viernes, 18 de abril de 2014

LA DIVINA MISERICORDIA



Se celebra el domingo siguiente al domingo de Resurrección

Imagen de la Divina Misericordia

Origen de la Devoción
Sor Faustina KowalskaDios es esencialmente Misericordioso según la Revelación. Él mismo se manifiesta como "Misericordioso y Clemente" (Ex 34,5-7). Así le presenta la Sagrada Escritura más de 300 veces. Nuestro Señor se apareció desde 1931 a 1938 a la religiosa Faustina Kowalska, en Polonia, confiándole la difusión de la devoción a su Misericordia, según consta en su Diario.

Juan Pablo II, la beatificó el 18-4-1993.

TEXTOS DEL DIARIO

El Diario consta de 6 cuadernos de 210, 320, 66, 60, 156 y 143 páginas respectivamente.

Vilna, Viernes, 13 Septiembre 1935.

Por la tarde, estando en mi celda, vi a un ángel ejecutor de la ira de Dios. Tenía una túnica clara, el rostro resplandeciente, con una nube debajo de sus pies. De la nube salían rayos y relámpagos que iban a su mano, y de la mano salían hacia la tierra. Al ver esta señal de la ira divina, que, por justos motivos, iba a castigar a la tierra y particularmente a cierto lugar, que no puedo nombrar, empecé a rogar al ángel que se contuviera por algún tiempo, para que el mundo hiciera penitencia. Pero mi ruego, nada era, comparado a la ira de Dios.

Entonces me puse a rogar a Dios por el mundo, usando las palabras que oía en mi interior. Al rezar así, vi la impotencia del ángel para poder cumplir el justo castigo, consecuencia de los pecados. Nunca, hasta entonces, había orado con tanta eficacia, como en aquel momento.

Las palabras con las que supliqué a Dios, son la: siguientes: "Padre Eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por nuestros pecados y los del mundo entero". "Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros" (cuaderno 1, páginas 196 - 197).

Vilna, Sábado, 14 Septiembre 1935.

A la mañana siguiente, mientras entraba en nuestra capilla, oí esta voz interior: "Cada vez que entres en la capilla, reza enseguida la oración que te enseñé ayer".

Cuando recé la oración, oí en el alma estas palabras: "Esta oración que sirve para aplacar mi santa ira, la rezarás durante nueve días, con un rosario común", del modo siguiente:

Primero dirás un PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:

"PADRE ETERNO,
YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE,
EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADISIMO HIJO,
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
COMO PROPICIACION POR NUESTROS PECADOS
Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN,
TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".


Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL,
TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". (1, 197)

Cracovia, Octubre 1936.

El Señor me dijo "Ve a la Superiora y dile que deseo que todas las hermanas y alumnas recen el Rosario que te he enseñado. Lo deben rezar durante 9 días y en la Capilla, para implorar la Misericordia Divina para Polonia" (II, 147).

Sale de Cracovia a Pradnik, 9 Diciembre 1936.

El Señor me dijo que rezara este Rosario durante los nueve días que preceden a la Fiesta de la Misericordia. La novena, debe empezar el Viernes Santo, "Durante esta novena concederé a las almas todas las gracias" (11, 197).

En el hospital de Pradnik, 28 Diciembre 1936.

Hoy he iniciado la novena a la Misericordia Divina. Es decir, me he trasladado, en espíritu, delante del cuadro de Jesús Misericordioso y he rezado el Rosario que me enseñó el Señor. (11, 231).

Viernes Santo, 26 Marzo 1937, en Pradhik.

"Jesús me ordena hacer una novena, que anteceda a la Fiesta de la Misericordia y que debo comenzarla hoy, por la conversión del mundo entero y para dar a conocer la Misericordia de Dios". "Deseo que mis criaturas tengan confianza en Mi". (111, 16).

Cracovia, Agosto 1937. (III ,57 a 65,)

Novena a la Misericordia Divina, que Jesús me ordenó escribir y hacer como preparación de la Fiesta de la Misericordia, para empezar el Viernes Santo.

"Deseo que durante esos nueve días traigas a las almas al manantial de mi Misericordia para que así encuentren la fortaleza, el consuelo y todas las gracias que necesiten para hacer frente a las dificultades de la vida, especialmente en la hora de la muerte.

Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las introducirás en la Inmensidad de mi Misericordia, y Yo, a todas esas almas las conduciré a la casa de mi Padre.

Yo contesté: Jesús, no sé cómo hacer esta novena, ni a qué almas conducir primero a tu Misericordiosísimo Corazón. Jesús, me contestó que Él, cada día, me haría saber a qué almas debía introducir en su Corazón. (III, 57).



 Novena de la Divina Misericordia
Sor Faustina KowalskaNOVENA DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA.
PRIMER DÍA

" Hoy tráeme a toda la Humanidad, especialmente a todos los pecadores y sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia. De esta forma me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas".

Misericordiosísimo Jesús, cuya inclinación natural es la de tener compasión de nosotros y perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu Bondad infinita. Acógenos en la morada de tu Corazón Misericordiosísimo y no permitas que salgamos jamás de Él. Te lo pedimos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, vuelve tu mirada misericordiosa hacia toda la Humanidad y en especial hacia los pobres pecadores, encerrándoles en el Misericordiosísimo Corazón de Jesús y, por los méritos de su dolorosa Pasión, muéstranos tu Misericordia, para que alabemos la omnipotencia de tu Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén. .

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 

SEGUNDO DÍA

"Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y religiosos y sumérgelas en mi Insondable Misericordia. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar las amarguras de mi Pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi Misericordia fluye hacia la Humanidad".

Misericordiosísimo Jesús, de quien procede todo bien, multiplica tus gracias sobre las almas consagradas a tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos los que las vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el Cielo.

Padre Eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu Viña, las almas de los sacerdotes y religiosos, dótalas con la fortaleza de tus Bendiciones y por el amor del Corazón de tu Hijo, al cual están unidas, concédelas el poder de tu Luz, para que puedan guiar a otros por el camino de la Salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:

PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


TERCER DÍA

"Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles y sumérgelas en el gran océano de mi Misericordia. Ellas me confortaron a lo largo del Vía Crucis y fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura".

Misericordiosísimo Jesús, que desde el tesoro de tu Misericordia, distribuyes tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de tu muy compasivo Corazón y no permitas que salgamos nunca de Él. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso amor; aquel con el que tu Corazón arde por el Padre Celestial.

Padre Eterno, vuelve tus ojos misericordiosos hacia las almas fieles, que guardan el legado de Tu Hijo. Y por los méritos y dolores de su Pasión, concédeles tu bendición y tenlas siempre bajo tu tutela. Que nunca claudique su amor o pierdan el tesoro de nuestra santa Fe, sino que, con todo el ejército de Ángeles y Santos, glorifiquen tu infinita Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:

PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


CUARTO DÍA

"Hoy tráeme a los que no creen en Mí y a los que todavía no me conocen. Pensaba en ellos durante las angustias de mi Pasión, y su futuro fervor sirvió de consuelo a mi Corazón. Sumérgelos en la inmensidad de mi Misericordia".

Misericordiosísimo Jesús, Tú que eres la Luz del género humano, recibe en la morada de tu Corazón lleno de compasión, a las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de tu Gracia las ilumine para que también, unidas a nosotros, ensalcen tu maravillosa Misericordia; y no las dejes salir de la morada de tu Corazón desbordante de piedad.

Padre Eterno, vuelve tu piadosa mirada hacia las almas de aquellos que no creen en tu Hijo, y hacia las de aquellos que todavía no te conocen, pero que están presentes en el muy compasivo Corazón de Jesús. Aproxímalas a la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédelas que también ellas ensalcen la generosidad de tu Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 

QUINTO DÍA

"Hoy tráeme a las almas de nuestros hermanos separados y sumérgelas en la Inmensidad de mi Misericordia. Ellas, durante las angustias de mi Pasión, desgarraron mi Cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. A medida que se reincorporan a ella, mis heridas cicatrizan, y de esta forma sirven de bálsamo a mi Pasión".

Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la Luz a aquellos que te buscan. Recibe en el seno de tu Corazón, desbordante de piedad, a las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalas, con la ayuda de tu Luz, hacia la unidad de la Iglesia, y no las dejes marchar de la morada de tu muy compasivo Corazón, que es todo amor; haz que también ellas lleguen a glorificar la generosidad de tu Misericordia.

Padre Eterno, vuelve tu mirada misericordiosa hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado tus bendiciones y abusado de tus gracias manteniéndose obstinadamente en el error. También ellas están acogidas en el Corazón misericordioso de Jesús; no mires sus errores sino el Amor de tu Hijo y los dolores que para su provecho sufrió y aceptó por ellas durante su Pasión y haz que también ellas glorifiquen tu gran Misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


SEXTO DÍA

"Hoy tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi Misericordia. Estas almas son las más parecidas a mi Corazón. Ellas me proporcionaron fortaleza durante mi amarga Agonía, ya que las veía como ángeles terrenales, velando junto a mis Altares. Derramo sobre ellas un torrente de gracias porque sólo el alma humilde es capaz de recibir mi Gracia. Es a las almas humildes a las que concedo mi Confianza".

Misericordiosísimo Jesús, que dijiste: "Aprended de Mí, que soy manso y humilde de Corazón". Acoge en el seno de tu Corazón desbordante de piedad, a todas las almas mansas y humildes, y a las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, que muy particularmente se recrea en ellas. Son como un ramillete de florecillas que despiden su perfume ante el trono de Dios y el mismo Dios se embriaga con su fragancia. Ellas encuentran abrigo perenne en tu Piadosísimo Corazón, oh, Jesús, y entonan incesantemente himnos de amor y de gloria.

Padre Eterno, vuelve tu mirada llena de Misericordia hacia las almas mansas, hacia las almas humildes y hacia las almas de los niños pequeños acurrucadas en el seno del Corazón de Jesús rebosante de piedad. Estas almas son las que se asemejan más a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra hasta alcanzar tu Trono, Señor y Padre de Misericordia y Bondad suprema. Te suplico, bendigas a toda la Humanidad, por el amor que te inspiran estas almas y el gozo que te proporcionan, para lograr que todas las almas entonen a la vez, las alabanzas que se merece tu Misericordia, por los siglos de los siglos. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


SÉPTIMO DÍA

"Hoy tráeme a las almas que especialmente veneran y glorifican mi Misericordia y sumérgelas en mi Misericordia". Estas almas compartieron los sufrimientos de mi Pasión y penetraron en mi Espíritu más profundamente que ninguna otra. Son vivo reflejo de mi compasivo Corazón y brillarán con esplendor especial en la vida futura. Ninguna de ellas sufrirá el tormento del fuego del infierno, porque las defenderé con particular empeño a la hora de la muerte".

Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el Amor mismo, acoge en el seno de tu Piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que de una manera especial alaban y honran la grandeza de tu Misericordia. Dótalas con el poder de Dios y en medio de las dificultades y aflicciones, haz que sigan adelante, confiadas en tu Misericordia; y unidas a Ti, oh, Jesús, carguen sobre sus hombros el peso de toda la Humanidad; y por ello no serán juzgadas con severidad, sino que tu Misericordia las protegerá especialmente cuando llegue la hora de la muerte.

Padre Eterno, vuelve tu mirada hacia las almas que alaban y honran tu supremo atributo, la Misericordia infinita, y que están protegidas dentro del muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están rebosantes de obras de misericordia, y sus corazones, desbordantes de alegría, entonan cánticos de alabanza a Ti, Altísimo Señor, exaltando tu Misericordia. Te lo suplico, Señor: Muéstrales tu Misericordia, de acuerdo con la esperanza y confianza que en Ti depositan. Que se cumpla en ellas la promesa hecha por Jesús: "A las almas que veneren mi infinita Misericordia, las protegeré durante toda su vida, como a mi propia Gloria, y muy especialmente en la hora de la muerte".

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


OCTAVO DÍA

"Hoy tráeme a las almas que están detenidas en el Purgatorio y sumérgelas en las profundidades de mi Misericordia. Que mi Sangre, cayendo a chorros, apacigüe las llamas en que se abrasan. Todas estas almas me son muy queridas. Ellas cumplen el castigo que se debe a mi Justicia. En tu poder está socorrerlos. Saca todas las Indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas por ellas. ¡Ohl, si supieras qué tormentos padecen, ofrecerías continuamente por ellas el óbolo de tus oraciones y así saldarías las deudas que ellas tienen con mi Justicia".

Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste: ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de tu Corazón, desbordante de Misericordia, las almas del Purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante, han de pagar su culpa. Que el manantial de Sangre y Agua que brotó de tu Corazón, apague las llamas purificadoras, para que, también allí, el poder de tu Misericordia sea glorificado.

Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a estas almas que padecen en el Purgatorio y que Jesús acoge en su Corazón desbordante de compasión. Te suplico, por la dolorosa Pasión que sufrió tu Hijo, y por toda la amargura que anegó su Sacratísima Alma, que te muestres misericordioso con las almas que se hallan bajo tu mirada justiciera. No las mires de otro modo, sino sólo a través de las Llagas de Jesús, tu Hijo bien amado; porque creemos firmemente que tu Bondad y Compasión son infinitas. Amén.

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 



NOVENO DÍA

"Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi Misericordia.
Estas almas, son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. Por su tibieza e indiferencia mi Alma sintió una inmensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. Ellas fueron las que me hicieron gritar: "Padre, si es posible, aparta de Mí este cáliz". Para ellas, la última esperanza de salvación será el recurrir a mi Misericordia". Piadosísimo Jesús, a Ti que eres la Piedad misma, hoy te traigo al seno de tu compasivo Corazón a las almas enfermas de tibieza.

Que estas almas heladas, que se parecen a cadáveres y que te llenan de repugnancia, se calienten con el fuego de tu puro Amor ¡oh, Jesús!, todo compasión, ejerce la omnipotencia de tu Misericordia, y atráelas a Ti, que eres llama de Amor puro y comunícalas el fuego de tu divino Amor, porque Tú todo lo puedes.

Padre Eterno, mira con ojos misericordiosos a las almas tibias que, a pesar de todo, Jesús cobija en el seno de su Corazón todo Misericordia. Padre de Misericordia, te ruego, por los sufrimientos que padeció tu Hijo, y por sus tres largas horas de Agonía en la Cruz: que ellas también glorifiquen el mar sin fondo de tu Misericordia. Amén. 

A continuación, se reza la Coronilla de la Divina Misericordia que se explica a continuación:
PADRE NUESTRO, un AVE MARIA y un CREDO. Después, en las cuentas del rosario correspondientes al Padre nuestro, dirás:
"PADRE ETERNO, YO TE OFREZCO EL CUERPO Y LA SANGRE, EL ALMA Y LA DIVINIDAD DE TU AMADÍSIMO HIJO, NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, COMO PROPICIACIÓN POR NUESTROS PECADOS Y LOS DEL MUNDO ENTERO".

En cada una de las cuentas del Ave María, dirás "POR SU DOLOROSA PASIÓN, TEN  MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO".

Y al final dirás tres veces:

"SANTO DIOS, SANTO FUERTE, SANTO INMORTAL, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO ENTERO". 


LETANÍA A LA MISERICORDIA DIVINA

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, misterio incomprensible. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, de donde brota toda Vida y Felicidad. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, más sublime que los Cielos. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que abarcas todo el universo. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que bajaste al mundo en la Persona del Verbo Encarnado. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús, por nosotros y especialmente por los más pecadores. Yo confío en TI,
Misericordia Divina, insondable en la Institución de la Sagrada Eucaristía. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos justificas por los méritos de Jesucristo. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de toda la vida. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos abrazas especialmente en la hora de la muerte. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos otorgas la vida inmortal. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos acompañas en cada momento de nuestra vida. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos proteges del fuego del Infierno. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, por quien se convierten los pecadores empedernidos. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, asombro para los ángeles e incomprensible para los santos. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y gozo. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que de la nada nos diste la existencia. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que abarcas todas las obras de tus manos. Yo confío en TI
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, en la que todos estamos inmersos. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados. Yo confío en TI,
Misericordia Divina, esperanza única de las almas desesperadas. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, remanso de corazones y paz ante el temor. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que infundes confianza cuando perdemos la esperanza. Yo confío en TI.

ORACIÓN

¡Oh!, eterno Dios, en quien la Misericordia es infinita y el manantial de compasión es inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta en nosotros tu Misericordia, para que en los momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que con absoluta confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad que es todo Amor y Misericordia. ¡Oh!, incomprensible e impenetrable Misericordia de Dios ¿quién puede glorificarte y adorarte dignamente? Oh, Supremo atributo de Dios todopoderoso, Tú eres la dulce esperanza del pecador. Amén.



ORA CON CONFIANZA:
- Delante del Cuadro de Jesús Misericordioso.
- Con el Rosario para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.
- 9 días seguidos, en cualquier época del año.



PALABRAS DE JESÚS
CUADRO DE JESÚS MISERICORDIOSO

"Pinta un cuadro según me estás viendo, con la invocación: "JESÚS, CONFÍO EN TI". Quiero que se venere en el mundo entero" (1, 18).

"Prometo que el alma que venere este cuadro, no se perderá. Sobre todo, a la hora de la muerte, Yo mismo la defenderé como a mi Gloria". (1, 18).

FIESTA DE LA MISERICORDIA

"Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia, el domingo siguiente al de la Pascua de Resurrección.
"Deseo, que esta Fiesta sea un refugio para todas las almas, pero sobre todo para los pobres pecadores. "El alma que acuda a la Confesión y reciba la Sagrada Comunión, obtendrá el perdón total de sus culpas y del castigo" (11, 138).

ROSARIO DE LA MISERICORDIA

"Por medio de este Rosario obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi Voluntad" (VI, 93).

"Quien lo rece, alcanzará gran Misericordia en la hora de su muerte" (II, 129).

"Cuando se rece este Rosario al lado del moribundo, me pondré entre el Padre y el alma agonizante, no como justo Juez, sino como Redentor Misericordioso" (V, 124)

HORA DE LA MISERICORDIA

"A las 3 de la tarde implora mi Misericordia especialmente para los pecadores y, aunque sea por un momento, contempla mi Pasión. En esta Hora no negaré nada al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión"


APOSTOLADO DE LA MISERICORDIA

"A las almas que propaguen la devoción a mi Misericordia las protegeré durante toda su vida" .

HAZ APOSTOLADO PARA:
- Dar gloria a Dios.
- Salvar almas.


Promesas de Jesús a los devotos de la Divina Misericordia



Sor Faustina KowalskaA continuación, podrán leer las promesas dictadas por Jesús a Santa Faustina Kowalska:
“Me queman las llamas de la Misericordia, deseo derramarlas sobre las almas, y las almas no quieren creer en mi bondad. Oh, qué dolor me dan cuando no quieren aceptarlas (...) Dile a la humanidad doliente que se abrace a mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz”.
“La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia”.

"De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las gracias para las almas".

“El alma que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos. El alma más feliz es la que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo la cuido”.

"Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión".

"Hija Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e invita a todas las almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque deseo salvarlas a todas. En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido a ninguna".

"Que los más grandes pecadores pongan su confianza en Mi misericordia. Ellos más que nadie tienen derecho a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi misericordia para las almas afligidas. Me deleitan las almas que recurren a Mi misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi compasión, sino que lo justifico en Mi insondable e impenetrable misericordia. Escribe: Antes de venir como juez justo abro de par en par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia..."

"Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo ya aquí en la tierra la victoria sobre el enemigo y sobretodo a la hora de la muerte, Yo mismo la defenderé como a mi propia gloria... Ofrezco a los hombres el vaso con el que han de venir a recoger las gracias a la fuente de la Misericordia". 

"A las almas que difunden el culto de mi Misericordia, las protejo a lo largo de su vida como una madre cariñosa protege a su niño todavía lactante. A la hora de su muerte, no seré para ellas su juez sino su Salvador misericordioso. En aquella última hora no hay para el alma más que una sola protección: MI MISERICORDIA"...

"Yo preservaré a las ciudades y casas en las cuales se encontrase esta imagen".

"Yo también protegeré a aquellas personas que veneren esta Imagen y tengan confianza en mi Misericordia".




HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA: LAS TRES DE LA TARDE

La oración de las tres dictada por Jesús a Santa Faustina Kowalska es la siguiente:
Expiraste,Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota.
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío.
El Señor le dijo a Santa Faustina Kowalska lo siguiente:
"Suplica a mi Divina Misericordia, pues es la hora en que mi alma estuvo solitaria en su agonía, a esa hora todo lo que me pidas se te concederá, (es la hora en que Jesús derrama sus gracias especiales sobre toda la humanidad, aunque sea por un brevísimo instante sumérgete en oración de preferencia, ora La Coronilla y Dios te llenará de múltiples bendiciones), yo protegeré a todas las casas, ciudades y naciones donde veneren mi imagen."

"A todo aquel que rece La Coronilla diariamente, le haré triunfador en esta vida y también en la otra, y a la hora de su muerte yo vendré a acompañarle a bien morir en su último suspiro."

"Protegeré como una madre lo hace con su hijo a todo aquel que durante su vida me venere, y nada de lo que me pidan a las tres en punto de la tarde les será negado. A los sacerdotes que proclamen y ensalcen mi imagen y la difundan y hagan conocer La Coronilla, les otorgaré un poder extraordinario y ungiré sus palabras, y tocaré los corazones de aquellos con quienes hablen de Mí."

"Hablen de Mí todos aquellos que me conocen y difundan la enseñanza de La Coronilla. Pido nuevamente que lo hagan a las tres de la tarde, a esa hora derramaré sobre toda la humanidad que ore, un sin número de gracias, cubriré con el agua de mi costado y con la sangre de mi corazón a todo aquel que a Mi se acerque."

El rayo blanco es el agua de Su costado, y el rayo rojo es Su sangre derramada por los pecados del mundo. Todo el que se acerca a Él con fe y se lo pide, cambia su vida.



La Coronilla de la Misericordia y las Tribulaciones
Un látigo poderoso para usar contra las próximas amenazas (tormentas, terremotos,erupciones volcánicas, tsunamis, etc.)
Dos casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven tormentas, #1731 y# 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina Misericordia como un látigo poderoso:

“Hoy me despertó una gran tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como si hubiera un huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la tempestad no causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla que te he enseñado y la tempestad cesará. Enseguida he comenzado a rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal ha cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad.” (1731)

“Cuando se acercaba una gran tormenta me puse a rezar la coronilla. De repente oí la voz de un ángel: no puedo acercarme con la tempestad, porque el resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a la tormenta. Se quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.” (1791)
Historia y más promesas:
En 1935, Santa Faustina recibió la visión de un ángel enviado por Dios para amenazar cierta ciudad. Ella comenzó a orar por misericordia, pero sus oraciones no tuvieron poder. De repente, vio a la Santísima Trinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús en ella. Al mismo tiempo, se encontró a ella misma abogando a Dios por misericordia con palabras que escuchó interiormente.
“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.” (Diario, 476)

“Mientras ella continuó diciendo esta oración inspirada, el ángel se quedó sin ayuda y no pudo llevar a cabo el castigo merecido” (ver Diario, 474, 475)

Al día siguiente, mientras entraba a la capilla, escuchó de nuevo esta voz interior, instruyéndola cómo recitar la oración que Nuestro Señor más tarde llamaría “la Coronilla”. Desde ese momento, ella recitó esta forma de oración casi constantemente, ofreciéndola especialmente por los moribundos.

En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que la Coronilla no era sólo para ella, sino para todo el mundo. Él también atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.
“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)
“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)
“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.” (Diario, 1541)
“Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador mas empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)
“A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad” (Diario, 1731)
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Diario 687)


En relación a los últimos tiempos"

"Prepararás al mundo para Mi última venida." (Diario 429)
"Habla al mundo de mi Misericordia… Es señal de los últimos tiempos. Después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo para que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia." (Diario 848)
"Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día de Mi justicia." (Diario 965)
"Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita." (Diario 1160)
Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia". (Diario 1588)
"Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia". (Diario 1146)

Además de estas palabras de Nuestro Señor, la hermana Faustina nos da las palabras de la Madre de Misericordia, la Santísima Virgen María.
"Tú debes hablar al mundo de Su gran misericordia y preparar al mundo para Su segunda venida. Él vendrá, no como un Salvador Misericordioso, sino como un Juez Justo. Oh qué terrible es ese día. Establecido está ya el día de la justicia, el día de la ira divina. Los ángeles tiemblan ante este día. Habla a las almas de esa gran misericordia, mientras sea aún el tiempo para conceder la misericordia." (Diario 635)


CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LA DIVINA MISERICORDIA.



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CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LA DIVINA MISERICORDIA.


Oh Dios Uno y Trino, fuente inextinguible de Vida que es la Luz de los hombres, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santo Santificador!

Nuestra familia se postra ante ti en esta hora de dificultades para implorar tu Gran Misericordia, que brota del profun...do piélago de tu Amor divino, surge en el Corazón Sacratísimo de Jesús y nos llega por la mediación universal del Inmaculado Corazón de María, tu Madre.
A tu Misericordia divina deseamos consagrar hoy nuestras personas, nuestra familia y nuestra vida para que nunca dejes de mirarnos con benevolencia.
Mira, en primer lugar, el fondo de nuestro corazón contrito y humillado que reconoce sus errores e ingratitudes.
Muéstrate indulgente ante la multitud de nuestras deudas y pecados personales y perdona la culpa y la pena que por ellos justamente hemos merecido.
Acoge compasivo, los dolores y peticiones de nuestra familia para que, unidos firmemente en un mismo corazón, seamos fieles a tus mandatos de Amor y nuestro hogar sea un remanso de paz y virtud, que refleje constantemente el modelo de tu Sagrada Familia de Nazaret.
Atiende benigno las peticiones que hacemos diariamente por nuestras necesidades materiales y espirituales.
Envíanos tu Espíritu de Luz y Sabiduría infinitas para que viendo los pequeños sucesos de cada día con ojos de eternidad, seamos siempre fieles a la vocación que asignaste a cada uno de nosotros en tus designios misericordiosos, de modo que se haga realidad el deseo de tu Sagrado Corazón de reinar en y a través de nuestra familia. Jesús, confiamos en ti.
Te encomendamos también mediante esta consagración a todas las autoridades de nuestro país y a los pastores de tu Iglesia para que por tu Misericordia tengan la luz y fortaleza necesarias que lleve a nuestra nación según los deseos de tu Sagrado Corazón, que son de paz y no de aflicción.
Asimismo, queremos unir en este acto, nuestra voluntad e intenciones a las que tuvo el Santo Padre el día 17 de agosto del 2002 en Polonia, al consagrar entonces el mundo a tu Divina Misericordia Todo esto te lo pedimos por medio del Corazón Inmaculado de María, para que haga llegar nuestra oración al Corazón Misericordioso de Jesús, en el seno de tu Trinidad Beatísima.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero 

Un poco de historia


           Recientemente el Cardenal Primado de España realizó la Consagración de España a la Divina Misericordia. Para entender este hecho, que puede ver aquí, hay que hacer un poco de historia.
           En los tres últimos siglos Dios quiso instaurar entre los fieles católicos las devociones al Sagrado Corazón de Jesús, al Corazón Inmaculado de María y a la Divina Misericordia, como poderosos instrumentos de progreso en el desarrollo de la vida espiritual personal y, en consecuencia, fuente de bendiciones sociales y de protección divina.

           Para reforzar la necesidad de estas devociones personales, primero pidió al Rey de Francia, a través de Santa Margarita María de Alacoque, que consagrara su país al Corazón de Jesús, pero éste no hizo caso a la petición. La consecuencia histórica fue un deterioro 









social que desembocó cien años después en la Revolución Francesa y con ella la desaparición de la propia Monarquía en muchos países y la aparición de profundos cambios en las sociedades occidentales que las condujo a una progresiva separación de la Ley de Dios.  Finalmente, el Papa León XIII, el 11 de junio de 1899, realizó la Consagración del mundo al Sagrado Corazón de Jesús y, veinte años después, el 30 de mayo de 1919, el rey Alfonso XIII consagró públicamente España al Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles, cerca de Madrid.

           A principios del siglo pasado la Virgen María en Fátima vuelve a solicitar la consagración de un país a su Inmaculado Corazón: se trataba de Rusia y la persona que debía hacerla en esta ocasión era el Papa. Ahora, se recalcaba la necesidad de esta protección divina haciendo referencia al precedente francés y con la información adicional sobre los beneficios que se obtendrían: la conversión de Rusia y evitar una Guerra Mundial. Sin embargo, tampoco en esta ocasión se accedió a la petición divina, hasta que llegaron las fatales consecuencias anunciadas. Así, el 30 de octubre de 1942, en pleno éxito de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, el Papa Pío XII realizó la Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. Aunque no se cumplían exactamente las peticiones de la Virgen a Sor Lucía, el Cielo concedió parte de las gracias prometidas: la guerra cambió inmediatamente de signo y el exterminio previsto del pueblo judío no alcanzó la magnitud deseada. En España, el 12 de octubre de 1954, el Jefe del Estado Francisco Franco consagraba solemnemente nuestra nación al Corazón Inmaculado de María en la Basílica del Pilar de Zaragoza, solicitando la especial protección de la Madre de Dios.

           El mundo durante la segunda mitad del siglo XX ha continuado apartándose de la Ley de Dios. El pecado ha crecido en intensidad y extensión en todo el planeta, por lo que siguiendo los paralelismos que motivaron las Consagraciones anteriores, puede deducirse que no estamos lejos de sufrir nuevas convulsiones globales como consecuencia directa. Probablemente, para aplacar la justa Ira divina, el Papa Juan Pablo II acudió como último recurso al atributo de la Misericordia Divina y así, en el año 2002 instituyó primero la fiesta de la Divina Misericordia solicitada por Nuestro Señor a Santa Faustina Kowalska y posteriormente, el 17 de agosto del mismo año, consagró el mundo a la Divina Misericordia en Polonia.

           El pasado 23 de enero del 2007, el Cardenal Primado de Toledo, D. Antonio Cañizares, realizó la consagración de España a la Divina Misericordia haciendo eco a la ya realizada por Juan Pablo II y siguiendo el deseo de numerosos fieles en nuestro país. El acto tuvo lugar en la catedral de Toledo con asistencia de las Autoridades Locales y Autonómicas coincidiendo con la apertura del año jubilar de San Ildefonso, que fue Arzobispo de Toledo, gran defensor de la Virginidad de María y luchó en su tiempo contra la herejía arriana. Pinchando aquí podrá ver el video del momento principal del acto, que incluye un breve resumen de las razones expuestas por el Cardenal en su homilía

           Adicionalmente a esta Consagración pública se sugiere como estrategia complementaria realizar la Consagración de cada familia o de sí mismo a la Divina Misericordia,  para unirse a los pastores en sintonía con los deseos del Sagrado Corazón y obtener aún más copiosamente los beneficios particulares que nuestro Señor desea otorgar por su Misericordia. Cuantas más familias e individuos se sumen a esta iniciativa de realizar la Consagración privadamente dentro de un país, más aumentarán los beneficios del acto público para todos sus habitantes. En esta página hemos, puesto un texto para poder hacerla y sumarse así a esta iniciativa espiritual en beneficio de todos.


BIOGRAFÍA DE SANTA FAUSTINA KOWALSKASu fiesta se celebra el 5 de octubre

Santa Faustina KowalskaSanta Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misercordia del Señor, nació en la aldea de Glogoviec, en Swinice Varckie (Polonia), el 25 de agosto de 1905. Fue bautizada dos días después con el nombre de Elena Kowalska, en la Iglesia de San Casimiro. Sus padres tuvieron 8 hijos (Elena es la tercera), a quienes criaron con mucha disciplina, siendo gran ejemplo de vida espiritual. A muy temprana edad, Elena fue llamada a hablar con el cielo. Una indicación de este hecho fue un sueño que ella tuvo a la edad de 5 años. Su madre recuerda que en esa época Elena dijo a su familia. “Yo estuve caminando de la mano de la Madre de Dios en un jardín precioso”. Muchas veces, aún antes de los siete años, la niña se despertaba durante la noche y se sentaba en la cama. Su mamá veía que estaba rezando, y le decía que regresara a dormir o terminaría perdiendo la cabeza. “Oh, no madre”, Elena le contestaba, “mi ángel guardián me debe haber despertado para rezar.” Nos dice Santa Faustina en su diario (#7): “Desde los siete años sentía la suprema llamada de Dios, la gracia de la vocación a la vida consagrada. A los siete años por primera vez oí la voz de Dios en mi alma, es decir, la invitación a una vida más perfecta. Sin embargo, no siempre obedecí la voz de la gracia. No encontré a nadie quien me aclarase esas cosas.” Este evento ocurrió en Vísperas, durante la exposición del Santísimo Sacramento.

Elena tenía aproximadamente 9 años cuando se preparó para recibir los sacramentos de la Confesión y la Comunión en la Iglesia de San Casimiro. Su madre recuerda que antes de dejar la casa en el día de su Primera Comunión, Elena besó las mano de sus padres para demostrar su pena por haberles ofendido. Desde aquél entonces, se confesaba todas las semanas; cada vez rogaba a sus padres perdón, besándoles las manos, siguiendo una costumbre Polaca. Esto lo hacía a pesar de que sus hermanos y hermanas no le imitaban.

Elena ayudaba en la casa con los quehaceres de la cocina, ordeñando las vacas, y cuidando de sus hermanos. Empezó a asistir al Colegio cuando tenía 12 años de edad, debido a que las escuelas en Polonia estaban cerradas durante la ocupación Rusa. Solo pudo completar tres trimestres, cuando en la primavera de 1919, se notificó a todos los estudiantes mayores, que salieran del colegio para dar cabida a los niños menores.

A los 15 años comenzó a trabajar como empleada doméstica y de nuevo sintió muy fuertemente el llamado a la vocación religiosa, pero al presentarle su sentido a sus padres se lo negaron. Varias veces pidió permiso a sus padres para entrar al convento; la misma Santa relata una de estas ocasiones en el diario: “El decimoctavo año de mi vida, insistente pedido a mis padres el permiso para entrar en un convento; una categórica negativa de los padres. Después de esa negativa me entregué a las vanidades de la vida sin hacer caso alguno a la voz de la gracia, aunque mi alma en nada encontraba satisfacción. Las continuas llamadas de la gracia eran para mí un gran tormento, sin embargo intenté apagarlas con distracciones. Evitaba a Dios dentro de mí y con toda mi alma me inclinaba hacia las criaturas, Pero la gracia divina venció en mi alma” (# 8).

Durante ese mismo año tuvo una experiencia que marcó su vida. Fue invitada a una fiesta junto con su hermana Josefina, en el parque de Venecia, en la ciudad de Lodz: “Una vez, junto con una de mis hermanas fuimos a un baile. Cuando todos se divertían mucho, mi alma sufría tormentos interiores. En el momento en que empecé a bailar, de repente vi a Jesús junto a mí. A Jesús martirizado, despojado de sus vestiduras, cubierto de heridas, diciéndome esas palabras: '¿Hasta cuándo Me harás sufrir, hasta cuándo Me engañarás?' En aquel momento dejaron de sonar los alegres tonos de la música, desapareció de mis ojos la compañía en que me encontraba, nos quedamos Jesús y yo. Me senté junto a mi querida hermana, disimulando lo que ocurrió en mi alma con un dolor de cabeza. Un momento después abandoné discretamente a la compañía y a mi hermana y fui a la catedral de San Estanislao Kostka. Estaba anocheciendo, había poca gente en la catedral. Sin hacer caso a lo que pasaba alrededor, me postré en cruz delante del Santísimo Sacramento, y pedí al Señor que se dignara hacerme conocer qué había de hacer en adelante.

Entonces oí esas palabras: 'Ve inmediatamente a Varsovia, allí entrarás en un convento.' Me levanté de la oración, fui a casa y solucioné las cosas necesarias. Como pude, le confesé a mi hermana lo que había ocurrido en mi afina, le dije que me despidiera de mis padres, y con un solo vestido, sin nada más, llegué a Varsovia.” Pidió a la Santísima Virgen que la guiara y le dejara saber donde dirigirse. Así llegó a la Iglesia de Santiago Apóstol en las afueras de Varsovia y, al finalizar las misas, habló con un sacerdote que la envió donde la Sra. Lipzye, una señora muy católica, y se hospedó con ella. Durante su estadía con la familia Lipzye visitó varios conventos pero todas las puertas le fueron cerradas. Pidiéndole al Señor que no la dejara sola, buscaba una respuesta a su oración, pero el Señor quería enseñarle que El siempre responde a nuestras oraciones solo en su tiempo, no en el nuestro.

Santa Faustina se dirigió a las puertas de la Casa Madre de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia en la calle Zytnia, en Varsovia, donde la Madre general la interrogó. Madre Micaela le dijo que fuera a preguntarle al Señor de la casa si Él la aceptaba. Santa Faustina se dirigió a la Capilla y le preguntó al Señor si la aceptaba y escuchó en su corazón: "Yo te acepto; tu estas en mi Corazón". Ella se dirigió donde la Madre General y le dijo lo que había oído, la Madre repuso, "si el Señor te acepta yo también te acepto, esta es tu casa" (#’s 9 y 10).

La pobreza de Santa Faustina fue su peor obstáculo pues necesitaba recoger dinero para el ajuar. La superiora le sugirió que siguiera trabajando hasta completarlo. Trabajó un año como doméstica para reunir todo el dinero. Durante ese tiempo tuvo muchos retos y obstáculos, pero se mantuvo firme en su decisión, y durante la Octava de Corpus Christi, el 25 de julio de 1925, hizo un voto de castidad perpetua al Señor. Relata la Santa, “Con las palabras sencillas que brotaban del corazón, hice a Dios el voto de castidad perpetua. A partir de aquel momento sentí una mayor intimidad con Dios, mi Esposo. En aquél momento hice una celdita en mi corazón donde siempre me encontraba con Jesús” (#16).

Postulantado

El 2 de agosto de 1925, fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles, entró en la Congregación como Postulante. Pocas semanas después de haber entrado tuvo la tentación de irse del convento. Fue en busca de la Madre Superiora y al no encontrarla se fue a su celda. Estando en su cuarto tuvo una visión de Jesús, con su rostro destrozado y cubierto de llagas. Ella le preguntó "¿Jesús quien te ha herido tanto?" Jesús le contestó: "Esto es el dolor que me causarías si te vas de este convento. Es aquí donde te he llamado y no a otro; y tengo preparadas para ti muchas gracias." Ella comprendió que Dios realmente la quería ahí y a la mañana siguiente confesó a su director espiritual lo que le había ocurrido. Él le confirmó que realmente Dios la quería ahí.

Como Postulante se familiarizó en sus ejercicios espirituales. Fue encargada de la cocina, de limpiar el cuarto de la Madre Barkiewez y de cuidarla durante su enfermedad.

A causa de sus conflictos interiores, su gran fervor espiritual, y el cambio de vida, la salud de Santa Faustina empezó a decaer. Las superioras, alarmadas por el agotamiento que manifestaba, la enviaron a Skolimow, a la casa de descanso, en compañía de dos hermanas.

Entrada al Noviciado y profesión

En los comienzos de 1926, fue enviada al noviciado en Józefów (el lugar de San José) en Cracovia-Lagiewniki, para terminar su Postulantado y el 30 de abril tomó el hábito religioso como novicia y recibió su nombre de Sor María Faustina. Durante la ceremonia le fue revelada la magnitud de sus sufrimientos futuros y a lo que se estaba comprometiendo. Esto duró poco, luego el Señor la llenó de una gran consolación. En este convento de Cracovia-Lagiewniki, Santa Maria Faustina hizo su noviciado, pronunció sus primeros votos y los perpetuos, sirvió como cocinera, jardinera y portera, y pasó los últimos años de su vida terrenal.

En el transcurso de su noviciado un hecho que se conoce mucho es la historia de la escurrida de las papas. Debido a la gran debilidad que sufría, esta tarea se le dificultaba cada día mas, entonces empezó a evadirla, pero al poco tiempo se empezó a notar; la Madre Superiora no comprendía que a pesar de su deseo, Sor Faustina no podía hacerlo por su poca fuerza. Un día, cuando hizo su examen de conciencia se quejó al Señor de su debilidad. Escuchó estas palabras: "Desde hoy tendrás mas facilidad, pues yo te fortaleceré". A la noche, confiada por lo que el Señor le había prometido, se apresuró a tomar la olla. La levantó con facilidad y la escurrió perfectamente. Cuando levantó la tapa para dejar salir el vapor, en vez de papas, ella vio ramos de rosas, las más hermosas que jamás hubiese visto. Tratando de comprender esta visión escuchó estas palabras: "Yo cambié tu trabajo tan duro en un ramillete de las más bellas flores, y su perfume sube a Mi Trono". Después de esto ella buscaba como hacer este trabajo diariamente aun cuando no le tocaba, porque comprendió que le agradaba al Señor.

Para quien la observara desde fuera nada hubiera delatado su extraordinaria y rica vida mística. Cumplía sus deberes con fervor, observaba fielmente todas las reglas del convento, era recogida y piadosa, pero a la vez natural, y alegre, llena de amor benévolo y desinteresado al prójimo. Sus hermanas recuerdan que Santa Faustina fue una grata compañía durante el noviciado y su conducta al orar provocaba en las otras novicias una gran reverencia a la Majestad de Dios.

Toda su vida se concentraba en caminar con constancia hacia la cada vez más plena unión con Dios y en una abnegada colaboración con Jesús en la obra de la salvación de las almas. “Jesús mío - confeso en el diario – Tú sabes que desde los años más tempranos deseaba ser una gran santa, es decir, deseaba amarte con un amor tan grande como ningún alma Te amó hasta ahora” (# 1372).

Durante su vida logró un alto grado de unión de su alma con Dios, pero también tuvo que esforzarse y luchar en duros combates en el camino hacia la perfección cristiana. El Señor la colmó de muchas gracias extraordinarias: los dones de contemplación y de profundo conocimiento del misterio de la Divina Misericordia, visiones, revelaciones, estigmas ocultos, los dones de profecía, de leer en las almas humanas, y desposorios místicos. Colmada de tantas gracias, escribió: “Ni las gracias ni las revelaciones, ni los éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hacen perfecta, sino la comunión interior del alma con Dios... Mi santidad y perfección consisten en una estrecha unión de mi voluntad con la voluntad de Dios." (# 1107).

La Noche oscura del Alma

Santa Faustina sufrió la mayor parte de su noviciado constantes combates interiores. No podía meditar ni sentir la presencia de Dios. Sufrió fuertes tormentos y tentaciones, aún estando en la capilla. En mas de una ocasión, estando en la Santa Misa, sintió que blasfemaba contra Dios, no sentía contento con nada. Hasta las verdades mas simples sobre la fe le eran difícil de comprender.

Durante todo este tiempo Santa Faustina no estuvo sola, tuvo la ayuda de su Maestra de Novicias, Sor Joseph Brzoza quien veía en ella grandes gracias venidas de Dios. Aunque Santa Faustina se sentía en ese momento totalmente abandonada por Dios, Sor Joseph le decía: "sepa querida hermana que Dios quiere tenerla bien cerca de El en el Cielo. Tenga gran confianza en Jesús."

Alma Víctima

Durante su tercer año de noviciado le fue revelado lo que era ser Alma Víctima. Anota ella en su diario: "El sufrir es una gracia grande; a través del sufrimiento el alma se hace como la del Salvador; en el sufrimiento el amor se cristaliza, mientras más grande el sufrimiento más puro el amor". (57)

Sor Faustina se ofreció como víctima por los pecadores y con este propósito experimentó diversos sufrimientos para salvar las almas a través de ellos. Durante una hora particular de adoración, Dios le reveló a Santa Faustina todo lo que ella tendría que sufrir: falsas acusaciones, la pérdida del buen nombre, y mucho más. Cuando la visión terminó, un sudor frío bañó su frente. Jesús le hizo saber que aún cuando ella no diere su consentimiento a esto, ella se salvaría y El no disminuiría Sus gracias y seguiría manteniendo una relación íntima con ella. La generosidad de Dios no disminuiría para nada. Consciente de que todo el misterio dependía de ella, consintió libremente al sacrificio en completo uso de sus facultades. Luego escribió lo siguiente en su diario: “De repente, cuando había consentido a hacer el sacrificio con todo mi corazón y todo mi entendimiento; la presencia de Dios me cubrió, me parecía que me moría de amor a la vista de su mirada.”

Durante la Cuaresma de ese mismo año, 1933, experimentó en su propio cuerpo y corazón la Pasión del Señor, recibiendo invisiblemente las estigmas. Únicamente su confesor lo conoció. Ella lo narra así: "Un día durante la oración, vi una gran luz y de esta luz salían rayos que me envolvían completamente. De pronto sentí un dolor muy agudo en mis manos, en mis pies, y en mi costado, y sentí el dolor de la corona de espinas, pero esto fue sólo por un tiempo bien corto."

Tiempo más tarde, cuando Santa Faustina se enfermó de Tuberculosis, experimentó nuevamente los sufrimientos de la Pasión del Señor repitiéndose todos los Viernes y algunas veces cuando se encontraba con un alma que no estaba en estado de gracia. Aunque esto no era muy frecuente; los sufrimientos eran dolorosos y de corta duración, no los hubiera soportado sin una gracia especial de Dios.

Visión del Purgatorio

Mientras estaba en Skolimow, casi al final de su Postulantado, Santa Faustina le preguntó al Señor por quién mas debía orar y la noche siguiente tuvo esta visión. "Esa noche vi a mi ángel de la Guarda, quien me pidió que lo siguiera. En un momento me vi en un lugar lleno de fuego y de almas sufrientes. Estaban orando fervientemente por si mismas pero no era válido, solamente nosotras podemos ayudarlas. Las llamas que las quemaban no podían tocarme. Mi ángel de la guarda no me dejó sola ni un momento. Yo pregunté a las almas que es lo que mas las hacía sufrir. Ellas me contestaron que era el sentirse abandonadas por Dios...Vi a Nuestra Señora visitando a las almas del Purgatorio, la llamaban Estrella del Mar. Luego mi ángel guardián me pidió que regresáramos, al salir de esta prisión de sufrimiento, escuché la voz interior del Señor que decía: ‘Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi Justicia’".

Visión del Infierno

Durante un retiro de ocho días en octubre de 1936, se le mostró a Sor Faustina el abismo del infierno con sus varios tormentos, y por pedido de Jesús ella dejó una descripción de lo que se le permitió ver: "Hoy día fui llevada por un Ángel al abismo del infierno. Es un sitio de gran tormento. ¡Cuán terriblemente grande y, extenso es!. Las clases de torturas que vi:
La primera es la privación de Dios;
la segunda es el perpetuo remordimiento de conciencia;
la tercera es que la condición de uno nunca cambiará;
la cuarta es el fuego que penetra en el alma sin destruirla -un sufrimiento terrible, ya que es puramente fuego espiritual,-prendido por la ira de Dios.
La quinta es una oscuridad continua y un olor sofocante terrible. A pesar de la oscuridad, las almas de los condenados se ven entre ellos;
la sexta es la compañía constante de Satanás;
la séptima es una angustia horrible, odio a Dios, palabras indecentes y blasfemia.
Estos son los tormentos que sufren los condenados, pero no es el fin de los sufrimientos. Existen tormentos especiales destinados para almas en particular. Estos son los tormentos de los sentidos. Cada alma pasa por sufrimientos terribles e indescriptibles, relacionado con el tipo de pecado que ha cometido.

Existen cavernas y fosas de tortura donde cada forma de agonía difiere de la otra. Yo hubiera fallecido a cada vista de las torturas si la Omnipotencia de Dios no me hubiera sostenido. Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna alma encuentre una excusa diciendo que no existe el infierno, o que nadie a estado ahí y por lo tanto, nadie puede describirlo."

El Señor fue preparando de esta forma el corazón de Santa Faustina para que por medio de su intercesión se salvaran muchas almas.

Visión del Cielo

El 27 de noviembre de 1936, cuando la debilidad la llevó a la cama, escribió la siguiente visión del cielo: "Hoy día, estuve en el cielo en espíritu, y vi sus bellezas incomparables y la felicidad que nos espera para después de la muerte. Cómo todas las criaturas alaban y dan gracias a Dios sin cesar...Esta fuente de felicidad es invariable en su esencia, pero es siempre nueva, derramando felicidad para todas las criaturas. Dios me ha hecho entender que hay una cosa de un valor infinito a Sus ojos, y eso es, el amor a Dios; amor, amor y nuevamente amor, y nada puede compararse a un solo acto de amor a Dios.

Dios en su gran majestad, es adorado por los espíritus celestiales, de acuerdo a sus grados de gracias y jerarquías en que son divididas, no me causó temor ni susto; mi alma estaba llena de paz y amor; y mientras más conozco la grandeza de Dios, más me alegro de que El sea El que es. Me regocijo inmensamente en Su grandeza y me alegro de que soy tan pequeña, ya que siendo tan pequeña, El me carga en Sus brazos y me aprieta a Su corazón" (777-780).

Los siguientes años fueron un entrenamiento del Señor. Ella no sabía lo que Dios estaba haciendo en ella, pero su respuesta era firme e invariable: si Señor, haz en mi tu voluntad. Algo que ella si veía en todo esto era que el Señor quería su obediencia. Santa Faustina siempre mantuvo una fuerte relación con Dios, sin saber de antemano el camino que Dios trazaba para ella.

La Devoción a la Divina Misericordia según las revelaciones de Jesús a Sta. Faustina >>>

Sus últimos Días

En los últimos años de su vida aumentaron los sufrimiento interiores, la llamada noche pasiva del espíritu y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello dos veces fue internada en el hospital de Pradnik en Cracovia, por varios meses.

Extenuada físicamente por completo, pero plenamente adulta de espíritu y unida místicamente con Dios, falleció en olor de santidad, el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento. Su funeral tuvo lugar dos días mas tarde, en la Fiesta de Nuestra Señora del Rosario que aquel año fue primer viernes de mes. Su cuerpo fue sepultado en el cementerio de la Comunidad en Cracovia – Lagievniki, y luego, durante el proceso informativo en 1966, fue trasladado a la capilla.

La Historia Subsiguiente

En el año 1935, Santa Faustina le escribió a su director espiritual: "Llegará un momento en que esta obra que Dios tanto recomienda parecerá como [si estuviera] en ruina completa, y entonces, la acción de Dios seguirá con gran poder, que dará testimonio de la verdad. Ella [la obra] será un nuevo esplendor para la Iglesia, aunque haya reposado en Ella desde hace mucho tiempo" (Diario 378).

De hecho, esto sí sucedió. El 6 de marzo de 1959, la Santa Sede, por información errónea que le fue presentada, prohibió "la divulgación de imágenes y escritos que propagan la devoción a La Misericordia Divina en la manera propuesta por Santa Faustina". Como resultado, pasaron casi veinte años de silencio total. Entonces, el 15 de abril de 1978, la Santa Sede, tras un examen cuidadoso de algunos de los documentos originales previamente indisponibles, cambió totalmente su decisión y de nuevo permitió la práctica de La Devoción. El hombre principalmente responsable de la revocación de esta decisión fue el Cardenal Karol Wojtyla, el Arzobispo de Cracovia, diócesis en la que nació Santa Faustina. El 16 de octubre de 1978, el mismo Cardenal Wojtyla fue elevado a la Sede de San Pedro bajo el título de "Papa Juan Pablo II".

El 7 de marzo de 1992, se declararon "heroicas" las virtudes de Sor Faustina. El 21 de diciembre de 1992, una curación por medio de su intercesión fue declarada "milagrosa"; y el 18 de abril de 1993, el Papa Juan Pablo II tuvo el honor de declarar a la Venerable Sierva de Dios, Sor Faustina Kowalska, "Beata".

En 1997 el Papa Juan Pablo II hizo una peregrinación a la tumba de la Beata Faustina en Polonia, le llamó "Gran apóstol de la Misericordia en nuestros días". El Papa dijo en su tumba "El mensaje de la Divina Misericordia siempre ha estado cerca de mi como algo muy querido..., en cierto sentido forma una imagen de mi Pontificado."

El 10 de marzo del 2000, se anunció la fecha para la canonización después de ser aceptado el segundo milagro obtenido por su intercesión. El milagro fue la curación del Padre Pytel de una condición congénita del corazón, después de las oraciones hechas por miembros de la congregación de su parroquia el día del aniversario de la muerte de Santa Faustina, en Octubre 5 de 1995.

La Secretaria de la Misericordia de Dios fue elevada a los altares por el Santo Padre el 30 de abril del año 2000, el Domingo de la Divina Misericordia. Es la primera santa que fue canonizada en el año jubilar 2000 y en el milenio.

La biografía de Santa Faustina nos narra que el Señor le recordaba frecuentemente Su deseo de que se estableciera la Fiesta de la Divina Misericordia. Ella ofreció una novena por esta intención y el 23 de marzo de 1937, martes de Semana Santa, el séptimo día de la novena Santa Faustina tuvo la siguiente visión: “De pronto la presencia de Dios me invadió e inmediatamente me vi en Roma, en la capilla del Santo Padre y al mismo tiempo estaba en nuestra capilla...Yo tomé parte en la solemne celebración, simultáneamente aquí y en Roma... Vi al Señor Jesús en nuestra capilla, expuesto en el Sacramento de la Eucaristía en el altar mayor. La capilla estaba adornada como para una fiesta, y ese día todo el que quisiera, podía entrar. La multitud era tan grande que la vista no podía alcanzarla toda. Todos estaban participando en las celebraciones con gran júbilo, y muchos de ellos obtuvieron lo que deseaban. La misma celebración tuvo lugar en Roma, en una hermosa Iglesia, y el Santo Padre, con todo el clero, estaban celebrando esta Fiesta, y entonces súbitamente yo vi a San Pedro, que estaba de pie entre el altar y el Santo Padre...Entonces de repente vi cómo los dos rayos, como están pintados en la imagen, brotaron de la hostia y se extendieron sobre todo el mundo. Esto duró sólo un momento, pero pareció como si hubiese durado todo el día, y nuestra capilla estuvo repleta todo el día, y todo el día abundó en júbilo. Luego, vi en nuestro altar, al Señor Jesús vivo, tal como luce en la imagen. Luego, en un instante me encontré de pie cerca de Jesús, y me paré en el altar junto al Señor Jesús, y mi espíritu estuvo lleno de una felicidad tan grande...Jesús se inclinó hacia mí y dijo con gran bondad, ‘¿Cuál es tu deseo Hija mía’ Y yo contesté, ‘Deseo que toda adoración y gloria sean dadas a Tu Misericordia’. ‘Yo ya estoy recibiendo adoración y gloria por la congregación y la celebración de esta Fiesta: ¿Qué más deseas?’ Entonces yo miré a la inmensa multitud que adoraba la Divina Misericordia y le dije a Jesús, ‘Jesús, bendice a todos aquellos que están reunidos para darte gloria y venerar Tu infinita misericordia’. Jesús hizo la señal de la cruz con su mano y esta bendición fue reflejada en las almas como un rayo de luz” (1044-1049). Muchos ven esta visión en respecto a la canonización de Santa Faustina. Jesús le mostraba a su apóstol los frutos de su trabajo y sufrimientos.

Al final de la Canonización de Santa Maria Faustina, el Santo Padre declaró el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina”, estableciendo la Fiesta de la Divina Misericordia que Jesús tanto pedía a Santa Faustina. El Santo Padre dijo: “En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros”. Y después de su visita a Polonia en junio del 2002, “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo, y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y, una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos.”

Podemos encontrar un paralelismo entre los poderosos mensajes que Jesús revela a Santa Faustina, sobre la Divina Misericordia y a Santa Margarita, sobre la devoción al Sagrado Corazón. A través de ellas Dios nos manifestó y nos dio a conocer Su Misericordia encerrada en Su Sagrado Corazón.

Santa Faustina fue canonizada el 30 de abril del año 2000, siendo la primera canonización del año jubilar.




CRONOLOGÍA DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA
Santa Faustina Kowalska25 de agosto de 1905 - Sor Faustina nace en la aldea de Glogowiec, actualmente la provincia de Konin (Polonia).

27 de agosto de 1905 - Es bautizada en la parroquia de San Casimiro en Swnice Warckie (diócesis de Wtoclawek) y recibe el nombre de Elena.

1912 - Por primera vez oye en su alma la voz que la llama a la vida perfecta.

1914 - Recibe la Primera Comunión

Septiembre de 1917 - Comienza la educación en la escuela primaria.

1919 - Empieza a trabajar en casa de los amigos de la familia Bryszewski en Aleksandrów Lódzki.

30 de octubre de 1921 - Recibe el Sacramento de la Confirmación administrado por el Obispo Vicente Tymieniecki en Aleksandrów Lódzki.

1922 - Vuelve a la casa familiar para pedir a los padres el permiso de entrar en un convento; recibe la negativa.

otoño de 1922 - Elena va a Lódz. Durante un año trabaja en la tienda de Marejanna Sadowska, en la calle Abramowskiego 29 (2/2/1923 - 1/7/1924).

julio de 1924 - Sale a Varsovia con la intención de entrar en un convento. Se presenta en la casa de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, en la calle Zytnia 3/9. La Superiora promete recibirla, pero antes le encomienda reunir una pequeña dote.

1 de agosto de 1925 - Después de un año de trabajo como sirvienta, Elena Kowalska vuelve a presentarse a la Superiora del convento en la calle Zytnia. Es admitida al postulantado.

23 de enero de 1926 - Ingresa en la casa del noviciado en Cracovia.

30 de abril de 1926 - Recibe el hábito y el nombre de Sor María Faustina.

marzo-abril de 1927 - Pasa por el período de oscuridad espiritual, que durará un año y medio.

16 de abril de 1928 - El Viernes Santo el ardor del amor divino penetra a la novicia sufriente que olvida los sufrimientos experimentados, conoce con más claridad lo mucho que Cristo sufrió por ella.

30 de abril de 1928 - Al terminar el noviciado y después del retiro espiritual de 8 días, hace los primeros votos (temporales).

6-10 de octubre de 1928 - El Capítulo General que se celebra en la Congregación elige como Superiora General a la Madre Micaela Moraczewska, que va a ser la Superiora de Sor Faustina durante toda la vida. Será también su ayuda y consuelo en los momentos difíciles.

31 de octubre de 1928 - Sale a casa de la Congregación en Varsovia, en la calle Zytnia, para trabajar en la cocina.

21 de febrero-11 de junio de 1929 - Es enviada a la recién fundada casa de la Congregación en la calle Hetmanska, en Varsovia.

7 de julio de 1929 - Una breve estancia en Kierkrz, cerca de Poznan, para sustituir en la cocina a una hermana enferma.

octubre de 1929 - Sor Faustina está en la casa varsoviana de la Congregación, en la calle Zytnia.

mayo-junio de 1930 - Regresa a la casa de la Congregación en Plock. Trabaja en la panadería, en la cocina y en la tienda adjunta a la panadería.

22 de febrero de 1931 - Tiene una visión del Señor Jesús que le encomienda pintar una imagen según el modelo que ella ve.

noviembre de 1932 - Sor Faustina viene a Varsovia para su tercera probación (de cinco meses), a la que las hermanas de la Congregación se someten antes de hacer los votos perpetuos. Antes de la probación tiene el retiro espiritual en Walendów.

18 de abril de 1933 - Sale a Cracovia para celebrar el retiro espiritual de ocho días, antes de los votos perpetuos.

1 de mayo de 1933 - Hace los votos perpetuos (el obispo Estanislao Rostov preside la ceremonia).

25 de mayo de 1933 - Viaja a Vilna.

2 de enero de 1934 - Por primera vez visita al pintor E. Kazimorowski, que ha de pintar la imagen de la Divina Misericordia.

29 de marzo de 1934 - Se ofrece por los pecadores y especialmente por aquellas almas que han perdido confianza en la Misericordia de Dios.

junio de 1934 - Queda terminada la imagen de la Divina Misericordia. Sor Faustina llora porque el Señor Jesús no es tan bello como ha sido en la visión.

12 de agosto de 1934 - Un fuerte desfallecimiento de Sor Faustina. El padre Miguel Sopocko le administra el sacramento de los enfermos.

13 de agosto de 1934 - Mejora el estado de salud de Sor Faustina.

26 de octubre de 1934 - Cuando Sor Faustina, junto con las alumnas, regresa de jardín para cenar (a las seis menos diez) ve al Señor Jesús encima de la capilla en Vilna tal y como lo vio en Plock, es decir, con los rayos pálido y rojo. Los rayos envuelven la capilla de la Congregación, la enfermería de las alumnas y después se extienden sobre el mundo entero.

15 de febrero de 1935 - Recibe la noticia de una grave enfermedad de su madre y va a la casa familiar en Glogowiec. En el camino de regreso a Vilna se detiene en Varsovia para ver a la Madre General Micaela Moraczeweska y a su antigua maestra, Sor María Josefa Brzoza.

19 de octubre de 1935 - Sale a Cracovia para participar en el retiro espiritual de ocho días.

8 de octubre de 1936 - Hace una visita al arzobispo Romuald Jalbrzykowski, metropolitano de Vilna, y le comunica que el Señor Jesucristo exige la fundación de una Congregación nueva.

21 de marzo de 1936 - Sale de Vilna y se dirige a Varsovia.

25 de marzo de 1936 - Es trasladada a la casa de la Congregación en Walendów.

abril de 1936 - Es trasladada a la casa en la localidad de Derdy (a 2km de Walendów).

11 de mayo de 1936 - Sale de Derdy y va a Cracovia para estar ahí hasta su muerte.

14 de setiembre de 1936 - Un encuentro con el arzobispo Jalbrzykowski quien, estando de paso en Cracovia, visita la casa de la Congregación.

19 de setiembre de 1936 - Un examen en el sanatorio de Pradnik (hoy, el Hospital Juan Pablo II).

9 de diciembre de 1936-27 de marzo de 1937 - La estancia en el hospital de Pradnik.

29 de julio-10 de agosto de 1937 - La estancia en el balneario de Rabka.

21 de abril de 1938 - Empeora su estado de salud y regresa.

agosto de 1938 - La última carta a la Superiora Genera, en la que Sor Faustina pide perdón por las desobediencias de toda la vida y la cual termina con las palabras "Hasta la vista en el cielo".

25 de agosto de 1938 - Sor Faustina recibe el sacramento de los enfermos.

2 de setiembre de 1938 - Al visitar a Sor Faustina en el hospital, el padre Sopocko la encuentra en éxtasis.

17 de setiembre de 1938 - Sor Faustina regresa del hospital al convento.

5 de octubre de 1938 - A las once menos cuarto de la noche, Sor María Faustina Kowalska, tras largos sufrimientos soportados con gran paciencia, ha ido a encontrarse con el Señor para recibir la recompensa.

7 de octubre de 1938 - Su cuerpo fue sepultado en la tumba común, en el cementerio de la Comunidad, situado al fondo del jardín de la casa de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewiniki.

21 de octubre de 1965 - En la arquidiócesis de Cracovia es iniciado el proceso informativo sobre la beatificación de Sor Faustina.

25 de noviembre de 1966 - El trasaldo de los restos mortales de Sor Faustina del cementerio a la capilla de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia en Cracovia-Lagiewniki.

31 de enero de 1967 - Una solemne sesión presidida por el cardenal Karol Wojtyla pone el punto final al proceso informativo diocesano. Las actas del proceso son enviadas a Roma.

31 de enero de 1968 - Con decreto de la Congregación para la Causa de los Santos se abre el proceso de beatificación de la Sierva de Dios Sor Faustina.

19 de junio de 1981 - La Sagrada Congregación de la Causa de los Santos, después de completar la investigación de todos los escritos de la Sierva de Dios Sor Faustina, emite un documento declarando que "nada se interpone para continuar" con su causa.

7 de marzo de 1992 - En presencia del Santo Padre, la Congregación de la Causa de los Santos promulga el decreto de las Virtudes Heroicas mediante el cual la Iglesia reconoce que Sor Faustina practicó todas las virtudes cristianas de manera heroica. Como resultado, ella recibe el título de "Venerable" Sierva de Dios y se abre el camino para verificar el milagro atribuido a su intercesión.

21 de diciembre de 1992 - El Santo Padre publica la aceptación del milagro como concedido por la intercesión de Sor Faustina y anuncia la fecha para su solemne beatificación.

18 de abril de 1993 - Sor Faustina es beatificada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua (día revelado por Nuestro Señor a Sor Faustina como la Fiesta de la Misericordia).

30 de abril de 2000 - La Beata Faustina es canonizada por el Papa Juan Pablo II en Roma el primer domingo después de Pascua, en la Fiesta de la Misericordia.

30 de abril de 2000 - El papa, Juan Pablo II, declaró el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Misericordia Divina” en el mundo entero.

29 de junio de 2002 - El Sumo Pontífice, Juan Pablo II, estableció que el “Domingo de la Misericordia Divina” se enriquezca con la indulgencia plenaria.

10 de diciembre de 2005:   Por decreto de la Santa Sede, Santa Faustina Kowalska fue proclamada patrona de la ciudad de Lódz (Polonia)

ORACIÓN DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA PARA ALCANZAR LA DIVINA MISERICORDIA PARA EL MUNDO ENTERO


Sor Faustina KowalskaOh Dios de gran misericordia, Bondad infinita, hoy toda la humanidad clama desde el abismo de su miseria a tu misericordia, a tu compasión, Oh Dios, y grita con la potente voz de la miseria. Oh Dios indulgente, no rechaces la oración de los desterrados de esta tierra. Oh Señor, Bondad inconcebible que conoces perfectamente nuestra miseria y sabes que por nuestras propias fuerzas no podemos ascender hasta ti, te imploramos anticípanos tu gracia y multiplica incesantemente tu misericordia en nosotros, para que cumplamos fielmente tu santa voluntad a lo largo de nuestras vidas y en la hora de la muerte. Que la omnipotencia de tu misericordia nos proteja de las flechas de los enemigos de nuestra salvación para que con confianza, como tus hijos, esperemos tu última venida, ese día que conoces sólo tú. Y, a pesar de toda nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que Jesús nos ha prometido, porque Jesús es nuestra esperanza: a través de su Corazón misericordioso, como a través de una puerta abierta, entramos en el cielo (1570).


PENSAMIENTOS DE SANTA FAUSTINA KOWALSKA


Santa Faustina KowalskaEn el momento en que el obispo me puso el anillo, Dios penetró todo mi ser... Desde los votos perpetuos mi relación con Dios se hizo mas estrecha que nunca. Siento que amo a Dios y siento también que Él me ama. Mi alma, habiendo conocido a Dios, no sabría vivir sin Él. -Diario 254

Oh Jesús mío, Tú sabes que desde los años más tempranos deseaba ser una gran santa, es decir, deseaba amarte con un amor tan grande como ninguna alma Te amó hasta ahora -Diario 1372

Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta, sino la comunión interior de mi alma con Dios. Estos dones son solamente un adorno del alma, pero no constituyen ni la sustancia ni la perfección. -Diario 1107

Oh Jesús mío, cada uno de Tus santos refleja en sí una de Tus virtudes, yo deseo reflejar Tu Corazón compasivo y lleno de misericordia. Que Tu misericordia, oh Jesús, quede impresa sobre mi corazón y mi alma como un sello y éste será mi signo distintivo en esta vida y en la otra. -Diario 1242

¡No Te olvidaré, pobre tierra! aunque siento que me sumergiré inmediatamente toda en Dios, como un océano de felicidad, eso no me impedirá volver a la tierra y dar ánimo a las almas e invitarlas a confiar en la Divina Misericordia. Al contrario, esa inmersión en Dios me dará unas posibilidades ilimitadas de obrar. -Diario 1582




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