Queridos amigos y hermanos del blog: así como no fue una coincidencia que Juan Pablo II partiera a la eternidad en la Vigilia del Domingo de la Divina Misericordia, tampoco es una coincidencia que vaya a ser beatificado en esta misma fecha. Aquí hay una señal muy clara... una señal de Dios, que apunta hacia el mensaje de la Divina Misericordia.
Recordemos que Juan Pablo II beatificó a Santa Faustina, Secretaria y Apóstol de la Divina Misericordia, el Domingo de la Divina Misericordia, esto es, el II Domingo de Pascua, del año 1993, y, la canonizó el Domingo de la Divina Misericordia, del año Jubilar 2000, ocasión en la cual instituyó oficialmente esta Fiesta. ¿Entonces... qué estamos viendo detrás de esta fecha? ¡Qué Juan Pablo II es reconocido por el Cielo como otro Apóstol de la Divina Misericordia! Y, eso es exactamente lo que señaló y anticipó el Cardenal Estanislao Dziwisz, quien fuera el secretario personal del Papa durante 40 años, en el año 2009 en Argentina:
Juan Pablo II: Apóstol de la Divina Misericordia
"Ciertamente, digo, son dos apóstoles de la Divina Misericordia: Sor Faustina, que ha recibido del Señor Jesucristo este mensaje, pero este mensaje y devoción ha sido difundido en todo el mundo por Juan Pablo II, segundo apóstol de la Divina Misericordia, que esperamos sean pronto dos santos: Faustina y Juan Pablo II, "Apóstoles de la Divina Misericordia", porque hoy el mundo necesita de la Misericordia, para reflexionar sobre la vida y también sobre la dirección de la vida"
Veamos qué bello lo que nos relata el Cardenal Dziwisz con respecto al último día terrenal de Juan Pablo II: "Respecto a la coronilla, no sé cuando comenzó a rezarla, lo hizo por muchos años, pero luego la recitaba cada día durante su pontificado y sobre todo en su último día. Y con el pensamiento en Jesús Misericordioso ha entrado en la vida eterna"
Ahora bien, por qué decimos que en todo esto hay una señal del cielo, bueno... porque ya Santa Faustina nos lo había anunciado, en forma profética, en el número 378 de su Diario, donde consigna con muchísimos años de anticipación lo que sucederá con el movimiento de la Divina Misericordia. La primera parte dice así:
"Llegará un momento en que esta obra que Dios recomienda tanto, parecerá ser completamente destruida". ¿De qué nos está hablando aquí Sor Faustina? Nos está hablando de que, en 1959, 20 años después de la partida al cielo de Santa Faustina, y, en consecuencia, 20 años después de estarse difundiendo la devoción, el Vaticano prohibió la devoción a la Divina Misericordia, ello debido a la confusión que se estaba creando con malas transcripciones y malas traducciones del Diario.
La segunda parte de este número dice así: "Y de repente Dios intervendrá con gran fuerza que dará testimonio de la veracidad". ¿De qué nos está hablando aquí Santa Faustina? Definitivamente, nos está hablando de la acción de Dios a través de Juan Pablo II, ya que fue a través de él que:
Cronología: Juan Pablo II y la Divina Misericordia
1. Se ordenó, a un destacado teólogo, un estudio teológico del Diario de Santa Faustina, el cual tomó más de diez años en llevarse a cabo, y cuyos resultados fueron los que permitieron, en 1978, mediante solicitud del Cardenal Wojtyla, que el Vaticano levantara la prohibición a la devoción a la Divina Misericordia. Seis meses después de esto, el Cardenal Wojtyla sería electo como Papa Juan Pablo II. Así podemos afirmar que en 1978 el Vaticano abrió sus puertas a la Divina Misericordia y acogió a su apóstol en el Trono de San Pedro.
2. En 1980 se publicó su segunda encíclica papal, la cual llevó por título "Rico en Misericordia", la cual se nutrió del aporte de Santa Faustina, tal como él lo reconoció posteriormente, y con la cual llamó la atención del mundo al misterio de la Misericordia de Dios.
3. En 1993 y en el año jubilar 2000 se beatificó y canonizó a Santa Faustina, con lo cual se le dio aval oficial a su Diario, instituyendo oficialmente el Domingo de la Divina Misericordia para toda la Iglesia, acogiendo así el deseo manifestado por Nuestro Señor a Santa Faustina.
4. En el 2002 se enriqueció con la indulgencia plenaria el Domingo de la Divina Misericordia, haciendo así oficialmente eco de las promesas de Nuestro Señor a Santa Faustina.
5. En ese mismo año 2002, el Papa realizó su último viaje apostólico a su amada Polonia, el cual tuvo por lema "Rico en Misericordia", en el cual dedicó la nueva basílica del Santuario Mundial de la Divina Misericordia en Cracovia- Lagiewniki, y, consagró solemnemente el mundo entero a la Divina Misericordia.
La Divina Misericordia en Juan Pablo II
Toda la vida de Karol Wojtila estuvo marcada por la Divina Misericordia. El fue un valiente e incansable apóstol de la Divina Misericordia. Él fue, en las manos de Dios, el instrumento anunciado en la segunda parte de esta profecía, el instrumento para dar veracidad de la obra iniciada por Nuestro Señor a través de Santa Faustina. Toda la obra de la Divina Misericordia es obra de Dios. No es iniciativa de sus apóstoles, quienes están llamados a ser dóciles instrumentos en las misericordiosas manos de Dios.
Recordemos que, muy jovencito, siendo Karol Wojtyla un obrero industrial durante la II Guerra Mundial, soñando algún día con dedicarse al teatro o a la literatura el día que terminara la Guerra, se detenía en el camino de regreso de su trabajo a su casa para orar en la capillita del convento en el cual muy pocos años atrás había vivido y fallecido Santa Faustina. Ahí en ese convento, Dios fue haciendo un canje, le fue cambiando sus planes personales por los planes Divinos, para que, en lugar de actor o escritor, se ordenara sacerdote, y, llevara oficialmente al mundo entero, desde el Trono de San Pedro, la Devoción a la Divina Misericordia, ¡Bendito y alabado sea el Señor!
Y continúa diciendo la tercera parte de esta profecía: "Ella -la obra- será un nuevo esplendor para la Iglesia, a pesar de estar en ella desde hace mucho tiempo. Nadie puede negar que Dios es infinitamente misericordioso; Él desea que todos lo sepan; antes de volver como Juez, desea que las almas lo conozcan como Rey de Misericordia".
Beato Juan Pablo II
Este 1º de mayo de 2011, como cada 1º de mayo, es también un día dedicado a San José en su advocación de patrono de los obreros, a quienes el Papa Juan Pablo II tenía un inmenso cariño. Él había sido un obrero incansable y, con quienes se identificaba, por haber sido uno de ellos durante su juventud. Según lo afirmó a Santa Faustina, Nuestro Señor encomendó a San José la obra de la Divina Misericordia. A él nos encomendamos en este acontecimiento eclesial histórico, y que por la intercesión de San José, sepamos descubrir en el nuevo Beato, un puente de unión entre la Divina Misericordia y nuestra vida.
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