Miguel Ángel
Ferrando, SM
Marzo 2007
0. QUÉ ES LA BIBLIA
0.1. LA BIBLIA, EXTERNAMENTE
La Biblia es un conjunto de "libros"
(entendiendo por "libro" un escrito con una unidad propia, que puede
tener más de 60 capítulos o una sola página), escritos en un lapso de 10 ó 12 siglos aproximadamente donde se
refleja la experiencia religiosa,
colectiva e individual, de los judíos
(ss. XI-I a.C.) y de los cristianos,
que conocieron a Jesús o a sus primeros discípulos, hasta fines del s. I o
comienzos del s. II. Este conjunto es
considerado por judíos (el Antiguo Testamento) y cristianos (el Antiguo y
el Nuevo Testamento) como mensaje o palabra
de Dios dirigida a los hombres. Libro normativo
de lo que hay que creer y practicar. Este conjunto está formado por dos subconjuntos:
- La Escritura (AT) está redactada en
hebreo: 39 libros (24 en la Biblia Hebrea) y 7 libros en griego: Jdt, Tb, 1 y
2Mac, Sb, Si, Ba y algunos fragmentos
de Est y Dn; son los llamados deuterocanónicos. En total, 46 libros.
- El Nuevo Testamento (NT) consta de 27
libros, todos ellos escritos en griego.
0.2. LA BIBLIA, PARA LOS
CREYENTES
La Biblia es la expresión de las experiencias de Dios
que el pueblo judío ha hecho a lo largo
de su historia, y de las experiencias que las comunidades cristianas han tenido
de la presencia de Jesús, antes y después de su resurrección. Estas
experiencias han sido puestas por escrito
bajo la inspiración del Espíritu
Santo, de modo que la Biblia contiene y ofrece lo divinamente revelado (DV 11). Lo "divinamente
revelado" es "la verdad íntima tanto acerca de Dios como de la
salvación del hombre" (DV 2).[1]
El conocimiento
natural de Dios es insuficiente: porque es un conocimiento a partir de la
huella dejada por Dios en la creación, y porque supone una filosofía realista,
en la que no todos los hombres están de acuerdo. El conocimiento de un ser
concreto - y Dios lo es- debe ser experimental de alguna manera; no conocemos a
un hombre sólo por su retrato hablado.
Dios revela lo que el hombre no puede llegar a conocer por sus propias
fuerzas: la vida íntima y la "economía de la salvación", el camino
para que el hombre llegue a participar de esa vida. Dios lo revela con obras
antes que con palabras, haciendo con el hombre una historia. El hombre llega a
saber quién es Dios y qué quiere para él, porque experimenta la presencia de
Dios en una historia, en unos hechos cuyo sentido último es aclarado por las
palabras. Para entender el sentido profundo de estas palabras es necesaria la
fe:
"Esta economía de la salvación se realiza
con actos y palabras intrínsecamente enlazados entre sí, de modo que las obras
realizadas por Dios en la historia de la salvación, manifiestan y confirman la
doctrina y las realidades significadas por las palabras, mientras que éstas
proclaman las obras y esclarecen el misterio en ellas contenido" (DV 2).
Toda experiencia
tiende a expresarse de manera inteligible (música, pintura, lenguaje). Su
expresión clarifica la experiencia al que la tiene, la hace comunicable y sirve
para contrastar con ella otras experiencias. Esa expresión debe ser
"interpretada" o traducida. Expresar e interpretar exigen técnicas
humanas.
La Biblia pretende conducir al lector para que también él
haga una experiencia semejante a la de sus autores. La Biblia no es un tratado
sistemático, sino un libro vivo, en el que hay relatos históricos, reflexiones,
leyes, cantos de amor, narraciones novelescas, amenazas y promesas, gritos de
dolor y de alegría... Hay una lectura desde fuera, (como un cristiano lee el
Corán), y una interpretación creyente, “inspirada”, que no excluye los métodos
científicos de la Historia.
0.3. SOBRE LOS NOMBRES DE LA
BIBLIA
Biblia
(Libros): 1Mac 12:9, 2Mac 2:13-15, 8:23.
Ley, Profetas y Escritos: en hebreo
moderno, TNK ("Torah, Nebiim,
Khetubim"); cf.
Sir, prólogo.
Escritura ("grafé"): Mc 14:49,
Jn 10:35, 1Co 15:3, Lc 24:27.32, Rm 1:2, etc. Jesús y los primeros cristianos
llamaban así a lo que hoy es comúnmente llamado Antiguo Testamento.
Testamento: trascripción castellanizada de
la palabra latina "testamentum", que traduce el griego
"diathéke" y el hebreo "berit". Todos estos términos
significan lo mismo: Alianza o Pacto; hay alianzas con Adán, Noé,
Abrahán y Moisés. El pueblo judío no cumple su parte en este contrato, la Ley,
y el profeta Jeremías (Jr 31:31-34), se atreve a hablar de una nueva alianza.
Para los cristianos, Jesús sella con su sangre esa nueva alianza, el Novum Testamentum: Mc 14:24, Hb 8:13, 9:15, 2Co
3:6.14 (tês palaiâs diathékes).
En los primeros años
del s. II los cristianos hablaban de "la Ley, los Profetas y los
Apóstoles" (= la Biblia completa), pero prevalecen poco a poco las
expresiones Antiguo y Nuevo Testamento. La expresión AT molesta a los judíos.
Mejor es decir, como Jesús en los evangelios, la(s) Escritura(s): cf. Mc 12:10;
Lc 24:27, etc.
0.4. LA BIBLIA NO ES
CATÓLICA NI PROTESTANTE
La Biblia es una
biblioteca anterior a la división de los cristianos en católicos y
protestantes, división que tuvo lugar en el s. XVI.
No varía la Biblia,
escrita en hebreo y en griego mucho antes de esa división, sino sus traducciones, que pueden ser antiguas o
modernas, hechas con criterios lingüísticos diferentes, bien hechas o mal
hechas (por ignorancia o por prejuicios teológicos), hechas por judíos,
católicos o protestantes. Por esa razón, las traducciones son tan numerosas y
diferentes unas de otras.
1. LA FORMACIÓN DE LA
ESCRITURA
Nota previa. Es
necesario distinguir en los escritos bíblicos:
1) Los hechos relatados.
2) Los relatos de esos hechos
("fuentes" remotas o próximas), que son de épocas diversas. Hay
relatos cercanos a los hechos y otros que se apoyan en relatos anteriores. Cada
relator selecciona la información de que dispone e interpreta los hechos desde
su peculiar punto de vista.
3) El relato definitivo. El autor del relato
hoy conocido dispone de una información más o menos abundante, que ya ha
interpretado los hechos, y que el autor del relato definitivo selecciona e
interpreta de nuevo, según sus propios intereses y los intereses de la
comunidad en que se inserta.
1.1. EN LOS ORÍGENES DE LA
BIBLIA.
1.1.1. Los orígenes del mundo y de la
humanidad: Gn 1-11.
1) Los
hechos relatados:
N. B. Indicaciones
sobre los “orígenes” o “historia de” (toledoth:
2:4a, 6:9, 25:19, 37:2) y sobre las genealogías (5:1, 10:1, 11:10; 25:1). Gn es
una introducción al resto de la Torah.
-
Los orígenes del mundo y de la humanidad: cap. 1-5.
-
El diluvio (catástrofe natural): cap. 6-10.
-
La construcción y ruina de Babel (desaparición de una
cultura): cap. 11. En las secciones 2 y 3 se hace patente la fuerza del pecado,
pero también la voluntad divina de salvar al hombre.
-
Genealogías intercaladas: 5:1, 10:1, 11:10, 25:1.
2) Las fuentes escritas remotas de estos
relatos.
Los documentos hoy
conocidos, que pueden ser las fuentes remotas de esos relatos, son documentos
no más allá del tercer milenio a.C. Ellos han guardado el recuerdo de
catástrofes naturales y restos de alguna civilización brillante, ya
desaparecida.[2]
3) Las fuentes próximas y los relatos en su
forma definitiva.
Los relatos definitivos de esos hechos
remotos han llegado en el s. V a.C. a la forma que hoy tienen en los cinco
primeros libros de la Biblia, el Pentateuco.
Estos relatos, a su
vez, tienen en cuenta tradiciones orales y documentos judíos de los siglos X-V a.
JC. Son las fuentes inmediatas para
el autor o los autores de los relatos definitivos, que han llegado a nosotros.
Estas fuentes inmediatas pueden tener otras fuentes más antiguas, hoy
desconocidas. Entre las “fuentes inmediatas” o cercanas al autor definitivo se
distinguen en el Pentateuco al menos cuatro "documentos" o fuentes: J
(Jahvista), E (Elohista), P (Sacerdotal, Priester
significa “sacerdote” en alemán), D (Deuteronomista). Cf. algunos ejemplos: Gn
1:1-2:4a y 2:4b-3:24, 6-9 (6:19 y 7:2.8), 12:10-20 y 20:1-18.
Tanto los últimos redactores del Pentateuco como los de
sus fuentes judías más o menos cercanas a ellos, han interpretado, a la luz del éxodo y del mensaje profético,
documentos y tradiciones orales más antiguos sobre la creación, el diluvio o
las migraciones de los patriarcas. Los mismos
hechos han recibido incluso interpretaciones
distintas.
4) Valor histórico de estos capítulos.
Hay que tener en
cuenta los "géneros literarios": no historia en sentido moderno. No
es posible dar una solución científica los problemas que estos capítulos
plantean. Pero contienen el relato de HECHOS REALES. Su mensaje: los hechos revelan al único Dios, creador del mundo y del
hombre, que inaugura una historia de salvación, un Dios confiable. Cf. la carta
de la Pont. Com. Bíblica, aprobada por Pío XII, al Card. Suhard, en 1948 (pág.
21-22 Manual):
"No se puede afirmar ni negar en bloque
la historicidad de todos aquellos capítulos, aplicándoles indebidamente las
normas de un género literario bajo el cual no pueden ser calificados...
Refieren en un lenguaje simple y figurado, acomodado a la inteligencia de una
humanidad menos avanzada las verdades fundamentales propuestas por la economía
de la salvación, al mismo tiempo que la descripción popular de los orígenes del
género humano y del pueblo elegido. Entre tanto hay que practicar la paciencia,
que es prudencia y sabiduría de la vida" (Documentos Bíblicos, Madrid, BAC 1955, # 667).
5) Valor teológico de Gn 1-11.
La CREACIÓN es el
dogma fundamental del judaísmo y del cristianismo. Es la raíz de la fe en todas
las demás intervenciones salvadoras de Dios y aporte excepcional al pensamiento
de Occidente; la filosofía griega ignora concepto de creación. Monoteísmo: ni
los astros ni los animales son Dios, son sus criaturas.
Es también el primer artículo de la fe. Con él comienzan todos los "Credos",
desde el Símbolo de los Apóstoles (s. II).
1.1.2. La historia de los patriarcas: Gn
12-50.
Contenido: historia de los patriarcas.
Abraham: sus migraciones, la primera alianza (Gn 12-25). Isaac (26-27). Jacob y
las doce tribus (27-36). Emigración a Egipto, historia de José (37-50): ss.
XIX-XVI a. C. Tiene gran relieve la historia de Abraham, "padre de los
creyentes" (Rm 4:11, cf. todo el capítulo y Hb 11:8-12.17-19).
Fuentes de los relatos. Los recuerdos se
trenzan, simplifican y embellecen en torno a lugares de culto, personajes
importantes o hechos significativos. La tradición oral jugó un papel importante
en la transmisión de estos datos, seleccionados por quienes los pusieron por
escrito.
Valor histórico. Los datos bíblicos
coinciden en lo esencial con datos arqueológicos, sobre todo de origen
mesopotámico (Nínive y Babilonia).
Valor teológico. Dios, el Señor, interviene en la historia con el
fin de hacer un pueblo para sí, que sea vehículo de la revelación de lo que él,
el Señor, es y quiere. El Señor se compromete con una pacto o alianza a cumplir la promesa de una tierra y de una descendencia.
Monoteísmo.
1.1.3. Egipto. Moisés. El éxodo: Ex, Nm, Lv,
Dt.
Contenido: Los israelitas en Egipto:
crecimiento, opresión. El clamor de un pueblo. Moisés, solidaridad, abandono,
elección (Dt 7:6-11). Paso del Mar Rojo (de las Cañas), la alianza del Sinaí y
la Ley, cuyo núcleo es el Decálogo, Ex 20:1-21. Pecado original del pueblo: el
becerro de oro, 32:1-35 (oración de Moisés en Ex 32:11-14). Fe- confianza: Hb
11:23-29.
Fuentes: Tradiciones orales. Primeras
alusiones al hecho de escribir: Ex 17:14 (Dios da la orden), 24:12 (Dios
escribe), 34:28 (escribe Moisés). Estos relatos, orales y por escrito, han
recibido una primera forma literaria en los cuatro documentos antes reseñados:
J, E, D y P (ss. X-VI). La fusión de estas cuatro fuentes y de algunas otras,
difíciles de determinar, procedentes de la tradición oral o de la liturgia,
tuvo lugar a la vuelta del destierro, seguramente a petición de las autoridades
persas: se constituye así el Pentateuco, la Torah (Ley). En esta compilación
influyeron las necesidades el momento y las preocupaciones de los redactores.
Valor histórico: Nm repite mucho de Ex. Lv
es una codificación posterior de la Ley, así como Dt. Sobre un fondo de hechos
reales, transmitidos por las diversas fuentes, ha actuado la interpretación
creyente de los autores de los relatos escritos, posteriores a los hechos al
menos dos siglos. No puede ser entendido cada detalle al pie de la letra (v.g.
el paso del mar Rojo).
Valor teológico: el conjunto de los hechos significa para los
creyentes que el Señor, el único que realmente es Dios, ha creado y escogido un
pueblo para sí (cf. Dt 7:6-16).
1.2. LA CONQUISTA DE LA
TIERRA PROMETIDA
1.2.1. La conquista. Los jueces (Jos, Jc).
Paso del Jordán (Jos
6; cf. 2). Conquista, idealizada en el libro de Josué, que cubre los siglos XIII-XI (Advertir sobre el valor histórico
de Jos y Jc). Importancia de Jos 24, asamblea de Siquem. Tribus unidas por
origen común, pero no lazos políticos.
Los jueces surgen en momentos de dificultad.
Débora y Baraq (Jc 4 y 5). Necesidad de unidad de mando, pero miedo a la
desaparición de la estructura tribal: Jc 9:7-21.
Ambigüedades de la
monarquía, 1Sam 8 y 12, antimonárquicos, 9 y 10, a favor de la monarquía. Samuel unge rey a Saúl, y luego a David.
1.2.2. La Monarquía. David y Salomón.
Primeros documentos.
Saúl
(+1010): fracaso del ensayo del benjaminita (1Sam 9-15 y 16-31).
David
(1010-970):
Ungido rey en vida de
Saúl (1Sam 16:1-13), tiene que esperar hasta la muerte de éste, y luego 7 años
más, para ser reconocido rey de las tribus del sur y del norte.
Reinado fecundo y
accidentado; 2Sam 1-8, 2Sam 9-1Re 2. David termina con la amenaza de los
filisteos y unifica las doce tribus bajo su mando. Una personalidad seductora.
Sus pecados (2Sam 11-12, 24). Problemas por la sucesión al trono e intrigas de
palacio (1Re 1:1-38).
David conquista
Jerusalén y hace de ella la capital de su reino; organiza una administración y
un clero (2Sam 5:6-12). Junto al rey están los sacerdotes y los profetas, ya
bien diferenciados. Son las tres grandes instituciones judías.
En Jerusalén se
escriben relatos históricos, piezas cultuales (salmos) y legislación. Se dibuja
así la fisonomía característica de la Biblia: Ley, Profetas, Escritos. En una
época posterior los autores del Dt esbozan una especie de "constitución"
donde se especifican los deberes y derechos de cada uno de estos grupos, así
como de los jueces (Dt 17:8-18:22).
Profetas en la corte de David: Natán (2Sam 7, 12, 1Re 1:11-40) y Gad (1Sam 22:5 y 2Sam 24:11).
Salomón
(970-932):
Sucede a su padre
David, construye el Templo, es un buen comerciante (1Re 3:110:29). Sombras de
su reinado: centralismo, desigualdades sociales e idolatría (1Re 11).
Orígenes de la literatura sapiencial (1Re 5:12-14) y del Documento J (Yahvista).
1.3. LOS REINOS DE ISRAEL Y DE
JUDÁ.
1.3.1. División del reino en 932.
A la muerte de Salomón se divide el
reino en dos partes (cf. 1Re 12):
-
Israel al
Norte, 10 tribus. Capital Samaría, en el s. IX.
-
Judá al Sur;
2 tribus, Rubén y Judá. Capital Jerusalén.
1.3.2. El reino de Israel (932-721).
Problemas: crisis
religiosa, social y política. Vecinos poderosos (Asiria y Egipto): 1Re 14-2Re
17. En 721 Samaría es destruida por el asirio Sargón II (2Re 17:5-41).
Gracias a su aislamiento y pobreza,
el reino del Judá resiste dos siglos más. La dinastía davídica se mantiene en
el trono de Jerusalén hasta el s. VI.
En este período florece el
"profetismo":
EL PROFETISMO.
Es un fenómeno que se da entre los siglos XI y V. Tiene su apogeo
entre los ss. IX y VI. No es original de Israel, pero está marcado por la fe en
que el Señor ha hecho una alianza con el pueblo que ha reservado para sí. Profeta (en griego), nabi (en hebreo) es el que habla en
nombre de otro, en nombre de Dios. A veces se le llama "vidente"
(1Sam 9:8).
Características de los profetas:
-
El profeta tiene una experiencia religiosa que le hace
ver los acontecimientos desde el punto de vista de Dios (cf. 1Re 22:5-28). Son
por ello portavoces de Dios que:
-
defienden la pureza de la religión yahvista,
especialmente el monoteísmo: Elías (1Re 18), Eliseo (2Re 9-10; misericordia con
los prisioneros de guerra, 2Re 6);
-
recuerdan al pueblo sus deberes morales, unen religión
y moral. Defienden a los pobres Natán, Elías (1Re 21), Amós, Is 10, Jr 2, etc.
Han influido en la legislación (Dt).
-
Interpretan la historia y descubren 'constantes
históricas': tensión entre pecado, perdón y conversión. Ejemplos: tipología del
éxodo y novela Exodus; Is 7:14,
citado en Mt 1:23.
-
Por ello aconsejan a los reyes desde su punto de vista,
la fidelidad a la Ley del Señor (Is, Jr; cf. más abajo, en *).
-
Oran por su pueblo: Am 7:2.5, Jr 14:7-9,19-22; cf.
respuesta del Señor: Jr 14:11 y 15:1; 2Mac 15:14.
-
Hay grandes diferencias incluso entre profetas
verdaderos, v.g. Eliseo y Oseas (2Re 9-10 y Os 1:4), Isaías y Jeremías frente
al Templo y a la resistencia o a la sumisión a los imperios mesopotámicos (*Is
37 frente a Nínive, y Jr 7 frente a Babilonia). Fueron numerosos, pero se
conserva el nombre y la obra escrita de muy pocos.
Clases de profetas:
-
Solitarios y en cofradías o con discípulos. Solitarios:
Elías, Amós, Jeremías. En grupo o dando origen a una escuela: Eliseo (2Re 4,
6), Isaías (Is 8:16).
-
profesionales (del rey o en los templos) y llamados por
Dios en forma directa y sorpresiva (Am 3:3-8, 7:14s, Is 6:1-13, Jr 1:4-10, Ez
2:1-10).
-
No son en principio enemigos del rey ni de los
sacerdotes (Jr y Ez eran sacerdotes), aunque con frecuencia tienen una actitud
crítica frente a ellos.
-
Hay "pseudoprofetas", que dicen lo que agrada
oír al rey. Cf. Jr 28: Jananías es llamado "profeta" en hebreo, pero
el traductor griego inventa el término "pseudoprofeta".
-
"Anteriores": Jos, Jc, 1 y 2Sam, 1 y 2Re
(historia deuteronomista); "posteriores" o escritores.
Época en que florece el profetismo:
-
Anacrónicamente son llamados profetas Abrahán y Moisés
(Gn 20:7, Dt 18:18).
-
Aparecen ya en la época de los jueces (Débora, Jc 4:4)
y en los orígenes de la monarquía, con poco prestigio, con excepción de Samuel
(1Sam 3:20, 10:12).
-
En la corte de David (s. X) son personajes influyentes
(Natán, 2Sam 12:1; 1Re 1:11; Gad, 2Sam 24:11).
-
Esplendor: ss. VIII-VI, antes del destierro y durante
el destierro en Babilonia.
-
Pierden importancia desde el s. VI hasta su
desaparición, s. III. Son sustituidos de alguna manera por los
"sabios".
-
Los primeros
grandes profetas (ss. IX-VI) actúan en el reino del Norte (Israel,
Samaría). Son "anteriores" (no escritores) y "escritores".
PROFETAS NO ESCRITORES:
Elías
y Eliseo.
Dos ciclos, desde 1Re
17 a 2Re.10. Dureza y justicia: 1Re 18, 21, pero humanismo, 2Re 6:8-22.
+ Defienden el monoteísmo y la justicia. Movidos por esta
preocupación:
+ Intervienen en política: Elías contra Ajaz (1Re 18, 19,
21), Eliseo con Jehú (2Re 9, 13:14).
PROFETAS ESCRITORES:
Amós, profeta de la justicia social: 1-2,
3:1-13, 4:1-3, cap.7. Grandes temas: "el día del Señor"; salvación de
un "resto". El primer profeta escritor se declara no profeta.
Visiones. Oseas, drama personal 1-3. Critica con
dureza con reyes, sacerdotes (culto que engendra falsas seguridades), a los
grandes, censura las alianzas políticas (confianza en los hombres, no en Dios):
cf. 5-6. Ternura de Dios, cf. 11:1-9 (imagen materna).
El documento Elohísta (E) tiene su origen en esta época,
redactado por sacerdotes de Samaría, fieles al Señor, legislación inspirada por
los profetas.
1.3.3. El reino de Judá hasta la caída de
Samaría (932-721).
Cierta tranquilidad
hasta el s. VIII. Presiones externas, se buscan alianzas que resultarán
catastróficas. Profetas s. VIII, Miqueas e Isaías.
Isaías.
Partes del libro: Is I:
1-39 (s. VIII). Is. II
(Deuteroisaías): 40-55 (s. VI). Is III (Tercer Isaías): 56-66 (ss. V-IV ?).
Isaías I:
-
Contenido: libro del Emmanuel: (6-12), oráculos contra
las naciones (13-28) y sobre Israel y Judá (28-35), apéndice histórico (36-39).
Secciones apocalípticas (24-27).
-
Gran profeta clásico", por su calidad literaria y
su mensaje; aristócrata, casado con una profetisa, discípulos (8:3.16).
Consejero del rey Ajaz (7:1-17). Durante el asedio de Jerusalén, 701:
importante intervención del profeta (cf. 2Re 19:1-7= Is 37).
-
Mensaje:
Dios (el Dios tres
veces santo, señor de la historia, pero de corazón sensible); cf. 6:113, 1:2-4,
5:1-7, 10:5-16.
El resto y el Mesías
(el Mesías, descendiente de David); cf. 4:3 y 10:7-23, 7:10-17, 11:1-9. Léase
2:1-5, palabras en fachada de la ONU en Nueva York.
Fe y confianza; cf. 7:9.
Moral: defensor de
los débiles; cf. 10:1-4.
1.3.4. Judá desde 721 hasta caída de
Jerusalén (587).
1/ Historia:
(Ezequías, Manasés). Reforma de Josías y su estúpida muerte. Alianzas contra
Babilonia. Cf. 2Re 21-25 y más abajo lo referente al “ambiente histórico” de
Jr.
2/ Literatura:
Deuteronomio.
-
Origen en el
reino del Norte; reeditado en Jerusalén (Josías, 2Re 22-23). Contenido: leyes
presentadas en discursos, para convencer: estilo cálido y motivador (cf. Dt 15
y Ex 21).
-
Monoteísmo
(5:6-9, 6:4), elección de Israel por amor y peculiar filosofía de la historia
(7:6-16, 30:1-20, cf. 2Re 17:7-23), que influye en
-
la historia
deuteronomista o profetas anteriores: Jos,
Jc, 1 y 2Sam, 1 y 2Re. Una historia descrita desde la perspectiva del Dt:
cf. 2Re 17:7ss.
-
Invita a:
centralizar el culto en Jerusalén (12:1-28); fraternidad entre judíos (15:1-18; cf. Ex
21:1-11).
-
Problema
teológico: la remuneración.
Jeremías
(s. VII-VI).
Desorden de su libro;
orden distinto en la traducción griega de los LXX y en el hebreo.
-
Vida: nace c.
645, de familia sacerdotal, Vocación,
1:1-19, en tiempos de Josías, en cuya reforma
tal vez participa. Muerto Josías (609), Jr se da cuenta de que la reforma era
superficial: no convertir al Templo en un ídolo que da tranquilidad; puede ser
destruido, a pesar de la profecía de Natán y de Isaías: Jr 7, 26. Cf. Jr 36-44,
narrativos: Jr es testigo de la primera
deportación a Babilonia (598). [Todavía en época de Sedecías: choque con
los consejeros reales y con Jananías, "falso profeta", Jr 28]. Destrucción de la ciudad (587). Jr es
arrastrado a Egipto, donde muere, tal
vez apedreado: Jr 40:1-43:7.
-
Tema central de
su predicación: el castigo es inevitable si no hay una sincera conversión;
mensaje derrotista (27:1-11, cf. 34:8-22), pero no olvida fustigar los vicios
de reyes, sacerdotes y profetas: cf. 9:1-8, 21-22. Pesimismo antropológico
(17:5-9). Anuncia una nueva alianza (30-33, lee 31:31-34). Intercede: 7:16,
14:7-12, 2Mac.15:12.
-
Sufrimientos
de Jeremías (26:10-24, 37:16-20 y 38:6), fragmentos de unas
"Confesiones": 11:18-12:6, 15:10-21, 17:14-18, 18:18-23, 20:7-18.
Profeta "romántico".
Otros profetas del s. VII: So, Na, Ha.
1.4. EL DESTIERRO EN
BABILONIA.
1/ Acontecimientos:
-
Dos deportaciones, en 598 y 587 (2Re 24:10-17;
25:11-16).
-
Milagro de la sobrevivencia: el Libro como fuente de
identidad: se sienten orgullosos de su religión, coleccionan escritos, copian,
estudian, redactan. Importancia de los sacerdotes.
-
Instituciones que construyen el ghetto: la sinagoga;
normas relacionadas con momentos cumbres de la historia: el sábado (Adán: Gn
2:3), no comer sangre (Noé, Gn 9:4-7), circuncisión (Abraham, Gn 17:1-14), Ley
(Moisés, Ex 19:5, 20:1-12; 24:8; 34:10).
2/ Literatura:
Ezequiel.
-
Sacerdote desterrado a Babilonia en 598. Ministerio:
593-571. Oráculos antes de la caída de Jerusalén: critica a gobernantes y
pueblo su idolatría. Después: busca reconstruir la nación.
-
Estilo monótono, descripciones alegóricas, visiones:
16:1-63, 36:16-32, 37:1-14.
-
Anuncia literatura apocalíptica. Profeta
"barroco". "Visión" del Templo futuro (40-48).
-
Textos importantes: 1:4-28 y 3:12-20 (cf. 10:18-22 y
11:22 ss, 43:1-12), 8:1-17, 14:12-23 y nota BJ a 14:12, sobre retribución
personal (cf. 18, y 33:10-20),
16.
Tradición
sacerdotal (P).
Ley de Santidad (Lv 17-26). Presente en Gn, Ex, Nm y Lv.
Influye en Crónicas.
Isaías
40-55.
-
Libro de la Consolación. Anuncia retorno del destierro
hacia 538. Gran poeta y gran teólogo. Optimismo, monoteísmo, vocación universal
de Israel. Relaciona la Creación y la Salvación.
-
Textos: nuevo éxodo (40:1-11, 43:16-21, 55:12),
monoteísmo (44, 45:1-7), universalismo (45:14-25, cf. nota BJ). Cantos del
"siervo del Señor" (42:1-4, 49:1-6, 50:4-9, 52:1353:12).
1.5. ÉPOCA PERSA (538-331).
1/
Acontecimientos:
No pasa nada
extraordinario. Judea no alcanza de los persas la plena independencia política.
Amor a la Ley. No cultos cananeos ni idolatría. Estilo antológico. Se construye
sobre las armas: la espada y la llana (Ne 4:11). Reconstrucción del templo en
515 (Esd 5-6) y de las murallas en 445 (Ne 3-4). Problema de los matrimonios
mixtos (Esd 9-10).
2/ Literatura:
Esd (más religioso) y Ne (más político y militar): tibieza en el culto, genealogías,
matrimonios mixtos (Esd 9-10). Languidece el profetismo: Ag, Za, Ml, Is 56-66, Jl, Ab. Hay una cierta desilusión en los
últimos profetas, así como en Esd y Ne. ¿Hasta cuándo? (Sal 6:4).
Una vez más, la mirada se dirige al
futuro. Destacan:
-
Jonás:
Universalismo de la misericordia divina; Dios cambia un anuncio profético.
-
Rut: una
moabita (árabe) en la ascendencia de David.
-
Pentateuco:
Redacción definitiva, a instancias de los persas: Ne 8.
LA
LITERATURA SAPIENCIAL:
Qué es:
-
Nace en Israel influida por la sabiduría del antiguo
Oriente, Egipto y Mesopotamia (Pr 22:17-23:11; 30:1, 31:1). Imparte una
enseñanza basada en la experiencia, útil para la vida de todos los días.
Reconoce un orden objetivo en el mundo (cf. Sir 26, 32, 38).
-
El sabio sucede al profeta, pero no tiene su fuego, y
convive con el sacerdote. Se preocupa de la historia más que sus modelos (Sir,
Sb).
-
Temas:
retribución (Sir 40 y 41), resurrección (Dn 12:1-3.13; Sb 2-3), creación,
personificación de la sabiduría (Pr 8:22). [Para sonreír, sobre la mujer: Sir
25:13-26:18, Qo 7:26-29. También, favorables: Pr 5:2-23, 31:10-31, cf. 4:1-15,
6:4-9, 7:1-10...]
Los
libros sapienciales pueden agruparse en tres conjuntos:
-
Colecciones: Proverbios,
Cantar de los cantares, Salmos.
-
Dos obras de la época griega, que se enfrentan con una
nueva cultura: Si, Sb, Tb, Ba. - Dos
obras maestras, de época indeterminada: Job
y Qohelet.
Job:
-
Un árabe. Se enfrenta con el problema del sufrimiento
del inocente ¿inocente? Dios gobierna de una manera extraña.
-
Estructura: Prólogo y epílogo en prosa. Parte central:
diálogo con los tres amigos (3-31, con resumen de la moral bíblica en 31),
discursos de Elihú (32-37), el Señor interviene (38-41), que alaba a Job
(42:7).
-
Dios no es a la medida del hombre. Dios no es sólo el
Dios de los ricos y poderosos. Se deja interpelar.
-
Textos: 7:15-21, 9:2-31, 14:1-22, 19:25-27; 39:19-25.
Qohelet
o Eclesiastés:
-
Filósofo pesimista, desilusionado, escéptico, socarrón.
Se ríe de los sabios. Arremete con la concepción judía de la historia. Todo da
lo mismo: los muertos son más felices que los vivos. La justicia de Dios brilla
por su ausencia; por tanto, pasarlo lo menos mal posible.
-
Los judíos no están en mejor situación que los
gentiles. Sorprende que éste sea un libro inspirado. Qo es el defensor de la
libertad, de la gratuidad de Dios. Dios no está en el corsé de los sabios.
-
Cf. 1:9-11, 3:12-21, 4:1-3, 7:26-29, 9:1-10, 11:9-10.
1.6. ÉPOCA HELENÍSTICA.
1/ Acontecimientos:
Alejandro Magno vence
a los persas e incorpora Palestina a su imperio (año 333). A la muerte de
Alejandro, dos momentos:
-
Judea bajo el dominio de los Lágidas (hasta el 200).
Colonia judía en Alejandría.
-
Judea bajo el dominio de los Seléucidas (200-63 a. JC):
+ Antes de Antíoco IV hubo ya un
intento de saqueo del Templo, 2Mac 3, pero paz.
+ Después de Antíoco IV, desde el
175, intentos de helenizar a los judíos.
-
Sublevación de los Macabeos.
-
Mediados s. II: Jonatán compra título de Sumo
Sacerdote.
-
Fin del siglo, reyes asmoneos. El 63 a. JC Pompeyo
anexiona Palestina al Imperio Romano.
2/
La literatura refleja los acontecimientos:
Redactados en esta
época, de carácter histórico: 1 y 2Cro,
Esd, Ne, Est, Tb, Jdt.
Literatura bélica:
1 y 2Mac, cf. 2Mac 7:9.11.23.29.36
(resurrección
LITERATURA APOCALÍPTICA:
-
Literatura de época de crisis, para animar a los
combatientes: el salto largo. Pseudonimia y falsa antigüedad. La historia como
profecía y garantía de que el Reinado de Dios está a punto de llegar. Estilo
peculiar y visiones interpretadas por ángeles.
-
La mayor parte de los libros apocalípticos no han sido
considerados "inspirados" ni por los judíos ni por los cristianos.
-
Constituyen la mayor parte de la "literatura
interbíblica" (s. II a. JC - II d. JC). Hay pasajes apocalípticos en Is,
Za, Ez. La obra apocalíptica fundamental es:
-
Daniel,
especialmente 7-12; cf. 7:13 ss, 9:20-27, 12:2-4 (1-6 y 13-14, en griego).
LA LITERATURA SAPIENCIAL EN LA ÉPOCA
HELENÍSTICA:
Siracida
o Eclesiástico:
-
escrito hacia el 190, antes de la crisis macabea.
Conocido en griego por la traducción de su nieto, hecha hacia el año 140.
-
Su autor es un piadoso sacerdote, que relaciona la Ley,
el culto (sacerdocio) y la sabiduría. Humanismo (31:12 ss, 38:1 ss; cf. lo
dicho mas arriba sobre la mujer, en 1.5), tiene interés por la historia
(44-49). Sobre el destino del hombre: 18:8-14.
Sabiduría: escrito mitad s. I a. JC y último libro, en el tiempo, de la
Escritura, después y al margen de la crisis macabea. Aprecio por la cultura
griega (7:17 s.), pero no despreciar el patrimonio judío. Temas importantes:
-
Inmortalidad del alma (2:23, 9:15).
-
Intento de demostración de la existencia de Dios
(13:3-5).
-
Personificación de la Sabiduría (7:22-8:8 y 18:14-16).
-
De nuevo la historia (10-19), con la bellísima oración
de 11:4-12:27, sobre todo 11:21-26.
2. LA BIBLIA, LIBRO
INSPIRADO
N. B. Gracias a la “inspiración” la
Biblia contiene y ofrece por escrito
lo que Dios ha querido revelar de su vida íntima. Gracias a la inspiración la
Biblia es un vehículo de transmisión de la Revelación, por escrito. La
Revelación se transmite también por la Tradición, que se manifiesta en la vida
de la Iglesia. El Magisterio eclesiástico no revela nuevas verdades; sólo
define e interpreta las verdades reveladas por Dios y transmitidas por la
Sagrada Escritura y la Tradición.
2.1. EXISTENCIA DE LA INSPIRACIÓN
¿Qué significa que la
Biblia es "palabra de Dios"? ¿Qué hace que ella sea un libro
"sagrado", un libro "inspirado"? (Qué es “inspiración”, cf. 3.2).
En términos
generales, la inspiración es un influjo especial de Dios- del Espíritu
Santo- sobre los redactores de la Biblia (autores
"inspirados"), que hacen de ella (libros "inspirados") un
mensaje, por escrito, del mismo Dios a los hombres. ¿Cómo se sabe que hay
libros inspirados?
CRITERIO PARA LOS
FIELES: La inspiración no es un hecho
demostrable científicamente. Su existencia sólo consta por una declaración de
la autoridad eclesiástica, que se acepta con y por la fe: cf. más abajo 3.1.3.
y 4.2.
CRITERIO DE LOS
PADRES CONCILIARES: La definición de los Padres
Conciliares se funda en el testimonio
de la misma Escritura y de la Tradición: miran a lo que el pueblo judío y la
Iglesia desde sus orígenes han vivido, sin hacer afirmaciones reflejas sobre el
hecho. El pueblo judío y los cristianos toman conciencia paulatinamente de que
los libros bíblicos encierran un mensaje de Dios a los hombres y tienen por eso
un valor de norma para su fe y sus costumbres. Criterios en Trento para definir
el canon y el número de sacramentos.
2.1.1. Toma de conciencia por el Pueblo de Dios.
Los israelitas:
-
La fe en la inspiración es un corolario de la fe en que
Dios interviene en la historia para salvar a su pueblo. Los israelitas toman
conciencia a lo largo de su historia de que Dios ha estado tras ciertas acciones en favor de su pueblo. También
ha percibido que la Ley y ciertas
palabras pronunciadas por lo profetas
tienen una eficacia más que humana.
-
Esta toma de conciencia tiene lugar sobre todo en el
destierro de Babilonia. Salto desde la fe en la intervención de Dios en las
acciones, a la fe en la intervención de Dios en la redacción de los escritos
que conservan el recuerdo los hechos y las palabras. La toma de conciencia no
es homogénea ni simultánea para todos los libros: de ello trata la historia del
canon (cf. más adelante 4.3 y 4.4).
Los cristianos:
-
No es difícil para los judíos hechos cristianos el
pasar de la fe en la inspiración de la Escritura a la fe en la inspiración de
los libros cristianos, que conservaban el recuerdo de los hechos y dichos de
Jesús (evangelios) y las enseñanzas de quienes fundaron las primeras
comunidades, las comunidades apostólicas.
-
Tampoco este proceso de reconocimiento es homogéneo.
Este proceso es la “historia del canon” (cf. 4.3 y 4.4; ejemplo 20:4-10).
2.1.2. El testimonio de la Biblia:
La Biblia no define
qué cosa sea la inspiración, pero afirma que hay libros escritos bajo un
especial influjo de Dios, sin decir cuáles en concreto; a lo sumo se refiere a
conjuntos de libros como los de la “Ley” y “los Profetas”, pero no se da una
lista de cuáles son: - Escritura: Ex 17:14, 1Mac 12:9.
-
Nuevo Testamento: "Conforme a las Escrituras"
(Jn 10:35, 1Co 15:3-4, sobre la Escritura), y escritos tardíos sobre el NT: 1Tm
5:18, 2Tm 3:16, 2Pe 1:19-21, 3:15.2
2.1.3. El Magisterio de la Iglesia:
-
Desde fines del s. IV, en concilios regionales y ecuménicos, se dan listas de los libros
inspirados, para salir al paso de la literatura herética, que se presentaba
bajo el nombre de algún apóstol.
-
En el concilio de
Trento (1546) se tiene en cuenta la polémica con los protestantes. El
problema está en saber cuáles son los libros inspirados; eso es lo que se
define. La inspiración se da por supuesta, la admiten católicos y protestantes
(también define el concilio cuales son los sacramentos).
-
El concilio
Vaticano I (1870) define la existencia de la inspiración de la Biblia, en
el contexto histórico de la polémica con el racionalismo.
-
Las afirmaciones del Vaticano I son recogidas por el
concilio Vaticano II (1965), que
insiste en precisar algo más en la
naturaleza de la inspiración (DV 11) y en la interpretación de la Biblia (DV
12).
-
TEXTOS:
“Las cosas reveladas por Dios, que se
contienen y ofrecen por escrito en la Sagrada Escritura, fueron consignadas por
inspiración del Espíritu Santo. Pues en virtud de la fe apostólica, la Santa
Madre Iglesia tiene por sagrados y canónicos los libros enteros tanto de
Antiguo como del Nuevo Testamento, con todas sus partes, por cuanto, escritos
por inspiración del Espíritu Santo, tienen por autor a Dios y han sido
entregados a la Iglesia en calidad de tales. Pero en la elaboración de los
libros sagrados, Dios escogió a hombres y los empleó usando ellos de sus
facultades y fuerzas, a fin de que actuando él en ellos y por ellos pusieran
por escrito como autores auténticos [o: como verdaderos autores] todo y sólo
aquello que él quería.
Y como todo cuanto afirman los autores
inspirados o hagiógrafos debe considerarse afirmado por el Espíritu Santo, de
aquí que es necesario profesar que los libros sagrados enseñan
sólidamente, fielmente y sin error la
verdad que Dios quiso consignar en dichos libros para salvación nuestra" (DV 11).
“Pero como Dios habló en la Sagrada Escritura
por medio de hombres y de manera humana, el intérprete de la Sagrada Escritura,
para conocer lo que Dios quiso comunicarnos, debe estudiar con atención lo que
los autores querían decir y lo que Dios quería dar a conocer con dichas
palabras.
Para descubrir la intención de los hagiógrafos
hay que fijarse también, entre otras cosas, en los “géneros literarios”. Pues
la verdad se propone y expresa de manera diversa en los textos diversamente
históricos, o proféticos, o poéticos, o en otros géneros de expresión Es
ciertamente necesario que el intérprete busque el sentido que en unas
circunstancias determinadas el hagiógrafo intentó expresar y expresó, de
acuerdo con la situación de su tiempo y de su cultura, por medio de los géneros
literarios usados en aquel entonces. Pues para entender rectamente lo que al
autor sagrado se propuso afirmar por escrito, hay que atender debidamente tanto
a los modos nativos de sentir, expresarse y narrar al uso en tiempos del
hagiógrafo, como a los que solían usarse en aquel entonces en el trato mutuo
entre los hombres.
Pero como la Sagrada Escritura debe ser
también leída e interpretada con el mismo Espíritu con que fue escrita, para
sacar bien el sentido de los textos sagrados hay que atender con no menor
empeño al contenido y a la unidad de toda la Escritura, teniendo en cuenta la
Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe. Y corresponde a los
exegetas trabajar siguiendo estas reglas, para comprender y exponer con mayor
profundidad el sentido de la Sagrada Escritura, a fin de que madure el juicio
de la Iglesia a base de un estudio preparatorio. Pues todo lo tocante a la
manera de interpretar la Escritura está en último término sometido al juicio de
la Iglesia, que cumple el mandato divino y el servicio de conservar y de
interpretar la palabra de Dios” (DV 12).
2.2. NATURALEZA DE LA
INSPIRACIÓN.
Inspiración: (1) "Aspiración o introducción del aire en los
pulmones". (2) "Estímulo o influencia que permite la creación
artística". (3) "Iluminación o movimiento sobrenatural que Dios
transmite al ser humano" (Definiciones del diccionario).
2.2.1. Datos de la Sagrada Escritura.
Para determinar qué
es la inspiración, los teólogos se fijan en los datos de la misma Escritura
donde se afirman dos cosas que es necesario armonizar: Dios ejerce una acción
especial sobre los hagiógrafos (autores inspirados, cf. Jr 36), pero los
hagiógrafos escriben de una manera muy humana, como los demás escritores de su
época, y tienen que investigar y trabajar. Habitualmente no son conscientes de
que escriben "inspirados" (cf. Lc 1:1-4). Hay diversas clases de
“inspiración”: para legislar, para hablar, para guerrear; la inspiración para
escribir viene después (cf. Nm 11:17, Jc 6:34, Is 11:1, Os 9,7, Ez 11,5, 1Sam
10:6.25).
2.2.2 El Magisterio eclesiástico.
Hay una larga
historia tras unas palabras del Concilio Vaticano II (DV 11; texto en 3.1.3):
Dios es el "autor" de la Escritura, pero quienes la pusieron por
escrito son "verdaderos autores". El concilio Vaticano II evita la
palabra “instrumentos”, a pesar de que este término procede de Sto. Tomás de
Aquino y fue empleado por León XIII y Pío XII. La inspiración es un carisma
dado por Dios a algunos hombres para que transmitan por escrito el mensaje de salvación, que se transmite también por
la Tradición, que es la vida misma de la Iglesia. El Magisterio define
solamente lo que está contenido en la Escritura y la Tradición; "el
Magisterio está al servicio de la palabra de Dios", no es su dueño (DV 10
y 12).
2.2.3. Examen teológico:
Sociología: la inspiración se da al
interior de una comunidad, el Pueblo de Dios como tal. Los autores
de los libros bíblicos son uno o unos pocos miembros de una comunidad de
creyentes, geográfica y política al mismo tiempo, los cuales son formados por
ella en su seno. Influyen en ellos la cultura y el lenguaje de esa comunidad. A
su vez, ellos influyen en la comunidad: clarifican las ideas, educan,
conservan. Más adelante, la misma comunidad se reconocerá en esos escritos, y
verá expresada en ellos su misma identidad.
La sicología del autor inspirado.
La inspiración es un
hecho de orden cognoscitivo; para entenderlo puede servir la comparación con el
fenómeno de la visión. Para ver algo es
necesario: 1) un objeto; 2) una luz que ilumina al objeto y que está en el
rango de los umbrales que el ojo puede percibir; 3) un ojo sano, que supone un
cristalino, una retina, un nervio óptico, un cerebro; la capacidad de ver puede
ser afinada por un microscopio, un telescopio o los rayos X. En el conocimiento sobrenatural se dan
1) el objeto, que es Dios mismo y lo relacionado con su vida íntima; 2) la
revelación, luz que Dios proyecta sobre sí mismo, que lo hace visible para el
hombre; 3) la razón humana, que es fortalecida por una fuerza
("virtud" en latín; a veces se la llama "lumen", luz) que
le permite ver a Dios de una manera nueva, diferente a como lo ve desde la
filosofía.
La inspiración, como
la fe, la profecía y el conocimiento místico de Dios, son una fuerza, virtud o luz que Dios otorga a la razón del
hombre; ella le permite conocerlo y amarlo, y conocer sus planes sobre el
mundo, en grados distintos de profundidad y extensión. Esa iluminación sólo
existe en plenitud en los que gozan ya de la visión beatífica, después de la
muerte.
Respecto al hombre
concreto que pone por escrito el libro bíblico la inspiración es un influjo
sobrenatural de Dios sobre el hagiógrafo, una "virtud", que no le
quita libertad ni le ahorra esfuerzos, pero le permite descubrir, entender y
acertar a expresar por escrito lo que Dios quiere que sea conservado. Gracias a
la inspiración el autor bíblico tiene una manera de ver la historia (hechos y
dichos) desde el punto de vista de Dios. El autor bíblico es “verdadero autor”,
porque él es quien se esfuerza en recoger fuentes, seleccionar datos, escribir
según la manera de hacerlo en su época. Dios es autor de la Biblia sólo de
manera “análoga”, es decir, inspirando pero no escribiendo él mismo o dictando
a un redactor, que se comportaría como una simple grabadora de la palabra de
Dios.
La inspiración para
escribir es un don permanente en el
pueblo de Dios, pero en grados
distintos en cada inspirado. Por eso la densidad, importancia y universalidad
de los libros inspirados varía, como varía la hondura con que ven a Dios los
profetas, los místicos y hasta los bienaventurados.
2.3. EXTENSIÓN DE LA
INSPIRACIÓN
La inspiración alcanza a TODO lo escrito, a las
palabras y a sus redactores, por lo menos al último. Cuidado: eso no quiere
decir que todo el escrito inspirado y cada una de sus partes contenga una
revelación especial de Dios, ni todos los inspirados ven igual las cosas. La
Biblia es un conjunto, es un cuadro en el que las partes en sombra permiten
destacar las partes iluminadas. No aislar las frases del conjunto. Estructura y
piedras de una catedral. La inspiración no alcanza a las traducciones. La
exégesis científica se hace sobre los textos en su idioma original. (Las glosas
y las variantes).
2.4. LA VERDAD DE LA SAGRADA
ESCRITURA.
2.4.1. Breve historia de un antiguo
problema.
Este problema planteado ya en el s. III.
Adquirió especial relieve en el s. XVII,
"caso Galileo", y en el s. XIX, con los descubrimientos
arqueológicos hechos en Egipto y en Mesopotamia: parecía que las ciencias
naturales y la historia contradecían lo que afirmaba la Biblia. Los problemas
de la fe con la filosofía, las ciencias naturales, la historia, la sicología,
la biología, etc. son normales y permanentes.
2.4.3. Los géneros literarios.
Qué son. Los “géneros literarios” son
categorías literarias generales (“casilleros”) de que los autores se sirven
para expresar su pensamiento: una novela, un escrito científico, un poema, un
estudio histórico. Teniendo en cuenta el g. l. en que un autor se ha expresado,
el lector pretende saber lo que realmente quiso decir su autor.
Ejemplo: ¿a qué g. l.
pertenece el libro de Jonás? ¿Y “El
Adiós al Séptimo de Línea”? En cada época hay una coherencia entre lo que se
dice, el contenido, y la forma cómo se dice.
Todo escrito, todo discurso, toda película, pertenece a algún género literario: es una carta o un artículo, un
artículo para un diario o para una revista científica, una homilía en una misa
con niños o una clase en la universidad, una película de ciencia ficción o un
reportaje, etc. En una obra extensa puede haber distintos géneros literarios,
v.g. en el Quijote.
No siempre es fácil
llegar a saber a qué g. l. pertenece un escrito, sobre todo si procede de una
cultura muy distinta a la del lector. También en el cine hay g. l.: ciencia
ficción, drama psicológico, etc. Cf. 6.2.3: una lectura de la Biblia que tiene
en cuenta los g. l. es radicalmente distinta de una lectura
"fundamentalista".
3. EL CANON DE LOS LIBROS
INSPIRADOS
3.1. CONCEPTOS.
-
Canon = caña,
medida o modelo; registro de libros que son normativos.
-
Canon de la
Escritura: lista de libros declarados como normativos, porque se les
declara inspirados por Dios.
-
Canonizar:
incluir en una lista de libros o de personas que sirven de norma o de modelo.
El libro incluido en el canon es canónico,
es decir, declarado como inspirado; teóricamente un libro inspirado pudo no
haber sido reconocido como tal o haberse perdido.
-
Protocanónicos:
los "primeros" en ser admitidos en la lista de libros canónicos.
-
Deuterocanónicos:
admitidos en "segundo" lugar, y con algunas dificultades. Los
protestantes los llaman apócrifos,
sacados de su escondite.
-
Apócrifos:
cf. 4.5. Semejantes por contenido y estilo a los libros canónicos, pero no
reconocidos como tales. Los hay judíos y cristianos. Redactados entre siglos II
a. JC y IV d. JC. Los protestantes los llaman pseudoepígrafes.
3.2. CRITERIOS DE
CANONICIDAD. HISTORIA.
Están íntimamente ligados a los
criterios para establecer que existen libros inspirados:
-
Para los fieles,
la declaración de una autoridad exterior al mismo libro, eclesiástica. Para la
Iglesia Católica, el concilio de Trento (1546). Declaración en contexto de
polémica con Lutero.
-
Criterio de los
obispos del concilio de Trento: reacción a una negación, teniendo en cuenta
la vida de la Iglesia. Proceso
semejante al de la definición, también en Trento, de que los sacramentos son
siete. Trento define qué libros son inspirados mirando qué libros son tenidos
como tales ya desde el s. IV, leídos en la liturgia y explicados por los Padres
y los teólogos. Hay, pues, una historia del canon.
3.3 y 3.4. HISTORIA DEL
CANON.
-
El pueblo judío no ha tenido una autoridad central,
como la del Papa para los católicos.
-
Desde el s. II todas las comunidades judías admiten los
libros aceptados en Yamnia (libros en hebreo). En el NT se citan casi todos los
libros de la Escritura, e incluso algún apócrifo (Jud.14). Polémica de los
cristianos con los judíos sobre la inspiración de la traducción griega de la
Escritura, la LXX, pero todos reconocen autoridad a los textos hebreos.
-
Siglos II y III: Marción (restringe) y Montano (amplía)
el canon de la Biblia (Escritura y NT).
-
Siglos XV y XVI, Concilios de Florencia y de Trento definen
la lista, apoyándose en la Tradición viva de la Iglesia.
4. TRANSMISIÓN DE LA BIBLIA
4.1. CRÍTICA TEXTUAL.
4.1.1. Qué es:
Un método para llegar
al texto original, suprimiendo corrupciones introducidas en el texto. Las
variantes pueden haber sido introducidas en el texto de forma voluntaria o
involuntaria. La crítica textual es distinta de la crítica literaria
(autenticidad, género literario, fuentes) e histórica (valor histórico de los
documentos).
4.1.2. Reglas de la crítica textual:
Preferir la lección
que explica las demás, que suele ser la más difícil, más breve, más antigua y
atestiguada por los códices más antiguos. Recurrir a traducciones antiguas, (la
LXX, para la Escritura; la Vulgata para el NT).
Ejemplos:
Gn 47:21, Jr 50:8, Jn 7:37-38, Hch 20:28, Col 2:2.
5. LA INTERPRETACIÓN DE LA
SAGRADA ESCRITURA
5.1. QUÉ ES HERMENÉUTICA.
5.1.1. Términos:
En la fachada del
edificio de las Naciones Unidas, en Nueva York, están escritas, como un lema
las palabras de Is 2:4. ¿Cómo interpretarlas? ¿Pueden aplicarse a la ONU? ¿Qué
significa interpretar? Términos:
-
Hermenéutica.
Del verbo hermenéuein (interpretari:
Jn 1:42, 9:7, Lc 24:27), traducir o interpretar. Hacer hermenéutica es traducir
o interpretar. “Traducción” es “la expresión en una lengua de lo que está
escrito o expresado en otra distinta”. “Interpretación” es “la explicación del
sentido o del significado de algo; la ejecución de una composición musical o de
un baile”. El uso reserva el nombre de traductor al que interpreta por escrito,
e intérprete al que traduce oralmente. El músico interpreta una partitura,
convirtiendo en sonidos unos signos llamados notas, que nada dicen a quien no
sabe solfeo. En la actualidad significa con frecuencia una interpretación del
texto que lo actualiza, que lo hace relevante para el lector en su situación.
-
Exégesis. Ha
venido a significar un análisis más minucioso del texto bíblico.
5.1.2. Problemática:
"Cuestión
fundamental", dentro del problema del lenguaje. La vivencia se expresa y
comunica a los demás mediante un lenguaje de signos o símbolos: palabras,
música, pintura. ¿Traduce o expresa el lenguaje esa experiencia? ¿Entienden los
demás los signos con que se expresa? ¿Es posible trasponer a una clave más
comprensible un conjunto de símbolos escritos en otra clave, conservando sus
sentido? ¿Cómo explicar lo que significan?
La Biblia es la
expresión escrita de las experiencias personales y comunitarias de unos hombres
en la historia de su trato con Dios y con Jesús. Esas vivencias están
expresadas en idiomas que hoy nadie habla: ¿qué entiende el hombre de hoy
cuando lee la Biblia? ¿Cómo traducir y explicar lo que la Biblia transmite?
52. EL NÚMERO 12 DE LA
CONSTITUCIÓN "DEI VERBUM"
5.2.1. Estructura de DV 12.
El #12 de la DV trata de la
“interpretación de la S. Escritura” (cf. el texto en 3.1.3). Se estructura en
tres párrafos:
1.
Dios habló por medio de hombres y de manera humana: qué
intentaban decir los autores humanos; qué quería Dios dar a conocer con las
palabras de ellos.
2.
Principios racionales, sobre todo los géneros literarios, para saber lo que el
autor tenía intención de decir.
3.
Principios teológicos de interpretación.
5.2.2. Principios racionales: la intención
del autor humano. Dificultades.
No siempre es fácil
averiguar cuál fue la intención del autor al escribir. Habría que saber también
qué no quiso decir (v.g., qué omitió de lo que estaba en su fuente), la índole
de la obra misma y el grado de énfasis puesto en cada afirmación.
Las obras escritas,
sobre todo cuando son geniales, tienen vida propia. Producen reacciones
distintas en los lectores. En ningún caso la búsqueda de la intención que el
autor tuvo al escribir justifica una interpretación subjetiva y caprichosa.
5.2.3. Los "géneros literarios" y
los "modos de expresarse".
Ya se habló en 3.4.3
de los “géneros literarios”. Hay que
insistir en que todo escrito pertenece a un género literario: es una carta, un
ensayo, un poema, etc.; todo lo que se escribe tiene un contenido, vertido en
una forma determinada. La búsqueda en un escrito de los géneros literarios no
es una triquiñuela para negar valor histórico a un relato. El método histórico-
crítico es indispensable para saber y entender lo que un autor tiene intención
de comunicar.
Un documento de la
Pontificia Comisión Bíblica del 15 de abril de 1993, titulado La interpretación de la Biblia en la Iglesia,
insiste en la necesidad de recurrir al método llamado histórico- crítico, cuyo
eje es la determinación del g. l. de los escritos, para la interpretación de la
Biblia. El documento admite otros métodos, pero tiene palabras muy duras contra
el
“fundamentalismo” en la interpretación de la Biblia.
5.2.4. Principios teológicos de
interpretación.
1) "El Espíritu con que fue escrita".
El verdadero sentido de la revelación se alcanza sólo por la fe, y ésta es
un acto de la razón que la razón abandonada a sus propias fuerzas no puede
hacer (cf. Jn 14:26, 16:13). Los mejores intérpretes de la Sagrada Escritura
han sido, además de estudiosos, hombres de oración, humildes discípulos y
hacedores de la verdad.
2) "El contenido y la unidad de toda la
Escritura". Si la Biblia es inspirada por Dios, no puede haber
conflicto entre dos pasajes bíblicos, si éstos son correctamente interpretados.
3) "Tener en cuenta la Tradición viva de
la Iglesia". La Tradición es la vida misma de la Iglesia, en cuanto
transmite el depósito de la revelación y lo comprende cada vez mejor o de
manera más adaptada a cada circunstancia histórica (cf. DV 8a). Sobre las relaciones
entre Tradición y Escritura, cf. DV 7b, 8c, 9 entero.
4) "Y la analogía de la fe". Es
equivocada toda interpretación de un texto, que va contra la doctrina clara de
la Iglesia. Cuidado antes de decir que una interpretación de la Biblia es
contra "la doctrina que la Iglesia tiene en depósito" (conflictos
aparentes, caso Galileo). La Biblia no puede estar contra la doctrina de la
Iglesia, pero tampoco puede haber verdadera doctrina de la Iglesia que esté
contra la Biblia.
5) El trabajo del exegeta. Cuestionado a
comienzos del s. XX y poco antes del Vaticano II. Palabras alentadoras de Pío
XII y de DV 12.
6) "El juicio definitivo de la
Iglesia". Sobre relaciones entre Escritura, Tradición y Magisterio,
cf. DV 10 y últimas líneas de DV 12. El Magisterio está al servicio de a la
Palabra, pero no es dueño de ella.
En definitiva, no se
trata de leer la Biblia sólo para saber lo que sus autores querían decir y los
problemas que enfrentaban entonces. La Biblia es palabra dirigida a mí
personalmente ahora. Esta actitud, en lo que a la lectura del NT se refiere,
parte de la persuasión de que la Escritura “se cumple” en Jesucristo.
[1] En la Constitución Dei Verbum #14 dice el C. Vaticano II
sobre el AT: "De este modo Israel fue experimentando la manera de obrar de
Dios con los hombres". Y en el #17, sobre el NT: "De esto
(Encarnación, Misterio Pascual, envío de la Iglesia) dan testimonio divino y perenne
los escritos del Nuevo Testamento".
[2] El poema mesopotámico Enuma Elish y el fragmento de Memfis, ambos del segundo milenio antes de JC, narran
la creación. El Gilgamesh, también
mesopotámico, habla de un diluvio. Textos en J. B. PRITCHARD, La sabiduría del Antiguo Oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario