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Catalina Jarrige, Beata |
Catherine nació el 4 de octubre de 1754 en una
pobre familia de campesinos en Doumis, Cantal, Francia.
Sus padres
con sus siete hijos vivían juntos en una pequeña casa.
Siendo todavía bastante joven, como todos la juventud de su
tiempo y medio, trabajó en los campos con su familia
y a la edad de nueve años la enviaron a
que trabajara como sirvienta de un vecino. Allí ella disfrutó
de una vida alegre y traviesa. Esa
era también la edad, como era la norma, que ella
hiciera su primera comunión, un recuerdo que ella atesoraría para
el resto de su vida. En la
imitación de su patrona, Santa Catalina de Siena, ella se
hizo terciaria dominica. Disfrutaba enormemente de bailar Bourrée, pero
ella renunció a eso para ayudar a los más pobres
a conocer a Dios y en sus necesidades terrenales, ella
mismo diría: "Me gustaría que las personas
se confiesen tanto como yo bailé el Bourrée"
Ella ofreció toda su vida en satisfacer necesidades espirituales
y materiales del pobres, consiguiendo limosnas para ellos, e inspirando
al más renuente a despertar su conciencia. Era totalmente consagrada
a las personas más humildes y más pobres, los cuidaba
proporcionándoles la comida y vestido, generalmente ayudándos y confortándolos a
lo largo de la vida.
Durante la Revolución Francesa
Catalina
fue la primera en ofrecer su ayuda a los sacerdotes
perseguidos por la revolución, aquellos eran sacerdotes que se negaron
a hacer un juramento poniendo la cosntitución por sobre Dios.
Ella
los escondía para que ellos pudieran celebrar misa, y también
colaboraba con ellos en sus trabajos pastorales llegando muchas veces
a poner en riesgo su propia vida. Una vez
que el levantamiento revolucionario terminó, ella siguió con sus labores
caritativas hasta su muerte el 4 de julio de 1836.
Una
gran muchedumbre asistió a sus funerales, y hasta hoy en
día en la región de Mauriac su popularidad se mantiene
intacta.
Fue beatificada por S.S. Juan Pablo II el 24 de
noviembre de 1996.
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