Hoy, 17 de marzo, conmemoramos a San PATRICIO, Obispo.
SAN PATRICIO (¿385?-461) nació en Gran Bretaña, en Bennhaven Taberniae, pequeña aldea de Escocia hoy desaparecida. Su padre era oficial del ejército romano, y su madre procedía de Francia; al parecer, su abuelo había sido sacerdote.
A la edad de 16 años fue raptado por piratas irlandeses que se lo llevaron muy lejos de su hogar; fue vendido como esclavo en el norte de Irlanda. Su amo lo ocupó para cuidar ovejas, y aunque muchas veces intentó huir no lo consiguió.
El trato rudo y los sufrimientos que padeció en cautiverio le ayudaron a refinar su gran espiritualidad. Conoció las costumbres de la gente de Irlanda, lo cual habría de ayudarlo mucho en su futura labor.
En 407 consigue escapar, ayudado por el capitán de un barco. La desventura quiso que el navío naufragara en playas desiertas de Francia. Los sobrevivientes caminaron por 28 días hasta que el alimento se les agotó. Entonces acudieron con Patricio, diciéndole que si su Dios era tan poderoso, que le invocara para salvarlos. Y así ocurrió.
Al cabo de la odisea puede regresar a su casa y reunirse con su familia. Pero estando con los suyos tuvo un sueño en el que los irlandeses lo llamaban, y esto lo interpretó como una señal para seguir la vocación apostólica.
San Patricio regresa a Francia para estudiar con San Germán de Auxerre y ser ordenado diácono. Fue hasta 431 cuando el papa Celestino I lo nombra obispo de Irlanda (pues su antecesor había fallecido muy pronto), y así es como inicia su relevante labor evangelizadora.
El santo fue muy cuidadoso al ir convirtiendo poco a poco a los caudillos de los pueblos irlandeses. Construyó numerosas abadías en el país, y su trabajo fue tan sólido que terminó con la conversión de todos los paganos.
San Patricio es el santo patrono de Irlanda.
SAN PATRICIO nos enseña a mantener paciencia y humildad en situaciones que nos aprisionan.
SAN PATRICIO (¿385?-461) nació en Gran Bretaña, en Bennhaven Taberniae, pequeña aldea de Escocia hoy desaparecida. Su padre era oficial del ejército romano, y su madre procedía de Francia; al parecer, su abuelo había sido sacerdote.
A la edad de 16 años fue raptado por piratas irlandeses que se lo llevaron muy lejos de su hogar; fue vendido como esclavo en el norte de Irlanda. Su amo lo ocupó para cuidar ovejas, y aunque muchas veces intentó huir no lo consiguió.
El trato rudo y los sufrimientos que padeció en cautiverio le ayudaron a refinar su gran espiritualidad. Conoció las costumbres de la gente de Irlanda, lo cual habría de ayudarlo mucho en su futura labor.
En 407 consigue escapar, ayudado por el capitán de un barco. La desventura quiso que el navío naufragara en playas desiertas de Francia. Los sobrevivientes caminaron por 28 días hasta que el alimento se les agotó. Entonces acudieron con Patricio, diciéndole que si su Dios era tan poderoso, que le invocara para salvarlos. Y así ocurrió.
Al cabo de la odisea puede regresar a su casa y reunirse con su familia. Pero estando con los suyos tuvo un sueño en el que los irlandeses lo llamaban, y esto lo interpretó como una señal para seguir la vocación apostólica.
San Patricio regresa a Francia para estudiar con San Germán de Auxerre y ser ordenado diácono. Fue hasta 431 cuando el papa Celestino I lo nombra obispo de Irlanda (pues su antecesor había fallecido muy pronto), y así es como inicia su relevante labor evangelizadora.
El santo fue muy cuidadoso al ir convirtiendo poco a poco a los caudillos de los pueblos irlandeses. Construyó numerosas abadías en el país, y su trabajo fue tan sólido que terminó con la conversión de todos los paganos.
San Patricio es el santo patrono de Irlanda.
SAN PATRICIO nos enseña a mantener paciencia y humildad en situaciones que nos aprisionan.
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