|
Aurea (u Oriana) de París, Santa |
Abadesa
Martirologio Romano: En París, en la Galia, santa Aurea, abadesa,
designada por san Eligio para regir el monasterio que había
fundado dentro de la ciudad según la Regla de san
Columbano, en el cual llegaron a vivir trescientas vírgenes (666).
Etimológicamente: Aurea = Aquella que es encantadora, valiosa como el
oro. Es de origen griego.
Fecha de canonización: Información no
disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas
usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas
ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta
concreta información el día de hoy. Si sabemos que
fue canonizado antes de la creación de la Congregación para
la causa de los Santos, y que su culto fue
aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.
Después de haber fundado y sólidamente haber establecido
su monasterio de Solignac en Lemosín, San
Eloy, todavía laico, soñó con transformar en hospicio para viajeros
una casa que poseía en París. Después de haber reflexionado
detenidamente, cambió de opinión y allí fundó un monasterio logrando
reunir hasta 300 jóvenes de diversas naciones y niveles sociales.
Para
dirigir este naciente monasterio fue puesta a su cabeza Aurora
o Aurea, hija de Mauricio y de Quiria, consagrándolas a
"la severa disciplina de una regla" en la que sin
duda se pueden identificar la regla en San Columbano en Luxeuil, monasterio donde San Eloy había sido
formado. Esto pasaba en el año 633.
Cuando el monasterio fue
terminado, San Eloy edificó una basílica en honor del apóstol
San Pablo donde recibirían sepultura las siervas de Dios. Esta
iglesia de San Pablo, parroquial por lo menos desde el
siglo XII, fue cerrada durante la Revolución Francesa y destruida
en 1798.
Hablando de Santa Aurora , siendo San Audeno de Ruan la elogió diciendo que era una
chica digna de Dios.
Fue en efecto el modelo de sus
hermanas a las que formó por su ejemplo y por
instrucciones prudentes sacadas de la lectura del Evangelio, a todas
las virtudes cristianas y monásticas. Dios añadió el don de los
milagros: se cuenta que alguna vez abriendo la puerta de
un horno ardiente, sacó de él los carbones más rojos
con sus manos sin recibir daño alguno al hacerlo. La
oración perpetua era para ella una práctica inquebrantable. Cuando
veía a alguien sufriendo o en la miseria, se afanaba
en seguida, con una caridad infatigable, a consolarlo o a
socorrerlo.
Cuando llegaban sus últimos momentos, Dios se los hizo ver.
Poco después contrajo una terrible enfermedad mientras se ocupaba de
atenderá a los enfermos de una peste que asolaba la
región. Murió el 3 de octubre 666. y fue sepultada
en la iglesia de San Pablo
Cinco años después, sus reliquias
fueron transportadas en la ciudad y depositadas en la iglesia
de San Marcial. En esta iglesia se expuso,
para la veneración de los fieles, un relicario que contenía
parte de sus restos, mismo que en 1792 fue robado
por los revolucionarios. Las demás reliquias se ocultaron en
diversos lugares, logrando así salvarlas.
Se le invoca a Aurea contra
las calamidades públicas.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario