jueves, 10 de diciembre de 2015

CAMINO DE EGIPTO


Cuando los Reyes Magos se entrevistaron en Jerusalén, con Herodes, el rey quedó muy impresionado con la noticia que le dieron; sentía miedo de que alguien pudiera quitarle su poder y sus riquezas. Por eso les pidió que cuando encontraran al niño que buscaban, regresaran a decirle dónde estaba. En su corazón estaba tramando la manera de deshacerse de él, para que no fuera un nuevo rey como habían dicho los Magos.
Pero Dios, que conoce los corazones de todas las personas, supo lo que estaba  sucediendo en el corazón del envidioso Herodes, y para proteger a Jesús, envió su ángel a decir a los Reyes Magos, que no hicieran caso a lo que Herodes les había pedido, y regresaran a sus países por otro camino.
Después, en sueños, Dios se comunicó también con José, y le dio algunas instrucciones para proteger a María y a Jesús, de los planes siniestros de Herodes. Nos lo cuenta San Mateo en su Evangelio:
“Cuando los Magos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: – Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto” (Mateo 2, 13-14).
Y continúa:
“Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los Magos, se enfureció terriblemente, y envió sus soldados a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo…” (Mateo 2, 16).
Los niños de Belén, que murieron aquel día, entregaron su vida para salvar la vida de Jesús; por eso los llamamos “los Santos inocentes”, y celebramos su fiesta el 28 de diciembre.
María y José se quedaron viviendo con Jesús en Egipto, lejos de Israel, durante un tiempo; algunos dicen que dos años. Después, cuando pasó el peligro, porque Herodes murió, regresaron a Nazaret, a la casita que habían dejado para irse a Belén.
Allí, en Nazaret, al lado de María y de José, vivió Jesús hasta que cumplió los 30 años, y comenzó a predicar por todas partes.

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