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La violencia gratuita más allá de lo permisible |
“Son los momentos de irrefrenable ultra-violencia lo que sigue ocupando
la esencia de cada episodio de ‘Spartacus’. Cualquier motivo es
bueno para ver a los gladiadores amputando miembros a diestro
y siniestro. La cámara lenta, los chorros de sangre y
el efectismo visual siguen siendo los aliados para llevar al
espectador a un estado de furia descontrolada que tiene un
efecto prácticamente catártico”. De esta manera se expresa Toni de
la Torre, experto en series de televisión y autor del
libro Las Series Que No Me Dejan Dormir, en
su crítica publicada en el suplemento ‘TV Mania’ de La
Vanguardia del pasado sábado, 30 de junio, sobre la nueva
temporada de la serie de televisión ‘Spartacus’. “Mueren más romanos
en el primer episodio de la segunda temporada de ‘Spartacus’
que en toda la primera temporada”, dice el autor al
inicio de su crítica. Sexo y violencia para captar audiencia
“Aplastados con una maza, atravesados con espadas, golpeados a puñetazos
hasta reventar, desmenuzados para el placer de un espectador al
que la serie le ofrece exactamente lo que espera encontrar:
más momentos de impacto televisivo”, agrega. Cabe recordar que en
el estreno de ‘Spartacus: Dioses de la Arena’ ya
se prometía que aquella presecuela era “cuatro veces más violenta,
cuatro veces más sexual, cuatro veces más salvaje”. Por lo
que parece, esta nueva temporada promete más de lo mismo,
pero incluso más allá del límite de lo permisible. De
hecho, es a través del sexo y la violencia desenfrenados
como se pretende captar más audiencia con esta nueva emisión
de capítulos de la serie de gladiadores. “Si tras ver
la primera temporada, pensaron que ‘Spartacus’ ya no podía dar
más de sí, estaban muy equivocados”, subraya De la Torre.
“La serie regresa con un baño de sangre” donde “los
gritos de horror de los romanos y el inconfundible sonido
de la carnicería”, así como las “escenas de descarnada mutilación
romana” están bien presentes, como ya lo estaban la pasada
temporada. Toni de la Torre considera que “delante del televisor,
el seguidor de ‘Spartacus’ es como aquellos espectadores del circo
romano que vibraban con el juego de la muerte en
la arena y la brutalidad de un espectáculo en el
que los hombres acababan partidos en dos o siendo devorados
por animales salvajes”. “Salvajadas” y “odio irracional” La segunda temporada
de la serie “quiere satisfacer y seguir dando carnaza al
espectador sea como sea”, y es que “cuando se trata
de salvajadas, ‘Spartacus’ se supera”. De la Torre también opina
que “la otra clave de la serie es su capacidad
de generar en el espectador un odio irracional […] Los
malvados de la serie permiten crear escenas tortuosas que quedan
grabadas en la retina del espectador y, al mismo tiempo,
garantizan que no se sentirá culpable cuando sean ejecutados a
cámara lenta en pantalla”. No se puede decir que
todos estos ‘méritos’ de la nueva temporada de la serie
sean precisamente de lo más ‘edificantes’, pero la cuestión de
fondo, según el experto en series de televisión, es que
“‘Spartacus’ deja de tener sentido en el momento en el
que no es capaz de superarse a sí misma”, aunque,
“queda mucha carne que rebanar”, concluye. En cualquier caso, habría
que insistir en qué tipo de sociedad estamos construyendo cuando
se permite que series de televisión que promueven el “odio
irracional” y una violencia que procura el máximo de “salvajadas”
posibles sustituyan a filmes o series donde los valores, la
creatividad o la convivencia pacífica sean un ejemplo para los
espectadores.
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