Transforma mi vida
En tu vida se van dando posibilidades de cambiar para bien. Conviene que te detengas, evalúes con detención las ventajas, y tomes decisiones sabias y prudentes, porque ésa es la forma normal de progresar. No caigas en el error de desechar todo cambio por principio; ni tampoco en el otro extremo, de creer que toda novedad es mejor.
Señor, tú conoces mis vanidades y mis egoísmos, pero sabes que deseo entregarme más. Quiero penetrar un poco más en tu amistad y en tu camino. Por eso te pido que recibas el humilde ofrecimiento de mi vida, para que tú la transformes. Te entrego, Señor, mis esfuerzos y mis trabajos, mis cansancios y mis intentos. Sabes que todo tiene manchas, pero te lo entrego, para que sanes lo que no te agrade y bendigas lo que te glorifique. Toma mis pensamientos y afectos, mis búsquedas y mis deseos. Derrama la claridad de tu luz para que utilice mejor las capacidades que me regalaste y para que mi energía no se desgaste en metas egoístas. Toma todo mi ser, Dios mío, y manifiesta en mi vida tu gloria. Amén.
Responsabilidad, valor de las pequeñas tareas cotidianas, manifestaciones de bondad, superación del egoísmo, son líneas maestras de un serio programa espiritual que ayuda a crecer y madurar cada día. “Ser maduro es un aprendizaje constante y culmina cuando nos retiramos de esta fiesta que es la vida”. El Señor te acompañe con su gracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario