En la Palabra
Lectura: Lucas 18
Jesús enseña acerca de la necesidad de orar siempre por medio de la parábola del juez injusto que le hace justicia a una viuda que constantemente le pedía justicia hasta que le fue molesta al juez y le hizo justicia. De igual manera, por medio de la historia del fariseo y el publicano, el Señor enseñó que el que reconoce su pecado es justificado, pero el que tiene una actitud soberbia de ser mejor que otros será humillado. Un joven rico se acercó a Jesús a preguntar cómo heredar la vida eterna y el dijo que guardaba los 10 mandamientos desde su juventud. Jesús le dijo que solo una cosa le hacía falta, vender lo que tenía y darlo a los pobres. El joven no estuvo dispuesto a hacer eso y se fue triste. Pedro dijo que ellos habían dejado todo por seguirlo por lo cual el Señor contestó que ellos recibirían su recompensa en la tierra, y en el siglo venidero la vida eterna. El Señor anuncia una vez mas su pasión y muerte en Jerusalén aunque los discípulos no entendían lo que les decía. El capítulo termina con el Señor Jesús sanando a un ciego que clamaba; “Jesús hijo de David, ten misericordia de mi.” El Señor se detuvo y le preguntó; “ ¿qué quieres que haga por ti?” el le dijo: “quiero ver” y recibió la vista.
En la Práctica
Todas las historias de Jesús tienen una gran enseñanza. La necesidad de orar es, en mi opinión, el ejercicio espiritual mas necesario de todo cristiano y sin embargo creo que es en donde más fallamos. El Señor Jesús le dijo a sus discípulos que velaran y oraran para que no cayeran en tentación y sin embargo en lugar de orar, ellos durmieron. “El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.” Si es tu debilidad orar, no estás solo, es una lucha constante contra la carne que se distrae fácilmente, se siente cansada, y da prioridad a otras cosas. Sin embargo, Dios nos da la fortaleza por medio de su Espíritu para poder vencer la debilidad de la carne (Ro. 8:26). Si realmente quieres experimentar el poder de la oración, entonces con tu voluntad tienes que dejar que el Espíritu te lleve a vencer la carne; esto es formar una disciplina espiritual en tu vida. Al comenzar, no lo vas a hacer porque lo sientes, sino porque sabes que es lo que necesitas, pero después vas a formar un hábito donde te va a ser necesario estar en comunión con tu Padre en oración. Por cierto, la parábola del juez injusto no es una comparación donde Dios se presenta como injusto, es una parábola de contraste, donde se dice que si un juez de este mundo que es imperfecto contesta la petición constante de una persona, cuánto mas, Dios que es justo, responderá a nuestras necesidades. ¿Cuál es tu necesidad el día de hoy? Llévala al Señor en oración y hazlo con fe; recuerda lo que dice al final de esa parábola; “…cuando venga el Hijo del Hombre; ¿hallara fe en la tierra?” La oración es eficaz, y la oración eficaz es aquella que se hace. Doblemos nuestra rodilla ante el Señor y oremos a él en el nombre de Jesús.
En Oración
Padre celestial, tu conoces mi debilidad para orar, pero te doy gracias porque me has dado tu Espíritu para que pueda hacer las cosas que en mi carne no puedo hacer. Gracias por la comunicación que puedo tener contigo por medio de la oración, en el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario