jueves, 5 de diciembre de 2013

Bendición? mmmm....


Cuando cumplimos un aniversario más ya sea de vida, de matrimonio, de novios, etc. Es costumbre que la gente nos regale “bendiciones” y desde luego no ha de faltar algún regalito o en muy raras ocasiones un regalote aunque, en los últimos años y dada la situación económica que vivimos se ha hecho muy común recibir solo “bendiciones”…

Pero, realmente ¿qué es lo que significa esto?

Cuando alguien te dice “que Dios te bendiga” no sólo te está deseando lo mejor, sino que también lo está deseando para si mismo. Pues cuando bendices a alguien también atraes el favor de Dios hacia ti.

El efecto de la bendición es multiplicador, ya que es un regalo de Dios a sus Hijos. Es una Gracia actual que actúa en el momento preciso, regularmente llegan solas, es decir, no es necesario pedirlas ya que Dios está siempre atento a nuestras necesidades sin embargo, cabe decir que cuando pedimos una bendición para alguien, la acción de Dios será inmediata….es como cuando ves a una persona empujando un carro, no falta quien te diga “anda, ayúdala”. Si nosotros respondemos de inmediato y prestamos nuestra ayuda, pues Dios con mayor razón.

Disfrutar de los beneficios de las bendiciones no es fácil, depende de nuestra actitud y desde luego de nuestras aptitudes.

Una actitud meramente humana nunca será favorable para descubrir el poder de las bendiciones.

Por otro lado, podemos gozar de muchas aptitudes pero, si nunca desarrollamos aquellas que se relacionan con Dios, difícilmente veremos la acción de Dios en nuestras vidas.

La próxima vez que alguien te diga “Dios te bendiga”; prepárate, Dios te tiene en su mira y algo muy bueno te espera.

“Has la prueba y verás qué bueno es el Señor”

Saludos

Dios te bendiga

 


No interrumpas a una mujer que lee...

Una mañana, el marido vuelve a su cabaña después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta.
Aunque no conoce bien el lago, la mujer decide salir en la lancha. Se mete lago adentro, ancla y lee un libro.
Se acerca un guardián en su lancha, se aproxima a la mujer y le dice:
- Buen día, señora. ¿Qué está haciendo?
- Leyendo un libro -responde ella. (Piensa:¿No es obvio?)
- Está en zona restringida para pescar -le informa él.
- Disculpe, oficial, pero no estoy pescando, estoy leyendo.
- Sí, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento, tendré que llevarla y detenerla.
- Si hace eso, le tendré que acusar de abuso sexual – dice la mujer...
- ¡¡¡Pero ni siquiera la toqué!!! -dice el guarda.
- Es cierto, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento.
- Disculpe, que tenga un buen día, señora.
Y se fue...

MORALEJA:
Nunca discutas con una mujer que lee. Sabe pensar.


Emprende tu vuelo

Un rey recibió como obsequio, dos pequeños halcones, y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasados unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que al otro no sabía qué le sucedía: no se había movido de la rama donde lo dejó desde el día que llegó.

El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar el ave. Encargó, entonces, la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió.
Al día siguiente, por la ventana, el monarca pudo observar, que el ave aún continuaba inmóvil. Entonces, decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón.

A la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey le dijo a su corte, “Traedme al autor de ese milagro”. Su corte rápidamente le presentó a un campesino.
El rey le preguntó:
- ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?
Intimidado el campesino le dijo al rey:
- Fue fácil mi rey. Sólo corte la rama, y el halcón voló. Se dio cuenta que tenía alas y se largó a volar.

¿A qué estás agarrado que te impide volar? ¿De qué no te puedes soltar?
Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, y creemos que eso es lo único que existe. Dentro de esa zona está todo lo que sabemos, y todo lo que creemos.
Convivimos con nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones. En esa zona reina nuestro pasado y nuestra historia.
Todo lo conocido, cotidiano y fácil…

Tenemos sueños, queremos resultados, buscamos oportunidades, pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos. No siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles.

Deja de aferrarte a tu propia rama y corre el riesgo de volar más alto y quizás en tu vida como en la mía, podamos descubrir que las palabras del gran apóstol Pablo hoy más que nunca están vigentes:

“Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. 1ª Corintios 2, 9


Dios nos ha dado alas para volar alto, tan alto como las águilas y descubrir que sus caminos, son más altos que los nuestros. Atrévete a volar…


Las personas en la vida

En la vida hay dos clases de personas….a cuál perteneces?
Los que pasan la vida soñando y los que dan vida a sus sueños.
Los que sueñan con logros y los que logran sus sueños.
Los que siguen las huellas y los que las dejaron.
Los que ven para poder creer y los que creen antes de ver.
Los que te pisan al subir y los que suben a ayudar.
Los que te dan confianza y los que te la quitan.
Los que dan sin pedir a cambio y los que te piden el cambio.
Los que hacen, se reproducen y mueren y los que nacen, producen y nunca mueren.

Están en la vida los que siguen el camino y terminan perdiéndose y los que abren el camino y porque han decidido seguir a Jesús quien es el verdadero camino. A estos últimos nada ni nadie, los hace retroceder. Decide hoy los del segundo grupo y verás un cambio total en tu vida.

Dios bendice a quienes no siguen malos consejos ni andan en malas compañías ni se juntan con los que se burlan de Dios.
Dios bendice a quienes aman SU palabra y alegres la estudian día y noche.
Son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien!
Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento!

Cuando sean juzgados, nada los salvará; ¡esos pecadores no tendrán parte en la reunión de los buenos!

En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso.

Del Salmo 1


Nuestra morada

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.

Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.

Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.

Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.

Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…


El gran rey David escribió: "Yo, por mi parte, te alabaré en la mañana por tu poder y por tu amor. Tú eres el Dios que me protege; tú eres el Dios que me ama. Por eso te cantaré con alegría porque eres mi fortaleza, porque has sido mi refugio en momentos de angustia" Salmos 59, 16


Tus acciones de hoy; fruto del mañana

En cierta ocasión, un joven observaba a un hombre que tenía más de ochenta años que estaba sembrando un huerto de manzanos.
El anciano amorosa y cuidadosamente preparó el terreno, plantó los diminutos vástagos y les echó agua. Después de estar mirándolo por un rato, el joven dijo: «Usted no espera que va a comer manzanas de esos árboles, ¿verdad?»

«No —replicó el anciano—, pero alguien lo hará». Tus acciones ayudarán a esos que te seguirán.
Debido al pacto de Dios con Noé, tenemos la seguridad de que no corremos el riesgo de la destrucción mundial por un diluvio.

Los habitantes de la tierra todavía están recibiendo el beneficio que vino de la vida de un hombre justo. Asimismo, tú y yo también podemos beneficiar a las generaciones futuras. Cuando sirves a las personas o influyes en ellas de manera positiva, y las animas a pasar por lo que otras recibieron, creas una cadena de impacto que sobrepasará tu vida. John C Maxwell

No eres un eslabón perdido. No eres una isla…eres un continente.
Hay alguien detrás de ti y será la prolongación de tu vida, para bien o para mal. Entonces siembra ahora manzanas para él o ella tengan la bendición de comerlas y mientras lo hacen te recordarán y sin duda hablarán muy bien de ti.

Siembra hoy para las generaciones futuras. Recuerda que Moisés lo hizo con Josué, el Profeta Elías con Eliseo y Jesús, nuestro Señor con los doce.


"Y hablaba Yahvé a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo." Éxodo 33, 11


Valorar lo nuestro


Quien NO VALORA lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido, y quien hace mal algún día lo recibirá también.

Si quieres ser feliz, haz feliz a alguien.
Si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas.
Recuerda, a veces a quien menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias!
Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro.
Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida.
Aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa: "Estoy bien".

“Nunca olvidemos que el verdadero poder es la humildad y el servicio”. Papa Francisco.

Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios. Proverbios 8, 7

Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día. Salmos 35, 28

Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia. Salmos 49, 3

Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Mateo 6, 6


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