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Willibaldo, Santo |
Obispo
Martirologio Romano: En Dryopolis (hoy Eichstätt), en Franconia, san Willibaldo,
obispo, el cual, habiendo abrazado la vida monástica, recorrió como
peregrino muchos santuarios y lugares santos con el fin de
establecer en ellos la vida monástica, hasta que san Bonifacio
le ordenó obispo de esta sede e hizo de él
un valioso colaborador suyo en la evangelización de Germania, convirtiendo
a Cristo muchos pueblos (787).Es
a este caminante inglés que Montecassino debe su renacimiento espiritual,
después de la destrucción encabezada por el longobardo Zottone en
los años 580-81. Su familia lo puso en la
escuela de los monjes de Waltham, dónde luego Villibaldo decide
hacerse monje. Pero antes de hacer sus votos definitivos sale
de de su celda y de Inglaterra: se va a
Tierra Santa con un grupo de peregrinos, entre los que
están su padre (que morirá en Lucca) y su hermano
Vinnibaldo. Permanece dos años en Roma, luego continua sin
su hermano su viaje hacia Palestina, territorio que en aquel
entonces estaba bajo dominio árabe. Los peregrinos cristianos eran
generalmente bien acogidos, sin embargo, por tensiones políticas con el
imperio de oriente, Villibaldo y los suyos caen en prisión:
los consideran espías. Pero en cuanto se re-establece la paz
son liberado, regresando a Roma en el 729, habían pasado
siete años desde que su partida.
Pero no vuelve a
su patria. El Papa Gregorio II (715 -731), lo envía
en el 729 a Montecassino, dónde el tenaz bresciano Petronace
ha reconstruido el monasterio. Ahora su misión será formar a
los nuevos monjes, el lugar había sido abandonado en los
tiempos de Zottone, cuando el abad Bonito los monjes buscaron
estar seguros yendo a Roma, llevando consigo solamente la provisión
de pan y el libro de la Regla. Ahora
es un casi-monje de Inglaterra, quien no ha emitido todavía
la “profesión” definitiva, quien tiene que reconstruir la comunidad siguiendo
la ruta de la verdadera tradición y el estilo de
vida enseñado por el Fundador. Esta obra le tomará
diez años.
De regreso en Roma, hay un nuevo Papa, Gregorio
III (731 -741) que le dice: “Hay necesidad de ti
para evangelizar a los alemanes”. Pronto, Villibaldo, parte nuevamente, sintiendo
que “su casa” está en cada parte de Europa.
El enviado pontificio en Alemania era Winfrido, quien al ser
consagrado obispo optó por el nombre de Bonifacio, quien era
su pariente, y que cuenta entre sus colaboradores a Vinnibaldo,
está organizando en Baviera una estructura diocesana. En el
año 740 Villibaldo es ordenado sacerdote, y después de un
año es consagrado obispo de Eichstätt.
El obispo Villibaldo construye su
catedral, funda un monasterio y, por encargo de Bonifacio, controla
rigurosamente a todos. Empieza, lo que para él es una
experiencia nueva: la de predicador itinerante, delante de oyentes que
sólo en parte son cristianos. Esta obra la realizará hasta
su muerte y lo hace excepcionalmente popular, ganando ya en
vida fama de santidad, misma que se transformará luego en
culto espontáneo y duradero, con mucha antelación al reconocimiento canónico.
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