Una mujer llamada Paula Martínez del sector de Castilla en Bogotá, capital de Colombia, decidió ir a pagar la cuenta de la luz de su casa. Llevaba el dinero y el recibo pero en un descuido perdió ambas cosas. Lo buscó pero no lo logró hallar así que se volvió molesta de vuelta hacia su casa. Pero cuando su marido regresó del trabajo a las 6:30 de la tarde se dio cuenta de una hermosa sorpresa. El mismo recibo que había perdido estaba en el buzón y atrás tenía un mensaje muy inspirador.
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