LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Agosto 10
Vivir es obrar; obrar es luchar; luchar es vibrar y hacer vibrar a los demás.
La mayoría de los hombres vive en una perpetua prórroga, dejando para un mañana hipotético, cuya aurora se obstina en no brillar jamás, las reformas, las ejecuciones decisivas.
Y no es otra cosa que perder el tiempo; no emplearlo. Al tiempo perdido se le llama solamente existencia. Como existe la piedra; aunque la piedra "existiendo" llena su misión. En cambio, al tiempo empleado se le llama vida; como vive todo el que desgasta sus fuerzas en el perfeccionamiento propio o ajeno.
¿Existes o vives? ¿Empleas el tiempo para ti, para perfeccionarte, para superarte? ¿Lo empleas para los demás? ¿Sientes que tu vida está llena con un ideal, o la sufres vacía y hueca? ¿Tienes ansias de vivir, o ya estás poco menos que cansado de la vida?
Centra tu vida en Dios y te sentirás feliz.
“Cristo, por el misterio pascual de su bienaventurada pasión, resurrección de entre los muertos y gloriosa ascensión… destruyó nuestra muerte; y con su resurrección restauró nuestra vida” (SC 5). Nuestra vida, por Cristo, es otra vida, con dimensiones distintas; recuerda qué era tu vida antes de tu encuentro con Cristo y qué es ahora. Y qué deseas que llegue a ser.
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