En su catequesis de esta mañana, el Papa presentó la figura de san Juan Leonardi, sacerdote del siglo XVI, patrono de los farmacéuticos, cuyo celo apostólico lo impulsó a enviar al Papa de su tiempo un memorial con criterios para la auténtica renovación de la Iglesia. Hablando en italiano, Benedicto XVI afirmó que la purificación de la Iglesia la hace más bella y santa. Si bien cada reforma debe ser hecha dentro de la Iglesia y no contra ella. Les ofrecemos el resumen de esta catequesis que el Santo Padre pronunció en nuestro idioma:
“Queridos hermanos y hermanas: Dentro de dos días se cumplen los cuatrocientos años de la muerte en Roma de san Juan Leonardi, elegido patrono de los farmacéuticos el pasado ocho de agosto de dos mil seis. Nació en Diecimo, provincia de Luca, en mil quinientos cuarenta y uno. Último de siete hermanos, abandonó los estudios de farmacia por los de teología para ser ordenado sacerdote. Convencido de que los hombres necesitan más que cualquier otra cosa a Cristo, medicina de Dios, se dedicó con entusiasmo a la predicación, especialmente a enseñar a los niños la doctrina cristiana, reuniendo a su alredor un grupo de jóvenes con los que fundó la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios. A sus discípulos les recomendaba que sólo tuvieran ante sus ojos el honor, el servicio y la gloria de Jesús crucificado. Su celo apostólico lo impulsó a enviar al Papa Pablo Quinto un memorial con criterios para la auténtica renovación de la Iglesia. Estos mismos deseos le llevaron, junto a Juan Bautista Vives y Martín de Funes, a contribuir a la creación del Dicasterio de Propaganda Fide y al nacimiento del Colegio Urbano de Propaganda Fide, en el que se han formado muchos sacerdotes para la evangelización de los pueblos."
Como es costumbre, el Papa saludó en diversas lenguas a los grupos de peregrinos presentes. Hablando en polaco, recordó que están en curso los trabajos del Sínodo para África. Por esta razón les pidió que se unieran en su oración para encomendar a la Bienaventurada Virgen María del Rosario este evento importante en la vida de la Iglesia. En este contexto, el Papa añadió: “Ojalá que mediante el ministerio de la Iglesia los habitantes de África reencuentren los caminos que llevan a la reconciliación, a la justicia y a la paz”. Y les deseó que su estancia en Roma produzca en cada uno de los fieles polacos un enriquecimiento espiritual.
Entre otros, también saludó a los sacerdotes de los Pontificios Colegios de San Pedro Apóstol y de San Pablo Apóstol de Roma, a quienes les deseó un proficuo año académico. Y a los participantes en la peregrinación organizada por la Orden de la Madre de Dios, con ocasión de las celebraciones conclusivas del cuarto centenario de la muerte de su fundador, san Juan Leonardi. Benedicto XVI dirigió unas palabras a los Caballeros del Agradecimiento de Roio, L’Aquila, a quienes les dijo que a la Virgen María de la Cruz, venerada en el Santuario de Roio encomienda una vez más las expectativas y esperanzas de las poblaciones afectadas por el reciente terremoto.
En sus acostumbradas palabras a los jóvenes, enfermos y recién casados presentes esta mañana en la plaza de San Pedro, el Papa, al recordar la memoria litúrgica del día, reafirmó la importancia de la oración del Rosario, tan querida por sus venerados Predecesores. De ahí que la recomendara a los jóvenes, para que los ayude a cumplir la voluntad de Dios y a encontrar en el Corazón Inmaculado de María un refugio seguro.
Y añadió que esta oración permita experimentar a los queridos enfermos el consuelo de nuestra Madre celeste, para que sostenidos por Ella afronten los momentos de la prueba, a la vez que pidió a los recién casados que el rezo de esta oración constituya una cita diaria en su familia que, de este modo, crecerá, gracias a la intercesión de María, en la unidad y en la fidelidad al Evangelio.
Benedicto XVI saludó en nuestro idioma con las siguientes palabras: "Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Corte de Honor de la Virgen de los Desamparados, de Valencia; a los fieles de la Diócesis de Engativá, en Colombia, así como a los demás grupos procedentes de España, Argentina, México, Venezuela y otros países latinoamericanos. En este Año Sacerdotal, que el ejemplo y la intercesión de san Juan Leonardi estimulen a los pastores y a los laicos a vivir con fidelidad la vocación que les es propia. Muchas gracias".
“Queridos hermanos y hermanas: Dentro de dos días se cumplen los cuatrocientos años de la muerte en Roma de san Juan Leonardi, elegido patrono de los farmacéuticos el pasado ocho de agosto de dos mil seis. Nació en Diecimo, provincia de Luca, en mil quinientos cuarenta y uno. Último de siete hermanos, abandonó los estudios de farmacia por los de teología para ser ordenado sacerdote. Convencido de que los hombres necesitan más que cualquier otra cosa a Cristo, medicina de Dios, se dedicó con entusiasmo a la predicación, especialmente a enseñar a los niños la doctrina cristiana, reuniendo a su alredor un grupo de jóvenes con los que fundó la Orden de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios. A sus discípulos les recomendaba que sólo tuvieran ante sus ojos el honor, el servicio y la gloria de Jesús crucificado. Su celo apostólico lo impulsó a enviar al Papa Pablo Quinto un memorial con criterios para la auténtica renovación de la Iglesia. Estos mismos deseos le llevaron, junto a Juan Bautista Vives y Martín de Funes, a contribuir a la creación del Dicasterio de Propaganda Fide y al nacimiento del Colegio Urbano de Propaganda Fide, en el que se han formado muchos sacerdotes para la evangelización de los pueblos."
Como es costumbre, el Papa saludó en diversas lenguas a los grupos de peregrinos presentes. Hablando en polaco, recordó que están en curso los trabajos del Sínodo para África. Por esta razón les pidió que se unieran en su oración para encomendar a la Bienaventurada Virgen María del Rosario este evento importante en la vida de la Iglesia. En este contexto, el Papa añadió: “Ojalá que mediante el ministerio de la Iglesia los habitantes de África reencuentren los caminos que llevan a la reconciliación, a la justicia y a la paz”. Y les deseó que su estancia en Roma produzca en cada uno de los fieles polacos un enriquecimiento espiritual.
Entre otros, también saludó a los sacerdotes de los Pontificios Colegios de San Pedro Apóstol y de San Pablo Apóstol de Roma, a quienes les deseó un proficuo año académico. Y a los participantes en la peregrinación organizada por la Orden de la Madre de Dios, con ocasión de las celebraciones conclusivas del cuarto centenario de la muerte de su fundador, san Juan Leonardi. Benedicto XVI dirigió unas palabras a los Caballeros del Agradecimiento de Roio, L’Aquila, a quienes les dijo que a la Virgen María de la Cruz, venerada en el Santuario de Roio encomienda una vez más las expectativas y esperanzas de las poblaciones afectadas por el reciente terremoto.
En sus acostumbradas palabras a los jóvenes, enfermos y recién casados presentes esta mañana en la plaza de San Pedro, el Papa, al recordar la memoria litúrgica del día, reafirmó la importancia de la oración del Rosario, tan querida por sus venerados Predecesores. De ahí que la recomendara a los jóvenes, para que los ayude a cumplir la voluntad de Dios y a encontrar en el Corazón Inmaculado de María un refugio seguro.
Y añadió que esta oración permita experimentar a los queridos enfermos el consuelo de nuestra Madre celeste, para que sostenidos por Ella afronten los momentos de la prueba, a la vez que pidió a los recién casados que el rezo de esta oración constituya una cita diaria en su familia que, de este modo, crecerá, gracias a la intercesión de María, en la unidad y en la fidelidad al Evangelio.
Benedicto XVI saludó en nuestro idioma con las siguientes palabras: "Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Corte de Honor de la Virgen de los Desamparados, de Valencia; a los fieles de la Diócesis de Engativá, en Colombia, así como a los demás grupos procedentes de España, Argentina, México, Venezuela y otros países latinoamericanos. En este Año Sacerdotal, que el ejemplo y la intercesión de san Juan Leonardi estimulen a los pastores y a los laicos a vivir con fidelidad la vocación que les es propia. Muchas gracias".
No hay comentarios:
Publicar un comentario