Antonio
Lasierra, excelente curiólogo del nido de Francisco de la Cigoña hace un
análisis preciso de la sorpresiva jugada del papa Francisco.

Lo mismo vale para la segunda atribución: el estudio de un proyecto de reforma de la "Pastor bonus", valga decir de la Curia. Es por tanto oficial que la Curia va a ser reformada. Sin embargo se excluye del estudio a toda la Curia, y se confía el asunto prácticamente solo a prelados residenciales ajenos a la Curia. Me sigue pareciendo una novedad absoluta.
Es bien conocido que Pío XII dejó durante años vacante el oficio de Secretario de Estado (dejando a Tardini y Montini como Pro-Secretarios) arguyando que no quería colaboradores sino ejecutores. El anuncio de hoy no va tan lejos. El Papa ciertamente quiere colaboradores: en el gobierno de la Iglesia y en la reforma de la Curia. Pero ajenos a la Curia. El mensaje parece estar claro. Y no resulta precisamente favorable a una Curia a la que "pone en su sitio" de mera ejecutora de lo que otros decidan. No creo que los curiales, marginados en el estudio de su propio futuro, estén hoy muy contentos.
Por fin, curioso también que el Secretario del grupo sea el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece Castelgandolfo. Durante todo el verano, el Papa y el obispo podrán trabajar día a día, solos y sin sugerencias ajenas, en el proyecto de reforma. Que los demás conocerán solo en octubre. No puede sino colegirse que Semeraro pasa repentinamente de ser el obispo de una de las pequeñas diócesis suburbicarias a despuntar como una figura decisiva en el próximo futuro
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