“No es suficiente con sólo querer, te
tienes que preguntar y responder para que lo quieres, y así sabrás que
hacer para obtener lo que deseas.”
Algunas personas creen que el éxito viene a nuestras
vidas por cuestión de suerte o por tener ciertas habilidades especiales.
La excusa para no tener éxito se debe a la suerte que le ha tocado, y
muchas de esa suerte la asocian a la familia, al país o a la condición
social y piensan que si eso cambiara su suerte fuera otra. Eso es una
mentalidad de personas que no quieren asumir responsabilidad de sus
vidas.
El lograr nuestros sueños viene de creer en lo que
estamos haciendo. La pasión o la inspiración vienen a tu vida cuando
haces algo en lo que crees. Y como dice Jesús: “Al que cree todo le es posible”.
Si lo que haces no te apasiona es tiempo perdido y necesitas comenzar a
buscar algo donde no solamente puedas colocar tu mente, sino tu
espíritu y tu corazón, es lo que yo llamo propósito. Tu propósito está
conectado con los sueños, y lo que he aprendido es que el propósito es
lo que me sostiene cuando las cosas se ponen difíciles.
Si conoces tu propósito, podrás inspirarte para
lograr cosas extraordinarias. Nada podrá detenerte y podrás llegar a la
meta trazada.
Cuando conoces tu propósito puedes responder a la pregunta “¿Para qué?”
Leí este cuento: “El pescador y el turista”, y hay muchas maneras de interpretarlo.
“Un turista visitó un lejano campamento pesquero y
fue recibido cordialmente por un pescador. Luego de pocos días de ver
cómo hacía su vida, el turista preguntó al pescador por qué en vez de
trabajar en el mar de las cuatro a las diez de la mañana no trabajaba
hasta la tarde. Por lo común, después de la labor el pescador se ponía
en una hamaca a ver el mar el resto del día. “¿Para qué?”, fue su
respuesta. “Ganaría el doble o el triple de dinero de lo que gana
ahora”, dijo el visitante. “¿Para qué?”, preguntó de nuevo el local.
“Pues con eso en poco tiempo podría comprar otra embarcación.” “Sí,
¿pero para qué.” “Podría contratar a otro pescador para duplicar la
producción.” “Pero, ¿para qué?, insistió el pescador. “Es que con la
ganancia podría ir comprando más botes, hasta tener una flota; haría
mucho dinero.” Suspirando, el pescador volvió a preguntar: “¿Para qué?”
“Para dejar de trabajar: podría construirse una casa en la costa y
descansar mientras ve el mar.” “¿Pues dónde estoy y qué es lo que hago
ahora?”, fue la última frase del pescador en esa plática.
El turista no se desanimó. Pensó que era noble llevar
a muchos el sueño del pescador. Regresó a su tierra y convenció a
varios inversionistas del proyecto para construir un resort. En poco
tiempo convenció también a los gobernantes del lugar, quienes lo
sorprendieron demostrándole que el pescador no era propietario del lugar
donde habitaba. Hicieron una sociedad muy atractiva. Un año después,
muy de mañana, el visionario turista visitó de nuevo al pescador, pero
ahora acompañado de notarios, abogados, arquitectos, maquinaria pesada,
la policía y una orden de desalojo. Meses antes, gracias a la ubicación
dada por uno de los inversionistas, un par de flotas pesqueras había
barrido sistemáticamente el mar cercano con grandes redes y largos
palangres. Lo encontró en la playa sacando pequeños peces con un anzuelo
atado a una tabla. Estaba delgado y con una visible cicatriz en el pie
descalzo. Luego de explicarle brevemente la situación legal y el nuevo
plan, el turista desarrollador le preguntó: “¿Por qué no trabaja para
mí?” Todavía moviendo el cordel que se perdía bajo el agua, el pescador
respondió sombrío y sin mirarlo a la cara: “¿Para qué?” Convencido de la
simple mentalidad de los locales, el turista fue directo a la
conclusión del asunto: “Para que tus hijos no se mueran de hambre.”
El “¿para qué?” del pescador demuestra que no creía
en lo que estaba haciendo, le faltaba inspiración y por ello terminó
así. ¿Cómo quieres terminar tu vida?
Te pregunto: ¿Para qué vas todos los días a trabajar?
¿Disfrutas de tu trabajo? ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
¿Cuál es tu mayor contribución a ese trabajo que realizas?
Tomate el tiempo necesario para responder esas
preguntas, descubrir tu propósito y redefinir tú éxito en todas las
áreas de la vida.
Hoy es el mejor día para comenzar a inspirarte y alcanzar resultados extraordinarios.
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