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Francisco Gárate Aranguren, Beato |
Religioso Jesuita
Martirologio Romano: En Bilbao, ciudad del País Vasco, en
España, beato Francisco Gárate Aranguren, religioso de la Compañía de
Jesús, que se santificó practicando la humildad en el ejercicio
de portero durante cuarenta y dos años (1929).
Fecha de beatificación:
Su causa se introdujo en 1950 y fue beatificado por
Juan Pablo II el 6 de octubre de 1985.
Francisco Gárate Aranguren nació el 3 de
septiembre de 1857 en Azpeitia (Guipúzcoa), España, en un caserío
muy cercano, a sólo 105 metros, de la Casa torre
de Loyola. Fue el segundo de una familia de siete
hermanos. De los 4 varones, tres fueron jesuitas.
A la edad
de 14 años dejó su casa para emplearse en trabajos
domésticos en el recién abierto Colegio de Nuestra Señora de
la Antigua, en Orduña, Vizcaya. En 1874 hizo discernimiento vocacional
con los jesuitas y decidió ingresar en la Compañía de
Jesús. Él y otros dos muchachos hicieron el viaje a
pie hasta Poyanne, en el sur de Francia, donde estaba
el Noviciado de los jesuitas españoles después de la Revolución
de 1868. El país vasco era entonces escenario de la
Tercera Guerra carlista.
El final de su noviciado coincidió con la
pacificación de España y el retorno paulatino de los jesuitas
españoles. Su primer trabajo fue el de Enfermero en el
Colegio de la Guardia (Pontevedra) en la costa atlántica y
muy cercano a la frontera portuguesa. Allí estuvo 10 años
y los estudiantes recordaron siempre su paciencia, entrega y caridad
para todos y en especial para los enfermos.
En 1888
fue destinado a Bilbao, a la portería de la Universidad
de Deusto, donde va a permanecer 41 años, hasta su
muerte.
Su trabajo era el de recepcionista, pues estuvo encargado
de recibir a las personas que llegaban a la Universidad,
como de todo lo relacionado con el edificio, aún en
construcción, y de la planta telefónica instalada en 1916. Además
ayudaba al sacristán y a cuidar el jardín v patios.
Durante todo ese largo período, hasta 1929, pasaron por Deusto
muchos jesuitas y personajes notables, pero el más recordado, siempre,
por los universitarios fue el Hermano Francisco. Él los
saludaba cariñosamente todas las mañanas al legar a clases, los
animaba, daba consejos y confortaba cuando parecía haber malos momentos.
Incluso, ayudó a muchos a copiar apuntes de clases.
A los pobres, que venían conocedores de su bondad, ayudó
con alimentos y también con alguna ropa. Los estudiantes lo
llamaban cariñosamente “Hermano Finuras”, por sus finos modales y delicadeza
de alma.
La larga permanencia del Hermano Gárate en Deusto,
para él, no fue algo que considerara extraordinario, ni mucho
menos heroico. Él pensaba que cumplía con lo que el
Señor le estaba pidiendo a través de la Compañía, Supo
convertir esos años, de servicio y oración, como su patrono
San Alonso Rodríguez, en un camino de santidad.
Se enfermó
el 8 de septiembre de 1929 y murió al día
siguiente, sin dar molestias a nadie.
Su fama de santidad
siempre había sido grande, aún en vida; pero creció extraordinariamente
después de su muerte.
Sus restos descansan en la “Capilla
del Hermano Gárate” en la Universidad de Deusto.
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