BUENOS AIRES, 03 Nov. 14 / 03:38 pm (ACI).- En la madrugada del 1 de noviembre, en medio de los festejos por "Halloween", un grupo de vándalos que aún no han sido identificados, ingresó a la parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Olavarría (Argentina), y destruyó imágenes, elementos litúrgicos, libros y mobiliario, e incluso llegaron a prender fuego el altar.
Los destrozos fueron advertidos por los vecinos, que oyeron ruidos extraños y llamaron a la policía. Cuando las autoridades llegaron al templo el daño ya estaba cometido.
Se cree que los agresores ingresaron a la parroquia por una puerta trasera.
Los efectivos corroboraron que se trató de un caso de vandalismo: rompieron todo lo que encontraron a su paso, pero no llevaron nada consigo. Por su parte, los bomberos trabajaron durante varias horas para apagar el fuego que se inició en el altar y se extendió hacia la sacristía.
Los agresores dejaron también manchas de sangre y huellas dactilares propias en las paredes y elementos de la parroquia, por lo que los investigadores creen que será fácil identificarlos. También analizarán las imágenes de las cámaras de seguridad.
Por la magnitud de los daños y la conmoción generalizada, el obispo de Azul, Mons. Hugo Salaberry se acercó hasta la parroquia para solidarizarse con la comunidad.
Mons. Salaberry agradeció los esfuerzos de la comunidad, que rápidamente limpió el templo para celebrar una misa de desagravio.
Refiriéndose a los ataques, el Obispo expresó: “Evidentemente para algunas personas no llega el testimonio de lo que hacemos. Hay personas para las que no somos nadie. No llega lo que decimos y menos lo que hacemos”.
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