*"Deja el amor del mundo y sus dulcedumbres, como sueños de los que uno despierta; arroja tus cuidados, abandona todo pensamiento vano, renuncia a tu cuerpo. Porque vivir de la oración no significa sino enajenarse del mundo visible e invisible. Nada. A no ser el unirme a Ti en la oración de recogimiento. Unos desean la gloria; otros las riquezas. Yo anhelo sólo a Dios y pongo en Ti solamente la esperanza de mi alma devastada por la pasión"
Páginas
▼
martes, 6 de enero de 2015
DATOS SOBRE LA VIDA DE SAN CARLOS DE SEZZE
Nacido en Sezze (Provincia de Latina, Italia) el 22 de octubre de 1613, Giancarlo (o Juan Carlos, este era su nombre de bautismo) fue pronto obligado a dejar la escuela pública para dedicarse a la custodia del rebaño, cultivando, sin embargo, una profunda práctica del espíritu cristiano, infundida por sus devotos padres. El amor por la cruz y por la Virgen María lo iluminaron en el camino espiritual. Carlos entró en el convento franciscano de Nazzano, recibiendo el hábito del "Poverello d'Assisi" - San Francisco - el 18 de mayo de 1635.
Obediente a las disposiciones de los superiores, ejercitó sus oficios religiosos en los conventos de Morlupo, Ponticelli, Palestrina, Carpineto, San Pedro in Montorio y San Francisco "a Ripa" en Roma, viviendo siempre con extrema humildad y disciplina franciscanas. Fray Carlos cumplió siempre alegremente obras dedicadas a procurar el sustento de los pobres y la asistencia a los enfermos y moribundos.
El Señor quiso reconocer la extraordinaria fe de fray Carlos. Una mañana, mientras Fray Carlos escuchaba la Misa en la Iglesia de San José "a Capo le Case", en el momento de la elevación, un rayo luminoso, salido de la Hostia Santa, tocó a fray Carlos en el corazón, produciéndole una profunda herida. Tal fue el signo del amor recibido, que el mismo fraile lo describe así: "Estaba en la mitad de dos extremos, es decir, del dolor y de la suavidad de la dulzura. Parecía que el alma quisiera salir del cuerpo. Habría soportado, a causa de la dulzura, cualquier gran tormento y todo tipo de trabajo".
Fray Carlos hizo muchos milagros, como curaciones de enfermedades y multiplicaciones de alimentos. Finalmente, ya enfermo, murió en el convento de San Francisco "a Ripa" (Roma) el 6 de enero de 1670. En el lugar del corazón donde el Señor el infligió la herida de amor, comenzó a aparecer, después de su muerte, un signo en forma de cruz. El fenómeno ha sido uno de los milagros reconocidos por la Congregación de Ritos. Reconocidos los milagros propuestos para la beatificación por Pío IX, el mismo Papa promulgó el decreto de beatificación el 21 de noviembre de 1875.
Fray San Carlos de Sezze fue reconocido santo por la Iglesia el 12 de abril de 1959.
Las obras de San Carlos de Sezze se pueden conseguir solamente, por el momento, en su version italiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario