón y plástico, colgado en una mampara se encontraba un destornillador, era el último modelo que se había sacado al mercado, su mango estaba pintado de vistosos colores que lo hacían ser bastante llamativo.

Cuando caía la noche y toda la gente abandonaba la tienda, las herramientas se ponían a platicar...


-- Hoy vino un electricista y me estuvo observando por varios minutos, seguro que en cuanto junte el dinero viene a comprarme, platicaba emocionada la caja de herramientas.
-- Pues hoy se vendieron 10 de mis hermanos destornilladores, seguramente no tarda en que alguien me compre a mí, somos las herramientas más nuevas y bonitas que hay en toda la tienda, decía el orgulloso destornillador.

Y tenía razón, al día siguiente un padre de familia, de esos que les gusta hacer un poco de todo y que no contratarían a un plomero o a un electricista hasta no estar seguros de haber dejado sin remedio aquello que querían arreglar por si mismos con tal de ahorrarse unos centavos, llego a la tienda. El señor iba en busca de un nuevo destornillador y nuestro orgulloso amigo resulto ser el afortunado elegido... camino a su nuevo hogar iba pensando en todos los tornillos que atornillaría o destornillaría. 

Después de todo el había sido fabricado para hacer eso y le emocionaba cumplir con su destino.

Por fin llego a su nuevo hogar y su dueño lo metió dentro de la caja de herramientas, el destornillador se puso a observar a sus nuevos compañeros, todos lucían sucios y grasientos,
-- Todos lucen terribles, definitivamente soy la herramienta mas bella que tiene mi amo, no creo batallar en convertirme en su destornillador favorito--pensaba nuestro amigo, sin embargo se puso a buscar a su competencia, ¿en donde estaban los otros destornilladores?, no podía encontrarlos.

Después de algunos minutos de búsqueda la llave de tuercas le informo que no había más destornilladores, el único que había se rompió y por eso el dueño tuvo que comprar otro.

Las palabras de la llave de tuercas tranquilizaron al destornillador, el seria el favorito y no tendría competencia. Al poco tiempo comenzó su trabajo, un día a quitar los tornillos de un contacto eléctrico, al otro a desarmar la plancha y así fue pasando la vida del destornillador, hubo un día en que el amo estaba pintando unas ventanas y quiso revolver la pintura, la única herramienta que se encontraba cerca del amo era el destornillador así que lo tomo, lo metió a la lata de pintura y comenzó a revolver.

El destornillador estaba confundido, el no estaba hecho para eso, el era un DESTORNILLADOR no un revolvedor, al sacarlo de la lata estaba todo manchado de pintura y eso no le gustaba mucho a un destornillador tan orgulloso de su apariencia.
-- Espero que no tarde mucho antes de que mi amo me lave, no quiero lucir así por el resto de mi vida, sin embargo ese día nunca llego y tuvo que vivir manchado por siempre.

En otra ocasión, el dueño estaba clavando unas maderas, cuando solo le faltaba colocar un clavo se dio cuenta que el martillo se encontraba algo lejos así que tomo el destornillador y utilizo su mango como martillo.

El destornillador sintió dolor, los golpes le dejaron algunas marcas y su apariencia se había deteriorado aun mas y así fueron pasando los días, en ocasiones servía como espátula, otras como martillo o como palanca, en una ocasión hasta sirvió de asta bandera para que el hijo de su amo jugara a los soldaditos, un día se dio cuenta que los colores que tanto orgullo le causaban ya no podrían distinguirse entre tantos rasguños, abolladuras y manchas, pero era el único, así que no tenia de que preocuparse. ..

Casualmente ese mismo día su dueño llego con un destornillador nuevo, un nuevo modelo con colores aun mas vistosos que los que el había tenido cuando era nuevo… nuestro amigo se preocupo,
-- Ya no me va a utilizar, ahora el va a ser el destornillador favorito, luce mucho mejor que yo --  nuestro amigo se llevo una gran sorpresa al día siguiente cuando se dio cuenta que su amo lo seguía utilizando en sus labores diarias.

Nuestro amigo no entendía lo que pasaba, cada día su apariencia era peor, cada día estaba mas maltratado, en cambio su rival lucia totalmente nuevo, bello y lleno de color, simplemente no podía comprender que era lo que pasaba, ¿por qué él tenia tanto trabajo y el otro destornillador no?, pronto se lleno de envidia.
-- Todo el trabajo lo hago yo y por eso tengo esta apariencia tan horrible, mi cuerpo esta cansado, en cambio tu no haces nada y por eso luces así de bello, ¡no es justo! le grito desesperado al otro destornillador, en eso se escucho la voz de su amo platicando con otra persona.
-- Pero aun no tengo dinero ¿con que quieres que cubra mi deuda?--
-- Puedes darme algo a cambio del dinero por ejemplo tu caja de herramientas- -

El amo de las herramientas se dirigió a la caja y separo su viejo, manchado y maltratado destornillador y dijo en voz alta, " este destornillador es lo único que me voy a quedar, es mi favorito, me ha servido para muchísimas cosas, el resto de las herramientas son tuyas".

El corazón del viejo destornillador se lleno de alegría, pudo comprender que nunca fue el favorito por su apariencia sino por todo el trabajo que había realizado para su amo, al recordar todo lo que había hecho desde que salió de la tienda se dio cuenta de que no solo había servido para poner y quitar tornillos sino que había servido para muchas otras cosas que jamás imagino y que gracias a todo eso fue que su amo le tomo mayor aprecio. 
Autor Desconocido

Cuando estés cansado, desvelado o enfermo y veas que eres el que mas ha trabajado para el único dueño que todos nosotros tenemos, no te enojes con el que luce limpio, sano y poco cansado, por el contrario siéntete feliz porque tu eres el favorito, si de pronto te sucede lo que al desarmador, que recibes golpes, rayones, maltratos o trabajos, cansancios, preocupaciones, problemas y responsabilidades con los que otros no tienen que vivir, entonces alégrate de ser la herramienta favorita de Dios porque igual que al destornillador del cuento, puedes estar seguro que en el día de la verdad vas a ser de los seleccionados para quedarse por siempre a acompañarlo en su casa.

La clave esta en estar siempre dispuesto a trabajar por Dios en lo que te pida, sin importar si fue para eso para lo que te preparaste y sin importar qué tanto hayas trabajado por él. Por el contrario, preocúpate si tú luces bien debido a que nunca has sido utilizado para trabajar por él.

Abrazos, besos y bendiciones




Un gran hombre


 

Es la primera vez que escribo esto... Nosotros los hombres siempre queremos ser el "sexo fuerte", aunque muchas veces caemos por debilidad....

Un día, una de mis dos hermanas lloraba en su cuarto... Con mucha nostalgia, ví que Papá se le acercó y le preguntó el motivo de su tristeza. Los oí hablando por un buen rato, pero hubo una frase tan especial que dijo papá esa tarde, que hasta el día de hoy, muchísimos años después, la recuerdo cada día y me llena de fuerza...

Papá acariciándole el rostro, le dijo: "Mija, enamórate de un Gran Hombre y no volverás a llorar"...

Me pregunté tantas veces, cuál era la fórmula exacta para llegar a ser ése gran hombre y no dejarme vencer por las pequeñeces...

Conforme pasan los años, descubrí que si tan solo todos los hombres lucháramos por ser grandes de espíritu, grandes de alma y grandes de corazón, el mundo sería completamente distinto! Aprendí que un Gran Hombre no es aquel que compra todo lo que desea, pues hay tantos que han comprado hasta el cariño y el respeto de quienes los rodean...

Papá le decía: "No busques a un hombre que solo hable de sí mismo, sin preocuparse por ti... Ni a aquél que se pase las horas halagando sus propios logros... No te aferres a un hombre que te critique y te diga lo mal que te ves... o lo mucho que deberías cambiar...

Para qué quieres a un hombre que te abandonará si no cambias, por un pelo más claro?, por unos ojos de otro color? O por un cuerpo más flaco?... Si no supo admirar la verdadera belleza que hay en ti?"

Cuántas veces me dejé llevar por la superficialidad de las cosas, haciendo a un lado a quienes realmente me entregaban su sinceridad e integridad. Me costó trabajo comprender que GRAN HOMBRE no es el que llega más alto, ni el que tiene más dinero, casa, carro, ni el que vive rodeado de mujeres, ni mucho menos el más buen mozo.

Un verdadero y Gran Hombre es aquel ser humano lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos sentimientos ni se refugia en vicios y cortinas de humo, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quien admira a una mujer por sus cimientos morales y grandeza interior. Un Gran Hombre, es que el camina de frente, sin bajar la mirada, es aquel que no miente sobre sus sentimientos y sabe llorar su dolor!

Hoy mi hermana está felizmente casada y ese Gran Hombre con quien se casó... no era ni el más popular, ni el más perseguido, ni el más solicitado, ni mucho menos el más adinerado. Ese Gran Hombre es, simplemente, quien nunca la hizo llorar, quien la hace sonreír por lo mucho que han logrado juntos, por todos sus recuerdos, por cada alegría que comparten y por esas tres hijas que llenan sus vidas. Ese Gran Hombre, ama tanto a mi hermana que no se cansa de besar sus manos y mucho menos sus labios. La quiere por quien ella es... y por lo que son cuando están juntos!

Aprendamos a ser uno de esos Grandes Hombres, para que vivamos el paso de los años de la mano de una Gran Mujer y nada ni nadie nos pueda vencer.

Abrazos, besos y bendiciones


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