viernes, 6 de diciembre de 2013

Documento de Aparecida


Aparecida


Decálogo del cursillista



1- NO HAY POSCURSILLO SIN PRECURSILLO.


2- NO HAY CURSILLO SIN POSCURSILLO.


3- NO HAY FECHAS SIN FICHAS NI FICHAS SIN FECHAS.


4- NO HAY RODAJE SIN GRUPOS NI GRUPOS SIN RODAJE.


5- NO HAY TRABAJO EN AMBIENTES SIN VIDA ESPIRITUAL, NI VIDA ESPIRITUAL SIN TRABAJO EN AMBIENTES.


6- NO HAY GRUPOS SIN COMUNIDAD NI COMUNIDAD SIN GRUPOS.


7- NO HAY ULTREYA SIN APOSTOLADO NI APOSTOLADO SIN ULTREYA.


8- NO HAY MOVIMIENTOS SIN PARROQUIA NI PARROQUIA SIN MOVIMIENTOS.


9- NO HAY PROFUNDIDAD SIN APERTURA NI APERTURA SIN PROFUNDIDAD.


10-NO HAY AUTONOMIA SIN COMUNION NI COMUNION SIN AUTONOMIA.

Rollo el laico en la iglesia (en zip)

El laico en la iglesia


Si...

Eres joven


María

Magnificat

Creación de Dios

O Homem e a Mulher




Oración por cursillos zona 2


Señor, tu que concedes el don de la vida y el amor, te pedimos por los que aún no han recibido en su corazón la Buena Nueva.

Esperando en ti, queremos encomendarte a todas las almas que  has elegido para que vivan el cursillo # ____ de la Arquidiócesis de Monterrey en la zona pastoral # 2.

Señor, derrama en ellos tu Gracia abundantemente, en sus familias, en sus trabajos y en sus necesidades, protégelos, guíalos y guárdalos de todo mal.

También te pedimos muy especialmente por nuestros dirigentes y sacerdotes.

Concede Señor, el que estén unidos en las contrariedades, en las dificultades, tener esperanza.

Estar alegres en el sufrimiento, ser fuertes y vencer en la tentación, ser dóciles a tu Espíritu.

Todo para que se realice tu obra según tu voluntad.

Por la comunidad orante, escucha y acoge nuestras oraciones.

Por tu bondad, tu misericordia y tu gran amor, te damos gracias por todo cuanto nos concedes.

Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Aportado por el C-316, damas de la zona 2.


La sabiduría del águila

El águila es el ave de mayor longevidad de esas especies, llega a vivir hasta 70 años, antes de llegar a esa edad, a los 40 debe tomar una difícil decisión para prolongar su vida.
A esa edad, sus uñas están apretadas y flexibles por lo que no consigue tomar nada para alimentarse. Su pico es largo y puntiagudo, se curva apuntando hacia el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, sus plumas gruesas.
Volar se le hace ya muy difícil. Entonces el águila tiene solamente dos alternativas: Morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que tardará 150 días.


Este proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón donde no tenga la necesidad de volar.
Luego de encontrar ese lugar comienza a golpear su pico contra la pared hasta desprendérselo. 
Después debe esperar hasta que crezca de nuevo para arrancar sus garras. Una vez que estas crecieron, comenzará a desplumarse.
Después de 5 meses sale para su vuelo renovado y vivir otros 30 años.


En nuestras vidas muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria.
Debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.


Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.

Jesús

Misericordioso


Abrazos, besos y bendiciones

Ante la tormenta

Gabriela Chionetti
Empezó a lloviznar y al poco rato, los relámpagos iluminaban la ciudad entera, haciendo parecer que amanecía. Más adelante, los truenos empezaron a oírse lejanos, y finalmente, la ciudad entera se sacudió en un ruido estrepitoso, pareciendo que la centella que zigzagueaba, caería sobre nosotros.

¡Que espectáculo tan bello! ¡Que impotencia más absoluta se siente cuando se contempla la naturaleza! Amaneció con un sol radiante, y el cielo era tan azul que parecía que la tormenta hubiera lavado cuidadosamente el firmamento; era un día tranquilo, luminoso.

Esa hermosa mañana, todos comentaban: "hace mucho que no veía orar a tanta gente como anoche". Era algo impresionante ver como oraban todas las personas.

¡Qué triste que necesitemos siempre en la vida de tormentas para hablarle al Padre! Yo creo que también las tormentas del alma nos deben hacer elevar el alma a Dios. Cuántas veces somos víctimas de depresiones emocionales, porque no le damos a nuestra alma el alimento de la oración.

¡Qué tremendas tormentas se desatan en el alma! Esas son peores que las que vivimos por los fenómenos atmosféricos.

Dentro de nosotros mismos tenemos las tormentas de odios, de envidias, de celos. Son las centellas que destruyen la alegría de vivir. La tormenta de esa noche me llevó a profunda meditación y me motivó a decirle:

"Señor, que no necesite mi existencia de tormentas para amarte; que no necesite de centellas que me atemoricen para recurrir temeroso a Ti; que no sean necesarias las tinieblas para buscar tembloroso tu amorosa mano; que me percate de que únicamente junto a Ti puedo encontrar paz, alegría y entusiasmo... “Y que cuando me sacudan el alma las tormentas interiores, me refugie en la paz de tu amor".

Abrazos, besos y bendiciones.

Si no sabes orar, mira a...

Jim reportándose


Para Dios

Alabanza


Parábola

Los dos hijos


Para triunfar

Perseverar


Abrazos, besos y bendiciones

Oración

Quédate Señor conmigo



Abrazos, besos y bendiciones

Fidelidad de Dios

Amor y Ternura


Abrazos, besos y bendiciones

¿Quién soy yo para vosotros?

¿Quién es Jesús para mi?
Para mi, Jesús es:
El Verbo hecho carne. (Jn 1,14).
El Pan de la vida. (Jn 6,35).
La víctima sacrificada en la cruz por nuestros pecados. (1Jn 4,19).
El Sacrificio ofrecido en la Santa Misa por los pecados del mundo y por los míos propios. (Jn 1,29).
La Palabra, para ser dicha. (Jn 14,6)
La Verdad, para ser proclamada.
El Camino, para ser recorrido. (Jn 14,6)
La luz, para ser encendida. (Jn 8,12)
La Vida, para ser vivida.
El Amor, para ser amado.
La Alegría, para ser compartida.
El sacrificio, para ser dados a otros.
El Pan de Vida, para que sea mi sustento.
El Hambriento, para ser alimentado. (Mt 25,35)
El Sediento, para ser saciado.
El Desnudo, para ser vestido.
El Desamparado, para ser recogido.
El Enfermo, para ser curado.
El Solitario, para ser amado.
El Indeseado, para ser querido.
El Leproso, para lavar sus heridas.
El Mendigo, para darle una sonrisa.
El Alcoholizado, para escucharlo.
El Deficiente Mental, para protegerlo.
El Pequeñín, para abrazarlo.
El Ciego, para guiarlo.
El Mudo, para hablar por él.
El Tullido, para caminar con él.
El Drogadicto, para ser comprendido en amistad.
La Prostituta, para alejarla del peligro y ser su amiga.
El Preso, para ser visitado.
El Anciano, para ser atendido.
Para mí, Jesús es mi Dios.
Jesús es mi Esposo.
Jesús es mi Vida.
Jesús es mi único amor.
Jesús es mi Todo.


Beata Teresa de Calcuta (1910-1997) fundadora de las Hermanas Misioneras de la Caridad
Jesús, la Palabra para ser hablada cp 12

Para alcanzar la felicidad


Hay que tomar la propia cruz
El Papa recuerda que para alcanzar la felicidad hay que tomar la propia cruz. 
-El Papa Benedicto XVI recordó que el camino para seguir a Jesús y alcanzar la felicidad no pasa por el éxito material sino por tomar la propia cruz.


Benedicto XVI explicó que orientar la vida a alcanzar solo el éxito social, el bienestar físico y económico, "es poner a un lado a Dios, no aceptar su proyecto de amor, e incluso impedirle cumplir su sabia voluntad".
"Es evidente la divergencia ente el designio del amor del Padre, que llega hasta el don del Hijo Unigénito sobre la cruz para salvar la humanidad, y las expectativas, deseos y proyectos de los discípulos. Y este contraste se repite también hoy, cuando la realización de la propia vida está orientada solamente al suceso social, al bienestar físico y económico y no se razona más según la voluntad de Dios sino según los hombres".
 "El cristiano sigue al Señor cuando acepta con amor la propia cruz, a pesar de que a los ojos del mundo aparece como un fracaso y una 'pérdida de la vida', el cristiano sabe que no la lleva él solo, sino que la lleva con Jesús, compartiendo su mismo camino de donación", indicó.
El Papa recordó que la Iglesia recuerda la memoria litúrgica de San Agustín y pidió por intercesión de este santo y la Virgen María "que cada uno de nosotros sepa seguir al Señor en el camino de la cruz y nos dejemos transformar por la gracia divina, renovando el modo de pensar 'para poder discernir la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto'".
Afirmó que "es necesario tomar la cruz para seguir a Jesús, siendo dóciles a la Palabra y dejándose transformar interiormente, para así saber distinguir siempre cuál es la voluntad de Dios".
"Que el Señor, por intercesión de la Virgen María, infunda su amor en todos los corazones para que, haciendo más religiosa nuestra vida, aumente el bien en nosotros y con constante solicitud lo conserve”.

Verdaderas riquezas

Autor: Dr. Adrián Rogers.Libro: " El secreto de la satisfacción"

En el periódico "Charlotte Observer" salió un interesante artículo llamado:
"La era de muertos vivientes".  Un reportero del periódico fue a la Facultad de Administración de empresas de la Universidad de Duke para investigar las metas y ambiciones de los alumnos que estudiaban para obtener su maestría en administración de empresas.


Con muy pocas excepciones, éstas eran sus metas:  dinero, poder y cosas,  Y aquellos estudiantes querían cosas muy grandes como casas para vacacionar, automóviles costosos, yates y aviones.

Su principal interés era su carrera y el crecimiento de sus inversiones financieras.  Sus planes personales daban muy poco lugar a la familia, al desarrollo intelectual, al crecimiento espiritual, a la responsabilidad social, o incluso a la administración más efectiva.

El reportero procedió a citar a un psicólogo llamado Eric Braun, que hizo una de las preguntas más penetrantes que he escuchado en mucho tiempo...Observando a las personas que piensan que sus vidas consisten en la abundancia  de sus posesiones, el Dr. Braun preguntó: 
"Si yo soy lo que poseo y lo que yo poseo se pierde, entonces ¿Quién soy?"

Esta es la razón por la cual las personas se arrojaron de los edificios durante el período de la Gran Depresión de los Estados Unidos.

Ellos equipararon lo que eran con lo que poseían, y cuando perdieron sus posesiones, no quedó nada. 

Si usted quiere ver lo que en realidad posee y lo que es en realidad, haga cuentas de todo lo que tiene que el dinero no puede comprar, ni la muerte le pueda arrebatar y entonces sabrá cuáles son sus verdaderas riquezas.

Cegados por el anhelo de tener y tener más cada día y sobretodo por estar por encima de los demás, olvidamos cuales son las verdaderas riquezas que poseemos.

El tener el mejor y más bonito carro o tener nuestra casa llena de lujos, nos hace más que los demás y de esta forma ocupamos un lugar importante dentro de la sociedad, pero;

¿te has preocupado por ver que lugar ocupas en el Reino de Dios?

En estos momentos ¿cómo te ve Dios?

WAT

Abrazos, besos y bendiciones

¿Quien se ha llevado mi queso?

Mi queso


Integridad en la persona


Narra la historia de una rueda a la que le faltaba un pedazo, pues habían cortado de ella un trozo triangular. La rueda quería estar completa, sin que le faltara nada, así que se fue a buscar la pieza que había perdido.

Pero como estaba incompleta y solo podía rodar muy despacio, reparó en las bellas flores que había en el camino; charló con los gusanos y disfrutó de los rayos del sol.
Encontró montones de piezas, pero ninguna era la que le faltaba, así que las hizo a un lado y prosiguió su búsqueda.

Un día halló una pieza que le venía perfectamente. Entonces se puso muy contenta, pues ya estaba completa, sin que nada le faltara. Se colocó el fragmento en el cuerpo y empezó a rodar. 

Volvió a ser una rueda perfecta que podía rodar con mucha rapidez…Tan rápidamente, que no veía las flores ni charlaba con los gusanos.

Cuando se dio cuenta de lo diferente que parecía el mundo cuando rodaba tan a prisa, se detuvo, dejó en la orilla del camino el pedazo que había encontrado y se alejó rodando lentamente.


La moraleja de este cuento, es que, por alguna razón, nos sentimos más completos cuando nos falta algo. El hombre que lo tiene todo es un hombre pobre en ciertos aspectos: nunca sabrá que se siente anhelar, tener esperanzas, nutrir el alma con el sueño de algo mejor; ni tampoco conocerá la experiencia de recibir de alguien que lo ama lo que siempre había deseado y no tenía.

Hay integridad en la persona que acepta sus limitaciones y tiene el suficiente coraje para renunciar a sus sueños inalcanzables sin considerar que por eso ha fracasado.
Hay entereza en quien ha aprendido que es lo bastante fuerte para sufrir una tragedia y sobrevivir, que puede perder a un ser querido y aún así sentirse completo. Ha atravesado por la peor experiencia y salido indemne.

Cuando aceptemos que la imperfección es parte de la condición humana y sigamos rodando por la vida sin renunciar a disfrutarla, habremos alcanzado una integridad a la que otros solo aspiran.

Eso, creo yo, es lo que Dios nos pide: no que seamos perfectos ni que nunca cometamos errores. Sino que seamos íntegros. Y, finalmente, si tenemos suficiente valor para amar, compasión para perdonar, generosidad para alegrarnos con la felicidad ajena y sabiduría para reconocer que hay AMOR de sobra para todo el mundo, entonces podremos alcanzar una satisfacción que nunca otra criatura viviente tendrá jamás.

Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Mateo 5, 3

Tesoros...


Hay cosas y acontecimientos que suceden en la vida y en la historia que dejan una huella, que se convierten en trascendentes incluso para la vida o para la historia de la humanidad. Un hecho especial que nos sucede en la vida, un descubrimiento científico, un hecho que pudiéramos considerar histórico para la humanidad, y así muchas cosas en todos los órdenes que nos producen un impacto grande y que pueden marcar y cambiar la vida. A partir quizá de ese momento, de ese descubrimiento o de ese acontecimiento ya las cosas no son igual.

Jesús en las parábolas Mateo13, 44,52
44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.»El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo... se parece también a un comerciante en perlas finas que encuentra una de gran valor...’ En ambos casos el que lo encuentra, ya sea el tesoro o la perla de gran valor, ‘se va a vender todo lo que tiene y lo compra...

Nos está diciendo que eso tiene que ser para nosotros el Reino de Dios, el evangelio, la propia presencia de Jesús en medio nuestro. Es el tesoro escondido y encontrado, es la perla más preciosa por lo que hemos de saber dejarlo todo. Nos está hablando Jesús de la radicalidad con que hemos de hacer opción por El, por el Reino de Dios, por la Buena Noticia que nos anuncia. Tanto, como para venderlo todo para conseguir ese tesoro; tanto, como para darle totalmente la vuelta a la vida para vivir ese Reino de Dios que Jesús nos anuncia.

Nos sucede sin embargo a los cristianos que tenemos el tesoro y no sabemos valorarlo. Nos hemos acostumbrado – mala costumbre, tendríamos que decir - a eso de que somos cristianos desde siempre porque desde pequeño nos bautizaron y todo esto lo escuchamos una y otra vez que luego ya el evangelio no significa novedad para nosotros; no nos sentimos sorprendidos por el mensaje del Evangelio.

Cuando nos cuentan quizá que una persona que nosotros conocíamos de siempre ha cambiado su vida porque en el evangelio ha encontrado una nueva luz para su existencia y que ahora está queriendo vivir con una mayor intensidad y hasta radicalidad lo que le pide el Señor, quizá nos miramos extrañados preguntándonos qué es lo que le habrá pasado a esa persona para ese cambio. Pues sencillamente eso, que se ha encontrado con la perla preciosa, con el tesoro escondido del Evangelio que ha tenido siempre delante de sus ojos, como lo tenemos nosotros, pero que hasta entonces no le había hecho caso y ahora sí lo ha descubierto.

En otros momentos del evangelio escuchamos mensajes en este sentido a los que muchas veces no le damos toda la importancia y la profundidad que tienen. Por ejemplo, cuando Jesús comienza a hacer el anuncio del evangelio habla de conversión. Nos hemos acostumbrado a esa palabra y quizá la recordamos un poco más en el tiempo de la cuaresma. Pero es que Jesús nos está diciendo que creer en esa Buena Noticia del Reino que nos anuncia, significa darle una vuelta total, radical a nuestra vida. No es decir creo en el Reino de Dios y las cosas siguen igual, mi vida sigue igual.

Cuando vemos, por ejemplo, que a aquel joven que le pregunta qué es lo que tiene que hacer para heredar la vida eterna – una referencia al reino de Dios – Jesús le pide que venda todo lo que tiene para que tenga un tesoro en el cielo y le siga. Es serio lo que Jesús le está planteando. Nos quedamos tan tranquilos pensando, bueno, era rico y no fue capaz de desprenderse de sus riquezas. Pero es que ahí se está manifestando lo que hoy nos enseña la parábola. Aquel agricultor o aquel comerciante lo vendieron todo con tal de adquirir aquel tesoro o aquella perla preciosa y valiosa; tan importante era para ellos el tesoro o la perla encontrada.

Para poseer, para vivir el tesoro del Evangelio, la perla preciosa del Reino de Dios que Jesús nos anuncia, significa dar esa vuelta profunda a nuestra vida. Son nuevos valores, es nueva forma de vivir, son actitudes nuevas, es una nueva forma de pensar y de actuar. Es más, encontrarme con el tesoro del Reino es encontrarme con Jesús. Ese es el verdadero tesoro de nuestra vida. Y ese encuentro sí que es algo trascendental para mi vida y que tiene que transformar toda mi existencia. Mucho más que cualquier acontecimiento histórico o cualquier descubrimiento maravilloso que se haya podido hacer en beneficio de la humanidad.

Encontrarme con Cristo y decir que soy cristiano no es simplemente vivir como siempre he vivido o como vive cualquiera a nuestro alrededor. Es una nueva vida, un nuevo vivir, porque es vivir con la vida de Cristo, en vivir a Cristo. Aquello que dice san Pablo y que hemos escuchado más de una vez, ‘he crucificado mi vida con Cristo de manera que ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí’.

¿He pensado alguna vez que si en verdad es Cristo quien vive en mi lo que estoy haciendo lo haría de la misma manera? ¿Sería de la misma forma cómo me relacionaría con Dios? ¿Rezaríamos u oraríamos de la misma manera? ¿Sería el mismo trato el que tengo con los demás? ¿Le daríamos el mismo uso a esas cosas que poseemos y por las que tanto nos afanamos? ¿Tendríamos los mismos afanes y agobios con que vivimos hoy?

Muchas preguntas tendríamos que hacernos porque nuestra relación con la sociedad en la que vivimos y el compromiso con nuestro mundo seguro que sería otro. Ese tesoro del Reino de Dios que encontráramos seguro que nos pondría en un camino de mayor solidaridad, no nos dejaría tan insensibles ante las necesidades o problemas que podamos ver alrededor, nos saldríamos más de nuestras actitudes egoístas donde pensamos más en nosotros mismos que en los otros. Encontrarnos con ese tesoro del Reino de Dios nos va a poner en camino de más amor, de más cercanía a los otros; nos va a impulsar al compartir y al vivir unidos, nos va a motivar para que hagamos un mundo mejor donde todos seamos más felices; nos va a enseñar donde están las cosas verdaderamente importantes.

Amigos de Jesús

Oración de la semana
 

Confianza en Dios

Confianza

Que no le cuenten, que no le digan...

6Enseguida Jesús escupió en el suelo, hizo un poco de lodo con la saliva, y se lo puso al joven en los ojos. 7Entonces le dijo: <>... El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver. Juan 9, 6-7


¿Alguna vez  ha escuchado de boca de un familiar, un amigo,  o alguna otra persona  que describe su experiencia y cuénta lo que ha visto y vivido  en algún viaje que ha realizado?  Dice algo  así:

-  Vieras lo maravilloso que son las cataratas de “Iguazú”

-  Nunca has estado en Nueva York,  esa si que es una ciudad llena de edificios,

-  El desierto del Sahara, es imponente.

-  Las pirámides de Egipto son maravillosas,

-  Imagínate solamente estar  por un instante escalando la montaña mas alta del mundo.

Y usted sólo escucha a su interlocutor  que se emociona al transmitirle sus vivencias y experiencias.  Usted se  queda pensativo porque no lo ha experimentado.

Como aquella niña que nació con problemas visuales  y a los 2 años de edad pierde la vista.  Cada día su mama le comentaba y le decía acerca de lo que había en el mundo exterior, el cual ella no podía contemplar por su ceguera.

La mama de Guadalupe le explicaba: -Hijita el sol es bonito. El cielo es también precioso. Guadalupe exclamaba: - ¡cuenta mamá, cuenta mamá! ¿Qué más hay en la tierra? Y la mama continuaba diciendo:-Las estrellas por la noche brillan por todos lados, la  luna también se ve bonita. Los árboles en el bosque son variados, inmensos y llenos de hojas. Las aves del campo cantan por doquier y ya te cuento las flores, también son ¡hermosas! y despiden un aroma“ agradable” la niña solo exclamaba  -¡qué lindo! ¡OJALÁ!  Algún día yo pueda ver y experimentar todo eso.  La mama le decía- confía en Dios, ya juntaremos el dinero para hacerte la operación que te devolverá la visión.

La niña se quedaba siempre dormida, esperando aquel momento de la operación en la que ella podría recuperar la vista. El día de la cirugía llegó, la niña muy tranquila y llena de fe y esperanza, entra al quirófano. El Doctor procede a la operación con  bastante éxito.

Llegó el momento ansiado y esperado en que le quitaban las vendas de los ojos. Tuvo lugar un domingo por la mañana.   La niña tendría acceso a través de los ojos a un mundo nuevo para ella. 

Lo primero que ella grita  es-  ¡puedo ver!  ¡Puedo ver! Y corre por el pasillo del hospital,  diciendo una y otra vez ¡ahora puedo ver! de igual manera sale del hospital y conoce por fin el sol, las nubes, el cielo, las plantas, las flores. En la noche ella descubre  las estrellas, la luna.  Ahora ya no se lo contaban, ella  misma podía verlo y experimentarlo.

Ya en la noche, luego de su primer día en su nuevo mundo, dice a su mama:-

Tu me decías que el sol, las nubes, el cielo, las plantas, las flores, los animales, la luna las estrellas eran bonitas.  Pero estabas equivocada. Pues todas estas cosas no son solo bonitas, sino que son: MARAVILLOSAS,  FANTASTICAS, IMPRESIONANTES, BELLAS, MAJESTUOSAS, y tu solo decías que eran bonitas.

¿Que paso?  Simplemente que ahora  ella misma podía vivirlas, y experimentar.

¿Qué enseñanza nos deja esto? Sencillo, en la iglesia los sacerdotes, los predicadores, los servidores del reino de Dios, decimos  a los demás:

-Ir a misa todos los domingos  y participar de la Eucaristía es maravilloso.

-Rezar el Rosario todos los días, es increíble.

-Leer la  Biblia y poner en práctica la palabra de Dios es ¡FANTASTICO!

-Ayudar a los pobres  produce ¡ALEGRÍA Y GOZO! Inenarrable.

-Visitar a los enfermos y encarcelados, es  una gran bendición.

-Enamorarse de Dios y seguir sus caminos es la mejor decisión que usted puede tomar en la vida.

 Seguramente usted  escucha, escucha  y nada mas, sólo le cuentan  pero no lo experimenta, no lo vive.  Así que usted sigue en lo mismo, imaginándose lo que los demás le dicen.

Le hago una  propuesta, no se conforme  a que le cuenten, no se conforme que le digan cómo es la película, cómo es la telenovela de la iglesia de Cristo.   A partir de hoy, pídale a Dios la Gracia de poder EXPERIMENTAR Y VIVIR la alegría, el gozo de poder descubrir el reino de Dios.

Vaya a misa todos los domingos y si puede todos los días mucho mejor. Luego de esto dirá -¡Maravilloso! Encontré a Jesús en la  Eucaristía…

Rece el Rosario todos los días, y descubra la poderosa Intercesión de la Madre de Dios. Lea la  Biblia todos los días, descubra, y experimente el PODER de la espada de dos filos que es la  Palabra de Dios y luego de eso dirá, ¡INCREÍBLE! ¡PODEROSA Y FANTASTICA!

 -Ayude a los pobres y necesitados, visite a los enfermos y encarcelados y descubrirá que usted ha conocido y se ha encontrado con JESÚS. Luego de eso sentirá una paz, una alegría indescriptible  y con viva voz dirá… 

ALABADO SEAS PADRE, ERES GRANDE Y MAJESTUOSO.

Acérquese a Dios, Él le mostrará y hará experimentar el cielo  desde la tierra.

Y podrá decir a viva voz: AHORAPUEDO VER, PUEDO VER.  ¡GLORIA A DIOS!
Abrazos, besos y bendiciones


¿Qué hacer cuando Dios calla?

Aunque Dios calle y permanezca oculto, en el fondo del corazón percibimos su presencia, quien nos ama no nos abandona.

¿Por qué Dios está oculto? ¿Por qué, luego de encontrarlo, se esconde? ¿Por qué es tan difícil entenderle? ¿Por qué calla? ¿Por qué no siempre responde? ¿No le importan mis problemas? ¿Es que no me ama? ¿Se ha olvidado de mí?

Hay momentos en la vida en que gritamos a Dios como el salmista:
Dios mío, Dios mío,

¿Por qué me has abandonado?

A pesar de mis gritos mi oración no te alcanza.

Dios mío, de día te grito, y no respondes;
De noche, y no me haces caso... (Sal 22 (21))
¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor?
¡Levántate, no nos rechaces para siempre!
¿Por qué ocultas tu rostro y olvidas nuestra miseria y opresión? (Sal 44)

Cuando Dios calla nos sentimos perdidos

El silencio de una persona amada es doloroso. Se percibe como ausencia, vacío, desinterés, soledad... El silencio del otro provoca inseguridad y puede ser el origen de resentimientos y desconfianza.
Por eso el silencio de Dios es terriblemente doloroso. Jesucristo también lo padeció en la cruz, se sintió abandonado por el Padre. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 15, 34b)
Sabemos que Dios salió de su eterno silencio, reveló su secreto, desveló su misterio en la Palabra: Jesucristo. Y que Cristo está vivo. Lo sabemos, pero eso no quita su misterioso silencio.

Pero percibimos su presencia

Creo que todos hemos experimentado la pérdida de un ser querido. Cuando muere alguien a quien amamos, tenemos la impresión de que no ha muerto del todo. Sabemos que, de alguna manera, está vivo. Nuestro corazón guarda la seguridad, o al menos la esperanza, de que esa persona a la que amamos sigue existiendo y está presente en nuestra vida, aunque de manera diferente. Lo experimentamos así, porque la memoria del amor nos fortalece la seguridad de que quien nos ama no nos abandona.

Aunque Dios calle y permanezca oculto, casi como si estuviera muerto, en el fondo del corazón percibimos su presencia. Esta percepción interior crece a medida que se desarrolla en nosotros la semilla de las virtudes teologales. La experiencia nos va demostrando el amor que Dios nos tiene.

La memoria iluminada por la fe nos ayuda a recordarlo. Y así, progresivamente, nos va invadiendo la confianza de que Dios está presente. Poco a poco la gracia de Dios va trabajando en nosotros y de esa manera en el fondo de nosotros mismos crece y se va fortaleciendo una percepción interior de la que el corazón está seguro y que, gracias a la fe, se convierte en certeza: Aunque no lo vea, aunque no lo sienta, Él está aquí, conmigo, y me ama.

Lecciones aprendidas ante el silencio de Dios

En mi vida he aprendido tres lecciones ante los silencios de Dios:

1. Que no debo perder la paz interior, aunque sufra lo indecible. Se vale quejarse, pero sin perder la paz interior. Esta es la gran lección del salmista.

Dios mío, de día clamo, y no respondes, también de noche, no hay silencio para mí.
¡Mas tú eres el Santo, que moras en las laudes de Israel!

En ti esperaron nuestros padres,
esperaron y tú los liberaste;
a ti clamaron, y salieron salvos,
en ti esperaron, y nunca quedaron confundidos(Sal 22(21), 2-6)

El Salmo 22 (21) nos enseña que no hay que desesperar, no hay que rebelarse contra Dios. Cuando Dios calla es tiempo de más oración, de súplica humilde y confiada.

Sí, tú del vientre me sacaste,
me diste confianza a los pechos de mi madre;
a ti fui entregado cuando salí del seno,
desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios.

¡No andes lejos de mí, que la angustia está cerca, no hay para mí socorro! (Sal 22(21), 10-12)

Si Dios calla en tu vida, te recomiendo que pronuncies pausadamente, con plena conciencia, en actitud abierta y confiada, el Salmo 22.

2. Que debo aceptar mis límites y tener confianza. En la comunicación, el silencio tiene un significado. Y si el silencio viene de Dios puedo tener la certeza de que no puede ser más que un gesto de amor, algo que Él me ofrece para mi bien. En Dios el silencio no puede significar rechazo o desinterés, simplemente Dios no puede hacerme una cosa así.

El silencio de Dios se convierte para mí en un reclamo para que yo guarde silencio, que acepte que hay algo de Dios que no alcanzo a comprender y que aprenda a escucharlo y acoger su voluntad con plena confianza en la Providencia.

Job nos da lecciones estupendas. Él llegó a aceptar que no alcanzaba a comprender muchas cosas que le sucedían y que debía abrazar el Plan de Dios, renunciando a su propia lógica.

Sé que eres todopoderoso:

Ningún proyecto te es irrealizable.

Era yo el que empañaba el Consejo con razones sin sentido.

Sí, he hablado de grandezas que no entiendo, de maravillas que me superan y que ignoro. (Job 42, 2-3)

Y después del silencio de Dios, Job alcanzó el culmen de su relación filial con Dios, hizo experiencia personal de la bondad y del amor de Dios aún en medio del misterio: “Sólo de oídas te conocía, pero ahora te han visto mis ojos” (Job 42, 5)

Esto me hace pensar en lo injustos que somos a veces con Dios: nos quejamos de que nos deja huérfanos cuando somos nosotros los que tantas veces nos comportamos como huérfanos, y Él, nuestro Padre y 

Hermano querido, allí está esperando pacientemente en silencio en el Sagrario, en nuestro corazón, en el prójimo, en todas partes...

3. Que debo perseverar en oración (cf. Mt 26, 41; cf 1 Tes 5, 17) y ser como el amigo inoportuno que llama a la puerta hasta que abre (cf Lc 18,1-8), con la certeza de que mi Padre me escuchará:

Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan! (Lc 11, 9-13)

Tarde o temprano escucharás tu nombre

Cuando Dios calla es tiempo de fe y libertad.

El silencio de Dios, no a pesar, sino precisamente por su complejidad y ambivalencia, es el espacio en el que se juega la libertad y la dignidad del hombre frente al tiempo y frente al Eterno (...), los tiempos de silencio de Dios son los tiempos de la libertad humana. (Bruno Forte)

Libertad para saber esperar, para optar por el amor sin condiciones. Cuando Dios calla, nos enseña a amar.

El silencio de Dios no es ausencia, es otra forma de estar presente, un lenguaje diferente. Lo que pasa es que somos impacientes y queremos respuestas inmediatas y siempre a nuestro estilo. Algo importante en el amor es aceptar al otro como es. También Dios merece este trato.

Cuando Dios calla es sábado santo. Tarde o temprano (tal vez hasta el día de nuestra muerte), escucharemos la voz tan esperada que nos llama por nuestro nombre, como aquél: “María” (Jn 20,16) de Cristo Resucitado.

De todos modos, la pregunta permanece abierta: ¿Por qué Dios calla?

Pregúntaselo tú mismo y espera con paciencia su respuesta

Actitud en la vida

La balsa


Cual ha sido tu actitud frente a los problemas de la vida?

Atardecer

Autor desconocido

El sol se despedía del Imperio Tré. El vasallo caminaba junto a la anciana del molino amarillo. Iban conversando sobre la vida.

- ¿Qué cosa es lo que más te gusta de la vida, anciana?

La viejecilla del molino amarillo se entretenía en lanzar los ojos hacia el ocaso.

- Los atardeceres –respondió.

El vasallo preguntó, confundido:

- ¿No te gustan más los amaneceres? Mira que no he visto cosa más hermosa que el nacimiento del sol allá, detrás de las verdes colinas de Tré.

Y reafirmándose, exclamó:

- ¿Sabes? Yo prefiero los amaneceres.

La anciana dejó sobre el piso la canastilla de espigas que sus arrugadas manos llevaban. Dirigiéndose hacia el vasallo, con tono de voz dulce y conciliador, dijo:

- Los amaneceres son bellos, sí, pero, las puestas de sol me dicen más. Son momentos en los que me gusta reflexionar y pensar mucho. Son momentos que me dicen cosas de mí misma.

- ¿Cosas? ¿De ti misma...? – inquirió el vasallo.

No sabía a qué se refería la viejecilla con aquella frase.

Antes de cerrar la puerta del molino amarillo, la anciana añadió:

- Claro. La vida es como un amanecer para los jóvenes como tú. Para los ancianos como yo, es un bello atardecer. Lo que al inicio es precioso, al final llega a ser plenamente hermoso. Por eso prefiero los atardeceres... -¡mira!

La anciana apuntó con su mano hacia el horizonte. El sol se ocultó y un cálido color rosado se extendió por todo el cielo del Imperio Tré. El vasallo guardó silencio. Quedó absorto ante tanta belleza.

La vida es un instante que pasa y no vuelve. Comienza con un fresco amanecer; y como un atardecer sereno se nos va. De nosotros depende que el sol de nuestra vida, cuando se despida del cielo llamado “historia”, coloreé con hermosos colores su despedida. Colores que sean los recuerdos bonitos que guarden de nosotros las personas que vivieron a nuestro lado.

La Santa Misa


EXPLICADA POR SAN PÍO DE PIETRELCINA
(Testimonio del P. Derobert, hijo espiritual del Padre Pío)

Él me había explicado poco después de mi ordenación sacerdotal que celebrando la Eucaristía había que poner en paralelo la cronología de la Misa y la de la Pasión. Se trataba de comprender y de darse cuenta, en primer lugar, de que el sacerdote en el Altar es Jesucristo. Desde ese momento Jesús en su Sacerdote, revive indefinidamente la Pasión.

Desde la señal de la cruz inicial hasta el ofertorio es necesario reunirse con Jesús en Getsemaní, hay que seguir a Jesús en su agonía, sufriendo ante esta "marea negra" de pecado. Hay que unirse a él en el dolor de ver que la Palabra del Padre, que él había venido a traernos, no sería recibida o sería recibida muy mal por los hombres. Y desde esta óptica había que escuchar las lecturas de la misa como estando dirigidas personalmente a nosotros.

El Ofertorio, es el arresto. La Hora ha llegado...
El Prefacio, es el canto de alabanza y de agradecimiento que Jesús dirige al Padre que le ha permitido llegar por fin a esta "Hora".

Desde el comienzo de la Plegaria Eucarística hasta la Consagración nos encontramos ¡rápidamente! con Jesús en la prisión, en su atroz flagelación, su coronación de espinas y su camino de la cruz por las callejuelas de Jerusalén teniendo presento en el "momento" a todos los que están allí y a todos aquellos por los que pedimos especialmente.

La Consagración nos da el Cuerpo entregado ahora, la Sangre derramada ahora. Es místicamente, la crucifixión del Señor. Y por eso San Pío de Pietrelcina sufría atrozmente en este momento de la Misa.

Nos reunimos enseguida con Jesús en la Cruz y ofrecemos desde este instante, al Padre, el Sacrificio Redentor. Es el sentido de la oración litúrgica que sigue inmediatamente a la Consagración.

El "Por él, con él y en él" corresponde al grito de Jesús: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Desde ese momento el Sacrificio es consumado y aceptado por el Padre. Los hombres en adelante ya no están separados de Dios y se vuelven a encontrar unidos. Es la razón por la que, en este momento, se recita la oración de todos los hijos: "Padre Nuestro....."

La fracción del Pan marca la muerte de Jesús.....
La intención, el instante en el que el Padre, habiendo quebrado la Hostia (símbolo de la muerte...) deja caer una partícula del Cuerpo de Cristo en el Cáliz de la preciosa Sangre, marca el momento de la Resurrección, pues el Cuerpo y la Sangre se reúnen de nuevo y es a Cristo vivo a quien vamos a recibir en la comunión.

La bendición del Sacerdote marca a los fieles con la cruz, como signo distintivo y a la vez como escudo protector contra las astucias del Maligno....

Se comprenderá que después de haber oído de la boca del P. Pío tal explicación, sabiendo bien que él vivía dolorosamente esto, me haya pedido seguirle por este camino...lo que hago cada día...¡y con cuánta alegría!

La nuera y su suegra


 

Ten Cuidado con lo que Plantas!
Hace mucho tiempo, una joven China llamada Lee se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella.

Sus personalidades eran muy diferentes y Lee fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Lee y su suegra cada vez discutían más y peleaban.

De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Lee, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.

Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas.
Debes darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra.

Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de tí, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones".
Lee respondió: "Si, Sr. Huang, haré todo lo que el señor me pida".

Lee quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.

Pasaron las semanas y cada dos días, Lee servía una comida especialmente tratada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.


Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada.
Lee había controlado su temperamento y casi nunca aborrecía a su suegra. En esos meses, no había tenido ni una discusión con ella, que ahora parecía mucho más amable y mas fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Lee fue nuevamente en procura del Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di".

El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Sra. Lee, no tiene porque preocuparse. Su suegra no ha cambiado, la que cambio fue usted.

Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella".
En la China existe un adagio que dice: "La persona que ama a los otros, también será amada".

La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!!!

Acuérdate siempre: "El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas"

Gálatas 6:7 "No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará."

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