martes, 5 de noviembre de 2013

BELLAS REFLEXIONES VI

PALABRAS, PALABRAS, PALABRAS

Palabras, palabras, palabras


Al doctor Wilfred Funk, un muy conocido editor de diccionarios, se le pidió que escogiera las diez palabras más expresivas en el idioma inglés (que también podrían ser en el nuestro).  He aquí la lista: 
• la palabra más amarga - soledad 
• la más trágica - muerte
• la más deferente - madre 
• la más bella - amor 
• la más cruel - venganza
• la más pacífica - tranquilidad 
• la más triste - olvido
• la más cálida - amistad 
• la más fría - no
• la más consoladora - fe
 

EL RESPETO


El respeto
 
Respeta a Dios sobre todas las cosas...
Es el fundamento de nuestra civilización.

Respeta a tus padres...
Es la piedra angular de nuestra más sagrada institución:
la familia.

Respeta a tus hermanos, a tus amigos y a tus vecinos...
En esa forma te realizas como cristiano.

Respeta tu cuerpo...
Así indicas que te respetas a ti mismo.

Respeta la bandera de tu país...
Eso significa tu identidad.

Respeta las banderas de los demás países...
Así manifiestas tu amor al mundo.

Respeta las opiniones de los demás...
Eso indica tolerancia y humildad.

Respeta los animales que surcan los aires, los mares y la tierra...
En esa forma expresas tu amor al producto de la creación.

Y por último, medita bien estas palabras:
Si quieres que se te respete como persona...
Si deseas que se respete a los tuyos...
No hagas a nadie lo que no te gustaría
que te hicieran a ti.

 

MÁS CERCA DEL CIELO


Más cerca del cielo

Un día el P. Damián metió el pie en una vasija que tenía agua supremamente caliente, y él no sintió nada. Entonces se dio cuenta de que estaba leproso. Enseguida se arrodilló ante un crucifijo y exclamó: 

“Señor, por amor a Ti y por la salvación de estos hijos tuyos, acepto esta terrible realidad. La enfermedad me irá carcomiendo el cuerpo, pero me alegra el pensar que cada día en que me encuentre más enfermo en la tierra, estaré más cerca de ti para el cielo”.
 

LAS ESCONDIDAS


LAS ESCONDIDAS

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: "Vamos a jugar a las escondidas"... 

La INTRIGA, levanto la ceja intrigada y la CURIOSIDAD sin poder contenerse pregunto: ..."¿las escondidas?"... ¿y eso cómo es?. ; es el juego, explicó la LOCURA, en que yo me tapo los ojos y comienzo a contar de uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar al primero de ustedes que encuentre ocupara mi lugar para continuar el juego.


El ENTUSIASMO bailo entusiasmado, secundado por la EUFORIA; la ALEGRIA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse; ¿para qué? si al final siempre la hallaban.
La SOBERBIA opinó que era un juego tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiera sido de ella)
La COBARDÍA prefirió no arriesgarse.

1, 2, 3......... Comenzó a contar la LOCURA. 
La primera en esconderse fue la PEREZA que como siempre tan perezosa se dejo caer tras la primera piedra del camino. 
La FE subió al cielo, la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto.


La GENEROSIDAD casi no alcanza a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si un lago cristalino (el lago del espejo), ideal para la BELLEZA, que si una rendija hecha en un árbol, perfecto para la TIMIDEZ, que si el vuelo de una mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD, que si una ráfaga de viento, magnifico para la LIBERTAD. Así termino por acurrucarse en un rayito de sol.

El EGOISMO en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio aireado, cómodo, pero solo para él.
La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris).
Y la PASIÓN y el DESEO, en el centro de los volcanes.
El OLVIDO... se me olvidó donde se escondió el OLVIDO... pero eso no importa.

Cuando la LOCURA contaba 999.999 el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse pues todo lo encontraba ocupado. Hasta que divisó un rosal, y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

La primera en aparecer fue la PEREZA, a solo tres pasos detrás de una piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios pues no todas sus aspiraciones habían sido satisfechas; la PASION y el DESEO descubiertas fueron pues salieron despavoridas entre el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO.

Al EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. 

De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA. Con la DUDA fue más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún en qué lado esconderse.


Así fue encontrando a todos al TALENTO entre la hierba fresca a la ANGUSTIA en una oscura cueva, a la MENTIRA detrás de un arco iris (mentira!, si estaba en el fondo del océano) y hasta el OLVIDO...que ya se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún lado. La LOCURA busco en cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, divisó un rosal y pensó: ..." El AMOR, siempre tan cursi, seguro se escondió entre las rosas "...
Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas cuando de pronto un doloroso grito se escuchó ... las espinas habían herido en los ojos al AMOR.

La LOCURA no sabía qué hacer para disculparse: imploró, lloró, pidió perdón y hasta prometio ser su lazarillo.......
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó a las escondidas, en la tierra "...¡ EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA ! ..."
 

EL RACIMO DE UVAS



EL RACIMO DE UVAS

Un día llamaron a la puerta de un convento, y abrió el
hermano portero llamado Barragán, este vio con asombro
que un hortelano de las tierras de al lado le
entregaba un hermoso racimo de uvas tan grande que le
causó admiración, diciéndole: hermano te regalo este
racimo de uvas en agradecimiento por la buena atención
que me prestas cada vez que vengo al convento, sin
pensarlo dos veces el hermano portero le dio las
gracias por tan precioso regalo y le dijo que no
tardarían mucho en dar cuenta de él.

Apenas salió el hortelano del convento ya se relamía
pensando en que se lo comería el solo y no decir nada
a los demás, al fin y al cabo se lo habían regalado
para él.

Lo lavó y dejó escurrir en un clavo que había colgado
en la pared, mirándolo con alegría por el gran festín
que le esperaba.

Pero la viva conciencia del hermano portero le hizo
pensar que en el convento había un hermano enfermo que
no gustaba de comer nada, debido a su enfermedad.
Este pensó para sí que sería una buena obra alegrarle
el día a este enfermo y de paso llenarle el estómago,
tan necesitado de alimento.

Sin pensarlo mucho descolgó el racimo de uvas y se fue
a la enfermería a regalárselo a tan delicado enfermo.
El enfermo al ver el racimo abrió los ojos
sobresaltado al ver su gran tamaño, y el portero le
dijo: Hermano Matías me han regalado este racimo para
mí, pero pensando en tu enfermedad y sabiendo que no
te apetece comer nada, quizás estas uvas te abran el
apetito, el hermano Matías se lo agradeció de corazón
que se hubiese acordado de él, diciéndole que si se
moría le tendría muy presente cuando estuviera en el
Cielo con Nuestro Señor. El portero le buscó una
fuente donde le colocó el racimo para que fuera
picando cuando gustara. Dejándolo solo, se fue para la
portería pensando en la gran obra que había hecho por
su hermano Matías.

El enfermo cogió el racimo como pudo e iba a dar buena
cuenta del, pero pensó que si lo dejaba haría un buen
sacrificio para remisión de sus pecados y bien
de su alma y decidió no comerlo y dárselo al hermano
enfermero que le atendía con tanta caridad y se
desvivía por él por las noches. 

Gritó al hermano enfermero pensando este que le
sucedía algo por la insistencia en que le llamaba.
Hermano Esteban me ha traído el hermano portero este
racimo para que lo degustara pensando en mi
enfermedad, pero pensé que, ya que no me
entra nada en el estómago y pudiérase que me hiciera
daño he pensado que te lo comas tú, que te portas tan
bien conmigo. El Hermano Esteban insistía en que
lo intentara comérselo pero cuanto más insistía el
enfermero mas lo rechazaba el enfermo. Este decidió
comérselo en su celda dándole las gracias por tan
precioso regalo.

Y mientras caminaba hacia su celda, pensó que mejor
que comérselo él, se lo daría al Hermano cocinero que
bien se esmeraba para que todos lo frailes comieran lo
poco que les llegaba de la huerta y de donativos. Bajó
a la cocina y encontrándose con Buenaventura el
hermano cocinero y topándose de bruces con él y el
racimo le dijo: mira, lo que me han regalado, pero te
lo regalo a ti para que saborees estas uvas tan
hermosas, como hermoso es tu corazón, el hermano
Buenaventura quitándole importancia a lo que decía, le
insistió que se lo diera mejor al prior ya que era tan
responsable con la comunidad.

Y así fue pasando el racimo de hermano en hermano por
todo el convento, hasta que llegó de nuevo a la
portería donde el hermano portero, extrañado y
perplejo por el suceso decidió que no diera más
vueltas el racimo de uvas, y ni corto ni perezoso se
lo comió con tal gusto que le pareció las uvas más
sabrosas que jamás hubiera comido.

Cuando das todo lo mejor de ti para con tus hermanos,
El Señor no te recompensa el treinta, ni el cincuenta
sino el ciento por uno...
 

DIOS TE NECESITA



DIOS TE NECESITA

Aquella tarde, la comunidad monástica hacía, en su oratorio, una plegaria de intercesión.

Una tras otra, se escuchaban las oraciones de los monjes: "Señor, te pido", "Señor, te pido", "Señor, te pido". También el Abad hacía su plegaria: "Señor, te pido...".

Por fin, todos callaron largamente. Hasta que de nuevo se dejó oír la voz del Abad: "Ahora, Señor, dinos en qué podemos ayudarte; te escuchamos en silencio".

Al cabo de un rato concluyó: "Gracias, Padre, porque quieres contar con nosotros". Y todos los monjes respondieron al unísono: "Amén".

(Porque habían comprendido que la oración, como el amor, tiene dos tiempos: dar y recibir, y que si falta uno de ellos, se muere.)
 

DISFRUTAR DE LA VIDA


DISFRUTAR DE LA VIDA

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a sus barca contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.
-¿Por qué no has salido a pescar? –le preguntó el hombre emprendedor.

-Porque ya he pescado bastante por hoy? –respondió el apacible pescador.

-¿Por qué no pescas más de lo que necesitas?

-insistió el industrial.

-¿Y qué iba a hacer con ello? –preguntó a su vez el pescador.

-Ganarías más dinero –fue la respuesta –y podrías poner un motor nuevo y más potente a tu barca.

Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nylon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas… Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.

-¿Y que haría entonces? –preguntó de nuevo el pescador.

-Podrías sentarte y disfrutar dela vida –respondió el hombre emprendedor.

-¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento? –respondió sonriendo el apacible pescador.

L Tolstoi
 

EL ECO


EL ECO

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó:

"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !".

Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: 
"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !"

Con curiosidad, el niño grito: "Quién eres tú?"

Recibió de respuesta: "Quién eres tú?"

Enojado con la respuesta, grito: "Cobarde!"

Recibió de respuesta:"Cobarde!"

Miró a su padre y le preguntó: "Que sucede?"

El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención."

Y entonces el padre gritó a la montaña: "Te admiro!"

La voz respondió: "Te admiro!"

De nuevo el hombre gritó: "Eres un campeón!"

La voz respondió: "Eres un campeón!"

El niño estaba asombrado, pero no entendía.

Luego el padre explicó: "La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...Te devuelve todo lo que dices o haces... Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor... Si deseas mas competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia... Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida... La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado."

Tu vida no es una coincidencia... Es un reflejo de ti. Alguien dijo: "Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa lo que emites
 

NO TE DES POR VENCIDO


NO TE DES POR VENCIDO 

Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio", para encubrir al culpable. 

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca! El juez, también comprado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de él tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino". Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: 'CULPABLE'. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon... "pero, ¿qué hizo...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto...?" "Es muy sencillo, respondió el hombre... es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué". Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo...

Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar hasta el último momento. Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar, olvidando aquellas palabras de: "Lo que es imposible para el ser humano, es posible para Dios".
 

UN AMIGO... UN TESORO


Un amigo... un tesoro 

Una pequeña historia. Un día, cuando ingresé a la preparatoria, vi a un chico de mi clase caminando hacia su casa desde la escuela. Su nombre era Kyle y estaba cargando todos sus libros. Pensé: ¿por qué alguien trae todos sus libros a casa en viernes? Debe ser un matado.
Tenía planeado un gran fin de semana (fiestas y un juego de futbol en la tarde), así que sólo me encogí de hombros y seguí mi camino. Mientras caminaba, vi a un grupo de chicos corriendo hacia Kyle. Le tiraron los libros que traía cargando y lo empujaron para que cayera al suelo. Sus anteojos salieron volando y vi como cayeron en el pasto a unos tres metros de él. Miró hacia arriba y observe una terrible tristeza en sus ojos. Mi corazón se volcó hace él. Corri ha él y mientras se arrastraba hacia sus anteojos, vi lágrimas en sus ojos.

Mientras le entregaba sus anteojos, le dije: Esos tipos son unos idiotas. Deberían ocuparse en algo. Me miró y dijo: Oye, ¡gracias!. Había una enorme sonrisa en su cara. Era una de esas sonrisas que mostraba auténtica gratitud. Le ayudé a recoger sus libros y le pregunté dónde vivía. Resultó que vivía cerca de mi casa, así que le pregunté por qué nunca lo había visto en el vecindario. Dijo que había ido a una escuela privada anteriormente (yo nunca me había juntado con un chico de una escuela privada). Hablamos en el camino a casa. Resultó ser un chicho muy agradable. Lo invité a jugar futbol conmigo y mis amigos el sábado en la mañana y aceptó.

Pasamos juntos el fin de semana y mientras más lo conocía, más me agradaba. Mis amigos pensaban igual. Llegó la mañana del lunes y allí estaba Kyle de nuevo con su enorme montón de libros. Lo detuve y le dije que si continuaba así, iba a conseguir muy buenos músculos. El simplemente se rio y me pasó la mitad de los libros. Durante los siguentes cuatro años, Kyle y yo nos convertimos en los mejores amigos.

Cuando estábamos por salir de la preparatoria, empezamos a pensar en la Universidad. Kyle escogió Georgetown, mientras que yo escogi Duke. Yo sabía que siempre seríamos amigos y que la distancia nunca sería un problema. El decidió convertirse en doctor y yo conseguí una beca en futbol para estudiar en la escuela de negocios. Lo molestaba todo el tiempo de que era un matado. Incluso fue de los primeros seleccionados por Universidades y se estaba preparando para el discurso del día de graduación.Me alegre de no tener que ser yo el que tuviera que pasar al frente y hablar.

El día de la graduación, Kyle lucía fantástico. Se adaptaba e incluso se veía bien con anteojos. Tenía más citas que yo y todas las chicas lo amaban. Bueno, algunas veces estaba realmente celoso de él. Hor era uno de esos días en que él estaba nervioso. Así que le di una palmada en la espalda y le dije: Oye, amigo, estarás genial. Me miró con una de esas miradas (de agradecimiento), sonrió y dijo: Graicas.

Mientras empezaba su discurso, aclaró su garganta y empezó. El tiempo de graduación es el de agradecer a aquellos que nos ayudaron a lograrlo a través de esos años difíciles; nuestros padres, nuestros maestros, nuestros hermanos, tal vez un entrenador... pero más que nada a los amigos. Estoy aquí para decirles que ser un amigo es el mejor regalo que le puedes dar a alguna persona. Les voy a contar una historia -prosiguió (yo miraba incredulamente a mi amigos mientras contaba la historia del primer día en que nos conocimos)-. Había planeado suicidarme ese fin de semana -dijo. Nos contó acerca de cómo había vaciado su casillero para que su mamá no tuviera que hacerlo después y estaba llevando sus cosas a la casa.

Me miró profundamente y me regalo una sonrisa. Gracias a Dios, fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer lo indecible. Oí una exclamación de la multitud, mientras este guapo y popular muchacho nos comentó acerca de su momento de debilidad. Yo vi a sus padres mirándome y sonriendo agradecidamente.

Hasta es momento no me di cuenta de la profundidad de esto.
 

EL ATARDECER DE LA VIDA


El atardecer de la vida


El sol se despedía del Imperio Tré. El vasallo caminaba junto a 
la anciana del molino amarillo. Iban conversando sobre la vida.
- ¿Qué cosa es lo que más te gusta de la vida, anciana?

La viejecilla del molino amarillo se entretenía en lanzar los ojos 
hacia el ocaso.
- Los atardeceres –respondió.

El vasallo preguntó, confundido:
- ¿No te gustan más los amaneceres? Mira que no he visto cosa más hermosa que el nacimiento del sol allá, detrás de las verdes colinas de Tré. 
Y reafirmándose, exclamó:
- ¿Sabes? Yo prefiero los amaneceres.

La anciana dejó sobre el piso la canastilla de espigas que sus 
arrugadas manos llevaban. Dirigiéndose hacia el vasallo, con tono de voz dulce y conciliador, dijo:
- Los amaneceres son bellos, sí. Pero las puestas de sol me dicen más. 
Son momentos en los que me gusta reflexionar y pensar mucho. Son  momentos que me dicen cosas de mí misma. 
- ¿Cosas? ¿De ti misma...? – inquirió el vasallo. No sabía a qué se 
refería la viejecilla con aquella frase.

Antes de cerrar la puerta del molino amarillo, la anciana añadió:
- Claro. La vida es como un amanecer para los jóvenes como tú. Para los  ancianos, como yo, es un bello atardecer. Lo que al inicio el precioso,  al final llega a ser plenamente hermoso. Por eso prefiero los  atardeceres... - ¡mira!

La anciana apuntó con su mano hacia el horizonte. El sol se ocultó y un  cálido color rosado se extendió por todo el cielo del Imperio Tré. El  vasallo guardó silencio. Quedó absorto ante tanta belleza. 

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco  amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el  sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”,  coloreé con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos  bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro 
lado. 
 

ESPÍRITU JOVEN


ESPÍRITU JOVEN
(Reflexión)

No importa tu edad, lo que cuenta es tu espíritu joven.
La juventud no es cuestión de tener poca edad sino de posición mental y de vitalidad de espíritu.

No envejeces por vivir mucho tiempo sino por negarte a mirar la vida como una oportunidad de alcanzar un alto ideal.

Tu eres tan joven como tu FE, como tu esperanza y como tu alegría.

Llena de vida tu tiempo vivido. Y no te importe cuanto has vivido.

Lleva como un viático, por la vida tu decisión de contribuir a la humanización propia y ajena para rejuvenecer al mundo.

Y sobre todo, ábrele los brazos del amor de Dios a todo aquel que quiera acercarse a ti.

No lo menosprecies porque no este a tu altura no cierres tus oídos espirituales, porque nunca sabes en que pequeñez Dios quiera hablarte.

Se joven para Dios y para el mundo.
 

UNA VISITA DEL PURGATORIO

Huella de la mano de la hna.Teresa
M. Gesta, en su visita desde el purgatorio.
Foligno, Italia.
Imagen cortesía de los Frailes Franciscanos
Recoletos de la Cruz, con permiso


Una Visita del Purgatorio
 -Convento de las Terciarias Franciscanas, Foligno, Italia

Purgatorio

El día 4 de noviembre de 1859 murió de apoplejía fulminante, en el convento de Terciarias Franciscanas de Foligno, una buena hermana llamada Teresa Margarita Gesta, que era hace muchos años maestra de las novicias y a la vez encargada de la pobre ropería del monasterio. Había nacido en Córcega, en Bastia, en 1797 y había entrado en el monasterio en febrero de 1826. 

Doce días después de la muerte de sor Teresa, el 17 de noviembre, la hermana Ana Felicia, que la había ayudado en su empleo y que la reemplazó después de su muerte, iba a entrar en la ropería, cuando oye gemidos que  parecían salir del interior del aposento. Algo azorada, se apresuró a abrir la puerta: no había nadie. Mas dejándose oír nuevos gemidos acentuados, ella, a pesar de su ordinario valor, sintió miedo.

"¡Jesús, María!; -exclamó - ¿qué es esto?".

Aún no había concluido, cuando oyó una voz lastimera, acompañada de este doloroso suspiro:

"¡Oh, Dios mío! ¡cuánto sufro! Oh Dios! que peno tanto!".

La hermana, estupefacta, reconoció pronto la voz de la pobre sor Teresa. Se repone como puede, y le pregunta:

"¿Y por qué?"

"A causa de la pobreza", responde sor Teresa.

"¡Cómo!... - replica la hermana - ¡vos que erais tan pobre!"

"No es por mí misma, sino por las hermanas, a quienes he dejado demasiada libertad en este punto. Y tú ten cuidado de ti misma".

Y al mismo instante la sala se llenó de un espeso humo, y la sombra de sor Teresa apareció dirigiéndose hacia la puerta, deslizándose a lo largo de la pared. Llegando cerca de la puerta, exclamó con fuerza:

"He aquí un testimonio de la misericordia de Dios".

Y diciendo esto tocó el tablero superior de la puerta, dejando perfectamente estampada en la madera calcinada su mano derecha, y desapareciendo en seguida.

La pobre sor Ana Felicia se había quedado casi muerta de miedo. Se puso a gritar y pedir auxilio. Llega una de sus compañeras, luego otra y después toda la Comunidad; la rodean y se admiran todas de percibir un olor a madera quemada. Buscan, miran y observan en la puerta la terrible marca, reconociendo pronto la forma de la mano de sor Teresa, que era notablemente pequeña. Espantadas, huyen, corren al coro, se ponen en oración, y olvidando las necesidades de su cuerpo, se pasan toda la noche orando, sollozando y haciendo penitencia por la pobre difunta, y comulgando todas por ella al día siguiente.

Espárcese por fuera la noticia; los Religiosos Menores, los buenos sacerdotes amigos del monasterio y todas las comunidades de la población unen sus oraciones y súplicas a las de las Franciscanas. Este rasgo de caridad tenía algo de sobrenatural y de todo punto insólito.

Sin embargo, la hermana Ana Felicia, aun no repuesta de tantas emociones, recibió la orden formal de ir a descansar. Obedece, decidida a hacer desaparecer a toda costa en la mañana siguiente la marca carbonizada que había causado el espanto de todo Foligno. Mas, he aquí que sor Teresa Margarita se le aparece de nuevo.

"Sé lo que quieres hacer; -le dice con severidad -; quieres borrar la señal que he dejado impresa. Sabe que no está en tu mano hacerlo, siendo ordenado por Dios este prodigio para enseñanza y enmienda de todos. Por su justo y tremendo juicio he sido condenada a sufrir durante cuarenta años las espantosas llamas del purgatorio, a causa de las debilidades que he tenido a menudo con algunas de nuestras hermanas. Te agradezco a ti y a tus compañeras tantas oraciones, que en su bondad el Señor se ha dignado aplicar exclusivamente a mi pobre alma; y en particular los siete salmos penitenciales, que me han sido de un gran alivio".

Después, con apacible rostro, añadió:

"¡Oh, dichosa pobreza, que proporciona tan gran alegría a todos los que verdaderamente la observan!".

Y desapareció.

Por fin, al siguiente día, 19, sor Ana Felicia, habiéndose acostado y dormido, a la hora acostumbrada, oye que la llaman de nuevo por su nombre, despiértase sobresaltada, y queda clavada en su postura sin poder articular una palabra. Esta vez reconoció también la voz de sor Teresa, y al mismo instante se le apareció un globo de luz muy resplandeciente al pie de su cama, iluminando la celda como en pleno día, y oyó que sor Teresa con voz alegre y de triunfo, decía estas palabras:

"Fallecí un viernes, día de la Pasión y otro viernes me voy a la Gloria... ¡Llevad con, fortaleza la  cruz!... ¡Sufrid con valor!". 

Y añadió con dulzura: "¡Adiós! ¡adiós! ¡adiós!...

Se transfigura en una nube ligera, blanca, deslumbrante, y volando al cielo desaparece.

Abrióse en seguida una información canónica por el obispo de Foligno y los magistrados de la población. El 23 de noviembre, en presencia de un gran número de testigos, se abrió la tumba de sor Teresa Margarita, y la  marca calcinada de la pared se halló exactamente conforme a la mano de la difunta.

El resultado de la información fue un juicio oficial que consignaba la certeza y la autenticidad de lo que acabamos de referir. En el convento se conserva con veneración la puerta con la señal calcinada. La Madre abadesa, testigo del hecho, se ha dignado enseñármela (dice Mons. de Ségur), y mis compañeros de peregrinación y yo hemos visto y tocado la madera que atestigua de modo tan temible que las almas que, ya sea temporal, ya sea eternamente, sufren en la otra vida la pena del fuego, están compenetradas y quemadas por el  fuego. 

Cuando, por motivos que sólo Dios conoce, les es dado aparecer en este mundo, lo que ellas tocan lleva la señal del fuego que les atormenta; parece que el fuego y ellas no forman más que uno; es como el carbón  cuando está encendido.

***   ***   ***

En medio de la crisis que hunde al mundo moderno en un rebrotar inmenso del paganismo, con todas sus secuelas de brutalidad y salvajismo, la fe, debilitada y languideciente, en las Verdades reveladas, nos presenta el espectáculo de personas tan preocupadas, hasta el traumatismo psicológico, por la "suerte" de las especies animales y aún las vegetales, que despliegan esfuerzos y queman energías en campañas medioambientales, mientras abandonan, sin la más mínima consideración, a sus seres queridos, (padres, hermanos, esposos o amigos) a sufrimientos atroces sin hacer nada por ellos, pudiendo haberles ayudado inmensamente si aún tuvieran algo de fe. Santo Tomás enseña que el dolor más grande en la tierra es menor que el más pequeño en el Purgatorio.

Pero lo peor de esta situación, y lo más doloroso, es constatar que este olvido de las almas de nuestros seres queridos ha sido causado, en gran medida, por la negligencia o la traición de hombres de Iglesia que no creen, o parecen no creer más el la realidad del Purgatorio, volcando sus esfuerzos "pastorales", casi exclusivamente, en los pleitos políticos contingentes, y curiosamente con el mismo fuerte cariz ideológico que alimenta dichas campañas medioambientales.

Por nuestra parte encomendemos a dichas almas abandonadas a su suerte que constituyen la parte de la Iglesia purgante cuyas oraciones, a su vez, a favor nuestro no dejan de favorecernos, hagamos celebrar el Santo Sacrificio de la Misa, aprovechemos para ganar las indulgencias del jubileo para aplicarlas a nuestros seres queridos o a quienes quizás por culpa nuestra sufren en el Purgatorio. Cumplamos este deber ya sea en justicia o caridad; Un día, con seguridad, seremos nosotros los necesitados del auxilio que nos puedan prestar las almas fieles pertenecientes, en ese entonces, a la Iglesia militante.

Muchos al leer estas cosas las desprecian como puros cuentos.  No quieren reconocer que la realidad del purgatorio que es enseñanza del magisterio y ha sido confirmada por numerosos testimonios.  Pero el Señor no deja de advertirnos por el bien de los pocos que abren su corazón a la conversión. 

"Concédeles Señor el descanso eterno: y brille para ellas la luz perpetua!"
 

SUFRIR SONRIENTE


Sufrir sonriendo
Afrontar el dolor con alegría
 
Sufrir sonriendo
Sufrir sonriendo
Hace unos días salieron a la luz pública algunos textos del diario de Madre Teresa de Calcuta. Todos los medios se hicieron eco de la noticia: Madre Teresa vivió en el ansia y la dolor los últimos 50 años de su vida. Una noche oscura de su alma, en la que ya no percibía sensiblemente la presencia de Dios.

¡Es impresionante!, cuando lo leí no podía creerlo, lo tuve que leer dos veces: ¡50 años son más de la mitad de su vida! −murió a los 87−. Es decir, Madre Teresa ya vivía en un intenso sufrimiento interior cuando fundó su congregación de las Misioneras de la Caridad. Todavía más impresionante es el hecho de que nunca se le vio en el rostro ni una sola pizca de dolor, ni una sola queja. Por el contrario: siempre una sonrisa en los labios, una mirada sosegada y serena para todos. Sólo verla transmitía, como por irradiación, una inmensa paz.

Este ejemplo de Madre Teresa me hizo pensar en aquello que Franco Richo quiso expresar cuando escribió «Sufrir llorando es humano; sufrir callando es heroico; pero sufrir sonriendo es glorioso». He de confesar que por mucho tiempo yo había pensado que llorar, dejar escapar una queja, desesperarse o ¡hacer lo que sea!, con tal de no callar, era la única manera de afrontar los sufrimientos de la vida.

Siempre me había parecido que callar ante el dolor era una especie de cobardía, camuflada de resignación. Esa resignación a la que siempre le tuve “alergia”, precisamente porque me parecía indigna de alguien que se precie de ser humano. Una resignación que no es auténtica, que no habla de virtud sino que, más bien, se disfraza de virtud siendo en realidad mero temor. Ya lo decía Martín Descalzo: «Yo puedo aceptar esa resignación, que es aceptación serena del dolor y de los hechos, pero me repugna cualquier resignación que amortigüe las ansias de vivir y de mejorar» y añadiría yo que, este segundo tipo de “resignación” –entre comillas–, ni siquiera se puede llamar resignación.

Pero quizás el heroísmo se sitúe más allá del simple “no-quedarse-callado” ante el dolor. Acaso esté justamente en aquellos niveles en los que se alcanza tal grado de dominio que los sufrimientos no logran afectarnos en lo más íntimo de nuestro ser. Sufrimos sin que se note que sufrimos. Un “sufrir-callando” o mejor todavía un “sufrir- sonriendo”. No hablo de masoquismo, hablo de amor heroico.

Acontecimientos come este de Madre Teresa y el rumiar la frase de Richo me hicieron caer en la cuenta de que tenía que existir esta forma más elevada de hacer frente las congojas cotidianas. Ese nivel en el cual el callar o el sonreír ante las dificultades dejan de ser cobardía para transformarse en auténticas piezas de heroísmo. Callar no es fruto del miedo sino del amor. Sonreír no es fruto del nerviosismo o la angustia, sino muestra de felicidad interior. Esto es lo que hace que los 50 años de sufrimiento íntimo en Madre Teresa, llevados con alegría y dignidad, revelen todavía más hermosa y valiente su entrega a los demás −a los más pobres de los pobres−.



 

 

JUAN XXIII, EL PAPA BUENO


El Papa Bueno en todo y en todos descubría lo bueno
Trataba de ver el lado bueno de las cosas, de los acontecimientos, y, sobre todo, de las personas.
 
El Papa Bueno en todo y en todos descubría lo bueno
Estando Juan XXIII, de Nuncio en Paris, encontróse con el Rabino principal de Francia, también fornido, ante la puerta de un ascensor estrecho, en el que imposible cupiesen ambas humanidades.---“Después de usted”-le dijo cortésmente el Rabino.

-De ninguna manera -le contestó el Nuncio Roncalli- ¡Por favor, usted el primero!.

Siguió el forcejeo de cortesías, hasta que lo resolvió Roncalli, con la mejor de sus sonrisas:

-Es necesario que suba usted antes que yo, ya que siempre va delante el Antiguo Testamento, y sólo después, el Nuevo Testamento.

Hay personas que están siempre de buen humor. Todo les cae bien, bendicen siempre, y sonríen; su sonrisa es acogedora y, de esta forma, todo les sonríe en la vida.

Juan XXIII era de espíritu abierto, afable, condescendiente, misericordioso y tolerante, dotado con un extraordinario sentido del humor. No se tomó a sí mismo demasiado en serio, a pesar de que su figura era bien pesada. Se reía de sus debilidades.

Observando un día una de sus fotos se dirigió a Monseñor Fulton Sheen, diciéndole. "El buen Dios, que ya sabía que yo iba a ser elegido Papa, ¿no pudo haberme hecho algo más fotogénico?.

Tenía una imagen positiva, se apreciaba , estaba satisfecho con todo lo que el Señor le había dado.

El Papa Bueno en todo y en todos descubría algo bueno.. Trataba de ver el lado bueno de las cosas, de los acontecimientos, y, sobre todo, de las personas. Se preocupaba de una forma especial de la gente humilde y por los que sufrían . Visitaba los enfermos, los presos. Se acercaba a los obreros del Vaticano, con ellos compartía y tomaba un trago de vino.

Jamás tomó demasiado en serio los problemas, ni el mismo cargo de Papa. Una vez le manifestó un obispo que la carga de su nueva responsabilidad le producía insomnio, el Papa le contestó :"Eso mismo me ocurría a mi durante las primeras semanas de mi pontificado. Hasta que un día se apareció en mi aposento mi ángel custodio y me dijo:"Giovanni, no te consideres tan importante". Y yo comprendí. Desde entonces duermo perfectamente todas las noches".

Vivía en paz y estas fueron sus palabras al recibir el Premio Balzan por la Paz:"Os lo decimos con toda sencillez, como lo pensamos: ninguna circunstancia, ningún acontecimiento, por honroso que sea para nuestra humilde persona, puede exaltarnos ni turbar la tranquilidad de nuestra alma".

"Más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre", decía san Francisco de Sales. Angelo Giuseppe Roncalli, nuestro Papa Bueno, sembró alegría y buen humor por donde pasó. Así consiguió abrir una ventana de aire puro donde pudiera entrar libremente el Espíritu y poder renovar desde lo más profundo la Iglesia a la que tanto amó. Su alegría y su buen humor nos lo dejó en herencia.

 

" TE AMO, OH MI DIOS " - San Juan María Vianney


" TE AMO, OH MI DIOS "
Autor: San Juan María Vianney

Te amo, Oh mi Dios.
Mi único deseo es amarte
Hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,
Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno
Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,
Oh mi Dios,
si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
Y de amarte mientras que sufro,
y el día que me muera
No solo amarte pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora
Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.

LAS TRES PLENITUDES


LAS TRES PLENITUDES

Habla San Alberto Magno que existen tres géneros de plenitudes: "la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que da y no retiene, y la de la fuente, que crea, retiene y da". ¡Qué tremenda verdad!

Efectivamente, yo he conocido muchos hombres-vaso. Son gentes que se dedican a almacenar virtudes o ciencia, que lo leen todo, coleccionan títulos, saben cuanto puede saberse, pero creen terminada su tarea cuando han concluido su almacenamiento: ni reparten sabiduría ni alegría. Tienen, pero no comparten. 
Retienen, pero no dan. Son magníficos, pero magníficamente estériles. Son simples servidores de su egoísmo. 
También he conocido hombres-canal: es la gente que se desgasta en palabras, que se pasa la vida haciendo y haciendo cosas, que nunca rumia lo que sabe, que cuanto le entra de vital por los oídos se le va por la boca sin dejar pozo adentro. Padecen la neurosis de la acción, tienen que hacer muchas cosas y todas de prisa, creen estar sirviendo a los demás pero su servicio es, a veces, un modo de calmar sus picores del alma. Hombre-canal son muchos periodistas, algunos apóstoles, sacerdotes o seglares. Dan y no retienen. Y, después de dar, se sienten vacíos.

Qué difícil, en cambio, encontrar hombres-fuente, personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma, que reparten como las llamas, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia, porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Dan sin vaciarse, riegan sin decrecer, ofrecen su agua sin quedarse secos. Cristo -pienso- debió ser así. El era la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Nosotros -¡ah!- tal vez ya haríamos bastante con ser uno de esos hilillos que bajan chorreando desde lo alto de la gran montaña de la vida. 

 
 

SERÁS UN TRIUNFADOR


SERÁS UN TRIUNFADOR

Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar. 
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el qué dirán. 

Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como largas en resultados. 

Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida. 

Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.

Cuando actúes por convicción y no por adulación. 
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad. 

Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas. 
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre, y junto al rico sin pensar que es un dios.

Cuando sepas enfrentar tus errores tan fácil y positivamente como tus aciertos. 

Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza. 

Cuando sepas obsequiar tu silencio a quien no te pide palabras, y tu ausencia a quien no te aprecia.

Cuando ya no debas sufrir por conocer la felicidad y no seas capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas por el placer.

Cuando no trates de hallar las respuestas en las cosas que te rodean, sino en Dios y en tu propia persona. 

Cuando aceptes los errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces, serás... ¡UN TRIUNFADOR!

 

PRIMER VIERNES DEL MES DE AGOSTO: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




PRIMER VIERNES DEL MES DE AGOSTO

BREVE CONSIDERACIÓN: Jesús a su víctima Margarita María de Alacoque: "Aquí tienes la herida de mi costado, quiero que en ella hagas tu morada, ahora y para siempre, la entrada es estrecha: esto te significa que debes ser pequeña y despojada de todo para entrar en mi Sagrado Corazón... He de aniquilarte tanto a tus propios ojos, mostrándote u vileza y tu nada,  que sobre ese fundamento de humildad y de abyección levantaré en tu alma el reinado de mi amor".

ORACIÓN:
ACTO DE CONTRICCIÓN AMOROSA

¡Oh Sacratísimo Corazón de Jesús ¡ Heme aquí postrado humildemente en tu presencia con el alma penetrada de vivo dolor, por haberte amado tan poco y por haberte herido con tantas ingratitudes, que me han hecho indigno de tus misericordias y favores. ¡Oh Corazón de Jesús¡ Ejercita conmigo el oficio salvador que te cuesta ya tan caro y no se pierda el fruto de tantas penas y de una muerte dolorosa, hónrala con mi salvación, para que mi corazón pueda amarte y glorificarte eternamente. Si tu justicia me condena, como indigno de perdón, apelaré al tribunal de tu amor, dispuesta mi alma a sufrir todos los rigores, antes que verse privada, un solo instante, de amarte. Corta y quema, no perdones mi cuerpo, ni mi vida, si es interés de tu gloria. Soy todo tuyo, ¡oh ivinio y adorable Corazón¡ Sálvame, te lo suplico, y no me entregues a mí mismo, en castigo de mis pecados, permitiéndome que vuelva a recaer en ellos.

¡Morir antes mil veces que ofenderte a Ti, a quien amo más que a mi propia vida¡ (De Santa Margarita María de Alacoque)

OCTAVA PROMESA

Las Almas fervorosas se elevarán rápidamente a una gran perfección.

Una palabra de Santa Margarita María de Alacoque a sus hermanos asociados: "Pedid, sin intermisión, al cielo que os conceda el don inefable de amar con santos ardores, con pasión sin límites, por encima de vosotros mismos y de las criaturas, al Sagrado Corazón de Jesús... Y pedid, que con ese amor, o mayor todavía, le amen cuantos han recibido la gracia de conocerle".

Un padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.

Sagrado Corazón de Jesús, en VOS CONFÍO!

Inmaculado Corazón de María, SED LA SALVACIÓN DEL ALMA MIA

Santa Margarita María de Alacoque, RUEGA POR NOSOTROS

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