EL VERDADERO CAMBIO
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En los últimos años España ha experimentado grandes cambios que no es
necesario enumerar porque están en la mente de todos. Muchos de esos cambios son
positivos, otros no lo son tanto.
Como
quiera que sea, aún quedan muchas cosas por cambiar. Unas lo harán por la acción
política, otras por presiones económicas y sociales, y otras por el paso del tiempo. La
cara de España irá cambiando poco a poco, lo cual no está mal. Es bueno que mejore
nuestra imagen social frente al conjunto de naciones europeas, frente al mundo, frente a
nosotros mismos.
Sin
embargo, hoy, después del camino recorrido, la ilusión de muchos ha dado paso a la
frustración. Hay un sentir generalizado de insatisfacción. El frío del desencanto se ha
apoderado de un buen número de personas. Muchos han entrado ya en la vía muerta del
cinismo. Es el viaje a ninguna parte. Y es que el verdadero cambio todavía no ha
llegado. Es el que tiene que ver con la disposición interior del individuo, hacia sí
mismo y hacia los demás. Y mientras este cambio no se produzca, todo lo demás no
tendrá más que un efecto epidérmico, superficial y pasajero. Aquí es donde el
Evangelio ofrece una alternativa de cambio válida a quienes sin prejuicios se abren a su
mensaje. Es la alternativa de la fe en Jesucristo. Jesús es el mayor factor de cambio que
el mundo jamás haya conocido. Su palabra es portadora de luz, vida y libertad. Sus mismos
enemigos dijeron de él:
"¡Jamás
hombre alguno ha hablado como este hombre!"(l)
Jesús
rompe los moldes. Su mensaje es radical, transformador. Afirma ser " el camino, y
la verdad, y la vida." (2) Es el camino del
amor y la reconciliación. Es la verdad que llena el corazón. Es la vida que colma de
esperanza.
Jesús
renuncia a devolver golpe por golpe, maldición por maldición, y nos invita a seguirle
poniendo la otra mejilla, dando amor por odio, perdón en lugar de rencor. Al morir en la
cruz en que le clavaron, sus palabras fueron: "Padre, perdónalos, porque no saben
lo que hacen".(3) Su muerte fue seguida por
una serie de señales que hicieron cambiar de opinión incluso al oficial romano que
había supervisado su ejecución, hasta el punto de hacerle exclamar: "Verdaderamente
éste era Hijo de Dios."
Su
resurrección al tercer día introduce un cambio sin igual en la historia de la humanidad.
La muerte ya no es el final, sino una etapa por la que es posible atravesar sin temor
gracias a él.
Jesús
trastoca la visión del mundo y el orden de valores de cuantos creen en él. ¡Y aqui es
donde está el verdadero cambio!
Jesús
nos enseña a valorar más el ser que las cosas, la vida más que las posesiones
materiales. Nos proyectamos así hacia la eternidad, disfrutando aquí, ahora, de paz
interior y felicidad.
Este
es el cambio que tú puedes experimentar si decides conocerle de verdad, despojándote de
tus prejuicios. Muchos hoy en día crucificarían a Jesús por ignorancia, por una
imagen distorsionada de su figura, por intereses religiosos contrarios al Evangelio...
¿Quieres
conocer a Jesucristo? Empieza invocando su nombre. Este momento es tan bueno como
cualquier otro. ¿Por qué esperar? Cuanto antes mejor Habla con Jesús como lo harías
con un amigo. Díle que reconoces que tú eres parte del problema, y que confias en su
poder transformador para cambiar tu vida.
La
Biblia afirma que el que se une a Jesucristo en la aventura de la fe es una nueva persona.
"Las cosas viejas pasaron; he aqui todas son hechas nuevas".(4)
1. Juan 7:46 2. Juan 14:6 3. Lucas 23:34
4. 2ª Corintios 5:17
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