martes, 3 de julio de 2012

Atanasio el Atonita, Santo


Abad, 5 de julio
 
Atanasio el Atonita, Santo
Atanasio el Atonita, Santo

Abad

Martirologio Romano: En el monte Athos, san Atanasio, hegúmeno, humilde y pacífico, que estableció la vida cenobítica en la Gran Laura (c. 1004).

Etimológicamente: Atanasio = Aquel que no puede no puede morir, es de origen griego.
El Monte Athos, o sea el pico oriental del triple promontorio con que la península Calcídica penetra en el Mar Egeo, ha sido durante mil años el principal centro del monaquismo bizantino. Esa "república monástica", como se la ha llamado, no está en comunión con la Santa Sede desde hace muchos siglos Pero, a los comienzos de su organización y en los siglos anteriores, cuando el Monte Athos estaba poblado por pequeñas colonias de ermitaños, constituía un centro de ortodoxia católica en un sentido diferente del actual. Quien organizó el conjunto de monasterios en el Monte Athos, fue San Atanasio. Nació en Trebizonda, hacia el año 920. Era hijo de un antioqueño y recibió en el bautismo el nombre de Abraham. Hizo sus estudios en Constantinopla, donde; llegó a ser profesor. Cuando ejercía en dicha ciudad el oficio de maestro, conoció a San Miguel Maleinos y a su sobrino Nicéforo Focas. Este último había de convertirse en su protector, al ocupar el trono imperial. Abraham tomó el hábito en el monasterio que San Miguel gobernaba en Kimina de Bitinia y recibió el nombre de Atanasio. Ahí vivió hasta el año 958, más o menos. El monasterio de Kimina era una "laura", es decir, una serie de celdas aisladas, construidas alrededor de una iglesia. Cuando murió San Miguel Maleinos, Atanasio, previno que iban a elegirle abad, y huyó al Monte Athos. Ahí le reservaba Dios una responsabilidad todavía más pesada que el cargo de abad que había rehuido.

Con las ropas de un rudo campesino y con el nombre de Doroteo, San Atanasio se retiró a una celda en los alrededores de Kairés. Pero su amigo Nicéforo Focas no tardó en descubrirle. El emperador Nicéforo que estaba a punto de emprender una expedición contra los sarracenos, pidió a Atanasio que le acompañase a Creta a organizaría y que le apoyase en la empresa con su bendición y oraciones. (Como es bien sabido, los contemplativos son con frecuencia grandes hombres de acción, lo cual, por lo demás, no tiene nada de extraño). Atanasio, venciendo su repugnancia a volver al mundo, acompañó a su amigo. Después de la victoria de la expedición, Atanasio pidió permiso al emperador para retirarse de nuevo al Monte Athos. Nicéforo Focas se lo concedió, pero no sin haberle regalado una importante suma para que fundase un monasterio. El santo construyó el primer monasterio propiamente dicho en el Monte Athos, a comienzos del año 961 y la iglesia dos años más tarde. San Atanasio dedicó el monasterio a la Santísima Madre de Dios; pero actualmente se le conoce con el nombre de "San Atanasio", o simplemente de "Laura", es decir, el Monasterio.

Temiendo que el emperador le llamase a la corte, San Atanasio se refugió en Chipre para huir de los honores y cargos. Pero Focas, que descubrió nuevamente su escondite, le dijo que volviese a gobernar en paz su monasterio y le dio más dinero para que construyese el puerto de Athos. Adoptando para su monasterio el sistema de las "lauras", San Atanasio, que no estaba de acuerdo con las ideas monásticas de San Basilio y San Teodoro el Estudita, volvió en cierto sentido a la tradición monástica de Egipto. Los monjes de San Atanasio debían alejarse del mundo lo más posible. (Aun actualmente los monjes del Monte Athos, por regla general, "rompen todo lazo con el mundo"). San Atanasio tuvo muchas dificultades con los solitarios que ocupaban desde antiguo el Monte Athos y consideraban, no sin razón, que la precedencia les daba ciertos derechos de ocupación; dichos solitarios veían con malos ojos la construcción de monasterios, iglesias puertos y se oponían a las reglas que San Atanasio quería imponerles. El santo estuvo a punto de ser asesinado en dos ocasiones. Sabiendo e la violencia es capaz de corromper la mejor de las causas, el emperador Juan Tzimesces intervino, confirmó las donaciones que había hecho Nicéforo Focas, prohibió la oposición a San Atanasio y reconoció su autoridad sobre todo el territorio y los habitantes del Monte Athos. En esa forma, el santo quedó constituido en superior general de cincuenta y ocho comunidades de ermitaños y monjes, además de los monasterios de Ivirón, Vatopedi y Esfigmenú, que él mismo fundó y que se conservan todavía. San Atanasio murió hacia el año 1000, a consecuencia del derrumbamiento de la bóveda de la iglesia en la que se hallaba trabajando con otros cinco monjes. El nombre de "Atanasio el lauriota" o "Atanasio de Trebizonda" se menciona en la preparación de la liturgia bizantina.
 
 

Atanasio (nombre)

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Atanasio
Sainta15.jpg
San Atanasio
Origen Griego
Género Masculino
Santoral 2 de mayo
Significado inmortal
Zona de uso común Todo el mundo
Artículos en Wikipedia Todas las páginas que comienzan por «Atanasio»
Atanasio es un nombre propio masculino de origen griego en su variante en español. Su significado es "inmortal".

Contenido

Santoral

2 de mayo: San Atanasio, patriarca y doctor de la Iglesia.

Variantes

  • Femenino: Atanasia.

Variantes en otros idiomas

Variantes en otras lenguas
Español Atanasio
Albanés Athanasi
Alemán Athanasius
Asturiano Atanasiu
Búlgaro Атанасий (Atanasij)
Catalán Atanasi
Checo Atanáš
Corso Attanasiu
Croata Atanazije
Danés Athanasius
Eslovaco Atanáz
Esperanto Atanazio
Euskera Atanasi
Finlandés Athanasius
Francés Athanase
Gallego Atanasio
Griego Αθανάσιος (Athanásios)
Holandés Athanasius
Húngaro Atanáz
Inglés Athanasius
Islandés Aþanasíus
Italiano Atanasio
Latín Athanasius
Lituano Atanazas
Noruego Athanasius
Polaco Atanazy
Portugués Atanásio
Rumano Atanasie
Ruso Афанасий (Afanasij)
Sardo Atanàsiu
Serbio Атанасије (Atanasije)
Sueco Athanasius
Ucraniano Афанасій (Afanasij)

Personajes célebres

Santos

Otras personalidades

Bibliografía

  • Yáñez Solana, Manuel (1995). El gran libro de los Nombres. M. E. Editores, Madrid. ISBN 84-495-0232-2.
  • Montes Vicente, José María (2001). El libro de los Santos. Alianza, Madrid. ISBN 84-206-7203-3.

Véase también

 

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