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jueves, 22 de diciembre de 2016

¿Qué hacer cuando los niños interrumpen continuamente las conversaciones de los adultos?


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Consejos para evitar que los niños interrumpan en momentos inadecuados
¿Alguna vez los niños te interrumpen mientras estás hablando con otros adultos y no paran de molestarte hasta que no les haces caso? Después, es probable que lo que tenían que decirte no fuese muy importante para ti, pero para ellos sí lo era y por eso querían que les escuchases a toda costa. Generalmente suele estar provocado por una falta de paciencia o por el deseo de llamar la atención de los adultos.
Normalmente los niños suelen interrumpir a los adultos desde que tienen los 3 años y hasta los 6 aproximadamente, pero es necesario saber qué hacer al respecto cuando esto ocurre para que los niños dejen de tener ese mal hábito y que poco a poco, sean capaces de regular su conducta.
Cuando un niño no para de interrumpir mientras el adulto está hablando, es probable que el adulto acabe poniéndose nervioso (mientras el niño grita cada vez más fuerte para que le presten atención) y acaba dando una voz para que el niño se calle. Esta no es la solución, el sentimiento del niño puede ser desgarrador ante una situación de este tipo.
Los niños necesitan sentirse queridos, apoyados, escuchados y valorados, para ello es necesario enseñarles que aunque el adulto esté conversando con otra persona, están ahí y les escucharán cuando la conversación llegue a su fin.
1. Una forma de conseguirlo es parar la conversación con el adulto, bajarse a la altura del niño y decirle mirándole a los ojos: 'Ahora estoy hablando con (el nombre de la persona), cuando acabe podrás decirme lo que quieras, mientras debes esperar unos minutos'. Y en cuanto acabes la conversación con el adulto, recuérdale al niño que te diga lo que tenía en mente, así se sentirá valorado y podrá esperar su turno la próxima vez.
2. En caso de que el niño no se quede contento con esto, una manera de que sepa que estás ahí y que le escucharás cuando acabes la conversación es poniendo una mano en su hombro para que se sienta reconocido en todo momento y después volverse hacia él y hablar sobre lo que el pequeño tenía en mente.
3. Por último, si un niño es muy impaciente e interrumpe constantemente, se le puede decir que cuando tenga algo que decir, tendrá que poner su mano en la muñeca del adulto como señal de que quiere decir algo, pero deberá esperar. Así el adulto sabrá que quiere decir algo (porque ambos así lo habrán acordado anteriormente) y le atenderá cuanto acabe de hablar.

Estas tres formas son muy respetuosas con el niño y también con el adulto con el que se está conversando. El niño sólo necesitará esperar unos minutos para que acabes la conversación o para que puedas hacer una pausa y escuchar al niño dándole plena atención. Pero por supuesto, para que un niño no interrumpa deberá tener un buen modelo a seguir y el adulto deberá hacer excepciones en caso de emergencia.

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