Una oración a la Virgen María compuesta por un corazón encendido de amor filial.
Tú eres, Maria, la experiencia más bella del Evangelio.
En ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre.
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
eres esa estrella matutina que anuncia el día.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra;
la Mujer joven que entra en el plan de Dios libre y gozosa.
Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la historia;
eres, Maria, la virgen bella y fecunda de Nazareth.
Gracias, Maria, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, Maria, por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, Maria, por tu corazón claro y luminoso.
Gracias, Maria, por tu corazón sencillo y humilde.
Gracias, Maria, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, Maria, por tu corazón abierto al infinito.
Gracias, Maria, por tu corazón joven; sencillamente, joven.
Aquí me tienes, en busca de un camino libre de fe
Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dar mi amor.
Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien.
Aquí me tienes, en busca de un sendero de justicia.
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo.
Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.
Gloria a ti, Maria, Casa donde Dios mora.
Gloria a ti, Maria, Madre de Cristo y Madre mía.
En ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre.
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
eres esa estrella matutina que anuncia el día.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra;
la Mujer joven que entra en el plan de Dios libre y gozosa.
Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la historia;
eres, Maria, la virgen bella y fecunda de Nazareth.
Gracias, Maria, por tu corazón bueno y disponible.
Gracias, Maria, por tu corazón sincero y transparente.
Gracias, Maria, por tu corazón claro y luminoso.
Gracias, Maria, por tu corazón sencillo y humilde.
Gracias, Maria, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, Maria, por tu corazón abierto al infinito.
Gracias, Maria, por tu corazón joven; sencillamente, joven.
Aquí me tienes, en busca de un camino libre de fe
Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dar mi amor.
Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien.
Aquí me tienes, en busca de un sendero de justicia.
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo.
Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.
Gloria a ti, Maria, Casa donde Dios mora.
Gloria a ti, Maria, Madre de Cristo y Madre mía.
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