Desde pequeñitos hay que hacerles saber a los niños que Jesús está presente en el Sagrario de la iglesia, que vive allí escondidito y espera a los buenos niños que lo vayan a visitar.
Porque los niños son inocentes y tienen más fresco en su mente y en su alma el recuerdo del rostro de Dios, cuando los creó, porque recién han salido de las manos de Dios, y entienden y perciben mucho mejor que los grandes lo sobrenatural
Hablémosles a los niños del Jesús del Sagrario porque ellos desde pequeños necesitan saber esto, ya que las cosas que se aprenden de pequeños quedan fijas en la mente y en el alma, y llegado el momento afloran en la vida de adultos.
Es que del Sagrario fluyen gracias hacia los que se acercan, y especialmente hacia los niños, que siguen siendo los predilectos de Jesús.
El Señor ha dicho en su Evangelio: “Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis”. Y es que los niños, naturalmente van hacia Jesús, solo es necesario que no les estorbemos el camino, porque Jesús los atrae como un imán.
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*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
jueves, 20 de octubre de 2016
Llevemos a los niños al Sagrario.
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