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jueves, 13 de abril de 2017

13 de abril, día de San Sabás Reyes Salazar


Hoy, 13 de abril, conmemoramos a San SABÁS REYES SALAZAR, Mártir.

SAN SABÁS REYES SALAZAR (1883-1927) nació en Cocula, estado de Jalisco, México, hijo de Norberto Reyes y Francisca Salazar, un matrimonio muy pobre; vivió en épocas de persecuciones anti-cristianas en su país.

De niño, Sabás trabajó como voceador de periódicos en la ciudad de Guadalajara para ayudar a sus padres. Más tarde ingresa al Seminario de esa ciudad, y concluye su formación en el estado de Tamaulipas.

A su regreso a Jalisco es adscrito a distintos poblados, hasta que finalmente puede fijar su residencia en la villa de Tototlán. Su principal preocupación fue siempre la formación de los jóvenes y la enseñanza del catecismo, lo mismo que de las ciencias, artes y oficios.

Cuando hacia 1927 se desató la llamada “Guerra de los Cristeros”, que comenzó con la suspensión del culto en los templos de todo México, al párroco de Tototlán le aconsejaron huir y esconderse. Pero él se negó, argumentando: “Dios sabrá. Esperemos a ver qué Dios dispone.”

A principios de ese año las tropas federales llegaron al pueblo, creyendo que estaba ocupado por milicias cristeras, lo cual era falso. Los soldados mataron a once personas, profanaron la iglesia y le prendieron fuego.

Una vez idos los militares, los iracundos pobladores quisieron vengarse quemando el edificio municipal, pero San Sabás se los impidió, argumentando que ellos no eran bárbaros.

En abril regresó a Tototlán un pelotón, y el padre Sabás fue hecho prisionero. A pesar de que no era culpable de ningún delito, el general responsable quiso descargar en él todo el odio y la frustración que sentía al verse perdiendo la guerra contra los cristeros.

Así, a San Sabás Reyes Salazar lo ataron a la columna del pórtico del templo sin ningún techo, dejándolo a la intemperie noche y día, y sin que se le proporcionara ni agua ni alimento. Su suplicio coincidió con la Semana Santa de ese año.

Cuando al tercer día lo remataron por vía del fusilamiento, se dice que después de cada balazo se levantaba y gritaba: “¡Viva Cristo Rey!”. 

Fue canonizado por Juan Pablo II en 2000.

SAN SABÁS REYES SALAZAR nos enseña la importancia de transmitir el catecismo aún en las épocas más difíciles para la Iglesia.

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